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Cómo es ser hijo de inmigrantes – Charla TED Residency

Charla «Cómo es ser hijo de inmigrantes» de TED Residency en español.

Michael Rain tiene la misión de contar las historias de los inmigrantes de primera generación, que tienen fuertes lazos tanto con los países en los que crecieron como con sus países de origen. En una charla personal, rompe con las descripciones erróneas y las narrativas limitadas de los inmigrantes y comparte las historias de los mundos a los que pertenecen. «Somos crisoles de cultura andantes», dice Rain. «Si algo en ese crisol les huele nuevo o diferente, no levanten la nariz. Pídannos que compartamos».

  • Autor/a de la charla: Michael Rain
  • Fecha de grabación: 2017-11-28
  • Fecha de publicación: 2018-05-22
  • Duración de «Cómo es ser hijo de inmigrantes»: 481 segundos

 

Traducción de «Cómo es ser hijo de inmigrantes» en español.

Recuerdo una mañana cuando estaba en tercer grado, mi mamá me envió a la escuela con un plato ghanés: «Fufu».


(Risas)
Fufu es una bola blanca de almidón de yuca, y se sirve con una sopa ligera, que es de color naranja oscuro, y contiene pollo o carne de res, o ambos.

Es un plato salado y sabroso que mi mamá pensó que me daría calor en un día frío.

Cuando salí a almorzar y abrí mi termo, soltando estos nuevos olores en el aire, mis amigos no reaccionaron favorablemente.


(Risas)
«

¿Qué es eso?

«, preguntó uno de ellos.

«Es fufu», respondí.


(Risas)
«Uy, eso huele raro.

¿Qué es un fufu?

«, preguntaron.

Su reacción me hizo perder el apetito.

Le rogué a mama que no me enviara más a la escuela con fufu.

Le pedí que me hiciera sándwiches o sopa de fideos o cualquiera de los otros alimentos que mis amigos comían.

Y esta fue una de las primeras veces que noté la distinción entre aquello que era único para mi familia y aquello que era común para los demás, lo que era ghanés, lo que era africano y lo que era americano.

Soy un estadounidense de primera generación.

Mis dos padres son inmigrantes.

De hecho, mi padre, Gabriel, vino a EE.

UU.

hace casi 50 años.

Llegó a Nueva York desde una ciudad llamada Kumasi en una región del norte de Ghana, en África Occidental.

Vino a la escuela, obtuvo su licenciatura en contabilidad y finalmente se convirtió en contador.

Mi madre, Georgina, se le unió años después.

Ella amaba la moda y trabajó en una fábrica de costura en el bajo Manhattan, hasta que ahorró lo suficiente para abrir su propia tienda de ropa.

Me considero estadounidense, africano y ghanés.

Y hay millones de personas alrededor del mundo que están compaginando estas diferentes clasificaciones.

Pueden ser jamaicano-canadienses, coreano-estadounidenses o nigeriano-británicos.

Pero lo que diferencia nuestras historias y experiencias es que no nacimos ni crecimos en el país de nuestros padres, y esto puede causar que se nos malinterprete cuando se nos mira a través de una lente estrecha.

Crecí en Nueva York, hogar del mayor número de inmigrantes en todo EE.

UU.

Y uno pensaría que al crecer en un lugar como Nueva York, sería fácil para alguien de primera generación encontrar su lugar.

Pero a lo largo de mi infancia, hubo momentos que formaron mi comprensión de los diferentes mundos a los que pertenecía.

Cuando estaba en quinto grado, un estudiante me preguntó si mi familia era refugiada.

No sabía el significado de esa palabra.

Me explicó que sus padres le dijeron que los refugiados son personas de África que vienen a EE.

UU.

para escapar de la muerte, el hambre y las enfermedades.

Así que les pregunté a mis padres y se rieron un poco, no porque fuera gracioso sino por ser una generalización.

Me aseguraron que tenían lo suficiente para comer en Ghana y que vinieron voluntariamente a EE.

UU.


(Risas)
Al ir creciendo, estas preguntas se volvieron más complejas.

La escuela secundaria fue la primera vez que estudié con muchos alumnos negros estadounidenses, y muchos de ellos no entendían por qué yo sonaba diferente o por qué mis padres parecían diferentes a los suyos.

«

¿Acaso eres negro?

«, preguntó un estudiante.

Yo pensaba que era negro.


(Risas)
Creí que la tez de mi piel lo dejaba claro.


(Risas)
Le pregunté a mi padre, y me compartió su propia confusión al respecto cuando vino por primera vez a EE.

UU.

Me explicó que, cuando estaba en Ghana, todos eran negros, así que nunca pensó en ello.

Pero en EE.

UU.

es un tema.


(Risas)
Me decía: «Pero tú eres africano.

Recuérdalo».

Y lo enfatizaba, aunque muchos africanos en el continente me considerarían solo un estadounidense.

Estos conceptos erróneos y complejos asuntos culturales no son solo preguntas de niños.

Los adultos no saben quiénes son los inmigrantes.

Si miramos las tendencias actuales, si les pregunto:

¿Cuál es el grupo demográfico de inmigrantes de más rápido crecimiento en EE.

UU.?

¿Cuál creerían que es?

Nueve de 10 personas me dicen que son los latinos, pero en realidad son los inmigrantes africanos.

¿Qué tal en la academia?

¿Cuál es el grupo demográfico inmigrante más educado?

Muchos creen que son asiáticos, pero en verdad son africanos.

Incluso en materia de política,

¿sabían que tres de los ocho países con la «prohibición de viajar» son países africanos?

Se cree que esos musulmanes viven solamente en Medio Oriente, pero muchos de los vetados son africanos.

Así que, en estas cuestiones de educación, política y religión, mucho de lo que suponemos de los inmigrantes es incorrecto.

Incluso si observamos la diversidad y la inclusión laboral si les pregunto qué combinación de género y etnia tiene menos probabilidades de subir a puestos gerenciales,

¿cuál pensarían que es?

La respuesta no es africanos esta vez.


(Risas)
Y no son mujeres u hombres negros, ni mujeres u hombres latinos.

Las asiáticas son las menos propensas a ser ascendidas.

Capturar estas historias y problemas es parte de mi trabajo como narrador digital que con la tecnología ayuda a la gente a hallar estas historias.

Este año, lancé una galería en línea de retratos y relatos de primera mano para un proyecto llamado Enodi.

El objetivo de Enodi es resaltar inmigrantes de primera generación que llevamos esta afinidad por los países donde crecimos, por los países de origen y por este concepto llamado «negrura».

Creé este hogar virtual para quienes somos incomprendidos en nuestros países de origen.

Hay millones de Enodis que utilizan guiones para conectar sus países de origen con sus diversos hogares en EE.

UU., Canadá, Gran Bretaña o Alemania.

De hecho, muchas personas que quizá conozcan son Enodi.

Los actores Issa Rae e Idris Elba son Enodi.

Colin Powell, el ex procurador general Eric Holder, el expresidente de EE.

UU.

Barack Obama, son todos hijos de inmigrantes africanos o caribeños.

¿Pero cuánto saben de nosotros?

Esta complicada navegación no es solo la experiencia de la gente de primera generación.

Estamos tan entrelazados en la vida y la cultura de la gente en Norteamérica y Europa, que se sorprenderán de cuán críticos somos con sus historias y su futuro.

Así que involúcrennos en la conversación; descubran quiénes son en verdad los inmigrantes, y apártennos de caracterizaciones, narraciones mediáticas limitadas o de quienes parecemos ser.

Somos crisoles de cultura andantes, y si algo en ese crisol les huele nuevo o diferente,
(Risas)
no levanten la nariz.

Pídannos que compartamos.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/michael_rain_what_it_s_like_to_be_the_child_of_immigrants/

 

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