Contenidos
Charla «Cómo buscar atención te hace menos creativo» de TED2019 en español.
A Joseph Gordon-Levitt le han prestado muchísima atención como actor. Pero a medida que las redes sociales fueron creciendo en el último decenio, él se volvió adicto como todos nosotros; intentaba conseguir más seguidores, solo para acabar sintiéndose inútil y menos creativo. En esta charla gratamente sincera, él explora cómo impacta en nuestra creatividad el modelo impulsado por la atención de las grandes empresas tecnológicas, y comparte con nosotros un sentimiento más poderoso que llamar la atención: prestar atención.
- Autor/a de la charla: Joseph Gordon-Levitt
- Fecha de grabación: 2019-04-15
- Fecha de publicación: 2019-08-20
- Duración de «Cómo buscar atención te hace menos creativo»: 795 segundos
Traducción de «Cómo buscar atención te hace menos creativo» en español.
Primero que todo, gracias por su atención.
No hay nada como estar en un salón así, lleno de gente, en que todos ustedes me prestan atención.
Recibir atención es un sentimiento poderoso.
Soy actor, entonces soy experto en,…
bueno, en nada, la verdad.
(Risas)
Pero sí sé lo que se siente que te presten atención…
he sido muy afortunado en la vida de que me hayan prestado tanta atención.
Y estoy agradecido por eso, porque como ya les dije, es un sentimiento poderoso.
Pero hay otro sentimiento poderoso que también he tenido la suerte de experimentar mucho como actor.
Y es extraño, es como el sentimiento opuesto, porque no viene de recibir atención, sino de prestar atención.
Cuando actúo, me concentro tanto que solo presto atención a una cosa.
Así como cuando estoy en el set y estamos por rodar y el asistente del director grita «¡Rodando!».
Y luego oigo «luces», «cámara», y entonces el director grita «¡Acción!».
He oído esa secuencia tantas veces que ahora me parece un hechizo pavloviano.
«Rodando,» «luces,» «cámara,» y «acción».
Me pasa algo que no puedo controlar.
Mi atención…
está centrada.
Y todo lo demás del mundo, todo lo que podría molestarme o llamarme la atención, desaparece del todo y estoy justo…
ahí.
Y ese sentimiento es lo que amo.
Eso es, para mí, creatividad.
Esa es la razón principal por la que estoy tan agradecido de ser actor.
Así que hay estos dos sentimientos poderosos.
Tanto recibir atención como prestar atención.
Por supuesto, en la última década, nuevas tecnologías han permitido a cada vez más gente experimentar ese sentimiento poderoso de llamar la atención.
Para cualquier expresión creativa, no solo para actuar.
Puede ser la escritura o la fotografía o el dibujo, la música…
todo.
Los canales de distribución se han democratizado, que es algo positivo.
Pero creo que hay una consecuencia imprevista para todos en el mundo con el afán de ser creativos, yo incluido, porque no soy inmune a esto, creo que nuestra creatividad se convierte cada vez más en un medio para un fin…
y ese fin es llamar la atención.
Me siento obligado a hablar sobre eso porque según mi experiencia, cuanto más persigo ese sentimiento poderoso de prestar atención, soy más feliz.
Pero cuanto más persigo el sentimiento poderoso de llamar la atención, soy más infeliz.
(Aplaude una persona) Y…
gracias.
(Risas)
(Aplausos)
Esto es algo que me pasa desde hace mucho tiempo.
La primera vez que recuerdo usar la actuación para llamar la atención fue a los ocho años en un campamento de verano.
Hacía más o menos un año que iba a audiciones, tuve la suerte de conseguir unos papeles pequeños en programas de televisión y comerciales, y alardeé mucho durante ese verano en el campamento.
Al principio funcionó.
Los otros chicos me prestaron más atención, porque había actuado en «Family Ties».
Aqui una foto mia en «Family Ties».
(Risas)
Entonces, cambió la situación; creo que por alardear demasiado.
Entonces, los otros chicos empezaron a burlarse de mí.
Recuerdo que había una chica de la que me enamoriscaba, Rocky.
Se llamaba Raquel, se hacía llamar Rocky.
Era linda y podía cantar, yo estaba encantado con ella, estaba ahí parado, alardeando.
Y ella se volvió hacia mí y me llamó presumido, que sin duda merecí.
Pero en realidad me dolió.
Y desde ese verano, he sido bastante reacio a buscar atención con mi actuación.
A veces, me preguntaban, «Espera un momento, si no te gusta llamar la atención,
¿por qué eres actor?
«.
Y yo decía, «Porque no tiene que ver con eso la interpretación, sino con el arte».
Y me respondían, «Entiendo, hombre».
(Risas)
Y entonces llegó Twitter.
Estaba enganchado a ello, como todo el mundo, lo que me hizo un gran hipócrita.
Porque en ese momento, usaba mi actuación para que me prestaran atención.
Es decir,
¿pensaba que conseguía todos estos seguidores por mis fantásticos tuits?
Así fue como pensaba, decía,
(Risas)
«No solo les gusto porque me vieron en ‘Batman,’ les gusta lo que tengo que decir, se me dan bien las palabras».
(Risas)
En muy poco tiempo, empezó a impactar mi amado proceso creativo.
Todavía es así.
Intento evitarlo.
Pero estaba sentado, leyendo un guion.
Y en vez de pensar, «
¿Cómo me puedo identificar con este personaje?
«, o «Cómo se identificará el público con esta historia?
«, digo, «Qué va a decir la gente en Twitter sobre esta película?
«.
Y «
¿Cómo les respondería de manera que se reenviara muchas veces, algo no muy polémico, porque la gente ama ofenderse, y no quiero que me despidan?
«.
Eso es lo que estoy pensando cuando debería estar leyendo un guion, intentando ser artista.
No estoy aquí para decirles que la tecnología es el enemigo de la creatividad.
No pienso eso.
Considero a la tecnología una herramienta.
Tiene el potencial de fomentar la creatividad humana sin precedentes.
Incluso establecí una comunidad en línea que se llama HITRECORD, en que gente de todo el mundo colabora en todo tipo de proyectos creativos, así que no creo que las redes sociales, ni los móviles ni ninguna tecnología sea problemática por sí misma.
Pero…
si hablamos del peligro de que la creatividad se convierta en una forma de llamar la atención, debemos hablar del modelo de negocio impulsado por la atención de las grandes empresas de redes sociales,
¿no?
(Aplausos)
Algunos de Uds.
están familiarizados con esto, pero es una pregunta muy pertinente:
¿Cómo hace dinero una plataforma de redes sociales, como Instagram?
No vende un servicio para compartir fotos, ese es gratuito.
¿Qué vende?
Vende atención.
Vende a los anunciantes la atención de sus usuarios.
Hoy en día se discute mucho sobre la medida en que prestamos atención a las redes sociales como Instagram, pero yo pregunto:
¿Cómo consigue Instagram tanta atención?
Es gracias a nosotros.
Cuando alguien publica en Instagram, sus seguidores le prestan un poco de atención, sin importar que tenga pocos o millones de seguidores.
Cuanto más le prestan atención, más atención puede vender Instagram.
A Instagram le conviene que tú consigas el máximo de atención posible.
Entonces te enseña a desear esa atención, a buscarla, a sentirte estresado cuando no recibes bastante.
Instagram hace a sus usuarios adictos al sentimiento poderoso de recibir atención.
Sé que todos bromeamos, diciendo, «Dios mío, estoy muy adicto a mi móvil», pero esta es una verdadera adicción.
Hay pruebas científicas.
Si tienen curiosidad, les recomiendo la obra de Jaron Lanier, Tristan Harris, Nir Eyal.
Pero puedo decirles una cosa.
Ser adicto a que le presten atención es como ser adicto a lo que sea.
Nunca es suficiente.
Crean una cuenta y piensan, «Ojalá tuviera 1000 seguidores, eso sería increíble».
Entonces piensan, «Bueno, una vez que tenga 10 000 seguidores», y, «Una vez que tenga 100…
Una vez que tenga un millón de seguidores, ahí es cuando me sentiré increíble».
Tengo 4,2 millones de seguidores en Twitter, nunca me ha hecho sentir increíble.
No voy a decirles cuántos tengo en Instagram, porque estoy verdaderamente avergonzado por lo bajo que es el número, porque abrí una cuenta en Instagram tras el estreno de Batman.
(Risas)
Miro las cuentas de otros actores, y veo que su número es más alto que el mío, y me hace sentir fatal.
Porque el número de seguidores hace que todos se sientan fatales.
Ese sentimiento de ineptitud es lo que lo propulsa a publicar, para que te presten más atención, y esa atención que recibe es lo que venden estas empresas, es así cómo hacen dinero.
No existe una cantidad de atención que te haga sentir que has conseguido lo que querías que te haga pensar: «Ah, lo conseguí, ahora estoy bien».
Por supuesto, hay muchos actores que son más famosos que yo, con más seguidores que yo, pero apuesto a que les dirían lo mismo.
Si tu creatividad está impulsada por un deseo de llamar la atención, nunca estarás creativamente realizado.
Pero tengo buenas noticias.
Hay otro sentimiento poderoso.
Hay otra cosa que pueden hacer con su atención sin dejar que una gran empresa tecnológica la controle y la venda.
Este es el sentimiento de que hablaba, por el qué amo tanto la interpretación…
por ser capaz de prestar atención a una única cosa.
Resulta que hay evidencia científica que respalda esto.
Los psicólogos y neurocientíficos estudian un fenómeno que llaman «Flujo», algo que ocurre en el cerebro humano al prestar atención a una única cosa, como algo creativo, sin distraerse con más nada.
Algunos dicen que cuánto más haces esto, más feliz serás.
No soy ni psicólogo ni neurocientífico.
Pero puedo decirles que, para mí, es muy cierto.
No siempre es fácil, es difícil.
Se necesita práctica para prestar atención así, cada uno lo hace a su manera.
Pero si hay algo que puedo compartir que me ayuda a concentrarme y prestar atención, es esto: intento no considerar a otra gente creativa como competidores.
Intento buscar colaboradores.
Al actuar en una escena, si considero a los otros actores como competidores, y digo, «Van a recibir más atención que yo, la gente hablará de su actuación más que la mía», perdí la concentración.
Y, por cierto, probablemente actue mal en esa escena.
Pero si considero a los otros actores como colaboradores, se vuelve casi fácil concentrarme, porque solo les presto atención a ellos.
No tengo que pensar en lo que estoy haciendo; yo reacciono a lo que hacen, ellos reaccionan a lo que hago, y así nos ayudamos los unos de los otros.
No quiero que piensen que son solo los actores en un set quienes pueden colaborar de esta manera.
Puedo estar en cualquier situación creativa.
Puede ser profesional o solo por diversión.
Puedo colaborar con personas que no están en la misma habitación que yo.
De hecho, realicé mis proyectos favoritos con gente que nunca conocí en persona.
Por cierto, esto me parece la belleza de internet.
Si pudiéramos parar de competir en llamar la atención, la nternet se convertiría en un lugar ideal para buscar colaboradores.
Al colaborar con otra gente, tanto en el set como en línea, en cualquier lugar, eso hace mucho más fácil que me concentre, porque lo único a que prestamos atención es la tarea en cuestión.
Me siento parte de algo más grande que yo, y nos protegemos unos a otros de todo lo que podría llamarnos la atención, y todos nos podemos concentrar y estar presentes.
Bueno pues, eso funciona para mí.
A veces.
A veces…
no siempre funciona.
A veces, me pierdo en el ciclo adictivo en el que busco atención.
De hecho, incluso en este momento,
¿puedo decir sinceramente que no hay una parte de mí que diga, «Eh, todos, mírenme, estoy dando una charla TED»?
(Risas)
Hay…
hay una pequeña parte.
Pero puedo decirles sinceramente que este proceso creativo entero de escribir y dar esta charla, ha sido una enorme oportunidad de que me concentre y que preste atención a algo que me importa mucho.
Entonces, sin importar cuánta atención me presten como resultado, me alegra haberlo hecho.
Y les agradezco a todos ustedes que me lo hayan permitido.
Gracias, ya está, ahora pueden prestar atención a otra persona.
Gracias de nuevo.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/joseph_gordon_levitt_how_craving_attention_makes_you_less_creative/