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Cómo Baltimore convocó un alto el fuego – Charla TEDxMidAtlantic 2017

Charla «Cómo Baltimore convocó un alto el fuego» de TEDxMidAtlantic 2017 en español.

un día, en una ciudad, en un vecindario, ¿qué pasaría si todos bajaran sus armas? Erricka Bridgeford es una pacificadora que quiere acabar con los asesinatos y la violencia de su ciudad natal, Baltimore. Así que ayudó a organizar el Alto el Fuego de Baltimore, una campaña fundamental para mantener la paz. En una charla apasionada y personal, Bridgeford cuenta la historia del movimiento Alto el Fuego y su visión más amplia para conseguir cero asesinatos en Baltimore.

  • Autor/a de la charla: Erricka Bridgeford
  • Fecha de grabación: 2017-10-27
  • Fecha de publicación: 2018-05-08
  • Duración de «Cómo Baltimore convocó un alto el fuego»: 687 segundos

 

Traducción de «Cómo Baltimore convocó un alto el fuego» en español.

Hay un pastor en Baltimore.

Su nombre es Michael Phillips, es el pastor de la iglesia Kingdom Life, que a menudo habla de cómo los problemas aparecen en nuestras vidas tan arrogantes y tan confiados, como si no hubiera nada que pudiéramos hacer con ellos.

Y la tasa de homicidios en Baltimore estaba haciendo justo eso.

Año tras año, simplemente seguía apareciendo como algo tan grande que no había nada que ninguno de nosotros pudiéramos hacer al respecto.

Pero lo que ocurre con Baltimore es que nunca ha estado dispuesta a ser derrotada.

La historia del alto el fuego de Baltimore trata sobre cómo Baltimore miró a los ojos a la tasa de asesinatos y dijo: «Lo que no van a hacer es arrebatarnos nuestra grandeza».

Así que hace dos años, estaba en una reunión de la Marcha de los 300.

Entonces, yo era líder en ese movimiento.

Y este tipo llamado Ogun, —es como un padrino del hip-hop en Baltimore— se acercó y me dijo: «¡Oye! Tengo esta idea de convocar un alto el fuego en Baltimore, y siento que eres la persona con quien yo debería hablar».

Fue como, «¡Totalmente soy la persona con quien tienes que hablar, porque eso es lo que deberíamos hacer!».

Y entonces jugamos al juego de te llamo, nos reunimos, y pasaron dos años y realmente nunca nos sentamos ni hablamos del tema.

Así que ahora estamos en mayo de 2017.

Un día mi hijo Paul, tiene 19 años, me está llevando a casa del trabajo, y me dice: «Mamá,

¿sabías que la tasa de homicidios en Baltimore está más alta que nunca?

«.

Y le dije: «

¿Qué quieres decir con que está más alta que nunca?

¿Cómo es posible?

¿Qué pasa con las personas que dicen tener contactos en las calles?

¿Por qué no usarán esos contactos para convocar un alto el fuego o algo?

» Y seguí sin parar desde mi propio sentimiento de impotencia por lo que otros no estaban haciendo.

A la mañana siguiente me desperté y comprendí que lo que realmente me molestaba no era lo que otras personas no estaban haciendo, sino que yo había escuchado este mensaje hacía años, y no había hecho nada.

Eso era exactamente lo que se suponía que estaba haciendo.

Así que me levanté y mientras me iba pensaba, «De acuerdo, si pudiéramos tener solo tres días en los que todos los ciudadanos se comprometieran, a que nadie va a matar a nadie, y en vez de eso celebramos la vida,

¿cuándo podemos hacer eso?

«.

«Así que es mayo,» miro mi calendario, está bien, tengo algo de tiempo libre el primer fin de semana de agosto, «lo haremos del 4 de agosto al 6 de agosto,

¿bien?

» Así que estoy muy emocionada, comienzo a conducir hacia mi trabajo, y cuanto más conduzco, más asustada me siento.

Y entonces empiezo a decir: «No importa…


(Risas)
No lo diré en voz alta.

Nadie sabrá nunca, que pensaba en eso si no lo decía».

Pero no me libraría de esto, porque a Dios le gusta que nos mostremos tal cual, y porque se me ve destrozada y siempre se me exige permanecer íntegra, hubo una llamada en mi vida que me lo dijo en voz alta.

Y como mi ciudad se ve destrozada y siempre anhela mostrarse íntegra, esa mañana sentía gritando por mi pecho todos los corazones de las personas de esta ciudad que querían hacer algo genial juntos.

Y las que ya habían sido asesinadas en mi ciudad me estaban llamando desde mi estómago hasta en mi pecho, como un nudo en mi garganta, «Eh, no pueden dejarnos morir en vano si saben cómo decirlo en voz alta».

Y les respondí con mi miedo.

«Pero este fin de semana podría asesinar alguien más».

Y ese fue el momento donde tuve que aceptar que tal vez mientras estamos difundiendo este mensaje, —»Oye, nadie va a matar a nadie.

¡Vamos a celebrar la vida!»— tal vez alguien estará allí tramando tomar una vida en ese mismo momento, pero ahora retumbarán sus espíritus.

Y entonces supe que era hora de que mi ciudad retumbara en nuestro espíritu colectivo.

Así que tomé el teléfono, contacté a Ogun, y le dije: «Oye,

¿dijiste que querías hacer un alto el fuego?

¿Qué es?

Estoy lista.» Entonces dijo: «Sabes, cuando escucho sobre la guerra de israelí y palestina, pienso, es terrible, deberían pararla, pero cuando escucho ‘alto el fuego’ me hace detenerme y pararme e investigar qué está pasando».

Y él quería que Baltimore obtuviera el mismo tipo de atención desde fuera, además de una introspección desde dentro de lo que nos estaba pasando.

Y hablamos sobre cómo esto no podría depender de solo una persona.

No era una persona ni una organización la que debía pedir un alto el fuego.

Toda la ciudad tenía que reconocerlo y hacerlo juntos.

Así que tuvimos nuestra primera reunión en mayo.

Aparecen unas 12 o 15 personas, y ahí es donde lo llamamos el Alto el fuego en Baltimore, porque Uds.

saben lo que significa cuando escuchan «alto el fuego».

Simplemente no maten a nadie.

Y ahí es donde nació el Reto por la Paz de Baltimore.

Porque no se trata solo de no ser violento.

Se trata de ser intencionalmente pacífico.

¿Qué está pasando con tus pensamientos?

¿Qué tipo de cosas mezquinas no salen por su boca?

¿Cuál es su conducta hacia el conflicto?

Tomé a cinco personas en las que confiaba, y los seis nos convertimos en el escuadrón organizador.

Así que vamos a darles reconocimiento muy rápidamente.

A las tres quiero que griten «escuadrón».

Uno, dos, tres: ¡escuadrón! Audiencia: ¡Escuadrón! Y es el cumpleaños de Shellers.

Felicidades, Shellers.

Audiencia: ¡Feliz cumpleaños! Y entonces lanzamos un comunicado de prensa, y los medios nos dijeron, «Esto no es una historia todavía, les recibiremos el 7 de agosto para ver cómo fue el alto el fuego».

Así que nos fuimos, «Oh,

¿noticia?

Oh, está bien entonces «.

Y Baltimore se puso a trabajar, y la gente y no solo envió dinero a la cuenta de PayPal para poder comprar folletos y carteles, también vinieron, y tomaron los folletos y carteles y los pusieron por toda la ciudad, y estaban teniendo conversaciones entre ellos.

¿Qué tipo de recursos necesitan?

¿Qué está pasando?

¿Qué le ha ocurrido a Ud.?

Porque entendemos el origen de la violencia en este país.

Los que dijeron que no funcionaría acababan con esta frase: «Pero por favor siga intentándolo.

Alguien tiene que hacer algo de todos modos».

Los adolescentes que nos contaban lo que hacían en las calles preguntaban, «

¿Pero puedo tener un póster para ponerlo en mi pared para verlo por la noche al acostarme?

«.

Los gánsteres nos llamaban, diciendo: «Podemos decir de dónde no va a venir violencia, porque estamos comprometidos con el Reto por la Paz».

Y cumplieron su palabra.

Cuando la gente decía: «No va a funcionar, porque alguien va a matar por el oeste o por el este,» dijimos: «Eso no importa.

Se trata de la autodeterminación.

¿Me están diciendo que no pueden mantener a salvo este radio de 3 o 6 cuadras?

«.

Y dijeron, «Que quede claro.

Van a estar a salvo aquí».

Y mantuvieron su promesa.


(Aplausos)
Cuatro canciones, y sé que parece que estoy levantando cinco dedos, pero tengo cuatro dedos, así que son cuatro para mí, cuatro canciones se hicieron sobre el alto el fuego de Baltimore, y la que más lo ejemplifica, gracias a un grupo de artistas que se reunieron para hacerla está actualmente nominada para un Grammy.

¿bien?

Así que entonces, lo que estaba pasando se extendió desde las esquinas más bellas de las casas de crack hasta las esquinas más sucias de las oficinas de los políticos, todo el mundo…


(Risas)
hablaba de lo que estábamos haciendo juntos en Baltimore.

¿De acuerdo?

Y entonces, llegó el fin de semana: eventos por toda la ciudad, gente gritando «¡Feliz día de alto al fuego!».

Unas 200 personas lograron borrar sus antecedentes y consiguieron trabajo, y la gente entró en programas de rehabilitación por lo que estaba ocurriendo en nuestra ciudad ese fin de semana.

Decían: «Pero sentimos el aire diferente en Baltimore.

No llamaron a la madre de nadie anoche.

No escuché ningún disparo».

Y el sábado, Trey fue a buscar trabajo y estaba emocionado.

Después de 24 horas sin matar, estuvimos cantando Kendrick Lamar.

«Vamos a estar bien.

Vamos a estar bien».

Y entonces a las 4:59 del sábado, recibimos un mensaje del asesinato de alguien.

No sabíamos su nombre, pero resultó ser Trey.

Así que nos apresuramos a Sargeant Street, y nos tomamos de la mano en círculo y miramos el suelo, y dijimos: «Es terreno sagrado» porque así lo queremos, porque donde sea en nuestra ciudad que la gente pierda sus vidas con violencia necesita ser tierra sagrada».

Y esto no trataba solo de defender a Trey y su transición y enviar amor a su familia.

Se trataba de pararnos a pensar

¿qué se debe sentir a los 20 minutos de haber matado a alguien?

¿No podemos brindar amor en eso?

Porque hasta que no lo hagamos, no curaremos esta epidemia.

Más tarde ese día, recibimos otra llamada.

Dante es asesinado.

Así que para el final de ese día, estábamos en shock.

En la vida real, estábamos en shock, porque habíamos abierto nuestros corazones juntos y cambiado la atmósfera de esta ciudad, y ahora nuestros corazones estaban todos destrozados.

Y debemos ser honestos sobre el hecho de que el fin de semana pasado, cuando perdimos a seis personas por la violencia, no nos sentimos como ese fin de semana cuando perdimos a esas dos, porque ahora estábamos prestando atención.

Ahora todos esperábamos juntos a que nadie fuera asesinado.

Y entonces tuvimos que hacernos una promesa de no adormecernos más si perdíamos a alguien en nuestra ciudad.

Estas dos vidas iban a recordarnos que debíamos vibrar más alto y avanzar más lejos.

Entonces a medida que avanzamos en el «Alto el fuego 365» de Baltimore, porque hay trabajos que tienen que hacerse todo el año, y hay otro alto el fuego este próximo fin de semana, del 3 al 5 de noviembre.

Marquen su calendario.


(Aplausos)

¿Bien?

Y esperamos lo mismo.

Medios de comunicación de todo el mundo, Australia y Noruega y China.

Todos querían venir y conseguir este trabajo en Baltimore, y todos Uds.

podrían venir a conseguirlo.

¿Bien?

Entonces a medida que avanzamos, ya no necesitamos seguir preguntando «

¿Qué podemos hacer?

«.

Hemos visto el poder de la conciencia colectiva.

Uds.

fueron los únicos que malentendieron a Baltimore.

Todos pensaron que Baltimore era solo «Bajo escucha» o «Los vigilantes».

Cuando perdimos a Freddie Gray, todos vieron el levantamiento de Baltimore, y todo el mundo lo tergiversó y lo malentendió.

Lo que les faltó por entender de Baltimore es el poder para levantarse, y eso es lo que continuamos haciendo.


(Aplausos)
Y a medida que avanzamos, te vemos, EE.

UU.

con tus sistemas de opresión violenta tratando de golpearnos en el suelo, y aun así, nos levantamos.

Nos levantamos y nos erguimos con las ciudades de todo este país que igual que nosotros son entregadas sin tener la mínima culpa, a vivir en condiciones criminales, y luego son etiquetados como salvajes por cómo viven.

Nosotros estamos con ellos.

Les recordamos que somos un ejemplo de lo que pueden hacer cuando dicen, «No, no tengo que aceptar estas condiciones que están tratando de darme.

Yo tengo que decidir cómo es la mejor visión de mí misma».

Y entonces la próxima vez que se enfrenten a un dilema, con un problema, pueden decir: «Déjenme ser como Baltimore, déjenme mirarlo a la cara, déjenme decirlo: Pero lo que no van a hacer es arrebatarme mi grandeza».

Por favor créanlo.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/erricka_bridgeford_how_baltimore_called_a_ceasefire/

 

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