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Charla ««Acentos» por Denice Frohman» de TED-Ed en español.
Ver el poema completo en: https://ed.ted.com/lessons/accents-by-denice-frohman
Esta animación es parte de nuestra nueva serie, «Hay un poema para eso», que presenta interpretaciones animadas de poemas antiguos y nuevos que ponen en palabras algunos de los sentimientos más importantes de la vida.
Poema de Tim Seibles, dirigido por KAPWA / Robertino Zambrano.
- Autor/a de la charla: Denice Frohman
- Fecha de grabación: 2019-05-02
- Fecha de publicación: 2019-05-06
- Duración de «»Acentos» por Denice Frohman»: 142 segundos
Traducción de «»Acentos» por Denice Frohman» en español.
Soy Denice Frohman, y esto es «Acentos».
Mamá empuña su acento como una escopeta, con dos buenas manos; su lengua es como un puño de acero que resbala entre sus labios; sus caderas son todo risas y ráfagas de viento.
Habla un sancocho de español e inglés, forzando una lengua con la otra, a todo ritmo, no hay cómo decirle a mamá que se «calle»; mamá no sabe qué es «callarse».
Su voz se adapta a todo y es mejor no mandarla a callar, esperó muchos años a tener su propia voz como para decirle que debe pulirla.
El inglés de su boca sale remezclado así «strawberry» se torna «eh-strawbeddy» y «cookie» se vuelve «eh-cookie» y «kitchen», «key chain», y «chicken» suena todo igual.
Mamá no dice «yes», ella dice «ajá», y de repente el cierlo en su boca se vuelve una canción de Héctor Lavoe.
No puede aplanar su voz lo suficiente para el idioma inglés, tiene demasiada cadera, demasiado hueso, demasiada conga, demasiado cuatro para dos pasos, tiene demasiadas teclas de piano entre sus dientes, demasiada clave, demasiadas palmas, demasiada salsa para estar quieta.
Es como una niña ansiosa que quiere hacer masa de modelar con el concreto.
El inglés es demasiado pulcro para su estilo maravilloso.
Sus palabras fluyen en la conversación entre mujeres cuyas manos son todo lo que tienen; a veces las manos son todo lo que tenemos, y los acentos, aquello que nos recuerda que aún somos bomba, todavía plena; uno dice «uepa» y un extraño se vuelve tu hermano; uno dice «dale» y una multitud se vuelve familia.
La lengua de mi madre es un telegrama de su madre decorado con el coqui del campo, por eso, aunque sus labios apenas puedan adaptarse al inglés, su acento es una brújula obstinada que apunta siempre en dirección a su hogar.
https://www.ted.com/talks/denice_frohman_accents/