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Charla «Cómo esta estrategia del FBI crea terroristas con sede en EE.UU.» de TED2015 en español.
Hay una organización responsable de más complots terroristas en Estados Unidos que al-Qaeda, Al-Shabaab e ISIS juntos: El FBI. ¿Cómo? ¿Por qué? En una charla reveladora, el periodista de investigación Trevor Aaronson revela una práctica preocupante del FBI que engendra complots terroristas mediante la explotación de musulmanes estadounidenses con problemas de salud mental.
- Autor/a de la charla: Trevor Aaronson
- Fecha de grabación: 2015-03-16
- Fecha de publicación: 2015-06-04
- Duración de «Cómo esta estrategia del FBI crea terroristas con sede en EE.UU.»: 562 segundos
Traducción de «Cómo esta estrategia del FBI crea terroristas con sede en EE.UU.» en español.
El FBI es responsable de más complots terroristas en EE.UU.
que cualquier otra organización.
Más que Al Qaeda, más que Al Shabaab, más que el Estado Islámico, más que todos ellos juntos.
Probablemente el FBI no es como Uds.
piensan.
Probablemente piensan en agentes del FBI disparando a los malos como John Dillinger o deteniendo a políticos corruptos.
Tras los ataques terroristas del 11-S, el FBI se preocupó menos de mafiosos y funcionarios electos corruptos.
El nuevo objetivo fueron los terroristas, y la caza de terroristas absorbió al FBI.
Cada año, la Oficina gasta USD 3300 millones en actividades antiterroristas nacionales.
Compárenlo con los solo USD 2,6 millones para el crimen organizado, fraude financiero, corrupción pública y todo tipo de actividad delictiva tradicional.
He pasado años metido en los expedientes de juicios de terrorismo en EE.UU.
y he llegado a la conclusión de que el FBI es mucho mejor en la creación de terroristas que en su captura.
En los 14 años transcurridos tras el 11-S, se pueden contar cerca de 6 ataques terroristas reales en EE.UU.
Incluidos los atentados del maratón de Boston en 2013, así como los ataques fallidos, como el de un hombre llamado Faisal Shahzad que intentó poner un auto bomba en Times Square.
Pero en esos mismos 14 años, la administración se ha jactado de frustrar docenas de complots terroristas.
En total, el FBI ha detenido a más de 175 personas en soplos agresivos contraterroristas.
Estas operaciones, que, en general, se derivan de un informante, dan los medios y la oportunidad, e incluso a veces la idea, de que personas con enfermedades mentales y económicamente desesperadas se conviertan en lo que hoy llamamos terroristas.
Después del 11-S el FBI recibió la consiga: nunca más.
Nunca más otro ataque en suelo estadounidense.
El FBI debía encontrar a terroristas antes de que ellos atacaran.
Para ello, los agentes reclutaron a más de 15 000 informantes a nivel nacional, todos en busca de alguien que pudiera ser peligroso.
Un informante puede ganar USD 100 000 o más por cada caso de terrorismo que reporten al FBI.
Así es, el FBI paga en su mayoría a delincuentes y estafadores una cifra de 6 dígitos para espiar a comunidades en EE.UU.
en su mayoría comunidades estadounidenses musulmanas.
Estos informantes nombraron a gente como Abu Khalid Abdul-Latif y Walli Mujahidh.
Ambos enfermos mentales.
Abdul-Latif con un historial de esnifar gasolina e intento de suicidio.
Mujahidh con un trastorno esquizoafectivo, tenía problemas para distinguir entre realidad y fantasía.
En 2012 el FBI arrestó a ambos hombres por conspirar en el ataque a una unidad militar de las afueras de Seattle con armas proporcionadas, por supuesto, por el FBI.
El informante del FBI era Robert Childs, un violador y abusador de niños condenado al que se le pagó USD 90 000 por su trabajo en el caso.
Este no es un caso atípico.
En 2009 un informante del FBI huido a Pakistán por cargos de asesinato acusó a 4 hombres de un complot para bombardear sinagogas en el Bronx.
El principal acusado fue James Cromitie, un empleado de Walmart en la ruina con un historial de problemas mentales.
Y el informante le había ofrecido USD 250 000 si participaba en este complot.
Hay muchos más ejemplos.
Hoy, The Intercept publicó mi nueva historia sobre una redada contraterrorista en Tampa que implicaba a Sami Osmakac, un joven que vivía cerca de Tampa, Florida.
Osmakac también tenía un trastorno esquizoafectivo.
También en la ruina, y no tenía conexiones con grupos terroristas internacionales.
Sin embargo, un informante del FBI le dio un trabajo, le entregó el dinero, le presentó a un agente encubierto haciéndose pasar por terrorista, y le atrajo en un complot para bombardear un bar irlandés.
Pero aquí está lo interesante: El agente encubierto —se le puede ver en la foto con la cara borrosa— volvió a la oficina de campo de Tampa con su equipo de grabación.
A puerta cerrada, admitió a agentes del FBI que lo que hacían era una farsa.
Un juez federal no quiso que estas conversaciones salieran.
Selló las transcripciones y las colocó bajo orden de protección en un intento de evitar que alguien como yo hiciera algo como esto.
A puerta cerrada, el agente jefe, el supervisor de equipo, describió a su aspirante a terrorista como «tonto retrasado que no sabe hacer la O con un canuto».
Describieron sus ambiciones terroristas como quimera confusa.
Pero eso no detuvo al FBI.
Ellos proporcionaron a Sami Osmakac todo lo que necesitaba.
Le dieron un auto bomba, le dieron un fusil AK-47, le ayudaron a hacer un vídeo martirio, e incluso le dieron dinero para un taxi para que se fuera a donde ellos querían que fuera.
Como estaban elaborando el soplo, el supervisor dijo a sus agentes que quería un final de Hollywood.
Y le dieron un final de Hollywood.
Cuando Sami Osmakac intentó entregar lo que pensaba que era un auto bomba, fue detenido, condenado y sentenciado a 40 años de prisión.
Sami Osmakac no está solo.
Él es uno de más de 175 denominados terroristas, para quien el FBI ha creado finales de Hollywood.
Funcionarios del gobierno de EE.UU.
lo llaman Guerra contra el Terror.
Es solo teatro, un teatro de la seguridad nacional, con enfermos mentales como Sami Osmakac, actores involuntarios en una producción cuidadosamente orquestada traída hasta Uds.
por el FBI.
Gracias.
(Aplausos) Tom Rielly: Esas son acusaciones muy fuertes, denuncias muy fuertes.
¿Cómo se sostiene esto? T.
Aaronson: Mi investigación comenzó en 2010 al recibir una beca para el Programa de Periodismo Investigativo de la UC Berkeley, y un asistente de investigación y yo armamos una base de datos de todos los procesamientos de terrorismo de la primera década tras el 11-S.
Y usamos el expediente de la corte para saber si los acusados tenían conexiones con grupos terroristas internacionales, si se usó un informante, y si el informante desempeñaba el papel de agente provocador proporcionando los medios y la oportunidad.
Y lo enviamos al FBI pidiéndoles que vieran nuestra base de datos.
Si creían que había algún error, que nos dijeran cuáles eran y volveríamos a ver y actualizar.
Nunca desmintieron nuestros hallazgos.
Más tarde, usé esos datos en un artículo de la revista y más tarde en mi libro, y en apariciones en lugares como CBS y NPR, se les ofreció la oportunidad de nuevo de decir, «los hallazgos de Aaronson son falsos».
Y nunca han dicho: «Existen problemas con los resultados».
Grupos como Human Rights Watch ya han usado los datos en su reciente informe sobre operaciones de señuelo.
Y hasta el momento, el FBI nunca ha respondido a estos cargos de no capturar realmente a terroristas sino de capturar a enfermos mentales que puede vestirse como terroristas en operaciones de señuelo.
TR: The Intercep es la nueva web de periodismo de investigación, cofundada por Glenn Greenwald.
Háblanos de tu artículo y por qué existe.
TA: The Intercep parecía ser el lugar más lógico para esto porque mi artículo está realmente aprovechando el hecho de que una fuente me había filtrado transcripciones de estas conversaciones privadas del FBI que un juez federal había sellado basándose en la afirmación del gobierno de que su publicación dañaría irreparablemente la estrategia de aplicación de la ley del gobierno de EE.UU.
Así que un lugar como The Intercept se creó para proteger a periodistas y publicar su trabajo cuando tratan temas tan sensibles como este.
Mi historia en The Intercept que acaba de publicarse hoy, cuenta la historia de cómo a Sami Osmakac se le involucró en este montaje del FBI con muchos más detalles.
En esta charla, solo pude destacar las cosas que dijeron, como llamarlo «tonto retrasado».
Pero fue mucho más elaborado, al empeñarse en poner dinero en manos de Sami Osmakac, que luego usó para comprar armas del agente encubierto.
Cuando fue a juicio, la pieza central de la evidencia era que él pagó por estas armas, cuando estas transcripciones muestran cómo el FBI orquestó a alguien con una enfermedad mental y arruinado para que obtuviera dinero y luego pagar por las armas que sirvieran para denunciar una conspiración.
TR: Una última pregunta.
Hace menos de 10 días, el FBI arrestó a algunos sospechosos potenciales del ISIS en Brooklyn, diciendo que ellos podrían dirigirse a Siria, ¿era así o solo ejemplos de más de lo mismo? TA: Hasta ahora sabemos lo que dice el expediente judicial, pero parece sugerir que es un ejemplo más de lo mismo.
Este tipo de operaciones de señuelo van por modas.
Al principio eran complots de Al Qaeda, y el Estado Islámico es la moda actual.
Digno de mención es que los 3 hombres acusados solo iniciaron el complot de ir a Siria tras la introducción del informante del FBI, y de hecho, el informante del FBI los ayudó con documentos de viaje necesarios.
En un giro cómico en ese caso particular, la madre de un acusado había descubierto que él estaba interesado en ir a Siria y escondió su pasaporte.
Así que si él hubiera ido al aeropuerto, nunca podría haber viajado a ninguna parte.
Hay personas que podrían querer formar parte del Estado Islámico en EE.UU.
y esas son las personas que el gobierno de EE.UU.
debe buscar para ver si buscan la violencia aquí.
En este caso, dada la evidencia hasta ahora, sugiere que el FBI posibilitó que estos chicos planearan ir a Siria, cuando, en primera instancia, estaban lejos de ello.
TR: Muchas gracias, es increíble.
TA: Gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/trevor_aaronson_how_this_fbi_strategy_is_actually_creating_us_based_terrorists/