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Charla «Aventuras en la ficción de Twitter» de TEDSalon NY2013 en español.
En la década de 1930, la radio introdujo una nueva forma de contar historias. Hoy en día, las plataformas de micro-blogging como Twitter están cambiando la escena de nuevo. Andrew Fitzgerald echa un vistazo a la (acertadamente) breve pero fascinante historia de las nuevas formas de experimentación creativa en la ficción y la narración.
- Autor/a de la charla: Andrew Fitzgerald
- Fecha de grabación: 2013-07-15
- Fecha de publicación: 2013-10-11
- Duración de «Aventuras en la ficción de Twitter»: 715 segundos
Traducción de «Aventuras en la ficción de Twitter» en español.
En mi tiempo libre fuera de Twitter experimento un poco contando historias online, experimento lo que puede hacerse con las nuevas herramientas digitales.
Y en mi empleo en Twitter, de hecho, pasé algo de tiempo trabajando con escritores y narradores también, ayudando a expandir los límites de experimentación de las personas.
Y hoy quiero contarles algunos ejemplos de las cosas que la gente ha hecho y que creo que son fascinantes usando una identidad flexible, el anonimato en la Web, y borrando los límites entre realidad y ficción.
Pero quiero empezar y remontarme a los años 30.
Mucho antes de esa cosita llamada Twitter, la radio hacía emisiones y conectaba a millones de personas a receptores únicos de difusión.
Y de esos receptores emanaban historias.
Algunas eran familiares.
Algunas eran historias nuevas.
Durante un tiempo fueron formatos familiares, pero luego la radio tuvo una evolución propia de formatos singulares específicos de ese medio.
Pensemos en los episodios en vivo de la radio.
Al combinar la actuación en vivo con la ficción escrita en episodios, se obtiene este nuevo formato.
Y traigo a colación la radio porque creo que es un gran ejemplo de cómo un medio nuevo define nuevos formatos que definen nuevas historias.
Y, claro, hoy tenemos un medio completamente nuevo para jugar, que es este mundo online.
Este es el mapa de usuarios verificados de Twitter y las conexiones entre ellos.
Hay miles y miles de ellos.
Cada uno de estos puntos simples es su propio emisor.
Pasamos a este mundo de muchos a muchos, en el que el acceso a las herramientas es la única barrera para la emisión.
Y creo que deberíamos empezar a ver formatos totalmente nuevos conforme la gente aprenda a contar historias en este nuevo medio.
Creo que hoy estamos frente a una frontera abierta a la experimentación creativa, si se quiere, ya que hemos explorado y empezamos a domesticar esta tierra salvaje de Internet y ahora estamos listos para empezar a construir estructuras sobre ella y esas estructuras son los nuevos formatos de la narración que Internet nos permitirá crear.
Creo que esto empieza con una evolución de los métodos existentes.
El cuento, por ejemplo, la gente dice que el cuento vive una especie de renacimiento gracias a los lectores y a los mercados digitales.
Un escritor, Hugh Howey, experimentó con cuentos en Amazon lanzando un cuento muy breve llamado «Wool».
Y dice que en realidad no concibió «Wool» como una serie, pero que al público le gustó tanto el primer cuento que pidieron más, y él les dio más.
Les dio «Wool 2», que fue un poco más extenso que el primero; «Wool 3», fue un poco más extenso y terminó en «Wool 5», una novela de 60 000 palabras.
Creo que Howey pudo hacer todo esto porque tuvo la respuesta rápida de los libros electrónicos.
Pudo escribir y publicar en un tiempo relativamente corto.
No hubo mediador entre él y el público.
Solo estaba él en conexión con su público construyendo con base en la respuesta y el entusiasmo que le estaban dando.
Todo este proyecto fue un experimento.
Empezó con un cuento, y creo que el experimento se volvió parte del formato de Howey.
Y eso es algo que permite este medio: la experimentación es parte del propio formato.
Este es un cuento de la escritora Jennifer Egan llamado «Black Box».
Fue escrito desde el principio específicamente para Twitter.
Egan convenció a The New Yorker de abrir la cuenta «New Yorker fiction» desde la cual pudiesen tuitear todas estas líneas que ella creó.
Pero Twitter, claro, tiene un límite de 140 caracteres.
Egan simuló esto simplemente escribiendo a mano en este cuaderno de bocetos, usó las restricciones del espacio físico de esos recuadros de bocetos para escribir cada tuit individual, y esos tuits terminaron siendo una serie de 600 tuits publicados en The New Yorker.
Cada noche, a las 20 hs, uno podía sintonizar un cuento de la cuenta «The New Yorker fiction».
Es genial: sintonizar ficción literaria.
La experiencia del cuento de Egan, claro, como todo en Twitter, había varias maneras de experimentarlo.
Se los podía recorrer deslizándose, pero, curiosamente, si uno lo veía en vivo, se creaba un suspenso porque a los tuits reales, uno no controlaba cuándo los leería.
Venían a un ritmo bastante regular, pero a medida que se desarrolla la historia, normalmente, como lector, uno controla el ritmo de lectura, pero en este caso, lo hacía The New Yorker y hacían entregas poquito a poco, y uno sentía el suspenso de esperar la próxima línea.
Otro gran ejemplo de ficción y de cuento en Twitter.
Elliot Holt es la escritora que escribió el cuento «Evidence».
Empieza con este tuit: «El 28 de noviembre a las 22:13 hs, una mujer identificada como Miranda Brown, 44 años, de Brooklyn, cae desde la azotea de un hotel de Manhattan y muere».
Empieza con la voz de Elliott, pero luego su voz se aleja y escuchamos las voces de Elsa, Margot y Simon, personajes que Elliott creó en Twitter específicamente para contar esta historia, una historia con múltiples aristas que llevan a este momento de las 22:13 hs cuando esta mujer cae y muere.
Estos tres personajes crean una visión auténtica de varios puntos de vista.
Un crítico llamó al cuento de Elliott «Ficción en Twitter bien hecha», porque lo hizo.
Capturó esa voz tuvo múltiples personajes y sucedió en tiempo real.
Curiosamente, sin embargo, Twitter no era solo un mecanismo de distribución.
También era un mecanismo de producción.
Elliott me dijo después que escribió todo con sus pulgares.
Recostada en el sofá iba y venía tecleando distintos caracteres tuiteando cada línea, línea por línea.
Creo que esta especie de creación espontánea de lo que salía de las voces de los personajes realmente le confirió autenticidad a los personajes en sí, pero también a este formato que ella creó de múltiples aristas en un cuento de Twitter.
Conforme uno empieza a jugar con la identidad flexible online se pone cada vez más interesante cuando uno empieza a interactuar con el mundo real.
Cosas como Invisible Obama o el meme "binders full of women" que aparecieron en la campaña electoral del 2012 o incluso el universo de fans en Twitter de «West Wing» en el que están todas estas cuentas una para cada personaje de «The West Wing», estaba hasta el pájaro que en un episodio golpea la ventana de Josh Lyman.
(Risas)
Son todas iteraciones rápidas sobre un tema.
Son gente creativa que experimenta con los límites de lo posible en este medio.
Vemos cosas como «West Wing» Twitter, en la que personajes de ficción interactúan con el mundo real.
Hablan de política, despotrican contra el Congreso.
Recuerden son todos demócratas.
E interactúan con el mundo real.
Le responden.
Entonces, si tomamos la identidad flexible, el anonimato, la interacción con el mundo real, y sobrepasamos el simple homenaje o la parodia y ponemos todo eso al servicio de narrar una historia, ahí la cosa se pone muy interesante.
Durante la elección de la alcaldía de Chicago había una cuenta de parodia.
Era Mayor Emanuel.
Te daba todo lo que querías de Rahm Emanuel, sobre todo las blasfemias.
Esta cuenta malhablada seguía las actividades diarias de la campaña y comentaba lo ocurrido.
Seguía la retórica normal de una cuenta de parodia buena y sólida, pero luego empezó a volverse extraña.
Conforme avanzaba, pasó de ese comentario a una épica de ciencia ficción en tiempo real de varias semanas en la que el protagonista, Rahm Emanuel, emprende un viaje multidimensional el día de la elección que…
nunca ocurrió.
Verifiqué en los periódicos.
Y luego, muy interesante, llegó a su fin.
Esto es algo que no sucede por lo general con una cuenta de parodia en Twitter.
Termina con una verdadera conclusión narrativa.
El escritor Dan Sinker, periodista, era completamente anónimo todo este tiempo.
Creo que para Dan era importante convertir esto en un libro, porque al final era un formato narrativo, y creo que convertirlo en libro es un signo de que creó algo nuevo que había que traducir a los formatos previos.
Uno de mis ejemplos favoritos de algo que está ocurriendo ahora en Twitter, es el muy absurdo Crimer Show.
Crimer Show cuenta la historia de un súpercriminal y un detective desventurado que se enfrentan con un lenguaje muy extraño, con los lugares comunes de la tele.
El creador de Crimer Show dijo que es una parodia de un tipo popular de espectáculo del Reino Unido, pero, hombre, es extraño.
Crimer, el súpercriminal, hace todo lo típico de la TV: siempre se quita las gafas de sol o gira hacia la cámara, pero todo esto sucede en el texto.
Creo que tomar todos estos lugares comunes de la tele y además presentar cada Crimer Show como un episodio, deletreado E-P-P-A-S-O-D [parodia promo de tv] presentándolos como episodios realmente crea algo nuevo.
Hay un nuevo «epasodio» de Crimer Show en Twitter casi a diario, y se archivan así.
Creo que esto es un experimento interesante con el formato.
Algo totalmente nuevo creado a partir de la parodia de algo de la tele.
Creo que en la narrativa de no ficción en tiempo real también hay muchos ejemplos excelentes.
RealTimeWWII es una cuenta que documenta lo ocurrido hoy pero hace 60 años con un detalle excepcional como si uno leyera las noticias de ese día.
Y el escritor Teju Cole experimentó mucho con eso de darle un giro literario a las noticias.
En este caso particular, está hablando de ataques con drones.
Creo que en ambos ejemplos empezamos a ver formas de narrativa con contenido de no ficción que pueden constituir nuevos tipos de narrativa de ficción.
Así, la narrativa en tiempo real difumina la línea entre realidad y ficción, el mundo real y el mundo digital, la identidad flexible, el anonimato, son herramientas que tenemos a mano, y creo que son solo bloques de construcción.
Son elementos que usamos para crear estructuras, marcos, sobre las cuales apoyar la exploración de esta frontera abierta a la experimentación.
Gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/andrew_fitzgerald_adventures_in_twitter_fiction/