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Charla «¡Ciencia abierta ya!» de TEDxWaterloo en español.
¿Qué pasaría si cada científico pudiera compartir sus datos tan fácilmente como tuitean sobre su almuerzo? Michael Nielsen hace un llamamiento a los científicos para que adopten nuevas herramientas de colaboración que permitan que los descubrimientos sucedan a la velocidad de Twitter.
- Autor/a de la charla: Michael Nielsen
- Fecha de grabación: 2011-03-03
- Fecha de publicación: 2011-11-13
- Duración de «¡Ciencia abierta ya!»: 982 segundos
Traducción de «¡Ciencia abierta ya!» en español.
Buenas tardes a todos.
Muchas gracias a todos por venir hoy.
Me gustaría comenzar mi charla con una historia.
Es una historia que comienza, pero no termina, con un matemático llamado Tim Gowers.
Gowers es uno de los matemáticos más reconocidos del mundo.
Es profesor en la Universidad de Cambridge y galardonado con la Medalla Fields, a menudo llamada Premio Nobel de Matemáticas.
Gowers es también bloguero, y en enero de 2009 utilizó su blog para plantear una pregunta muy llamativa:
¿Es posible lograr la matemática colaborativa a gran medida?
Lo qué estaba proponiendo en esta publicación fue usar su blog para abordar un problema matemático difícil de resolver un problema que dijo que «le encantaría resolver», de forma totalmente transparente usando su blog para publicar sus ideas y su progreso parcial.
Además, hizo una invitación abierta, ofreciendo a cualquiera en el mundo que pensara que tenía una idea con la que contribuir para publicar su idea en la sección de comentarios del blog.
Su esperanza era que al combinar las ideas de muchas mentes, podría facilitar su arduo problema matemático.
Llamó a este experimento el Proyecto Polymath.
Bueno, el Proyecto Polymath tuvo un comienzo lento.
En las primeras 7 horas nadie publicó ningún comentario.
Pero luego un matemático de la Universidad de Columbia Británica llamado Jozsef Solymosi publicó un breve comentario.
Y esto pareció romper el hielo, porque unos minutos más tarde, un profesor de secundaria llamado Jason Dyer publicó una sugerencia.
Y unos minutos después de eso, otro matemático llamado Terence Tao, también medalla Fields, publicó una idea Y las cosas realmente comenzaron a moverse rápidamente en este punto.
Durante los siguientes 37 días, 27 personas diferentes publicaron 800 comentarios sustantivos con un total de 170 000 palabras.
Yo no era un participante serio, pero lo seguía de cerca desde el comienzo, y fue simplemente increíble.
La velocidad con la cual una idea era tentativamente propuesta y luego realmente desarrollada rápidamente por otras personas y mejorada, a veces descartada…
fue simplemente increíble.
Gowers describió el proceso de la investigación ordinaria «como conducir es empujar un automóvil».
(Risas)
Al final de los 37 días, Gowers usó su blog para anunciar que habían resuelto el problema central; de hecho, habían resuelto una generalización más dura del problema.
El Proyecto Polymath tuvo éxito.
Entonces, lo que sugiere el Proyecto Polymath, al menos para mí, es que podemos usar internet para construir herramientas que expanden nuestra habilidad para resolver los problemas intelectuales más desafiantes O, para decirlo de otra manera: podemos construir herramientas que amplifican activamente nuestra inteligencia colectiva de la misma manera que, durante milenios, hemos utilizado herramientas físicas para amplificar nuestra fuerza.
¿De acuerdo?
De lo que me gustaría hablar hoy, o lo que me gustaría explorar hoy, es lo que esto significa para la ciencia.
Es mucho más importante que simplemente resolver un solo problema matemático.
Significa una expansión en el rango de problemas científicos que podemos esperar atacar del todo.
Significa, potencialmente, una aceleración en la tasa de descubrimientos científico.
Significa un cambio en la forma en que construimos el conocimiento en sí mismo.
Sin embargo, antes de emocionarme demasiado, me gustaría hablar sobre algunos de los desafíos, algunos de los problemas.
Particularmente, me gustaría describir una falla de este enfoque.
Ocurrió en 2005 o comenzó en 2005.
Un estudiante de posgrado en Caltech, John Stockton, tuvo una muy buena idea que la llamó la «Wiki Cuántica» o «Qwiki» para abreviar.
(Risas)
Es una gran idea.
Lo que hizo con el Qwiki fue…
la idea del Qwiki era que iba a ser un gran repositorio del conocimiento humano, muy parecido a Wikipedia.
Pero en lugar de centrarse en el conocimiento general, se centraría en el conocimiento especializado en informática cuántica.
Iba a ser una especie de superlibro de texto para el campo, con información sobre todas las últimas investigaciones, sobre cuáles fueron los grandes problemas abiertos en el campo, la especulación de la gente sobre cómo resolver los problemas, y así.
Al igual que Wikipedia, la intención era que fuera escrita por los usuarios, en este caso, por expertos en computación cuántica.
Estuve presente en la conferencia en Caltech en 2005, cuando se anunció.
Y algunas de las personas con las que hablé eran muy escépticas, pero algunas estaban muy entusiasmadas con la idea.
Les impresionó la implementación; quedaron impresionadas por la cantidad de material inicial publicado en el sitio; y, sobre todo, estaban entusiasmadas con la visión.
Pero que estuvieran emocionadas, no significaba que quisieran tomarse el tiempo para contribuir.
Esperaban que otras personas lo hicieran.
Y al final, nadie, en realidad, estaba muy interesado en contribuir.
Si miran hoy, excepto en algunas esquinas pequeñas, el Qwiki está en principio muerto.
Y, triste decirlo, esta es una historia bastante común.
Muchos científicos, en campos que van desde la genética a la teoría de cuerdas, han tratado de comenzar las ciencias wikis a lo largo de líneas muy similares.
Y típicamente, han fallado por esencialmente la misma razón.
Tampoco son solo wikis científicas.
Inspirado por Facebook, muchas organizaciones han intentado crear redes sociales para científicos, que conecten a los científicos con otras personas con intereses similares para que puedan compartir cosas como datos o códigos, sus ideas, etc.
De nuevo, parece una buena idea.
Pero si se unen a uno de estos sitios, descubrirán rápidamente que están esencialmente vacíos.
Son ciudades fantasmas virtuales.
¿Qué está pasando?
¿Cuál es el problema aquí?
¿Por qué fallan estos sitios prometedores?
Imaginen que son un joven científico ambicioso.
De hecho, sé que algunos de Uds.
son ambiciosos jóvenes científicos.
Imaginen que son un joven científico ambicioso.
Realmente desean obtener un trabajo, un trabajo permanente, un buen trabajo, haciendo el trabajo que ama.
Pero es increíblemente competitivo conseguirlo.
A menudo habrá cientos de solicitantes muy calificados para esos puestos.
Y se encuentran trabajando 60, 70, 80 horas a la semana, haciendo lo único que saben que les hará obtener ese trabajo, y eso es escribir artículos científicos.
Pueden pensar que el Qwiki es una idea maravillosa en principio, pero también saben que escribir un solo artículo mediocre hará mucho más por su carrera y sus perspectivas de trabajo que una larga serie de contribuciones brillantes a dicho sitio.
Y, aunque les pueda gustar la idea y pueden pensar que avanzará más rápido la ciencia, se dan cuenta de que no pueden concebir que sea parte de su trabajo.
No lo es.
Las únicas cosas que pueden tener éxito en este tipo de entorno son proyectos como el Proyecto Polymath, que, aunque emplean un medio no convencional para un fin, tienen un conservadurismo esencial sobre ellos.
El producto final del Proyecto Polymath era un artículo científico.
De hecho, fueron varios documentos.
¿Verdad?
Medios no convencionales, pero fines convencionales.
Hay una especie de conservadurismo.
Y no me malinterpreten: el Proyecto Polymath es excelente, pero es una pena que los científicos solo puedan usar herramientas que tienen este tipo de naturaleza conservadora.
Así que déjenme contarles una historia sobre una instancia donde nos alejamos de este conservadurismo.
Es una historia rara donde el conservadurismo se ha roto.
Ocurrió en la década de 1990, cuando, como saben, por primera vez, los biólogos toman grandes cantidades de datos genéticos para reunirlos en el Proyecto del Genoma Humano.
Y había sitios en línea lo que permitiría a los biólogos cargar esos datos para que poder ser compartidos con otras personas de todo el mundo y analizados por otras personas.
Quizá el más conocido de estos es el sitio GenBank, que algunos de Uds.
habrán escuchado o utilizado.
Y estos sitios, como GenBank, tenían el problema en común con Qwiki de que los científicos no reciben pago o recompensa por compartir sus datos.
Todo se trata de publicar artículos.
Por lo tanto, hubo una gran renuencia a cargar los datos.
Sin embargo, todos podían ver que esto era una tontería, era obvio que esto era lo correcto.
Pero solo porque fuera obvio no significaba que la gente realmente lo hiciera.
Entonces se convocó a una reunión en Bermuda en 1996 a muchos de los principales biólogos moleculares del mundo.
Y se sentaron y discutieron el problema varios días, y se les ocurrió lo que ahora llaman los Principios de Bermuda, que dicen que: primero, una vez que se toman los datos genéticos humanos en el laboratorio, deben ser cargados inmediatamente a un sitio como GenBank; y dos, que los datos estarían en el dominio público.
Y estos principios recibieron dientes, porque los tomaron las agencias de grandes subvenciones científicas, Institutos Nacionales de Salud de EE.
UU.
Wellcome Trust del Reino Unido, y realmente se cocinó en política.
Eso significaba que si son científicos que quieren trabajar en el genoma humano, tienen que aceptar cumplir con estos principios.
Y hoy, estoy muy contento de decir que, como resultado, pueden conectarse en línea, cualquiera, y descargar el genoma humano.
Esa es una historia genial.
Pero el genoma humano es solo una pequeña fracción de todo el conocimiento científico.
Incluso justo en otras partes de la genética, hay mucho conocimiento todavía inaccesible.
Hablé con un bioinformático que me dijo que había estado ocupado con el genoma de una especie entera más de un año.
Una especie entera.
Y en otras partes de la ciencia, es rutina que los científicos acumulen sus datos.
Acumulan el código de programación que escriben que podría ser útil, potencialmente, para otros.
Acumulan sus mejores ideas.
Y a menudo acaparan hasta las descripciones de los problemas que piensan que son los más interesantes.
Y lo que a mí y a otras personas en el movimiento Open Science nos gustaría hacer es, cambiar esta situación.
Nos gustaría cambiar la cultura de la ciencia para que los científicos estén mucho más motivados para compartir todos estos conocimientos.
Queremos cambiar los valores de los científicos individuales y que comiencen a ver como parte de su trabajo compartir sus datos, compartir su código, compartir sus mejores ideas y sus problemas.
Si podemos hacer esto, este tipo de cambio en valores, entonces, comenzaremos a ver recompensados a los científicos individuales por hacer estas cosas; habrá incentivos para hacerlas.
Sin embargo, es algo difícil de hacer.
Estamos hablando de cambiar la cultura de partes completas de la ciencia.
Pero ha sucedido antes una vez en la historia, de regreso en los albores de la ciencia.
Galileo en 1609 apunta su telescopio hacia el cielo hacia Saturno, y ve por primera vez en la historia lo que ahora sabemos son los anillos de Saturno.
¿Se lo dice a todos en el mundo?
No, no lo hace.
Escribe una descripción, en privado, y luego mezcla las letras de la descripción en un anagrama, y envía ese anagrama a varios de sus rivales astrónomos.
(Risas)
Y lo que esto asegura es que, si luego hacen el mismo descubrimiento, él puede revelar el anagrama y obtener el crédito, pero, mientras tanto, no ha renunciado a ningún conocimiento.
Y me entristece decir que no era poco común en ese momento: Newton, Huygens, Hooke, Leonardo, todos usaron dispositivos similares.
¿Bien?
La imprenta había existido durante 150 años en este momento.
Y, sin embargo, hubo una gran batalla en los siglos XVII y XVIII para cambiar la cultura de la ciencia, para que se esperara que cuando un científico hiciera un descubrimiento, lo revelara en un diario.
Ahora, es genial que ese cambio haya sucedido.
Es fantástico.
Pero hoy, tenemos nuevas tecnologías, tenemos nuevas oportunidades de compartir nuestro conocimiento de nuevas maneras y la capacidad de crear herramientas que realmente nos permite resolver problemas de maneras completamente nuevas.
Entonces necesitamos una segunda revolución de ciencia abierta.
Es mi creencia que toda ciencia financiada con fondos públicos debería ser ciencia abierta.
¿Cómo podemos lograr este cambio?
Si eres científico, y sé que muchos de Uds.
no son científicos, pero si eres científico, entonces hay cosas que se pueden hacer.
Pueden involucrarse en un proyecto de ciencia abierta, incluso si es solo por una pequeña fracción de tu tiempo.
Pueden encontrar foros en línea donde pueden compartir sus conocimientos de nuevas maneras, formas que permiten a otras personas construir sobre ese conocimiento.
También pueden, si son más ambiciosos, comenzar un proyecto de ciencia abierto propio.
Si son realmente audaces, quizá deseen experimentar con formas completamente nuevas de colaborar, de la misma manera que lo hizo el Proyecto Polymath.
Pero, sobre todo, lo que deben hacer es ser muy generosos al dar crédito a aquellos de sus colegas que practican la ciencia abiertamente y fomentan su trabajo.
Solo son valores científicos conservadores los que desprecian estas actividades: el intercambio de datos, el bloguear, o el uso de wikis, etc.
Pueden rechazar esos valores conservadores e involucrar a sus colegas científicos en la conversación para promover el valor de estas nuevas formas de trabajo, para enfatizar que se necesita valentía para hacer estas cosas, particularmente en jóvenes científicos.
Es a través de esa conversación que se puede cambiar la cultura de la ciencia.
Así, si no son científicos, también hay cosas que pueden hacer.
Mi creencia es que lo más importante que podemos hacer para dar ímpetu a la ciencia abierta es crear una conciencia general entre la población del tema de la ciencia abierta y de su importancia crítica.
Si existe esa conciencia general, entonces la comunidad científica inevitablemente encontrará…
será arrastrada por la población general en la dirección correcta.
Hay cosas simples que pueden hacer.
Uno puede hablar con sus amigos y conocidos científicos y preguntarles qué están haciendo para trabajar más abiertamente.
O puedes usar su imaginación y su poder personal para crear conciencia de otras maneras.
Hablamos de cambiar no solo lo que hacen los científicos, sino las agencias de subvenciones, las universidades y lo qué hacen los gobiernos.
Y pueden influir todas esas cosas.
Nuestra sociedad enfrenta una pregunta fundamental:
¿Qué tipo de conocimiento vamos a esperar e incentivar que nuestros científicos compartan?
¿Continuaremos como lo hemos hecho en el pasado?
¿O vamos a abrazar nuevos tipos de intercambio, que conducen a nuevos métodos para resolver problemas y una aceleración en el proceso de la ciencia, completamente en todos los ámbitos?
Mi esperanza es que adoptemos la ciencia abierta y realmente aprovechar esta oportunidad que tenemos para reinventar el descubrimiento en sí mismo.
Gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/michael_nielsen_open_science_now/