El Ara Pacis era una modesta construcción de planta cuadrada, a cielo descubierto, labrada en mármol, en cuyo centro se hallaba el verdadero altar. Tenía dos vanos de entrada: el anterior, sobre una escalinata, para los oficiantes de los sacrificios, y el posterior, a pie llano, para las víctimas. Su decoración en relieve ofrece el conjunto escultórico más importante del arte romano. Se compone de las siguientes zonas:
a) Un gran friso externo con un desfile procesional.
b) Cuatro relieves alegóricos que flanqueaban por fuera ambas puertas.
c) Un zócalo corrido externo, con roleos de acanto
d) Un friso interno, con relieves de bucráneos y guirnaldas.