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Charla «Arte que explora el tiempo y la memoria» de TED2019 en español.
La artista Sarah Sze nos lleva a un viaje caleidoscópico a través de su trabajo: instalaciones envolventes tan altas como edificios, distribuidas en las paredes, orbitando por galerías, difuminando las líneas entre el tiempo, la memoria y el espacio.
Explora cómo damos sentido a los objetos en esta bella revisión del arte experimental y multimedia de Sze.
- Autor/a de la charla: Sarah Sze
- Fecha de grabación: 2019-04-15
- Fecha de publicación: 2019-09-30
- Duración de «Arte que explora el tiempo y la memoria»: 831 segundos
Traducción de «Arte que explora el tiempo y la memoria» en español.
Quiero empezar con una pregunta.
¿Dónde comienza una obra de arte? Bien, a veces esa pregunta es absurda.
Puede ser en apariencia simple, como fue cuando me lo pregunté con la pieza «Portable Planetarium», que creé en 2010.
Hice la pregunta: «¿Cómo sería construir un planetario propio?».
Sé que se lo preguntan cada mañana, pero me hice a mí misma esa pregunta.
Y como artista, estaba pensando en nuestro esfuerzo, nuestro deseo, el anhelo continuo que hemos tenido con los años de crear un sentido del mundo a través de los materiales.
Y para mí, tratar de encontrar ese tipo de maravilla, pero también la futilidad que radica en esa búsqueda tan frágil es parte de mi obra.
Así que reúno los materiales que encuentro a mi alrededor, los junto para intentar crear experiencias, experiencias envolventes que ocupan habitaciones, ocupan paredes, paisajes, edificios.
Pero en última instancia, quiero que ocupen la memoria.
Y después de acabar una obra, descubro que normalmente hay un recuerdo de esa obra que se fija en mi mente.
Y este es el recuerdo para mí: este repentino tipo de experiencia sorprendente de estar inmersa dentro de esa obra de arte.
Y se quedó conmigo y fue algo recurrente en mi trabajo unos 10 años después.
Pero quiero regresar a mi estudio de posgrado.
Pienso que es interesante, a veces, cuando empiezan el grueso del trabajo solo necesitan limpiar completamente la superficie, quitar todo.
Y quizá esto no parezca una superficie limpia, pero para mí lo era.
Porque había estudiado pintura durante unos 10 años, y cuando acudí al posgrado, descubrí que había desarrollado una habilidad pero no un tema.
Era como una habilidad atlética porque podía pintar la figura rápidamente, pero no sabía el porqué.
Podía pintarla bien, pero no tenía contenido.
Así que decidí poner todas las pinturas a un lado por un rato, y hacer esta pregunta, que era: «¿Por qué y cómo adquieren valor los objetos para nosotros?».
¿Cómo una camisa que sé que llevan miles de personas, una camisa como esta, cómo siento que es mía? Así que empecé con ese experimento, decidí recolectar materiales que tuvieran determinada cualidad, que fuesen producidos en masa, fácilmente accesibles, completamente diseñados para el propósito de su uso, no por su estética; cosas como palillos de dientes, chinchetas, trozos de papel higiénico; para ver si la manera en que pongo mi energía, mano y tiempo en ellos, si ese comportamiento podría crear cierto tipo de valor en el trabajo en sí.
Una de las otras ideas es que quería que el trabajo se hiciera real.
Así que quise bajarlo del pedestal, no ponerle un marco, tener la experiencia de que no encontraste algo y te dijiste que era importante sino que descubriste que estaba en tu propio tiempo.
Es como un concepto muy antiguo en la escultura: cómo dar vida a materiales inanimados.
Entonces, me dirigía a un espacio como este, donde había una pared, y usaba la pintura misma, arrancaba la pintura de la pared, la pared pinta en el espacio para crear una escultura.
Porque también estaba interesada en esa idea de que esos términos «escultura», «pintura», «instalación», ninguno de ellos importaba en la manera que vemos el mundo.
Quería desdibujar esos límites: los medios de los que hablan los artistas, y también difuminar la experiencia de estar vivo y estar en el arte, para que cuando estén en su día a día, o cuando estén en una de mis obras, y vean, reconozcan el día a día, puedan trasladar esa experiencia a su propia vida, y quizás ver el arte en la vida cotidiana.
Estuve en el posgrado en los 90, y mi estudio se fue llenando cada vez más y más de imágenes, como lo hizo mi vida.
Y esta confusión de imágenes y objetos era parte de la manera en que quería dar sentido a los materiales.
También estaba interesada en cómo esto podría cambiar la forma en que experimentamos el tiempo.
Si experimentamos el tiempo a través de materiales, ¿qué pasa cuando las imágenes y los objetos se confunden en el espacio? Así que empecé a hacer algunos de estos experimentos con imágenes.
Si retrocedemos en el tiempo a la década de 1880, es cuando las primeras fotografías empezaron a hacerse películas.
Se hicieron a través del estudio experimental con animales, su movimiento.
Caballos en Estados Unidos, pájaros en Francia…
Eran estudios de movimiento que lentamente, como protozoos, se volvieron película.
Entonces decidí: seleccionaré un animal y voy a jugar con esa idea de cómo la imagen ya no es estática para nosotros, se está moviendo.
Se mueve en el espacio.
Entonces elegí que mi personaje fuera un guepardo, porque es la criatura terrestre más rápida del planeta.
Mantiene esa marca y quería usar su marca para convertirla en una especie de bastón para medir el tiempo.
Así luce en la escultura cuando se mueve por el espacio.
Se ve un encuadre roto de la imagen en el espacio porque lo había instalado en un bloc de papel y lo hice proyectar en él.
Luego hice este experimento donde hay una especie de carrera, con estas nuevas herramientas y videos con los que podía jugar.
El halcón se mueve hacia delante, el guepardo viene en segundo lugar, y el rinoceronte está tratando de alcanzarlos.
En otro de estos experimentos estaba pensando…
Si intentamos recordar algo que nos pasó cuando teníamos, supongamos, 10 años es muy difícil incluso recordar qué nos ocurrió en ese año.
Y personalmente puedo pensar en uno, quizás dos…
Y ese momento se ha expandido en mi mente para llenar todo ese año.
No experimentamos el tiempo en minutos y segundos.
Este es un fotograma del video que tomé, impreso en una hoja de papel, se rasga el papel y entonces el video se proyecta sobre él.
Quise jugar con esta idea de cómo, en este tipo de inmersión completa en las imágenes que nos envolvieron, cómo una de esas imágenes puede crecer y puede perseguirnos.
Así que hice todos estos, son tres de los 100 experimentos que estuve haciendo con imágenes por casi una década, y siempre sin mostrarlos.
Pensé: ¿cómo saco esto del estudio, a un espacio público, pero mantengo este tipo de energía de experimentación que ven cuando van a un laboratorio o a un estudio? Tenía una presentación próxima y pensé: De acuerdo, voy a poner mi escritorio en medio de la habitación.
Llevé mi escritorio y lo puse en la habitación, y en realidad funcionó de manera muy sorprendente para mí, era este tipo de parpadeo, debido a las pantallas de video, desde lejos.
Tenía todos los proyectores en él.
Los proyectores estaban creando el espacio alrededor, por lo que fueron atraídos hacia el parpadeo como una llama.
Y luego fueron envueltos en la obra a una escala con la que estamos familiarizados, que es la escala de estar frente a un escritorio, un fregadero, o una mesa, y están inmersos, entonces, en esta escala, esta escala de 1:1 del cuerpo en relación con la imagen.
Pero en esta superficie, veían estas proyecciones en papel mecidas por el viento.
Había confusión sobre qué era una imagen y qué era un objeto.
Así se veía el trabajo cuando estaba en una habitación más grande.
Y no fue sino hasta que hice esta pieza que me di cuenta que definitivamente había creado el interior de un planetario, incluso sin darme cuenta de eso.
Recordé que de niña adoraba ir al planetario.
Y en aquel entonces, en el planetario no solo encontraba siempre estas increíbles imágenes en el techo, sino que también se podía ver el proyector silbando y resonando, y esta asombrosa cámara en el centro de la habitación.
Y fue esa experiencia, junto con ver a la audiencia mirando hacia arriba —porque había una audiencia en esa ocasión—, y al verlos y al experimentar el ser parte de una audiencia…
Esta es una imagen que descargué de un conjunto de personas que se sacaron fotos durante la obra.
Y me gusta esta imagen porque ven cómo las figuras se mezclan con el trabajo.
Tienen la sombra de un visitante contra la proyección, y también ven las proyecciones a través de su camisa.
Aparecieron autorretratos en la misma obra, que se publicaron luego, y se sintió como un proceso cíclico de creación de imágenes, y una especie de cierre a eso.
Pero me recordó al planetario, me trasladó al interior de ese lugar y empecé a retomar la pintura, y a pensar sobre cómo la pintura se trata, de hecho, para mí, sobre las imágenes interiores que todos nosotros tenemos.
Hay muchas imágenes interiores, y nos hemos centrado mucho en lo que está fuera de nuestros ojos, y en cómo almacenamos los recuerdos en nuestra mente, cómo ciertas imágenes emergen de la nada o se desintegran con el tiempo Y comencé a llamar a esta serie «Afterimage», en referencia a esta idea de que si cerramos los ojos ahora mismo, pueden ver que hay una luz parpadeante que perdura, y cuando los abrimos, perdura…
Esto ocurre todo el tiempo.
Y una imagen remanente es algo que una fotografía no puede reemplazar, nunca lo sientes en una fotografía.
Realmente te recuerda los límites de las lentes de la cámara.
Fue esta idea de tomar imágenes que estaban fuera de mí —este es mi estudio— y entonces intentar descubrir cómo estaban siendo representadas dentro de mí.
Voy a explicarles rápidamente cómo podría desarrollarse un proceso para la próxima obra.
Podría comenzar con un boceto o una imagen del siglo XVIII grabada en mi memoria: «el Coliseo» de Piranesi.
O un modelo del tamaño de una pelota de baloncesto —construí esto alrededor ella—.
La escala se evidencia en el vaso rojo detrás de ella.
Y ese modelo se puede colocar en una obra mayor como una semilla y esa semilla puede crecer en una obra mayor, y esa obra puede llenar un espacio muy, muy grande.
Pero puede canalizarse en un video que acabo de grabar con mi iPhone de un charco fuera de mi estudio, en una noche lluviosa.
Esta es una imagen remanente de la pintura creada en mi memoria, e incluso esa pintura puede desvanecerse como lo hace la memoria.
Esta es la escala de una imagen muy pequeña de mi libro de bocetos.
Pueden ver cómo puede explotar en una estación de metro que abarca tres bloques.
Pueden ver como ir a la estación de metro es como un viaje a través de las páginas de mi libro de bocetos, y pueden ver una especie de diario de trabajo escrito en un espacio público, y están pasando las páginas de 20 años de obras de arte mientras se mueven por el metro.
Pero incluso ese boceto, en realidad, tiene un origen diferente en una escultura que se extiende por los seis pisos de un edificio, y es la escala de un gato en el año 2002.
Recuerdo eso porque tuve dos gatos negros en aquella época.
Esta es una imagen de una obra de Japón.
Pueden ver la imagen remanente en el metro.
O una obra en Venecia, donde ven la imagen grabada en la pared.
O como una escultura que hice en el Museo de Arte Moderno de San Francisco en 2001, que creó este tipo de línea dinámica, pueden ver cómo robé eso para crear una línea dinámica a medida que descienden en el metro.
Esta fusión de medios es realmente interesante para mí.
¿Cómo pueden tomar una línea que tira de la tensión como una escultura y ponerla en una impresión? ¿O luego usar esa línea del dibujo en una escultura para crear una perspectiva dinámica? ¿O cómo puede una pintura imitar el proceso del grabado? ¿Cómo puede usar una instalación la lente de una cámara para enmarcar un paisaje? ¿Cómo puede una pintura en cuerda convertirse en un momento en Dinamarca, en medio de una caminata? ¿Y cómo en el parque High Line pueden crear una obra que se camufle con la naturaleza misma y se convierte en un hábitat para la naturaleza que lo rodea? Terminaré con dos piezas que estoy haciendo ahora.
Esta es una obra llamada «Fallen Sky», será una comisión permanente en Hudson Valley, y es como si esta especie de planetaria al fin bajara y se asentara en la tierra.
Y este es un trabajo de 2013 que se reinstalará, tendrá una nueva vida en la reapertura del Museo de Arte Moderno.
Es una obra en que el medio en sí es la escultura.
Entonces el péndulo, mientras se balancea, se usa como herramienta para crear la obra.
Cada una de las pilas de los objetos van hasta un centímetro de la punta de ese péndulo.
Tienen esta combinación de la calma de ese hermoso columpio, pero también la tensión constante de que puede destrozar la obra.
Realmente no importa dónde terminen estas obras, porque el objetivo real para mí es que terminen en su memoria con el tiempo, y generen ideas más allá de sí mismas.
Gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/sarah_sze_how_we_experience_time_and_memory_through_art/