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Amar a los demás para amarse uno mismo: Keiichiro Hirano (平野啓一郎) en TEDxKyoto – Charla TEDxKyoto

Charla «Amar a los demás para amarse uno mismo: Keiichiro Hirano (平野啓一郎) en TEDxKyoto» de TEDxKyoto en español.

Novelista, ganador del premio Akutagawa en 1999, Keiichiro Hirano habla del amor propio, de amarnos a nosotros mismos, que es diferente del narcisismo. En esta charla perspicaz nos dice que amarnos a nosotros mismos con el conocimiento de todos nuestros «yoes» buenos o malos puede ser difícil pero que al amar a alguien nos encontramos con nuestro «yo», que amamos con la ayuda de la persona amada y que esta es una afirmación necesaria para seguir viviendo.

  • Autor/a de la charla: Keiichiro Hirano
  • Fecha de grabación: 2012-09-16
  • Fecha de publicación: 2018-07-03
  • Duración de «Amar a los demás para amarse uno mismo: Keiichiro Hirano (平野啓一郎) en TEDxKyoto»: 615 segundos

 

Traducción de «Amar a los demás para amarse uno mismo: Keiichiro Hirano (平野啓一郎) en TEDxKyoto» en español.

Recientemente, mirando varias noticias tristes e inquietantes, he estado pensando en el amor propio, en amarse a uno mismo.

Se nos ha enseñado a amar a otros como valor importante, pero pienso que no se ha hablado del amor propio como tema en particular.

¿Por qué? Puede que parezca demasiado obvio que tenemos amor propio, como para enfatizarlo.

A veces no podemos evitar ser egoístas.

Queremos hacer las cosas a nuestro modo.

Si todo va bien en nuestra vida, ¿podemos tener amor propio? No necesariamente.

La razón por la que es difícil hablar de amor propio puede deberse a un tufillo narcisista que nos resulta un poco incómodo.

Si vieran a alguien mirarse al espejo y decir: «¡Cómo me amo, no me molesten!» — no hablo de mí — querrían decirle: «¡Vete a mirar al espejo para siempre!» Quiero decirles que el amor propio no tiene por qué ser así.

La vida no siempre es fácil.

Estaría bien, claro, si fuéramos felices toda la vida.

Pero en la vida, muchas personas podrían decirte «te odio» o «Desearía que desaparezcas del mundo».

Luego de situaciones dolorosas, al final concluimos que hay que tener amor propio en el sentido responsable del quererse y cuidarse uno mismo.

Si cuando alguien nos dice «Te odio», respondiéramos, «Sí, yo también me odio», ni bien lo dijéramos, estoy seguro de que perderíamos el deseo de vivir.

Yo he tenido esa sensación más de una vez en mi vida.

No sabemos qué pasará en el futuro, pueden ocurrir situaciones en las que tendremos que querernos y cuidarnos, para volver a levantarnos.

Claro, sería maravilloso que no nos ocurriera nada y la vida fuera feliz de inicio a fin.

Durante mucho tiempo me ha costado entender qué tipo de persona soy.

Cuando he hecho algo bueno, la gente estaba feliz o agradecida conmigo, pensaba: «En esencia, debo ser una buena persona».

Como esas, tuve ocasiones en las que sentí alivio.

Por otro lado, cuando herí profundamente a alguien, me sentí muy decepcionado de mí, y que en esencia soy una persona cruel.

Tener amor propio en realidad puede ser más difícil que amar a otra persona, porque uno se conoce a conciencia y hasta la médula.

Remontándonos a lo hecho en el pasado, recordamos: Bien, he hecho esto y esto otro, quizá haya hecho cosas buenas, y también recordamos cosas malas.

¿Podemos tener amor propio sin conocer todas nuestras aristas? En este momento, pensé, en mi introspección, que debe haber algo profundamente erróneo.

Luego, empecé a hacer lo siguiente para cambiar: Primero, miré con honestidad a mi yo, cuando fui buena persona, y cuando no fui tan bueno.

Y empecé a aceptar todos mis «yoes», buenos o malos.

En vez de juzgarme y decir: «Soy un tipo de buen corazón», o «Soy un desalmado».

¿Cuál es mi verdadero yo? Decidí aceptar que todos mis «yoes» eran parte de mí y empecé a pensar por qué yo, un solo individuo, tenía tantos «yoes».

En resumen, es en respuesta a diferentes personas y diferentes situaciones.

Cuando hablo con mi abuela, estoy muy relajado.

Cuando hablo con compañeros de trabajo, tengo expresión adusta y hablo de temas difíciles.

Cuando estoy con personas que me enfurecen, pueden apostar que no soy precisamente suave al hablar.

— ante todo, trato de no entrar en contacto con esas personas — En cualquier caso, cada uno de mis «yo» tiene su propia singularidad.

Y amar a cada uno de mis «yo» por igual para amarme a mí mismo puede ser muy difícil, pero puedo decir: «Amo a mi ‘yo’ cuando estoy con esta persona»; «No me gusto cuando estoy con esa persona», «Pero me gusta mucho mi ‘yo’ cuando estoy con esa otra persona, y no soy tan malo».

De hecho, tener amor propio no debería ser tan difícil.

Pensemos en el amor romántico.

Supongamos que hay dos chicas y me gustan las dos.

Un día tengo una cena con una de ellas.

Le cuentas historias o chistes uno tras otro, y ella se ríe y le gustan.

De repente, hay que correr a tomar el último tren.

Corro a la estación a tomar el último tren.

Ya en casa estoy pleno de satisfacción.

Y la otra chica, también me gusta, pero en la cita con ella, no puedo decir mucho, hay menos chistes, y a menudo se producen silencios incómodos.

Y tengo la sensación de ser un perdedor.

No quiero seguir con ella, y después de la cena, nos despedimos.

Luego de las dos citas, si me preguntaran con cuál saldría otra vez, elegiría la primera sin dudarlo.

Sin dudas me gusta, pero también me gusta mi «yo» cuando estoy con ella.

Disfruto de mi «yo» cuando estoy con ella, y encuentro que la vida vale la pena para ese «yo».

La definición de «Amor» puede ser de amor hacia otro, — claro, no es una definición incorrecta — pero quiero agregar que amar a alguien es poder sentir amor propio con ayuda de la persona amada.

Me gusta pensarlo así: «Puedo revelar mi yo interior pues deseo, sin dificultades, ser honesto conmigo, cuando estoy con esa persona», «No sucederá con otra persona».

Desafortunadamente, las relaciones humanas a veces se terminan.

Algunas terminan por peleas.

Otras terminan por una muerte.

El dolor de perder a alguien se debe a que extrañamos la voz, el abrazo de la persona, y muchas otras cosas, pero me pregunto si otro aspecto de la pena es por la pérdida del «yo» que vivía con esa persona.

«Solo con esa persona podía hablar así libremente», «Solo con esa persona podía ser honesto conmigo», «Solo con esa persona podía hacer tonterías como esas», «Pero la persona ahora se ha ido y ya no puedo vivir la vida de ese ‘yo’ que amaba».

Me pregunto si no será ese el dolor de la partida.

Y al revés, claro.

Si alguien me dice «Te amo», con euforia gritaré «¡Sí!» Pero si me dijera: «Gracias a ti, siento amor propio», o «Siento amor propio cuando estoy contigo, más grande que con cualquier otra persona», eso me marcaría más el corazón.

Que mi existencia valide la existencia de otra persona de ese modo me da un placer realmente intenso.

Cada vez que encontramos un «yo» que amamos, encontramos un punto de apoyo para seguir viviendo.

En la vida, sentimos la necesidad de ser amados por mucha gente, por cierto porcentaje en un grupo, en el aula, en la empresa.

Pero quizá no necesitemos tantos «yoes» que nos gusten.

Si encontramos 2 o 3 «yoes» que amemos dentro nuestro, podemos seguir con esos como punto de apoyo.

5 o 6 pueden ser más que suficientes.

En el aula puede que sientas que solo tienes 3 amigos, o que esos 3 amigos son todo lo necesario para ayudarte a sentir amor propio.

Depende de ti.

El amor propio no implica decir: «Soy grandioso», mirando al espejo, más bien diría que es sentir amor propio gracias a otros.

Quizá este sea el principio de un genuino amor propio.

Y por eso sentimos la necesidad de amar a otros como individuos indispensables.

Gracias.

(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/keiichiro_hirano_love_others_to_love_yourself/

 

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