El palacio y la Capilla Palatina de Aquisgrán.
El establecimiento de la capital imperial en Aquisgrán hacia el 785 representa el final de la corte itinerante. La estación termal romana donde Pipino el Breve tenía su villa real será el lugar escogido por Carlomagno para construir un gran palacio con función de vivienda, representación y culto. Asimismo desde el palacio se organizará la economía, la administración, la jurisdicción, la formación y el ocio. Las obras del palacio empezaron en el 789 y el maestro que se responsabilizó de las mismas, Eudes de Metz, se inspiró en conceptos de la antigüedad adaptados a las necesidades contemporáneas, sin descuidar aspectos simbólicos de gran interés, como el intento de imitar la Jerusalén celeste y la programación de la construcción en base al número 12.Leer más »El palacio y la Capilla Palatina de Aquisgrán