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Charla «A la caza de «héroes genéticos inesperados»» de TED2014 en español.
¿Qué podemos aprender de las personas con la genética para enfermarse, que no lo hacen? Con la mayoría de las enfermedades hereditarias, solo algunos miembros de la familia desarrollan la enfermedad, mientras que otros, portadores del mismo riesgo genético, la evaden. Stephen Friend sugiere que empecemos a estudiar a aquellos miembros de la familia que se conservan sanos, y nos cuenta acerca del Proyecto Resiliencia, un esfuerzo masivo de recolección de material genético que puede ayudar a descodificar desórdenes hereditarios.
- Autor/a de la charla: Stephen Friend
- Fecha de grabación: 2014-03-18
- Fecha de publicación: 2014-05-29
- Duración de «A la caza de «héroes genéticos inesperados»»: 639 segundos
Traducción de «A la caza de «héroes genéticos inesperados»» en español.
Hace 30 años, aproximadamente, cuando estaba en Oncología en el Hospital Infantil de Filadelfia, un padre y su hijo entraron en mi oficina y a ambos les faltaba su ojo derecho, y mientras levantaba su historia se hizo evidente que padre e hijo tenían un tipo raro de tumor hereditario de ojo, retinoblastoma, y el padre sabía que él le había pasado ese sino a su hijo.
Ese momento cambió mi vida.
Me impulsó a continuar y a coliderar el equipo que descubrió el primer gen de sensibilidad al cáncer.
En las décadas de intervención que siguieron, ha habido literalmente un cambio de características sísmicas en nuestro entendimiento de lo que pasa, de las variaciones genéticas que yacen detrás de varias enfermedades.
En efecto, hay una base molecular para miles de nuestros rasgos humanos, y diariamente se gana información de miles de personas sobre el riesgo que tienen de desarrollar tal o cual enfermedad.
Sin embargo, si Ud.
pregunta, «¿ha eso tenido impacto sobre nuestra eficiencia en el desarrollo de drogas?, la respuesta es no.
Si se considera el costo que tiene desarrollar drogas, la forma en qué se hace, básicamente, aquello no ha tenido ninguna incidencia.
Entonces, es como si tuviéramos el poder de diagnosticar, pero no el de tratar completamente.
Son dos las razones que comúnmente se dan para explicar esto.
Una es que son los primeros años.
Apenas estamos aprendiendo las palabras, los fragmentos, las letras del código genético.
No sabemos cómo leer las oraciones.
No sabemos cómo seguir la narrativa.
La otra razón es que la mayoría de estos cambios consisten en una pérdida de funciones, y es realmente duro desarrollar drogas para restaurar funciones.
Pero lo que quiero hoy, es que retrocedamos y nos hagamos una pregunta fundamental, que nos preguntemos, «¿Qué tal si estamos pensando en esto en un contexto equivocado? Hacemos muchísimos estudios sobre los que están enfermos y levantamos largas listas de componentes alterados.
Pero quizás, si lo que queremos es desarrollar terapias para la prevención, quizás, lo que deberíamos hacer es estudiar a los que no se enferman.
Quizás, deberíamos estar estudiando a los que están bien.
Una vasta mayoría de estas personas no son necesariamente portadoras de una carga o factor de riesgo genético en particular.
No nos van a ser de ayuda.
No nos van a ayudar aquellas personas que, portando un factor de riesgo potencial, van camino de presentar síntomas.
Eso no es lo que estamos buscando.
Lo que estamos buscando y lo que nos estamos preguntando es, ¿hay unos pocos individuos que hoy por hoy caminan por ahí con el factor de riesgo que normalmente causaría una enfermedad, pero con algo en ellos, algo escondido dentro de ellos que actualmente los está protegiendo y evitando que presenten esos síntomas? Si se va a realizar un estudio como ese, ya pueden imaginarse que se debería buscar entre cantidades y cantidades de individuos.
Tendríamos que salir y llevar a cabo un estudio bien amplio, y entendimos que una manera de hacer eso posible, en verdad, es buscar entre adultos que tengan más de 40 años y asegurarnos de buscar entre aquellos que fueron sanos de niños.
Podrían ser personas con parientes que hubieran tenido enfermedades de niños, pero no necesariamente.
E ir y hacer un tamizaje y encontrar a los portadores de genes de enfermedades infantiles.
Ya alcanzo a ver a algunos de Uds.
levantando las manos y diciendo, «¡Hum!, qué extraño.
¿Qué evidencia tienen de que esto pudiera ser confiable?» Les quiero poner dos ejemplos.
El primero viene de San Francisco.
Data de los ochenta y los noventa y es probable que conozcan la historia de unas personas que tenían niveles bien altos de VIH.
Terminaron desarrollando el sida.
Pero había un pequeño grupo de personas que también tenían niveles altos de VIH, que no desarrollaron sida.
Y unos astutos médicos clínicos rastrearon aquello y lo que descubrieron fue que ellos portaban mutaciones.
Fíjense, portaban mutaciones de nacimiento que eran protectores, que los protegían de desarrollar sida.
Es probable que Uds.
también sepan que se desarrolló una línea de terapia apoyada en ese hecho.
El segundo ejemplo, más reciente, es un trabajo elegante hecho por Helen Hobbs, quien dijo, «Voy a buscar personas que tengan niveles bien altos de lípidos, y trataré de encontrar aquellos con altos niveles que no llegaron a desarrollar enfermedades del corazón».
Y una vez más, ella descubrió que algunos de estos individuos tenían mutaciones que eran protectores de nacimiento que los mantuvo sanos a pesar de tener niveles altos de lípidos, y esta puede ser vista como una forma interesante de pensar el desarrollo de terapias preventivas.
El proyecto en el que estamos trabajando se llama «El Proyecto Resiliencia: Una Búsqueda de Héroes inesperados», porque lo que nos interesa saber es, ¿podemos encontrar esos raros individuos que pudieran tener estos factores protectores escondidos? Y, piensen en ello, de alguna forma, como en un anillo decodificador, una especie de anillo descodificador de resiliencia que estamos tratando de construir.
Entendimos que deberíamos hacer esto de manera sistemática, así que dijimos, tomemos por separado cada enfermedad hereditaria de la niñez.
Tomémoslas todas y hagamos un grupo con aquellas, que se sabe, que tienen síntomas severos, y donde los padres, el niño, los que los rodean, sabrían si ellos se hubieran enfermado, y sigamos adelante y clasifiquémoslas luego según las partes de los genes donde hay una alteración particular, que se sabe, que es tan penetrante como para causar esa enfermedad.
¿Dónde vamos a buscar? Bueno, podríamos buscar localmente.
Eso tiene sentido.
Pero empezamos a pensar que, tal vez, deberíamos buscar en todo el mundo.
Que quizás deberíamos buscar no solo allí, sino también en lugares remotos donde podría haber un contexto genético distinto, donde podría haber factores ambientales que protejan a las personas.
Y buscar entre millones de individuos.
La razón por la que creemos que este es un buen momento para hacer esto es que en el último par de años ha habido un desplome notable en el costo de este tipo de análisis, de este tipo de generación de datos, al punto que hoy cuesta menos hacer la generación de datos y el análisis que lo que cuesta hacer la recolección y el procesamiento de la muestra.
Otra razón es que en los últimos 5 años, han surgido herramientas sorprendentes, cosas relacionadas con la biología en red, la biología de sistemas, y que nos permiten pensar que, tal vez, podríamos descifrar esos positivos atípicos.
Y cuando fuimos por ahí, hablando a investigadores e instituciones y contándoles nuestra historia, algo pasó.
Empezaron a decirnos cosas como, «Eso es interesante.
Me gustaría unirme a su esfuerzo.
Estaría encantado de participar».
Y nunca preguntaron, «¿Dónde está el ‘MTA’?» Nunca preguntaron, «¿Reconocerán mi autoría? Nunca preguntaron, «¿Esos datos, serán míos?, ¿me pertenecerán? Básicamente dijeron, «Trabajemos en esto como un equipo social-colaborativo abierto para hacer la descodificación».
Hace 6 meses, bloqueamos la clave de tamizaje de este descodificador.
Mi colíder, un científico brillante, Eric Schadt, de la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí en Nueva York, y su equipo congelaron la clave del anillo descodificador y nosotros empezamos a buscar muestras, porque entendimos que, tal vez, podríamos solo ir y buscar en algunas muestras existentes para conseguir algún sentido de viabilidad.
Tal vez podríamos adelantarnos al proyecto en un 2 o 3 % y ver si lo había.
Y entonces, les empezamos a preguntar a personas como Hakon del Hospital Infantil de Filadelfia.
Le preguntamos a Leif en Finlandia.
Hablamos con Anne Wojcicki en 23andme, y Wang Jun en el Instituto de Genómica de Pekín, y de nuevo, algo notable pasó.
Ellos dijeron, «¡Hum! No solo tenemos muestras, sino que en muchos casos las hemos analizado, y con mucho gusto entraremos a nuestras muestras anónimas y veremos si podemos encontrar lo que Uds.
están buscando».
Y en lugar de 20 000 o 30 000 muestras, el mes pasado superamos el medio millón de muestras analizadas.
Y Uds.
se preguntarán, ¿Cómo? ¿Y encontraron héroes inesperados? Y la respuesta es que no encontramos uno o dos.
Encontramos docenas de fuertes candidatos a héroes inesperados.
Así que creemos que este es el momento para lanzar la fase beta de este proyecto y para empezar, en verdad, a hacernos a buenos individuos prospecto.
Básicamente, todo lo que necesitamos es información.
Necesitamos una muestra de ADN y ganas de saber, «Qué hay dentro de mí? Quiero que me lo hagan saber».
La mayoría de nosotros pasamos la vida, en lo que tiene que ver con la salud y la enfermedad, creyéndonos espectadores.
Delegamos la responsabilidad de comprender nuestra enfermedad, de tratarla, a ungidos expertos.
Para que este proyecto funcione, necesitamos que las personas asuman un rol diferente y se comprometan con la realización de este sueño, este proyecto social-colaborativo abierto, que se comprometan con el hallazgo de los héroes inesperados y la superación de los conceptos comunes de recursos y limitaciones y con el diseño de estas terapias preventivas, y a llevarlas más allá de las enfermedades infantiles, haciendo todo el recorrido hasta encontrar formas de estudiar el Alzheimer y el Parkison.
Necesitaremos mirar dentro de nosotros y preguntarnos.
«¿Cuál es nuestro rol? ¿Cuáles son nuestros genes?», y buscar dentro de nosotros información que solíamos buscar afuera, con los expertos, y estar dispuestos a compartirla.
Muchas gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/stephen_friend_the_hunt_for_unexpected_genetic_heroes/