EDOUARD MANET
(Pintor)
(1832-1883)
Manet es considerado el padre del impresionismo, aunque en vida él mismo ha negado cualquier semejanza de su trabajo con el de sus amigos del café Guerbois: Renoir, Pissarro y Monet.
Hijo de una familia adinerada, después de asistir a la escuela naval, Manet trabajó en un barco cuyo destino era Sudamérica.
A su regreso, en 1850, comenzó a tomar clases con el maestro T.
Costura, gracias a la cual se perfeccionó como diseñador.
Se dedicó entonces al estudio de los grandes maestros del barroco, como Velázquez y Hals, que tuvieron una importancia decisiva en su formación como pintor.
Con ellos aprendió a aflojar sus pinceladas y dejar atrás sus contornos, convirtiéndose así en el colorista más importante del siglo XIX.
Sus primeras obras tienen una reveladora influencia española, tanto en la técnica como en los temas, un ejemplo es El Contador (1869).
El primer cuadro con el que el pintor muestra su poco afecto por el academicismo es el Almuerzo en el Césped, en el que representaba un tema cotidiano en forma de cuadro histórico.
Seguiría en importancia Olimpia, en la que retoma de forma provocadora el tema de la Venus de Urbino, de Tiziano, escandalizando a todo París con la audacia de la representación.
En el verano de 1874, Manet decidió empezar a pintar al aire libre, junto con Monet, Callebotte y Renoir.
Bajo la influencia de los amigos, sus pinceladas se vuelven aún más sueltas, y la atmósfera se vuelve más gruesa a través del color.
Se puede decir que estas son sus primeras pinturas realmente impresionistas.
La coronación de su obra vendrá más tarde, con El bar del Folies Bergère, en el que muestra su maestría en moldear la luz artificial, creando espacios imaginarios y devolviendo con gran naturalidad, a través del color, la realidad circundante.
En sus grabados y litografías, por otra parte, Manet nunca logró distanciarse de uno de los pintores que más admiraba: Goya.
Obras de MANET
Seleccioón de obras de Manet.