EDWARD HOPPER (Pintor) (1882-1967)
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Vida de EDWARD HOPPER
La obra de Hopper se ajusta a los parámetros del nuevo realismo americano, muy similar en ciertos aspectos a la neue Sachlichkeit alemana (nueva objetividad).
Con sus escenas urbanas de personajes solitarios, este pintor americano representó como pocos los difíciles años de la depresión americana.
Hopper comenzó su formación como pintor en una escuela privada de Nueva York en 1899.
Dos años después, entró en la Escuela de Arte de Nueva York, donde tuvo como profesor a Henri Rousseau.
Entre 1906 y 1910 realizó un viaje de estudios cuyo destino eran las principales capitales del arte europeo.
De vuelta en Nueva York, su estilo se había consolidado definitivamente.
Influenciado por la obra de Courbet y Manet, no es difícil identificar al primero en los temas sociales y al segundo en los trazos sueltos de colores difusos.
La atmósfera de Autômata nos recuerda inevitablemente al Bar Folies-Bergère de Manet.
La primera exposición importante en la que Hopper presentó sus obras fue la vanguardista Armory Show (1920), en la que el pintor conoció lo más avanzado del arte europeo, entrando en contacto con artistas como Marcel Duchamp y Francis Picabia.
También participó en la muestra «Pinturas de diecinueve americanos vivos», en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Paralelamente, publicó varias obras escritas en las que resumía sus pensamientos.
La primera gran retrospectiva de Hopper tuvo lugar en el Museo de Arte Moderno en 1933.
En 1945 fue admitido como miembro honorario del Instituto Nacional de Arte.
Su nombramiento en la Academia Americana de Artes y Letras sólo llegaría diez años después.
Obra de EDWARD HOPPER