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Cómo empecé a componer canciones de nuevo – Charla TED2014

Charla «Cómo empecé a componer canciones de nuevo» de TED2014 en español.

Los primeros años de vida de Sting estuvieron dominados por un astillero y no soñaba con otra cosa que no fuera escapar de la monotonía industrial. Pero luego de un grave bloqueo creativo como compositor que duró años, Sting encontró la forma de canalizar las historias de los trabajadores de los astilleros que conoció en su juventud y transformarlas en canciones. En una charla lírico-confesional, Sting nos entrega las canciones de su próximo musical, y hace un bis de «Message in a Bottle».

  • Autor/a de la charla: Sting
  • Fecha de grabación: 2014-03-18
  • Fecha de publicación: 2014-05-30
  • Duración de «Cómo empecé a componer canciones de nuevo»: 1395 segundos

 

Traducción de «Cómo empecé a componer canciones de nuevo» en español.

(Música) ♪ Está todo en los evangelios ♪ ♪ la chica Magdalena viene a presentar sus respetos ♪ ♪ pero su mente es un torbellino ♪ ♪ Cuando encuentra el sepulcro vacío ♪ ♪ habían quitado la piedra ♪ ♪ No hay rastro del cuerpo ♪ ♪ en la oscuridad y el frío ♪ ♪ Al llegar a la puerta ♪ ♪ ve un espectáculo profano ♪ ♪ Hay una figura solitaria en un halo de luz ♪ ♪ Él simplemente lleva flotando el pasado del Monte Calvario ♪ ♪ en una prisa todopoderosa ♪ ♪ Sí, pero ella todavía podría atraparlo ♪ ♪ Dime dónde fuiste, Señor, ♪ ♪ y por qué tan de prisa ♪ ♪ Oh, apártate mujer ♪ ♪ no tengo tiempo que perder ♪ ♪ porque ellos lanzarán un bote mañana al mediodía ♪ ♪ y tengo que estar allí antes del alba ♪ ♪ Oh, no puedo faltar ♪ ♪ los muchachos me esperan ♪ ♪

¿Por qué si no el buen Señor me resucitaría?

♪ ♪ Nada me detendrá, tengo que superar ♪ ♪ el ojo de la tormenta ♪ ♪ en la boca del vendaval ♪ ♪ Que los ángeles me protejan ♪ ♪ si falla todo lo demás ♪ ♪ Cuando zarpe la última nave ♪ ♪ Oh, el rugir de las cadenas ♪ ♪ y el crujir de los maderos ♪ ♪ El ruido del fin del mundo en tus oídos ♪ ♪ conforme una montaña de acero se abre camino a la mar ♪ ♪ y zarpa la última nave ♪ Nací y me crié a la sombra de un astillero en un pueblito de la costa noreste de Inglaterra.

Algunos de mis primeros recuerdos son de barcos gigantes que bloqueaban el final de mi calle, así como el sol, gran parte del año.

De niño, cada mañana veía miles de hombres caminar por esa colina, yendo a trabajar al astillero.

Veía esos mismos hombres regresar a sus hogares caminando cada noche.

Hay que decirlo: el astillero no era el mejor lugar para vivir al lado ni para trabajar, ciertamente.

El astillero era ruidoso, peligroso, altamente tóxico, con un registro de salud y seguridad espantoso.

A pesar de eso, los hombres y las mujeres que trabajaban en esos barcos estaban muy orgullosos del trabajo que hacían, y con razón.

Muchas de las naves más grandes construidas en el planeta Tierra se hicieron en el final de mi calle.

Mi abuelo había sido carpintero de ribera, y de niño, dado que había pocos empleos distintos en el pueblo, me preguntaba con preocupación si ese sería también mi destino .

Yo estaba abiertamente decidido a que no lo fuera.

Tenía otros sueños, no necesariamente prácticos, pero a los 8 años, recibí como legado una guitarra.

Estaba vieja y maltratada, tenía 5 cuerdas oxidadas y estaba desafinada, pero en seguida aprendí a tocarla y me di cuenta de que sería mi amiga de por vida, mi cómplice y aliada en mi plan de escapar de este paisaje industrial surrealista.

Bueno, dicen que si sueñas algo muy intensamente se hará realidad.

Sea por eso, o porque tuve mucha suerte, este era mi sueño.

Soñaba con dejar este pueblo y, al igual que esas naves, una vez que me lanzara, nunca regresaría.

Soñaba con ser compositor de canciones, que cantaría esas canciones a multitudes de personas en todo el mundo, que me pagarían cantidades extravagantes de dinero, que sería famoso, que me casaría con una hermosa mujer, que tendríamos hijos y una familia, que compraríamos una gran casa en el campo, tendríamos perros, viñedos, y habitaciones repletas de premios Grammy, discos de platino, etc.

Hasta ahora, todo bien,

¿no?


(Risas)
Y luego un día, las canciones dejaron de venir, y cuando uno ya has sufrido períodos de bloqueo creativo, aunque hayan sido breves, esto es algo crónico.

Día tras día, uno enfrenta la hoja en blanco, y no viene nada.

Los días se hacen semanas, y las semanas, meses; y muy pronto esos meses se hacen años y hay poco que mostrar para tanto esfuerzo.

No hay canciones.

Entonces, uno empieza a hacerse preguntas.

¿Qué he hecho para ofender a los dioses y que me abandonen así?

¿Se quita el don para componer canciones tan fácilmente como parece haber sido concedido?

O quizá exista una razón psicológica más profunda.

Siempre fue un pacto fáustico de todos modos.

A uno se lo recompensa por revelar los pensamientos más íntimos, por volcar las emociones privadas en la página para entretener a los otros, para el análisis, el escrutinio de otros, y quizá uno dio ya bastante de lo privado.

Y, sin embargo, si uno mira su trabajo,

¿podría sostenerse que el mejor trabajo no fue sobre uno, en absoluto, sino sobre otra persona?

¿Tu mejor trabajo ocurrió cuando te apartaste de tu propio ego y dejaste de contar tu historia para contar la de otra persona, alguien que quizá no tiene voz, cuando empáticamente te pusiste en sus zapatos un momento o viste el mundo a través de sus ojos?

Bueno, dicen, escribe lo que sabes.

Si ya no puedes escribir sobre ti, entonces

¿sobre quién escribir?

Por eso es irónico que ese paisaje del que quise escapar con tanto esfuerzo y esa comunidad a la que más o menos abandoné y de la que me exilié, fuera el mismo paisaje, la misma comunidad a la que habría de regresar para encontrar mi musa perdida.

Y tan pronto como lo hice, tan pronto como decidí honrar a la comunidad de la que vengo y contar su historia, las canciones empezaron a brotar a borbotones, rápido.

Lo he descrito como una especie de vómito explosivo, un torrente de ideas, personajes, voces, versos, coplas, canciones enteras, casi terminadas, que se materializaron delante mío como si hubieran estado encerradas en mi interior durante muchos, muchos años.

Una de las primeras cosas que hice fue escribir una lista de nombres de personas que conocía, y se transformaron en personajes de una especie de drama tridimensional, en el que contaban quiénes son, qué hacen, sus esperanzas y sus temores por el futuro.

Este es Jackie White.

Es el presidente del astillero.

«Mi nombre es Jackie White, soy capataz aquí así que no se metan con Jackie en este muelle.

Soy fuerte como una placa de hierro.

¡Ay de ti si llegas tarde cuando tenemos que empujar un barco en la marea de primavera! Ahora puedes morir y esperar el cielo, pero tienes que trabajar tu turno, y espero que nos sigas a capa y espada, porque si San Pedro en su puerta te preguntara por qué llegas tarde, por qué, dile que tenías que terminar un barco.

Construimos acorazados y cruceros para Su Majestad, la reina, superpetroleros para Onassis y todas las clases intermedias.

Hemos construido el buque con mayor tonelaje que el mundo haya visto jamás».

♪ Y la única vida que vale la pena conocer es la del astillero ♪ ♪ acero en el depósito, hierro en el alma ♪ ♪ Hace aparecer una nave ♪ ♪ donde antes había un casco ♪ ♪ No sabemos qué haremos ♪ ♪ si se vende este lote ♪ ♪ porque la única vida que vale la pena conocer es la del astillero ♪
(Aplausos)
Y al haber decidido escribir sobre otras personas en vez de escribir de mí, otra ironía es que a veces uno revela más sobre uno de lo que jamás hubiera pretendido.

Esta canción se titula «Las botas del muerto», y es una expresión que describe lo difícil que es conseguir un empleo; en otras palabras, uno solo consigue un empleo en el astillero si alguien muere.

O quizá tu padre podría hacerte entrar de aprendiz a los 15 años.

Pero, a veces, el amor de un padre puede malinterpretarse como control, y, por el contrario, la ambición del hijo puede parecer una fantasía de castillos en el aire.

(Música) ♪

¿Ves estas botas de trabajo en mis manos?

♪ ♪ Probablemente ahora te queden, hijo mío.

♪ ♪ Tómalas, son mi regalo.

♪ ♪

¿Por qué no te las pruebas?

♪ ♪ Haría bien a tu viejo verte ♪ ♪ caminar con estas botas un día.

♪ ♪ Y tomar su lugar entre los hombres ♪ ♪ que trabajan en la grada.

♪ ♪ Estas botas del muerto, aunque están viejas y trajinadas, ♪ ♪ sirven al compañero que necesita trabajo y un lugar en el mundo.

♪ ♪ Y es hora de que el hombre eche raíces, ♪ ♪ y camine hasta el río con las botas de su viejo.

♪ ♪ Me dijo: «Estoy muriendo, hijo, te pido ♪ ♪ que hagas una última cosa por mí.

♪ ♪ Apenas eres un arbolito, y crees que eres un árbol.

♪ ♪ Si tienes una semilla que cultivar ♪ ♪ primero debes echar raíces.

♪ ♪ Pon primero un pie, y luego el otro ♪ ♪ en estas botas del muerto, ♪ ♪ en estas botas del muerto, que aunque viejas y trajinadas ♪ sirven al compañero que necesita trabajo y un lugar en el mundo.

♪ ♪ Y es hora de que el hombre eche raíces, ♪ ♪ y camine hasta el río con las botas de su viejo.

♪ Dije: «

¿Por qué diablos haría eso?

♪ ♪

¿Por qué estaría de acuerdo?

» ♪ ♪ Cuando su mano fue todo lo que recibí, ♪ ♪ hasta donde recuerdo.

♪ ♪ No es que me haya malcriado con su bondad.

♪ ♪ Para entonces, como ven ♪ ♪ tenía mi propio plan y dejaría este lugar ♪ ♪ cuando tuviera la edad en septiembre.

♪ ♪ Estas botas del muerto conocen su camino colina abajo.

♪ ♪ Podrían llegar allí solas, y probablemente lo harán.

♪ ♪ Yo tengo muchas opciones, muchos otros caminos.

♪ ♪ Nunca me verás caminar con esas botas del muerto.

♪ ♪

¿Qué le hizo pensar ♪ ♪ que me haría feliz terminar como él ♪ ♪ que apenas le quedaban dos céntimos ♪ ♪ y no tenía dónde caerse muerto?

♪ ♪ Quería lo mismo para mí.

♪ ♪

¿Era su último deseo?

♪ ♪ Me dijo: «

¿Qué diablos harás?

♪ ♪ Le dije: «Lo que sea, ¡menos esto! ♪ ♪ Estas botas del muerto conocen su camino colina abajo.

♪ ♪ Pueden llegar allí solas, y probablemente lo harán ♪ ♪ pero no conmigo porque voy a otro lado.

♪ ♪ Hasta aquí llegamos, ahora seguiré mi camino.

♪ ♪ Cuando todo lo que queda es esa cruz en la pared, ♪ ♪ no quiero nada de ti, no quiero nada en absoluto; ♪ ♪ ni una pensión, ni una miseria, cuando toda tu vida acabe.

♪ ♪ Métete esto en la cabeza: no soy como tú.

♪ ♪ Ya he terminado las discusiones, no habrá más disputas.

♪ ♪ Y morirás antes de verme con tus botas de muerto.


(Aplausos)
Gracias.

Cada vez que botaban una nave grande, invitaban a algún dignatario de Londres al tren para dar un discurso, romper una botella de champán, lanzarlo por la grada en el río y hacia el mar.

De vez en cuando, si era un barco realmente importante, invitaban a un miembro de la familia real, al duque de Edimburgo, a la princesa Ana, o a alguien.

Y deben recordar que hasta no hace tanto tiempo se creía que la familia real de Inglaterra tenía poderes mágicos de sanación.

Se levantaba a los niños enfermos entre las multitudes para tratar de que toquen el manto del rey o de la reina para curarlos de alguna enfermedad terrible.

No era tan así en mi época, pero igual nos entusiasmábamos mucho.

Entonces, es día del botadura, sábado.

Mi madre me vistió con la mejor ropa de domingo.

No estoy muy contento con ella.

Todos los niños están en la calle, tenemos banderitas para agitar, y en la cima de la colina, aparece un cortejo en motocicleta.

En medio de las motocicletas, hay un gran Rolls-Royce negro.

Dentro del Rolls-Royce está la Reina Madre.

Es algo importante.

La procesión se mueve con paso ritmo majestuoso por mi calle, y cuando se acerca a mi casa, empiezo a agitar mi bandera con fuerza, y allí está la Reina Madre.

La veo, y ella parece verme.

Me responde.

Me saluda con la mano, y sonríe.

Y yo agito mi bandera aún más vigorosamente.

Estamos teniendo un momento, la Reina Madre y yo.

Ella me saludó.

Y luego se ha ido.

Bueno, no me curé de nada.

Fue al revés, en realidad.

Me infecté.

Me infecté con una idea: No pertenezco a esta calle.

No quiero vivir en esa casa.

Yo no quiero terminar en ese astillero.

Quiero estar en ese auto.


(Risas)
Quiero una vida más grande.

Quiero una vida más allá de esta ciudad.

Quiero una vida fuera de lo común.

Es mi derecho.

Tengo tanto derecho como ella.

Por eso estoy aquí en TED, supongo que para contar esa historia, y creo apropiado decir lo obvio, que hay un vínculo simbiótico e intrínseco entre contar historias y la comunidad, entre la comunidad y el arte, entre la comunidad, la ciencia y la tecnología, entre la comunidad y la economía.

Yo creo que la teoría económica abstracta que niega las necesidades de la comunidad o que niega la contribución que hace la comunidad a la economía es miope, cruel e insostenible.


(Aplausos)
De hecho, sea uno una estrella de rock o soldador en un astillero, miembro de una tribu en el Amazonas, o la reina de Inglaterra, al fin de cuentas, estamos todos en el mismo barco.

♪ Sí, los lacayos están con frenética indignación ♪ ♪ La reina, por su cuenta, tomó un taxi a la estación.

♪ ♪ Los maleteros sorprendidos porque no tenía equipaje real, ♪ ♪ la llevaron con sus tres corgis a la parte trasera del vagón♪ ♪ porque el tren está abarrotado por la nobleza europea.

♪ ♪ Y ninguno se caracteriza por su compatibilidad.

♪ ♪ Hay peleas por los asientos.

♪ ♪ «Ruego me disculpe, Su Gracia, ♪ ♪ pero verá, ese es mío, así que ¡vuelva a su lugar! ♪ ♪ «Sí, pero

¿a dónde van?

» ♪ ♪ Los maleteros debaten: ♪ ♪ «

¿Por qué van a Newcastle y no se atreven a llegar tarde?

♪ ♪ Porque botarán un barco en el Tyne con la marea alta.

♪ ♪ Y han venido de todas partes, de aquí y de allá.

♪ ♪ Está el viejo Dalai Lama.

♪ ♪ Y el pontífice de Roma.

♪ ♪ De cada palacio de Europa, y no hay casuchas.

♪ ♪ Está la duquesa de Cornwall y el leal príncipe de Gales, ♪ ♪ aplastado e incómodo con su sombrero de copa y su frac.

♪ ♪ Bueno, ellos no tienen boletos.

♪ ♪ Vamos, es solo un detalle.

♪ ♪ No hubo tiempo para comprarlos y hay que seguir adelante.

♪ ♪ ¡O llegamos a los astilleros, o terminaremos en la cárcel! ♪ ♪ Cuando zarpe la última nave ♪ ♪ Oh, el rugir de las cadenas ♪ ♪ y el crujir de los maderos ♪ ♪ El ruido del fin del mundo en tus oídos ♪ ♪ conforme una montaña de acero se abre camino a la mar ♪ ♪ y zarpa la última nave ♪ ♪ todo lo que hayas prometido, ♪ ♪ lo que sea que hayas hecho ♪ ♪ y sea cual fuere la posición a la que has llegado en la vida♪ ♪ en el nombre del Padre, en el nombre del Hijo, ♪ ♪ y sea cual fuere el rumbo que hayas tomado en la vida ♪ ♪ en la Tierra, o en el Cielo, o debajo del Sol ♪ ♪ Cuando zarpe la última nave ♪ ♪ Oh, el rugir de las cadenas ♪ ♪ y el crujir de los maderos ♪ ♪ El ruido del fin del mundo en tus oídos ♪ ♪ conforme una montaña de acero se abre camino a la mar ♪ ♪ y zarpa la última nave ♪ Muchas gracias por escuchar mi canción.

Gracias.


(Aplausos)
Gracias.

Bueno, tienen que participar si la saben.

(Música)
(Aplausos)
♪ Solo un náufrago.

♪ ♪ Una isla perdida en el mar.

♪ ♪ Otro día solitario.

♪ ♪ Con nadie aquí más que yo.

♪ ♪ Más soledad de la que cualquier hombre puede resistir.

♪ ♪ Rescátenme antes de que me gane la desesperación.

♪ ♪ Enviaré un SOS al mundo.

♪ ♪ Enviaré un SOS al mundo.

♪ ♪ Espero que alguien reciba mi…

♪ ♪ Espero que alguien reciba mi…

♪ ♪ Espero que alguien reciba mi…

♪ ♪ …mensaje de la botella.

♪ ♪ …mensaje de la botella.

♪ ♪ Ha pasado un año desde que escribí mi nota, ♪ ♪ pero debería haber sabido esto desde el principio.

♪ ♪ Solo la esperanza puede mantenerme entero.

♪ ♪ El amor puede arreglar tu vida, ♪ ♪ pero también romperte el corazón.

♪ ♪ Enviaré un SOS al mundo.

♪ ♪ Enviaré un SOS al mundo.

♪ ♪ Espero que alguien reciba mi…

♪ ♪ Espero que alguien reciba mi…

♪ ♪ Espero que alguien reciba mi…

♪ ♪ …mensaje de la botella.

♪ ♪ …mensaje de la botella.

♪ ♪ …mensaje de la botella.

♪ ♪ …mensaje de la botella.

♪ ♪ Salí a caminar esta mañana, ♪ ♪ no puedo creer lo que vi.

♪ ♪ Cien mil millones de botellas ♪ ♪ Arrastradas por el mar en la playa.

♪ ♪ Parece que no estoy solo en esto de estar solo.

♪ ♪ Cien mil millones de náufragos ♪ ♪ que buscan un hogar.

♪ ♪ Enviaré un SOS al mundo.

♪ ♪ Enviaré un SOS al mundo.

♪ ♪ Espero que alguien reciba mi…

♪ ♪ Espero que alguien reciba mi…

♪ ♪ Espero que alguien reciba mi…

♪ ♪ …mensaje de la botella.

♪ ♪ …mensaje de la botella.

♪ ♪ …mensaje de la botella.

♪ ♪ …mensaje de la botella.

♪ Voy a pedirles que canten después de mí, bueno, la siguiente parte.

Es muy fácil.

Canten al unísono.

Aquí vamos.

♪ Enviando un SOS.

♪ Ahora, vamos.

Público: ♪ Enviando un SOS.

♪ Sting: ♪ Enviando un SOS.

♪ Público: ♪ Enviando un SOS.

♪ Sting: ♪ Enviando un SOS.

♪ Público: ♪ Enviando un SOS.

♪ Sting: ♪ Enviando un SOS.

♪ Público: ♪ Enviando un SOS.

♪ Sting: ♪ Enviando ♪ ♪ Enviando un SOS.

♪ ♪ Enviando un SOS.

♪ ♪ Enviando un SOS.

♪ ♪ Enviando un SOS.

♪ ♪ I-a-oo-ooooooo ♪ Gracias, TED.

Buenas noches.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/sting_how_i_started_writing_songs_again/

 

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