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Charla «Catarina Mota: Juegue con materiales inteligentes» de TEDGlobal 2012 en español.
Una tinta conductora de electricidad, una ventana que cambia de transparente a opaca al accionar un interruptor, un papel que hace música. Todo esto existe y Catarina Mota dice que: «¡es hora de jugar con ello!» Mota nos guía en un recorrido por materiales nuevos, sorprendentes y geniales, y sugiere que la forma de averiguar para qué sirven, es la experimentación, el juego y la diversión.
- Autor/a de la charla: Catarina Mota
- Fecha de grabación: 2012-07-12
- Fecha de publicación: 2013-03-15
- Duración de «Catarina Mota: Juegue con materiales inteligentes»: 595 segundos
Traducción de «Catarina Mota: Juegue con materiales inteligentes» en español.
Tengo un amigo en Portugal cuyo abuelo construyó un vehículo con una bicicleta y una lavadora para poder transportar a su familia.
Lo construyó porque no podía pagar un auto, pero también porque sabía cómo hacerlo.
En una época sabíamos cómo funcionaban las cosas y cómo estaban hechas, por eso las podíamos construir y reparar, o por lo menos tomar buenas decisiones de compra.
Muchas de estas prácticas caseras se perdieron en la segunda mitad del siglo XX.
Pero ahora, la comunidad de hacedores y el modelo de código abierto traen de vuelta a nuestras vidas este conocimiento sobre cómo funcionan las cosas y de qué están hechas, y creo que tenemos que pasar al siguiente nivel, y saber de qué están hechos los componentes de las cosas.
En general, aún conocemos de qué están hechos los materiales tradicionales como el papel y los textiles y cómo se producen.
Pero ahora tenemos esos increíbles compuestos futuristas, plásticos que cambian de forma, pinturas que conducen electricidad, pigmentos que cambian de color, tejidos que se encienden.
Les mostraré ejemplos.
La tinta conductora nos permite pintar circuitos en vez de usar las tradicionales placas de circuitos impresos o los cables.
En el caso de este pequeño ejemplo que tengo en la mano, lo usamos para crear un sensor táctil que reacciona con la piel encendiendo esta pequeña luz.
Los artistas han usado esta tinta conductora, pero desarrollos recientes indican que pronto podremos usarla en impresoras láser y plumas.
Y esta es una lámina de acrílico que tiene partículas incoloras difusoras de la luz.
Esto significa que, mientras que el acrílico normal sólo difunde luz por los bordes, éste ilumina toda la superficie cuando enciendo la luz de su alrededor.
Dos de las aplicaciones conocidas de este material son el diseño interior y los sistemas multi-táctiles.
Y los pigmentos termocrómicos cambian de color a una temperatura dada.
Por eso colocaré esto en una placa caliente que está a una temperatura levemente superior a la ambiente y verán lo que pasa.
Uno de los principales usos de este material está en los biberones, entre otras cosas, e indica cuándo el contenido está bien para beber.
Estos son sólo algunos de los comúnmente llamados materiales inteligentes.
En pocos años, estarán en muchos de los objetos y tecnologías que usamos a diario.
Puede que aún no tengamos los autos voladores que nos prometió la ciencia ficción, pero podemos tener paredes que cambien de color en función de la temperatura, teclados que se enrollan, y ventanas que se vuelven opacas accionando un interruptor.
Soy científica social de profesión, entonces, ¿por qué estoy aquí hoy hablando de materiales inteligentes? Bueno, ante todo, porque soy una hacedora.
Siento curiosidad por el funcionamiento de las cosas y por cómo están hechas, pero también porque creo que deberíamos entender mejor los elementos que componen nuestro mundo, y, hoy por hoy, no sabemos mucho de esos compuestos de alta tecnología que conformarán nuestro futuro.
Los materiales inteligentes son difíciles de conseguir en pequeñas cantidades.
Hay poca información de cómo usarlos y se habla muy poco de cómo se producen.
Por el momento, sólo existen en el área de los secretos comerciales y de las patentes al que sólo tienen acceso las universidades y empresas.
Por eso hace unos 3 años, Kirsty Boyle y yo iniciamos un proyecto llamado Materiales Abiertos.
Es un sitio web en el que nosotras, y todos los que quieran sumarse, compartimos experimentos, publicamos información, animamos a otros a contribuir en la medida que puedan, y consolidar recursos, como artículos de investigación y manuales de otros hacedores como nosotros.
Nos gustaría que fuese una gran base de datos colaborativa de información casera sobre materiales inteligentes.
Pero, ¿por qué debería importarnos cómo funcionan y de qué están hechos los materiales inteligentes? En primer lugar, porque no podemos modelar lo que no conocemos y lo que no entendemos y no usamos termina modelándonos a nosotros.
Los objetos que usamos, la ropa que llevamos, las casas en que habitamos, todo tiene un impacto profundo en nuestro comportamiento, salud y calidad de vida.
Así que, si vamos a vivir en un mundo hecho de materiales inteligentes, deberíamos conocerlos y entenderlos.
Segundo, e igual de importante, la innovación siempre ha sido impulsada por experimentadores.
Muchas veces, los aficionados, no los expertos, han inventado y mejorado cosas que van desde las bicicletas de montaña hasta semiconductores, computadoras, y aviones.
El desafío más grande es que la ciencia de materiales es compleja y requiere equipos costosos.
Pero eso no siempre es así.
Dos científicos de la Universidad de Illinois lo entendieron al publicar un artículo sobre un método más simple para hacer tinta conductora.
Jordan Bunker, que no había tenido experiencia en química hasta entonces, leyó el artículo y reprodujo el experimento en su espacio de creación usando sólo sustancias comunes y herramientas.
Usó un horno tostador e incluso creó su propio mezclador de vórtice, con el manual de otro científico/hacedor.
Luego Jordan publicó sus resultados en línea, incluyendo todos los intentos fallidos, para que otros pudieran estudiarlo y reproducirlo.
Así que la principal forma de innovación de Jordan consistió en tomar un experimento creado en un laboratorio bien equipado de la universidad y recrearlo en un garage de Chicago, usando sólo materiales económicos y herramientas que él mismo creó.
Y ahora que publicó su trabajo, otros pueden retomarlo desde donde él lo dejó y diseñar procesos y mejoras incluso más simples.
Otro ejemplo que quisiera mencionar es el de Kit-of-No-Parts, de Hannah Perner-Wilson.
El objetivo de su proyecto es resaltar la cualidad expresiva de los materiales al tiempo que se centra en la creatividad y las destrezas del constructor.
Los kits electrónicos son muy potentes y nos enseñan cómo funcionan las cosas, pero las restricciones inherentes a su diseño influyen en la forma en que aprendemos.
Por eso el enfoque de Hannah, por otro lado, consiste en formular una serie de técnicas para la creación de objetos inusuales que nos libren de las restricciones pre-diseñadas enseñándonos sobre los propios materiales.
Y de entre la gran cantidad de impresionantes experimentos de Hannah, este es uno de mis favoritos.
[«Altavoces de papel»] Lo que vemos aquí es sólo un trozo de papel con un poco de cinta de cobre y conectado a un reproductor mp3, y un imán.
(Música: «Happy Together») Basándose en la investigación de Marcelo Coelho del MIT, Hannah creó una serie de altavoces de papel con una amplia variedad de materiales que van desde una simple cinta de cobre hasta tejidos y tinta conductores.
Al igual que Jordan y muchos otros hacedores, Hannah publicó sus recetas y permite que todo el mundo las copie y las reproduzca.
La electrónica con papel es una de las ramas más prometedoras de la ciencia de materiales porque nos permite crear una electrónica más económica y flexible.
Así, el trabajo artesanal de Hannah y el hecho de que comparta sus hallazgos, abre las puertas a una serie de nuevas posibilidades que son estéticamente atrayentes e innovadoras.
Y lo interesante de los hacedores es que construimos con pasión y curiosidad y no tememos al fracaso.
A menudo abordamos problemas desde ángulos poco convencionales y, en el proceso, terminamos descubriendo alternativas o incluso mejores maneras de hacer las cosas.
Por eso, cuanta más gente experimente con materiales, más investigadores estén dispuestos a compartir sus investigaciones, y los fabricantes su conocimiento, tendremos mejores posibilidades de crear tecnologías que de verdad nos sirvan a todos.
Me siento un poco como Ted Nelson cuando, a principios de los 70, escribió: «Deberían entender las computadoras ahora».
En aquel momento, las computadoras eran grandes computadoras centrales, que sólo interesaban a los científicos, y nadie soñaba con tener uno en su casa.
Es un poco raro que esté aquí diciendo: «Deberían entender los materiales inteligentes ahora».
Sólo tengan en cuenta que aprender antes sobre las tecnologías emergentes es la mejor manera de tener injerencia en la construcción de nuestro futuro.
Gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/catarina_mota_play_with_smart_materials/