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Charla «Charles Leadbeater: la innovación educativa en los barrios pobres» de TEDSalon London 2010 en español.
Charles Leadbeater fue a buscar nuevas formas radicales de educación… y las encontró en las favelas de Río y en los barrios pobres de Kibera, donde algunos de los niños más pobres del mundo están encontrando nuevas formas de transformación de aprendizaje. Y este tipo de escuela, informal, perturbador, dice él, es lo que deben llegar a ser todas las escuelas.
- Autor/a de la charla: Charles Leadbeater
- Fecha de grabación: 2010-04-25
- Fecha de publicación: 2010-06-23
- Duración de «Charles Leadbeater: la innovación educativa en los barrios pobres»: 1138 segundos
Traducción de «Charles Leadbeater: la innovación educativa en los barrios pobres» en español.
Es un gran placer estar aquí.
Es un gran placer hablar después de Brian Cox del CERN.
Creo que el CERN es el hogar del Gran Colisionador de Hadrones.
¿Qué pasó con el Pequeño Colisionador de Hadrones? ¿Dónde está el Pequeño Colisionador de Hadrones? Porque el Pequeño Colisionador de Hadrones una vez fue la gran cosa.
Ahora, el Pequeño Colisionador de Hadrones está en un armario, desatendido y se lo pasa por alto.
Ya saben, cuando el Gran Colisionador de Hadrones no funcionó, la gente se preguntaba por qué, era el equipo del Pequeño Colisionador de Hadrones que lo saboteó porque estaban celosos.
Toda la familia del Colisionador de Hadrones necesita abrirse.
La lección de la presentación de Brian, en cierto modo, todas esas fotos fantásticas, es en realidad que: que el punto de vista determina todo lo que uno ve.
Lo que Brian estaba diciendo era que la ciencia ha abierto sucesivamente diferentes puntos de vista desde los que podemos vernos a nosotros mismos.
Y por eso es tan valiosa.
Así que el punto de vista que uno adopta determina prácticamente todo lo que uno verá.
La pregunta que uno se haga determina en gran medida la respuesta que uno obtiene.
Y así si uno se hace esta pregunta: ¿Dónde miraría para ver el futuro de la educación? La respuesta que tradicionalmente recibimos es muy directa, al menos en los últimos 20 años.
Vaya a Finlandia.
Finlandia es el mejor lugar del mundo para ver sistemas educativos.
Los finlandeses podrán ser un poquito aburridos, depresivos y tener altas tasas de suicidio, pero caramba que están cualificados.
Y, absolutamente, tienen increíbles sistemas educativos.
Y marchamos en contingentes a Finlandia y nos maravillamos del milagro socialdemócrata finlandés y de su homogeneidad cultural y de todo eso, y entonces nos cuesta imaginar cómo podríamos aprender lecciones de eso.
Bueno, durante el año pasado, con la ayuda de Cisco que me auspicia, por alguna loca razón para hacer esto, he estado mirando en otra parte.
Porque en realidad la innovación radical a veces viene de los mejores, pero a menudo viene de lugares con grandes necesidades insatisfechas, con demanda latente, sin suficientes recursos para que funcionen las soluciones tradicionales, las soluciones tradicionales de alto costo que dependen de profesionales donde están las escuelas y los hospitales.
Así que terminé en lugares como este.
Este lugar se llama Morro dos Macacos.
Es una de las cientos de favelas de Rio.
La mayor parte del crecimiento de las poblaciones de los próximos 50 años estará en las ciudades.
Tendremos 6 ciudades con crecimientos de 12 millones de personas anuales en los próximos 30 años.
Casi todo ese crecimiento se dará en el mundo desarrollado.
Casi todo ese crecimiento se dará en lugares como el Morro dos Macacos.
Es allí donde encontraremos el crecimiento más rápido de poblaciones jóvenes en el mundo.
Así que si uno quiere recetas para trabajar en casi cualquier cosa: salud, educación, políticas de gobierno y educación, uno tiene que ir a estos lugares.
Y si uno va a estos lugares conoce gente como esta.
Este es un tipo llamado Juanderson.
A los 14 años como muchos jóvenes de 14 años del sistema educativo brasileño él abandonó la escuela.
Era aburrida.
Y Juanderson, en cambio, fue hacia lo que le brindaba oportunidad y esperanza en el lugar que le tocó vivir, que era el tráfico de drogas.
Y para los 16 años, en un ascenso rápido, administraba el tráfico de drogas en 10 favelas.
Movía 200.000 dólares por semana.
Empleaba a 200 personas.
Para los 25 años iba a estar muerto.
Por suerte conoció a este tipo que es Rodrigo Baggio, el dueño de la primera laptop que apareció en Brasil.
En 1994 Rodrigo comenzó algo llamado CDI que tomaba computadoras donadas por las empresas las ponía en centros comunitarios de las favelas y creaba lugares como este.
Lo que cambió a Juanderson fue la tecnología para el aprendizaje que hacía del aprendizaje algo divertido y accesible.
O uno puede ir a lugares como este.
Es Kibera, el barrio pobre más grande de África oriental.
Aquí viven millones de personas a lo largo de muchos kilómetros.
Y es allí que conocí a estos dos Azra a la izquierda, Maureen a la derecha.
Acaban de recibir su certificado keniano de educación secundaria.
Ese nombre debería indicar que el sistema educativo de Kenia toma casi todo de Gran Bretaña, alrededor de 1950, pero se las ingenió para ser aún peor.
Así que hay escuelas en barrios pobres como este.
Son lugares como este.
Ahí es donde Maureen fue a la escuela.
Son escuelas privadas.
No hay escuelas públicas en los barrios pobres.
Y la educación que recibían era lamentable.
Fue en lugares como este.
Esta escuela fue creada por algunas monjas en otro barrio pobre llamado Nakuru.
La mitad de los niños de estas aulas no tienen padres porque han muerto de SIDA.
La otra mitad tiene un padre porque el otro padre ha muerto de SIDA.
Así que los desafíos de la educación en este tipo de lugares no son aprender los reyes y reinas de Kenya o Gran Bretaña.
Son permanecer con vida, ganarse la vida, no volverse un VIH positivo.
La tecnología presente en ricos y pobres en lugares como este no tiene que ver con la tecnología industrial.
No tiene que ver con la electricidad o el agua.
Es el teléfono celular.
Si uno desea diseñar desde cero prácticamente todos los servicios de África, uno comenzaría ahora con el teléfono celular.
O uno podría ir a lugares como este.
Este es un lugar llamado asentamiento Madanguiri que es un barrio pobre muy desarrollado a unos 25 minutos fuera de Nueva Delhi, donde conocí a estos personajes que me llevaron a recorrer todo el día.
Lo notable de estas muchachas, y el signo del tipo de revolución social que se está dando en el mundo en desarrollo es que estas muchachas no están casadas.
Hace 10 años, seguramente se habrían casado.
Ahora no están casadas, y quieren continuar estudiando más, hacer una carrera.
Han sido educados por madres analfabetas, que nunca jamás han hecho los deberes.
En todo el mundo en desarrollo hay millones de padres, decenas, cientos de millones, que por primera vez están con los niños haciendo los ejercicios y exámenes.
Y la razón por la que continúan estudiando no es porque fueron a una escuela como esta.
Esta es una escuela privada.
Esta es una escuela gratuita.
Esta es una buena escuela.
Esto es lo mejor que uno puede conseguir en Hyderabad, en la educación india.
La razón por la que continuaron estudiando fue esta.
Esta es una computadora instalada en la entrada de su barrio pobre por una empresaria social revolucionaria llamada Sugata Mitra que adoptó los experimentos más radicales, mostrando que los niños, en las condiciones correctas, pueden aprender por su cuenta con la ayuda de computadoras.
Esas chicas nunca han tocado Google.
No saben nada de Wikipedia.
Imaginen como serían sus vidas si uno pudiera conseguirles eso.
Así que si miran, como yo, a través de este recorrido, y al mirar alrededor de cien casos de estudio de diferentes emprendedores sociales que trabajan en estas condiciones extremas, miren las recetas que se encontraron para el aprendizaje, no se parecen en nada a la escuela.
¿A qué se parecen? Bueno, la educación es una religión mundial.
Y la educación, más tecnología, es una gran fuente de esperanza.
Uno puede ir a lugares como este.
Esta es una escuela a 3 horas en las afueras de São Paulo.
La mayoría de esos niños tienen padres analfabetos.
Muchos no tienen electricidad en casa.
Pero les resulta completamente obvio usar computadoras, sitios web, hacer videos, etc., etc.
Cuando uno va a lugares como este lo que uno ve es que la educación en estos escenarios funcionan tirando, no empujando.
La mayor parte de nuestro sistema educativo consiste en empujar.
Yo fui literalmente empujado a la escuela.
Al llegar a la escuela, las cosas nos son empujadas, el conocimiento, los exámenes, los sistemas, los horarios.
Si uno quiere atraer gente como Juanderson que podría, por ejemplo, comprar armas, lucir joyas, andar en moto y conseguir chicas en el tráfico de drogas y uno quiere atraerlo a la educación tener un plan de estudios obligatorio en realidad no tiene sentido.
Eso no lo va a atraer.
Uno necesita tirar de él.
Por eso la educación tiene que funcionar tirando, no empujando.
Y así la idea de un plan de estudios es totalmente irrelevante en un escenario como este.
Uno tiene que empezar la educación con cosas que marcan una diferencia para ellos en su escenario.
¿Qué significa eso? Bueno, la clave es la motivación, y hay dos aspectos de la misma.
Uno es entregar motivación extrínseca.
La educación tiene una recompensa.
Nuestros sistemas educativos funcionan bajo el principio que hay una recompensa pero uno tiene que esperar mucho tiempo.
Eso es demasiado largo si uno es pobre.
Esperar 10 años para la recompensa educativa es demasiado si uno necesita cubrir las necesidades diarias cuando uno tiene hermanos que cuidar o un negocio al que ayudar.
Uno necesita que la educación sea relevante y ayude a la gente a ganarse la vida en el aquí y el ahora, a menudo.
Y también necesitamos que sea intrínsecamente interesante.
Así una y otra vez, he encontrado gente como esta.
Este es un tipo increíble, Sebastião Rocha, de Belo Horizonte, la tercera ciudad más grande de Brasil.
Él ha inventado más de 200 juegos para enseñar casi cualquier tema posible.
En las escuelas y las comunidades en que trabaja Taio el día comienza siempre en un círculo y siempre parte de una pregunta.
Imaginen un sistema educativo que parte de preguntas, no de conocimientos que se imparten, o que parte del juego, no de las lecciones, o que parte de la premisa que uno primero tiene que atraer a las personas antes de que podamos enseñarles.
En nuestros sistemas educativos uno hace todas estas tareas después, si tiene suerte, deporte, teatro, música.
Ellos enseñan mediante estas cosas.
Atraen a la gente a aprender porque en realidad es un proyecto de danza o un proyecto de circo o, el mejor ejemplo de todos, El Sistema en Venezuela, es un proyecto musical.
Y así uno atrae a la gente mediante eso al aprendizaje no agregándolo después ya ha concluido el aprendizaje y uno ha comido las verduras cognitivas.
Así, El Sistema en Venezuela usa un violín como tecnología de aprendizaje.
Taio Rocha usa la fabricación de jabón como tencología de aprendizaje.
Y lo que uno encuentra cuando va a estos esquemas es que usan a la gente y a los lugares de maneras increíblemente creativas.
Masas de aprendizaje de a pares.
¿Cómo se llega a las personas que aprenden…
…cuando no hay profesores…
…cuando los maestros no quieren venir, cuando no se les puede pagar…
…e incluso si consigues los maestros…
…lo que enseñan no es relevante para las comunidades que sirven? Bueno, uno crea sus propios profesores.
Uno crea el aprendizaje de a pares o crea para-maestros, o aporta habilidades especializadas.
Pero uno encuentra maneras de obtener aprendizaje relevante para la gente mediante tecnología, gente y lugares que son diferentes.
Así que esto es una escuela en un bus en una obra en Pune, la ciudad de más rápido crecimiento en Asia.
Pune tiene 5.000 sitios de construcción.
Cuenta con 30.000 niños en esos sitios de construcción.
Esa es una ciudad.
Imaginen esa explosión urbana que va a tener lugar en todo el mundo en desarrollo y cuántos miles de niños pasarán sus años escolares en los sitios de construcción.
Bueno, este es un esquema muy simple de hacer llegar el aprendizaje mediante un bus.
Y todos tratan el aprendizaje, no como una actividad académica, de análisis, sino como algo productivo, algo que uno hace algo que uno puede hacer, y quizá ganarse la vida con eso.
Así conocí a este personaje, Steven.
Había pasado tres años en Nairobi viviendo en la calle porque sus padres habían muerto de SIDA.
Y lo llevaron finalmente de vuelta a la escuela, no por la oferta de certificados de secundaria, sino por la oferta de aprendizaje de cómo ser carpintero, una habilidad manual práctica.
Las escuelas que marcan tendencia en el mundo High Tech High y otras, defienden una filosofía del aprendizaje como actividad productiva.
Aquí, no hay realmente una opción.
El aprendizaje ha de ser productivo para que tenga sentido.
Y, por último, tienen un modelo diferente de escala.
Es un modelo de crecimiento de restaurante chino.
Y aprendí esto de este tipo que es un personaje asombroso.
Es probablemente el emprendedor social más notable en la educación en el mundo.
Su nombre es Madhav Chavan, y creó algo llamado Pratham.
Y Pratham dirige grupos de juego de edad preescolar para, ahora, 21 millones de niños en la India.
Es la ONG educativa más importante del mundo.
Y también apoya a los niños de clase trabajadora a ingresar a las escuelas indias.
Es todo un revolucionario.
Tiene en realidad antecedentes como líder sindical.
Es así como desarrolló las habilidades para construir su organización.
Cuando llegaron a una cierta etapa, Pratham se hizo lo suficientemente grande para atraer algo de apoyo ad honorem de McKinsey.
McKinsey se presentó y miró su modelo y dijo: «¿Sabes lo que debe hacer con esto Madhav? Deberías convertirlo en McDonald’s.
Y lo que uno hace cuando va a cualquier sitio nuevo es desplegar una franquicia.
Y es la misma donde quiera que vaya.
Es confiable y la gente sabe exactamente dónde están.
Y no hay errores».
Y Madhav dijo: «¿Por qué tenemos que hacerlo de esa manera? ¿Por qué no podemos hacerlo más como los restaurantes chinos? » Hay restaurantes chinos en todas partes, pero no hay ninguna cadena de restaurantes chinos.
Sin embargo, todo el mundo sabe lo que es un restaurante chino.
Ellos saben qué esperar, a pesar de que habrá sutiles diferencias y los colores serán diferentes y el nombre será diferente.
Uno reconoce un restaurante chino cuando lo ve.
Estas personas trabajan con el modelo de restaurante chino.
Los mismos principios, distintas aplicaciones y configuraciones diferentes.
No es el modelo de McDonald’s.
El modelo de McDonald’s crece.
El modelo de restaurantes chinos se extiende.
La educación de masas comenzó con el emprendimiento social en el siglo XIX.
Y eso es lo que necesitamos desesperadamente otra vez a escala mundial.
¿Y qué podemos aprender de todo eso? Bueno, podemos aprender mucho porque nuestros sistemas educativos están fallando desesperadamente de varias maneras.
No son capaces de llegar a las personas que más necesitan atender.
A menudo dan en el blanco, pero se equivocan.
La mejora es cada vez más difícil de organizar.
Nuestra fe en estos sistemas, está llena de tensión.
Y esto es sólo una forma muy sencilla de comprender qué tipo de innovación, qué tipo de diseño diferente necesitamos.
Hay dos tipos básicos de innovación.
Está la innovación sostenible que servirá de apoyo a una institución existente o a una organización, y la innovación disruptiva que romperá con él, creará una manera distinta de hacerlo.
Estos son establecimientos formales; escuelas, colegios, hospitales, lugares en los que puede darse la innovación, e informales: comunidades familias, redes sociales.
Casi todo nuestro esfuerzo va en esta casilla, apoyar la innovación en el ámbito formal, conseguir una mejor versión del sistema escolar básicamente «bismarckiano» que se desarrolló en el siglo XIX.
Y como dije, el problema con esto es que, en el mundo en desarrollo sencillamente no hay profesores que hagan funcionar este modelo.
Se necesita millones y millones de profesores en China, India, Nigeria y en el resto del mundo en desarrollo para cubrir las necesidades.
Y en nuestro sistema, sabemos que hacer más de lo mismo no va a zanjar las profundas desigualdades educativas, especialmente en las ciudades del interior y las zonas donde hubo industrias.
Es por eso que necesitamos tres clases más de innovación.
Necesitamos más reinvención.
Y en todo el mundo cada vez más escuelas se están reinventando a sí mismas.
Son escuelas reconocibles, pero su apariencia es diferente.
Hay escuelas Big Picture (Panorama General) en EE.UU.
y Australia.
Hay escuelas Kunscap Skolan (Escuela de Conocimiento) en Suecia.
De 14 de ellas sólo 2 están en escuelas.
La mayoría están en otros edificios no diseñados como escuelas.
Hay una escuela increíble en el norte de Queensland llamada Jaringan.
Y todas tienen el mismo tipo de características: alto grado de colaboración, muy personalizadas, a menudo con tecnología omnipresente.
Aprendizaje que parte de preguntas problemas y proyectos no de conocimiento y planes de estudio.
De modo que necesitamos más de eso.
Pero debido a que muchos de los problemas educativos precisamente no están en la escuela ellos están en la familia y la comunidad, lo que también es necesario, en definitiva, está más del lado derecho.
Se necesitan esfuerzos para complementar a las escuelas.
El caso más famoso es el de Reggio Emilia en Italia, el sistema familiar de aprendizaje para apoyar y animar a la gente en las escuelas.
El más emocionante es el Harlem Children’s Zone, que por más de 10 años, conducido por Geoffrey Canada, mediante una mezcla de escolaridad y proyectos familiares y comunitarios ha intentado transformar no sólo la educación en las escuelas sino toda la cultura y la aspiración de cerca de 10.000 familias de Harlem.
Necesitamos más de esto una forma de pensar completamente nueva y radical.
Uno puede ir a lugares a una hora de aquí, o menos, aquí cerca, que necesitan eso, que necesitan cambios radicales del tipo que ni imaginamos.
Y, por último, se necesita innovación transformativa que pueda imaginar la inclusión de personas al aprendizaje de maneras completamente nuevas y diferentes.
Así que estamos a punto, en 2015, de un logro asombroso, la escolarización del mundo.
Todos los niños hasta los 15 años que quieran un lugar en la escuela serán capaces de tener uno en 2015.
Es algo asombroso.
Pero es, a diferencia de los autos que se han desarrollado tan rápida y ordenadamente, en realidad en los sistemas educativos es reconocible una herencia del siglo XIX de un modelo «bismarckiano» de la escolarización alemana que fue adoptado por los reformadores ingleses y a menudo por los misioneros religiosos adoptado en Estados Unidos como fuerza de cohesión social y luego en Japón y Corea del Sur a medida que se desarrollaron.
Se reconoce el siglo XIX en sus raíces.
Y, por supuesto que es un gran logro.
Y por supuesto, traerá grandes cosas.
Se aportarán habilidades, aprendizaje y lectura.
Pero también se arrasará la imaginación.
Arrasará el apetito.
Arrasará la confianza social.
Estratificará la sociedad tanto como la liberará.
Y estamos legando al mundo en desarrollo sistemas escolares que ahora pasarán un siglo tratando de reformar.
Es por eso que necesitamos un pensamiento radical y dado que el pensamiento radical es ahora más posible y más necesario que nunca en la manera de aprender.
Gracias.
https://www.ted.com/talks/charles_leadbeater_education_innovation_in_the_slums/