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Charla «Carlo Ratti: arquitectura que capta y responde» de TED2011 en español.
Con su equipo de SENSEable City Lab, Carlo Ratti del MIT crea cosas geniales captando los datos que generamos. Extrae información de datos pasivos, como las llamadas que hacemos o la basura que tiramos, para crear visualizaciones sorprendentes de la vida urbana. Él y su equipo crean entornos interactivos deslumbrantes de agua en movimiento y luces voladoras impulsadas por gestos simples que se capturan por medio de sensores.
- Autor/a de la charla: Carlo Ratti
- Fecha de grabación: 2011-03-02
- Fecha de publicación: 2011-05-03
- Duración de «Carlo Ratti: arquitectura que capta y responde»: 946 segundos
Traducción de «Carlo Ratti: arquitectura que capta y responde» en español.
Buenas tardes a todos.
Tengo algo que mostrarles.
(Risas)
Piensen que es un píxel, un píxel volador.
En nuestro laboratorio lo llamamos diseño sensible.
Les voy a contar un poco sobre esto.
Si se fijan en esta foto…
soy de origen italiano, todos los niños en Italia crecen con esta foto en la pared de su dormitorio.
Pero la razón por la que les muestro esto es que ha sucedido algo muy interesante en las carreras de Fórmula 1 en las últimas dos décadas.
Hace ya algún tiempo, si uno quería ganar una carrera de Fórmula 1, tomaba un presupuesto y lo apostaba a un buen piloto y un buen coche, y si el coche y el piloto eran lo suficientemente buenos, uno ganaba la carrera.
Pero hoy, si uno quiere ganar una carrera, hace falta también algo como esto…
Algo que monitoree el coche en tiempo real, con miles de sensores que recopilan información y la transmiten al sistema para luego procesarla y usarla para darle instrucciones al coche y cambiar cosas en tiempo real a medida que se recopila información.
Esto es lo que, en ingeniería, se denominaría sistema de control en tiempo real.
En esencia es un sistema que tiene dos componentes: un sensor y un accionador.
Hoy lo interesante es que los sistemas de control en tiempo real están empezando a entrar en nuestras vidas.
Nuestras ciudades, en los últimos años, han sido cubiertas de redes y electrónica.
Se están volviendo computadoras al aire libre.
Y, como tales, están empezando a responder de manera diferente y pueden ser detectadas y accionadas.
Acondicionar las ciudades es algo grande.
Como nota aparte quería mencionar que las ciudades son sólo el 2% de la corteza del planeta pero representan el 50% de la población mundial; el 75% del consumo de energía…
y hasta el 80% de las emisiones de CO2.
Si pudiéramos hacer algo con las ciudades, sería algo grande.
Más allá de las ciudades, todas estas detecciones y activaciones están entrando en nuestros objetos cotidianos.
Esto es de una exhibición de Paola Antonelli para fines de año en el MoMA, durante el verano.
Se llama «Talk to Me» (Háblame, NT) Bueno, nuestros objetos, el entorno, empiezan a hablarnos.
En cierto modo es como si casi todos los átomos existentes se volvieran sensores y actuadores.
Y eso está cambiando por completo la interacción que como humanos tenemos con el entorno exterior.
En cierto sentido es casi como en el viejo sueño de Miguel Ángel…
Ya saben, cuando Miguel Ángel esculpió el Moisés, se dice que al final tomó el martillo y se lo arrojó al Moisés -de hecho aún se puede ver una pequeña mella debajo- y dijo gritando: «Perché non parli?
» (
¿por qué no hablas?
).
Bueno, hoy, por primera vez, nuestro entorno empieza a hablarnos.
Y les voy a mostrar sólo unos ejemplos; insistiendo en la idea de captar el entorno y accionar algo.
Empecemos con la detección.
El primer proyecto que quería compartir con Uds.
es en verdad uno de los primeros proyectos de nuestro laboratorio.
Esto fue hace 4 años y medio en Italia.
Lo que hicimos allí fue usar un nuevo tipo de red de ese momento que se había desarrollado por todo el mundo -la red de telefonía celular- y consolidamos información anónima de esa red que de todos modos era recopilada por el operador para entender el funcionamiento de la ciudad.
Fue un verano con suerte el de 2006.
Fue el año en que Italia ganó la Copa del Mundo.
Quizá algunos lo recuerden, jugaban Italia y Francia, y al final Zidane dio el cabezazo.
Y de todos modos, al final ganó Italia.
(Risas)
Ahora veamos qué pasó ese día observando la actividad ocurrida en la red.
Aquí vemos la ciudad.
Se ve el Coliseo en el medio y el río Tíber.
Es la mañana, antes del juego.
La línea de tiempo está en la parte superior.
Por la tarde temprano hay gente por aquí y allá haciendo llamadas, moviéndose.
Comienza el partido: silencio.
Gol de Francia.
Gol de Italia.
Entretiempo; la gente hace una llamada rápida y va al baño.
Segundo tiempo.
Fin del tiempo reglamentario.
Primer tiempo adicional; segundo.
Zidane, y en un momento, el cabezazo.
Gana Italia, ¡sí!
(Risas)
(Aplausos)
Esa noche todos fueron a celebrarlo al centro.
Ahí ven el gran pico.
Al día siguiente todos fueron al centro al encuentro del equipo ganador y del primer ministro de entonces.
Y luego todo el mundo bajó.
Ven la imagen del lugar llamado Circo Massimo donde, desde la época romana, la gente va a celebrar; es una gran fiesta, puede verse el pico al final del día.
Este es sólo un ejemplo de cómo hoy se puede medir el pulso de la ciudad de un modo que no habríamos podido hacer hace sólo unos años.
Otro ejemplo rápido de detección: no se trata de gente, sino de cosas que usamos y consumimos.
Hoy en día sabemos todo sobre la procedencia de nuestros objetos.
Este es un mapa que muestra todos los chips que conforman una Mac, cómo se ensamblan.
Pero sabemos muy poco sobre adónde van las cosas.
Por eso en este proyecto desarrollamos unas etiquetas pequeñas para rastrear la basura en su desplazamiento por el sistema.
Empezamos con unos voluntarios que nos ayudaron en Seattle hace poco más de un año, a etiquetar lo que estaban arrojando; distinto tipo de cosas, como pueden ver, cosas que de todos modos tirarían.
Luego les pusimos un pequeño chip, una etiqueta, a la basura y luego empezamos a rastrearla.
Estos son los resultados obtenidos.
(Música) Partiendo de Seattle…
después de una semana.
Con esta información nos dimos cuenta de que hay muchas ineficiencias en el sistema.
Podemos hacer lo mismo con mucha menos energía.
Estos son datos que antes no existían.
Están sucediendo cosas complicadas y hay mucho transporte innecesario.
Pero la otra cosa que creemos es que si vemos todos los días que la taza que arrojamos no desaparece, que todavía está en algún lugar del planeta, que si la botella de plástico que arrojamos un día todavía sigue ahí, que si le mostramos eso a la gente, entonces podremos promover algún cambio de conducta.
Esa fue la razón del proyecto.
Mi colega del MIT, Assaf Biderman, podría contarnos mucho más sobre detección y muchas otras cosas geniales que podemos hacer con eso, pero quería ir a la segunda parte que mencionamos al principio, que es accionar sobre el entorno.
Y el primer proyecto es algo que hicimos hace un par de años en Zaragoza (España).
Todo comenzó con una pregunta del alcalde de la ciudad, que vino y nos dijo que España y el sur de Europa tienen una hermosa tradición del uso del agua en espacios públicos, en la arquitectura.
Y la pregunta fue:
¿cómo puede la tecnología, la nueva tecnología, sumarse a eso?
Y una de las ideas que desarrollamos en el MIT, en un taller, fue: imaginen que tienen un caño y válvulas, válvulas de solenoide, lengüetas que se abren y se cierran.
Se crea como una cortina de agua, con píxeles de agua.
Si caen los píxeles se puede escribir en ellos, mostrar patrones, imágenes, textos.
Y al acercarnos, la cortina se abrirá para que podamos pasar, como ven en la imagen.
Le presentamos esto al alcalde Belloch.
Le gustó mucho y designó una comisión para diseñar el edificio a la entrada de la Expo.
Lo llamamos Pabellón de Agua Digital.
Todo el edificio está hecho de agua.
No hay puertas ni ventanas, pero cuando uno se aproxima se abre para que uno pueda pasar.
(Música) El techo también está cubierto de agua.
Y si hay un poco de viento, si se quieren minimizar las salpicaduras, se baja el techo.
O se puede cerrar el edificio y toda la arquitectura desaparece, como en este caso.
Esos días siempre habrá alguien, en el invierno, cuando bajan el techo, alguien que estuvo allí y que dijo: «Demolieron el edificio».
No, no es que lo hayan demolido, sino que cuando se baja casi toda la arquitectura desaparece.
Aquí está en funcionamiento.
Se ve a las personas intrigadas por lo que pasa dentro.
Y aquí estoy yo mismo tratando de no mojarme al probar los sensores que abren el agua.
Creo que debería contarles lo que sucedió una noche cuando todos los sensores dejaron de funcionar.
Esa noche fue en verdad incluso más divertida.
Todos los niños de Zaragoza vinieron al edificio porque la manera de interactuar había cambiado un poco.
Ya no era un edificio que se abría para dejarte pasar, sino un edificio que seguía haciendo cortes y agujeros de agua y uno tenía que saltar para no mojarse.
(Video) (Ruido de gente) Y para nosotros eso fue muy interesante porque como arquitectos, ingenieros, diseñadores, siempre pensamos en el uso que la gente le dará a nuestros diseños.
Pero luego la realidad siempre es impredecible.
Y ésa es la belleza de hacer cosas para interactuar, que la gente usa.
Ésta es una imagen del edificio con los píxeles físicos, los píxeles de agua, y de proyecciones sobre ellos.
Y esto es lo que nos llevó a pensar en el siguiente proyecto que les voy a mostrar.
Imaginen que esos píxeles pudieran empezar a volar.
Imaginen que pudieran tener pequeños helicópteros en el aire y que cada uno tuviese un pequeño píxel que cambia de color como si fuera una nube que se mueve en el espacio.
Éste es el video.
(Música) Imaginen un helicóptero, como el que vimos antes, que se mueve con otros en sincronía.
Podríamos formar esta nube, una especie de pantalla flexible como ésta con una configuración normal en dos dimensiones.
O normal, pero en tres dimensiones, en la que lo que cambia es la luz, no la posición de los píxeles.
Se puede jugar con un tipo diferente.
Imaginen que la pantalla apareciera en distintas escalas y tamaños, en distintos tipos de resolución.
Y que luego todo eso pudiera una nube de píxeles en 3D a la que uno puede acercarse, y atravesar, y ver desde muy diversos ángulos.
Ésta es la verdadera Flyfire controlada, yendo hacia abajo para formar una V, como antes.
Cuando se enciende la luz, se ve esto.
Lo mismo que vimos antes.
Imaginen cada uno de ellos controlado por una persona.
Podemos tener cada pixel con una entrada que viene de personas, del movimiento de las personas, etc., etc.
Quiero mostrarles algo por primera vez.
Hemos estado trabajando con Roberto Bolle -uno de los mejores bailarines de ballet de hoy, la estrella del Metropolitan de Nueva York y de La Scala de Milán- para capturar sus movimientos en 3D y usarlos como entrada para el Flyfire.
Aquí podemos ver a Roberto bailando.
A la izquierda ven los píxeles, la captura en distintas resoluciones.
Es tanto digitalización 3D en tiempo real como captura de movimiento.
Puede reconstruirse todo el movimiento.
Se puede recorrer todo el camino.
Y una vez que tenemos los píxeles podemos jugar con ellos, con el color y el movimiento, con la gravedad y la rotación.
Queremos usar esto como una posible entrada para el Flyfire.
Quería mostrarles el último proyecto en el que estamos trabajando.
Es algo para los Juegos Olímpicos de Londres.
Se llama La Nube.
Y la idea es, imaginen otra vez, que pudiéramos involucrar a la gente para que haga algo y cambie nuestro entorno -casi como un criadero de nubes- como la cría de granero, pero con una nube.
Imaginen que pudiéramos hacer que todos donaran un poquito para un píxel.
Y creo que lo notable que ha sucedido en los últimos años es que, en las últimas dos décadas, pasamos del mundo físico al mundo digital.
Hemos digitalizado todo, como el conocimiento, y es accesible a través de Internet.
Hoy, por primera vez -y la campaña de Obama nos lo mostró-, podemos pasar del mundo digital, del poder auto-organizado de las redes, al mundo físico.
En nuestro caso, esto puede que queramos usarlo para diseñar y hacer un símbolo.
Eso significaría algo construido en una ciudad.
Pero mañana puede ser para abordar los desafíos de hoy: piensen en el cambio climático o las emisiones de CO2.
¿Cómo pasar del mundo digital al mundo físico?
La idea es que podemos hacer que la gente se involucre en hacer esto juntos, de forma colectiva.
La nube es una nube, de nuevo, hecha de píxeles de la misma manera que la nube real es una nube de partículas.
Y esas partículas son agua, mientras que en nuestra nube son píxeles.
Es una estructura física en Londres, pero cubierta de píxeles.
Uno puede moverse por dentro, tener distintas experiencias.
Puede verse desde abajo, servir para compartir los momentos principales de los Juegos Olímpicos de 2012 y aún más, y puede usarse como una forma de conexión con la comunidad.
Así, es tanto una nube física del cielo como algo a lo que uno puede subir, como una nueva cima de Londres.
Uno puede entrar ahí como si fuera un nuevo faro digital en la noche, pero lo más importante es que será una nueva experiencia para cualquiera que vaya a la cima.
Gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/carlo_ratti_architecture_that_senses_and_responds/