La DECORACIÓN DEL ACUARIO es un tema importantisimo para los acuariofilicos.
El acuario ha de ser algo más que una mera «pecera» en la que algunos ejemplares en mejor o peor estado se mueven lastimeramente a través de un paisaje desolado.
La decoración es tan importante como los propios peces a la hora de crear el cuadro viviente que es el acuario. Hay que distinguir por tanto entre los acuarios de cría y los decorativos.
Un acuario de cría ha de ser lo más simple posible. Su función es la reproducción y todo aquello que no contribuye positivamente a que esta se lleve a cabo, estorba.
Cualquiera que haya visto un acuario de cría puede darse cuenta de que son bastante feos desde el punto de vista de la estética. Sin embargo en los acuarios decorativos las prioridades cambian.
Se busca crear un efecto estético bello sin llegar a perjudicar a los peces. Puede ser que aparezcan elementos que no contribuyan de una manera directa al bienestar de los peces, pero tampoco los perjudicarán y ayudarán a crear un buen efecto. Conceptos generales. Hay una serie de normas que se deben aplicar a cualquier elemento que se introduce en un acuario.
El no respetar estas normas puede tener repercusiones nocivas sobre nuestras mascotas, y al fin y al cabo, ellas son lo primero.
- Nunca hay que introducir elementos superfluos en el acuario que dificulten la labor que llevamos a cabo en él (por ejemplo la limpieza).
- Cuidado con los elementos que introducimos provenientes de la naturaleza, pueden contener patógenos peligrosos o substancias tóxicas.
- Cualquier adorno que introduzcamos en un acuario debe de estar perfectamente afianzado. Os sorprenderíais si supierais la de veces que las bonitas formaciones que creamos se vienen a bajo.
- Como ya hemos dicho la decoración nunca debe de perjudicar a los peces ni dificultar la limpieza o cualquier otra labor necesaria para el acuario
Contenidos
Materiales de fondo del acuario
En el mercado podemos encontrar multitud de gravas, en diferentes tamaños, colores y de distintos orígenes, en general se puede decir que hay tres tipos principales de grava para los acuarios:
- Cuarcita: Es la que más habitualmente encontramos en las tiendas para animales, esta constituida por un tipo de roca cuyo componente principales el cuarzo, que no se degrada por el agua (no altera el PH ni la dureza) y que no libera substancias tóxicas en este. La hay de muy diversos tamaños, desde arena muy fina hasta cascajo bastante grueso (del tamaño de un garbanzo). Se la puede usar tanto en acuarios de agua dulce como en los de agua salada. En general es de color más o menos anaranjado, pero se la encuentra también en color blanco.
- Lava: Compuesta por fragmentos de lava triturados, de color negro o marrón, también se la puede encontrar en varios tamaños aunque siempre será de grano grueso. No altera la composición del agua ni libera substancias nocivas en ésta. Tiene un grave inconveniente; suele presentar bordes mucho más afilados que la cuarcitas, y en el caso de peces excavadores pueden causar daños. También tiene una gran ventaja: es porosa, lo que permite que en esas porosidades se asienten las bacterias encargadas de transformar el amoniaco, los nitritos y los nitratos, de tal forma que la carga bacteriana por unidad de superficie es mucho mayor a aquellos acuarios en los que se usa cuarcita como material para el fondo.
- Cascajo de conchas: Apto únicamente para los acuarios de agua salada. Esta compuesta por fragmentos de conchas trituradas. Puesto que esta compuesta por materiales calcáreos (carbonato
de calcio) solubles, tiende a endurecer y basificar el agua. Es útil para los acuarios de agua marina por su efecto estético, por actuar como tampón (regula el PH y la dureza del agua marina manteniéndolos en niveles adecuados), y sobre todo, por que es mucho más barata que la arena de coral. Su color es blanco. - Arena de coral: Desde el punto de vista estético, la arena de coral es para mi el ideal para cualquier acuario de agua marina. Tiene las mismas ventajas que el cascajo de conchas (efecto tampón), pero su efecto estético es mucho mejor. Nada hay más bonito ni que resalte más los colores de un pez de agua marina que el blanco puro de esta arena. Desgraciadamente es difícil de encontrar, y además terriblemente cara. No nos servirá si usamos un filtro de placas de fondo, puesto que obstruirá las ranuras y no dejaremos circular el agua. Por su color blanco, cualquier resto de suciedad llama mucho la atención. Sólo se puede utilizar en acuarios de agua marina.
Tras exponer los tipos de materiales de fondo pasemos a dar algunos consejos para su utilización. - Pese a lo que nos asegure el comerciante, la grava NUNCA esta limpia. Antes de emplear cualquiera de los materiales de fondo antes mencionado hay que lavarlos abundantemente con agua corriente, el método es simple pero engorroso. Se coge un cubo, y se llena hasta una tercera parte de su capacidad con el material a lavar, lo ponemos debajo del grifo y a remover, hasta que el agua que rebose del cubo este totalmente clara. Las gravas gruesas se limpian antes que aquellas de material fino. Recomendamos el uso de agua templada (estar una hora con las manos metidas en agua helada no es agradable).
- Cuando utilicemos un filtro de placas en el fondo del acuario es esencial que siempre haya una capa de grava de grano grueso inmediatamente por encima de las placas, esto evita obstrucciones y mejora el filtrado.
- No soy partidario de usar lava en superficie o en acuarios con peces excavadores por las razones ya mencionadas, pero sin embargo es muy útil para formar una capa que cubre los filtros de fondo, y sobre la cual a su vez colocamos cuarcita.
- Existe una forma de ahorrar dinero y de que el fondo de nuestro acuario marino sea de fina arena blanca, aunque solo es válido si no tenemos un filtro de fondo. De los 7-10 cm de grosor que tiene que tener el fondo, colocamos 5 – 8 cm de cascajo de concha, la cubrimos con una malla plástica de malla muy fina, a ser posible blanca (la que se vende como mosquitero es perfectamente válida) y sobre esta tela plástica colocamos una capa de 2 cm. de arena de coral. Ya tenemos un fondo de arena de coral con un gasto mínimo.
- Cuando queramos emplear gravas de distintos grosores o distintos materiales, se puede usar la misma solución que se a descrito arriba para evitar que se mezclen, siempre y cuando no haya filtro de fondo (si no la malla retiene la suciedad y disminuye la eficacia del filtro), puesto que la malla llega a taponarse y no deja pasar el agua.
- Si queremos únicamente una pequeña zona central con arena fina, o una región localizada también existe un método, tendremos que buscar una bandeja de plástico alimentario, cristal u otro material que no se deteriore por estar sumergido, poco profunda y con la forma deseada. Llenamos la bandeja con la arena fina, se deposita una capa de grava en el acuario, en la que enterramos la bandeja, y camuflamos sus bordes con grava hasta que no se vean, ya tenemos una región de arena muy fina en nuestro acuario, donde podremos observar por ejemplo, que nuestras coridoras disfrutan excavando.
- Como ya hemos dicho el grosor de la capa del fondo ha de ser de 7 a 10 cm, con un decline desde el fondo y los laterales hacia la parte central y frontal, para que los restos se acumulen en esta parte de más fácil acceso.
Lo mejor para el material de fondo de nuestro acuario es comprarlo, puede parecer mucho mejor, si vivimos por ejemplo en una zona de costa, coger arena de la playa, o quizás de un río.
Esto no es ni mucho menos recomendable, hay que lavar la arena muchísimas veces para que tenga una calidad adecuada (muchas más que cuando viene preparada), puede contener elementos tóxicos que perjudiquen a nuestros peces, o en el caso de acuarios de agua dulce, restos calcáreos que alteren la composición química del agua.
Como dice el dicho, lo barato, a la larga, sale más caro. No olvidemos que una vez al año deberemos desmontar nuestro acuario y lavar el material de fondo a conciencia.
ROCAS Y MADERA
Una vez que hemos elegido el fondo de nuestro acuario, es cuando comienza el verdadero trabajo de decoración.
Hay que añadir a este acuario que más bien parece el desierto del Sahara, elementos que lo hagan agradable visualmente para nosotros y atractivo para vivir para nuestros peces. Hay tres grupos de elementos principales para la decoración de los acuarios de agua dulce: piedras, madera y plantas.
Los acuarios de agua marina presentan diferencias en lo que respecta a los materiales a emplear.
No se pueden emplear plantas (no sobreviven en el agua salada), ni madera puesto que el agua salada la destruye, ni un material al que los peces de agua marina no estén acostumbrados. En cambio pueden emplearse corales y «rocas vivas» en la decoración, elementos que no pueden utilizarse en los acuarios de agua dulce.
Pese a que se ha intentado introducir como material de decoración para los acuarios de agua marina las algas, estas no se han implantado con fuerza en el mundo de la acuarofilia.
Piedras: Solamente empleando piedras de distintas formas y colores, podemos crear un magnífico efecto estético, aun cuando no llegásemos a introducir plantas.
El empleo de piedras y madera es la única opción decorativa en los acuarios de cíclidos africanos, que desentierran y/o se comen las plantas, y en verdad se pueden conseguir maravillas únicamente con estos materiales. El uso de piedras en el acuario no tiene ninguna complicación ni peligro si se respetan ciertas normas básicas.
En primer lugar hay que elegir las rocas adecuadas para la decoración; las podemos recoger directamente del campo, pero atendiendo a ciertos detalles.
En primer lugar huyamos de las rocas con colores muy vivos como de la peste. Este tipo de rocas suelen deber su color a la presencia de metales pesados en su composición, metales pesados que pueden liberarse en el agua de nuestro acuario y matar a nuestros peces.
En segundo lugar, hay que elegir rocas cuya composición no sea caliza o calcárea. Estas rocas van solubilizándose muy lentamente en el agua de nuestros acuarios, especialmente si es de PH ácido, liberando carbonato de calcio y otras substancias, que provocan cambios drásticos en su dureza y consecuentemente, en su PH.
Estos cambios pueden fácilmente matar a todos nuestros peces o volvernos locos intentando controlar los parámetros químicos del agua.
Existe una prueba bastante simple, aunque no infalible, para determinar si una piedra es calcárea. Basta con coger unas gotas de ácido clorhídrico (se encuentra en las tiendas bajo la denominación de salfumán o agua fuerte) y echarlas sobre la piedra en cuestión, si se produce efervescencia es calcárea y por tanto no válida, si no hay efervescencia a priori se podría decir que no es calcárea, aunque esto puede no ser así (no se vio la efervescencia o era muy débil).
Algunas de las rocas válidas para su uso en el acuario son el granito, la cuarcita, el basalto, los esquistos y la pizarra.
Es importante que aquellas rocas que vamos a usar en el acuario no presenten orificios o anfractuosidades en las que se podrían depositar restos muy difíciles de limpiar. Una vez que tengamos ya las piedras que vamos a emplear en la decoración hay que prepararlas antes de introducirlas en el acuario. Para ello las lavaremos abundantemente con agua y las cepillaremos con un cepillo de cerdas duras para retirar todos los restos de tierra, líquenes, musgos…
A la hora de decidir sobre la ubicación de las rocas en nuestro acuario, además de criterios ornamentales o decorativos, hay que tener en cuenta criterios de seguridad y funcionalidad. Las rocas siempre han de estar fijas en una posición estable.
Si una roca se desestabiliza y cae de su posición, puede dañar a algún pez o incluso romper un cristal.
La seguridad ha de primar siempre con respecto a los criterios decorativos. Si la roca no esta lo suficientemente afianzada no la coloquemos de esa manera o en ese lugar.
Para dar mayor estabilidad a un conjunto, podemos pegar las piedras entre ellas para que se mantengan fijas mediante silicona.
Las cuevas y grietas son estéticamente muy bellas, pero si el acceso a su interior es complejo, se convertirán en el basurero del acuario, pues en estos huecos se acumularán los restos, lo que puede provocar una subida en los niveles de nitrógeno (amoniaco, nitritos o nitratos). Si queremos hacer grutas que sirvan de refugio a nuestros peces, su interior se debe de poder limpiar con facilidad (levantando la roca por ejemplo).
No olvidemos que algunos peces excavan, y que por tanto pueden llegar a hacer caer una piedra que aparentemente estaba bien afianzada.
Hay que evitar así mismo los bordes afilados o cortantes. Madera: La madera es un elemento que puede crear un efecto estético muy bello en un acuario, aunque es algo engorrosa.
Los troncos o raíces además ofrecen un buen refugio a nuestros peces e incluso algunas plantas pueden crecer sobre ellos (Musgo de Java, Helecho de Sumatra).
Al igual que hemos dicho que un paseo por el campo nos puede servir para recoger rocas interesantes para decorar nuestro acuario, hay que decir que esto no es válido para la madera.
Como madera para los acuario no vale cualquier rama o raíz que nos encontremos; La madera se pudre en el agua, y solo hay algunos tipos que resisten la inmersión permanente sin que su deterioro altere gravemente las condiciones de nuestro acuario. Aunque hay maderas como la del aliso que aguantan esta inmersión, no recomendamos que nadie busque la madera para su propio acuario. Aunque la madera que se vende en los comercios es cara, a la larga nos resultara mucho más barata que si la recogemos nosotros.
La «madera para acuarios» suele ser generalmente madera procedente de turberas. En las turberas hay mucha humedad y el PH es muy bajo, la madera se va impregnando poco a poco con ácidos orgánicos procedentes de la descomposición, los cuales a su vez evitan que esta madera se pudra.
Se podría decir que las ramas y raíces provenientes de las turberas están «embalsamadas». La presencia de estas substancias no evita realmente que la madera se destruya, pero lo hace tan lentamente que las substancias liberadas no llegan a ser nunca nocivas para los habitantes de nuestros acuarios. Al igual que en el caso de las rocas, hay que preparar la madera antes de poderla utilizar en el acuario.
Hay que cocer en agua la rama o raíz durante bastante tiempo antes de introducirla en el acuario, para que parte de los ácido húmicos que contiene se liberen y el agua no se tiña tanto de color marrón. Antes de la cocción habremos tenido que dejar la madera en remojo para que se empape y no flote.
A pesar de la cocción, y durante un periodo más o menos largo, la madera seguirá liberando en nuestro acuario substancias que teñirán el agua de color ámbar, pero esto pasará con el tiempo.
Se puede hacer desaparecer este tono filtrando a través de carbón activado, pero así también se eliminan oligoelementos necesarios para el crecimiento de las plantas, por lo que es preferible aguantarse o renovar el agua con mayor periodicidad.
A la hora de colocar las ramas o raíces han de tenerse las mismas precauciones que en el caso de las piedras. Han de estar bien afianzadas, y hay que evitar aristas o bordes punzantes que puedan dañar a los peces.