Contenidos
Charla «Caitria and Morgan O’Neill: cómo enfrentarse a una catástrofe» de TEDxBoston 2012 en español.
Tras un desastre natural, sólo hay un pequeño lapso de tiempo para conseguir ayuda antes de que el mundo se fije en otra cosa. ¿Quién debería estar al mando? Cuando un gran tornado arrasó su pueblo natal, las hermanas Caitria y Morgan O’Neill (con tan sólo 20 y 24 años) tomaron las riendas y ahora enseñan a otros cómo hacer lo mismo. (Grabado en TEDxBoston).
- Autor/a de la charla: Caitria O’Neill
- Fecha de grabación: 2012-06-22
- Fecha de publicación: 2012-08-14
- Duración de «Caitria and Morgan O’Neill: cómo enfrentarse a una catástrofe»: 563 segundos
Traducción de «Caitria and Morgan O’Neill: cómo enfrentarse a una catástrofe» en español.
Locutor: Destrucción por todos lados.
…
árboles arrancados, cristales hechos añicos, casas sin techo.
Caitria O’Neill: Esa soy yo en nuestra casa en Monson, Massachusetts, en junio pasado.
Cuando el tornado EF3 arrasó nuestro pueblo y se llevó parte de nuestro tejado, decidí quedarme en Massachusetts, en vez irme a hacer el máster que tenía preparado empezar.
Morgan O’Neill: El 1 de junio no éramos expertas en desastres, pero el día 3 dijimos que lo éramos.
Y la experiencia cambió nuestras vidas.
Y ahora queremos cambiar los desastres.
CO: En Massachusetts no hay tornados.
Pero yo estaba en el jardín delantero cuando uno llegó desde una colina.
Cuando vimos una farola volando, nos escondimos en el sótano.
Los árboles se estrellaban contra la casa, las ventanas explotaban.
Cuando por fin salimos, había transformadores ardiendo en la calle.
MO: Yo estaba en Boston.
Soy doctorando en el MIT y estudio ciencias atmosféricas.
Es aún más raro, porque cuando el tornado llegó, estaba en el museo de ciencias jugando con la maqueta de los tornados.
Perdí la llamada.
Recibí una llamada de Caitria, vi las noticias y empecé a seguir el radar en línea para llamarlos cuando se acercara la siguiente supercelda al área.
Volví a casa por la noche con pilas y hielo.
Vivimos en frente de una iglesia antigua que había perdido el campanario en la tormenta.
Se había convertido en el lugar de reunión de la comunidad.
La municipalidad y la comisaría tenían muchos destrozos, y la gente que necesitaba información o ayuda iba a la iglesia.
CO: Fuimos a la iglesia porque nos dijeron que tenían comida caliente, pero lo que encontramos fueron problemas.
Había dos hombretones sudorosos con sierras en el medio de la iglesia, pero nadie sabía adónde mandarlos, porque no se sabía todavía cuánto destrozo había.
Y después de un rato se frustraron y se fueron a ayudar a alguien por su cuenta.
MO: Empezamos a organizar.
¿Por qué?
Había que organizar.
Encontramos al pastor Bob y nos ofrecimos para organizar la respuesta.
Tan solo con dos portátiles y una conexión a Internet, montamos la oficina de respuesta.
[El tornado Monson en 60 segundos]
(Aplausos)
CO: Sufrimos un tornado y todo el mundo viene a la iglesia a donar cosas y a ayudar.
MO: No paran de donar ropa.
Deberíamos inventariar las donaciones que llegan.
CO: Necesitamos un número de teléfono.
¿Creas tú uno en Google Voice?
MO: ¡Claro! Necesitamos decirles lo que no necesitamos.
Abriré una cuenta en Facebook.
¿Puedes hacer folletos para los vecinos?
CO: Sí, pero todavía no sé qué casas necesitan ayuda.
Necesitamos montar la tienda y enviar a los voluntarios.
MO: Tenemos que decirles qué no traer.
Ahí hay un camión de las noticias.
Los avisaré.
CO:
¿Salió el número en las noticias?
No necesitamos más frigoríficos.
MO:
¿No lo cubre el seguro?
¿Necesita arreglar el tejado?
CO:
¿Envían 6 cajas de jugo?
Ambas: ¡Que alguien traiga pósits!
(Risas)
CO: Y la gente se dio cuenta de que teníamos respuestas.
MO: Puedo donar tres calentadores, pero alguien debe venir a recogerlos.
CO: Mi coche está en el salón.
MO: Mis boyscouts pueden reconstruir 12 buzones.
CO: Mi perrito está perdido y el seguro no cubre las chimeneas.
MO: Mientras reparamos casas, mis voluntarios necesitan alojamiento y comida durante una semana.
CO: Me enviaste a la calle Washington ayer, y hoy estoy cubierto en hiedra venenosa.
Así pasaban los días.
Tuvimos que aprender a responder rápido y a resolver problemas en menos de un minuto, porque algo más grave podía pasar y había que resolverlo.
MO: Nuestra autoridad no venía de la junta de ediles ni del director de emergencias ni del United Way.
Empezamos a contestar preguntas y a tomar decisiones porque alguien tenía que hacerlo.
¿Y por qué no yo?
Organizo campañas.
Se me da bien el Facebook.
Y somos dos.
(Risas)
CO: Si hay inundaciones o un incendio o un huracán, tú, o alguien como tú, empezará a organizar las cosas.
Pero eso es difícil.
MO: Tras otra jornada de 17 horas, nos tirábamos al suelo, nos vaciábamos los bolsillos y tratábamos de organizar los trozos de información, de ponerlas en contexto para poder ayudar.
Después de otro día, nos dimos cuenta de que no debería ser tan difícil.
CO: En un país como este, en el que respiramos wifi, usar la tecnología para acelerar la recuperación debería ser fácil.
Métodos como el que estábamos creando al vuelo, deberían existir de antemano.
Y si siempre a alguien le toca el rol de organizador en todos los desastres, deberían existir herramientas.
MO: Así que decidimos construirlas: recuperación en una caja.
Algo que pudiera desplegarse en todo tipo de desastre por un miembro local.
CO: Decidí quedarme aquí, abandoné mi máster en Moscú y me dediqué al 100% a conseguirlo.
En el último año nos hemos vuelto expertas en recuperación comunitaria ante desastres.
Y hemos observado tres problemas principales.
MO: Las herramientas.
Las grandes organizaciones humanitarias son estupendas trayendo recursos masivos tras un desastre, pero normalmente tienen una misión muy concreta y luego se marchan.
Los residentes se quedan solos para organizar a los miles de voluntarios y donaciones, sin formación ni herramientas.
Usan pósits, Excel y Facebook.
Pero esas no te sirven para localizar la información importante entre todas las fotos y buenos deseos.
CO: El tiempo.
La recuperación tras catástrofes es una campaña electoral al revés.
En una campaña electoral, se empieza sin interés ni capacidad de movilización.
Ambas crecen poco a poco hasta llegar al pico en las elecciones.
En una catástrofe empiezas con todo el interés y sin ninguna capacidad.
Y sólo tienes 7 días para conseguir el 50% de las búsquedas en Internet que se harán en la vida para ayudar a tu zona.
Luego hay algún partido de fútbol y te quedas con lo que hayas conseguido hasta el momento para los próximos cinco años de recuperación.
Ésta es la curva para el Katrina.
Ésta es la del Joplin.
Y ésta es la de los tornados de Dallas en abril donde usamos software.
Hay un hueco aquí.
Las familias afectadas tienen que esperar al tasador del seguro antes de poder aceptar ayuda para sus casas.
Y sólo hubo 4 días de interés en Dallas.
MO: Datos.
Los datos son muy poco sexis, pero pueden impulsar la recuperación.
FEMA y el gobierno pagarán el 85% de los gastos de una catástrofe declarada, y el otro 15% lo pagará la localidad.
Esos gastos pueden ser tremendos, pero si la localidad moviliza a X voluntarios durante Y horas, el valor de ese trabajo puede incluirse en la contribución local.
Pero
¿quién sabe eso?
Imagínense el sentimiento de derrota cuando consigues movilizar a 2000 voluntarios pero no puedes probarlo.
CO: He aquí tres problemas comunes con una solución común.
Si llevamos a tiempo las herramientas adecuadas a las personas que se pondrán al frente para dirigir sus comunidades, crearemos nuevos estándares en la gestión de catástrofes.
MO: Necesitamos casetas, bases de datos para donaciones, informes de necesidades, acceso a distancia para voluntarios, todo en una web fácil de usar.
CO: Y necesitábamos ayuda.
Alvin, nuestro ingeniero de software y cofundador ha construido estas herramientas.
Chris y Bill han regalado su tiempo para las operaciones y las asociaciones.
Y nosotras hemos ido a catástrofes desde enero, instalando software, entrenando a los residentes y enviando el software a áreas que se están preparando para catástrofes.
MO: Uno de nuestros primeros intentos fue tras los tornados de Dallas.
Nos encontramos una web anticuada y estática y una página de Facebook saturada tratando de organizar las respuestas.
Y sacamos nuestra plataforma.
Todo el interés se concentró en los primeros cuatro días, pero cuando perdieron el sitio en las noticias, empezaron las necesidades, ya tenían el listado de todo lo que la gente podía aportar y pudieron ayudar a los residentes.
CO: Funciona, pero podría ser mejor.
En la gestión de catástrofes, estar preparado es muy importante, porque los municipios se vuelven más seguros y resistentes.
Imaginen que estos sistemas pudieran estar disponibles antes de una catástrofe.
En eso estamos trabajando.
Queremos llevar el software a los lugares en los que se esperan catástrofes, para que lo sepan usar y puedan estar preparados con la microinformación que dinamiza la recuperación.
MO: No es nanotecnología.
Son herramientas obvias que la gente quiere.
En nuestra ciudad natal, entrenamos a 6 personas para que usaran las herramientas solos.
Porque nosotras vivimos aquí en Boston.
Lo aprendieron en seguida y ahora son fuerzas naturales.
Hay más de tres grupos de voluntarios trabajando casi cada día desde el 1 de junio del año pasado intentando que los residentes consigan lo que necesitan para sus hogares.
Tienen líneas telefónicas, folletos y datos.
CO: Eso lo cambia todo.
El primero de junio fue el aniversario del tornado de Monson.
Y nuestra comunidad nunca ha estado más unida o con más fuerza.
Hemos visto los mismos cambios en Texas y en Alabama.
Porque no hace falta que Harvard y el MIT vengan a ayudar tras una catástrofe.
Lo hace un vecino.
Da igual lo buena que una organización humanitaria sea, en algún momento ha de marcharse.
Pero si lo hacen los vecinos, si les enseñamos lo que pueden conseguir, se hacen expertos.
(Aplausos)
MO: Bueno, nos vamos.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/caitria_morgan_o_neill_how_to_step_up_in_the_face_of_disaster/