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Charla «¿Cómo funcionan las hormonas? – Emma Bryce» de TED-Ed en español.
Ver la lección completa en https://ed.ted.com/lessons/how-do-your-hormones-work-emma-bryce
A lo largo de la vida, nuestro cuerpo experimenta una serie de metamorfosis extraordinarias: crecemos, pasamos por la pubertad y muchos nos reproducimos. En un segundo plano, el sistema endocrino trabaja constantemente para orquestar estos cambios. Emma Bryce explica cómo este sistema lo regula todo, desde el sueño hasta el ritmo cardíaco, ejerciendo su influencia sobre todas y cada una de las células.
Lección de Emma Bryce; animación de Daniel Gray.
- Autor/a de la charla: Emma Bryce
- Fecha de grabación: 2018-06-21
- Fecha de publicación: 2018-06-21
- Duración de «¿Cómo funcionan las hormonas? – Emma Bryce»: 300 segundos
Traducción de «¿Cómo funcionan las hormonas? – Emma Bryce» en español.
En el transcurso de la vida, nuestro cuerpo se somete a una serie de metamorfosis extraordinarias: crecemos, pasamos por la pubertad y muchos nos reproducimos.
En un segundo plano, el sistema endocrino funciona constantemente para orquestar estos cambios.
Junto al crecimiento y la madurez sexual, este sistema lo regula todo, desde el sueño hasta el ritmo cardíaco, ejerciendo su influencia sobre cada una de las células.
El sistema endocrino se basa en la interacción de tres piezas fundamentales para hacer su trabajo: las glándulas, las hormonas y billones de receptores celulares.
En primer lugar, hay varias glándulas productoras de hormonas: tres en el cerebro y siete en el resto del cuerpo.
Cada una está rodeada por una red de vasos sanguíneos, de donde extraen los ingredientes para fabricar docenas de hormonas.
Luego, esas hormonas son liberadas en pequeñas cantidades e ingresan, por lo general, al torrente sanguíneo.
Una vez allí, cada hormona necesita localizar un conjunto de células meta para provocar un cambio específico.
Para encontrar sus objetivos, se vale de receptores, que son proteínas especiales dentro o en la superficie de la célula.
Esos receptores reconocen hormonas específicas cuando pasan cerca, y se unen a ellas.
Cuando esto sucede, esa combinación hormona-receptor desencadena una serie de efectos que aumentan o bien disminuyen procesos específicos en la célula para cambiar la forma en que esta se comporta.
Al exponer de manera simultánea millones de células a las hormonas en cantidades cuidadosamente reguladas, el sistema endocrino impulsa cambios a gran escala por todo el cuerpo.
Tomemos, por ejemplo, la tiroides y las dos hormonas que produce: la triyodotironina y la tiroxina.
Estas hormonas viajan a la mayoría de las células del cuerpo, e influyen en la rapidez de las células para consumir energía y para funcionar.
A su vez, esto lo regula todo, desde la frecuencia respiratoria hasta el latido del corazón, la temperatura corporal y la digestión.
Algunos de los efectos más familiares y visibles de las hormonas ocurren durante la pubertad.
En los varones, la pubertad comienza cuando los testículos comienzan a segregar testosterona.
Eso desencadena el desarrollo gradual de los órganos sexuales, hace crecer el vello facial, profundiza la voz y estimula el crecimiento en altura.
En las mujeres, el estrógeno secretado por los ovarios indica el comienzo de la edad adulta.
Esto hace que el cuerpo se desarrolle, las caderas se ensanchen y el revestimiento del útero aumente su grosor, preparando el cuerpo para la menstruación o el embarazo.
Un concepto erróneo extendido sobre el sistema endocrino es que existen hormonas exclusivamente masculinas y femeninas.
De hecho, tanto hombres como mujeres tienen estrógeno y testosterona, pero en diferentes cantidades.
Ambas hormonas juegan un papel en el embarazo también, junto con más de otras 10 hormonas que aseguran el crecimiento del feto, posibilitan el parto y ayudan a la madre a alimentar a su hijo.
Estos períodos de cambio hormonal también están asociados con fluctuaciones en el estado de ánimo.
Esto se debe a que las hormonas pueden influenciar la producción de ciertas sustancias químicas en el cerebro, como la serotonina.
Cuando los niveles químicos se alteran, también pueden causar cambios en el estado de ánimo.
Pero esto no significa que las hormonas tengan un poder ilimitado sobre nosotros.
Suele considerarse que las hormonas rigen nuestro comportamiento, haciéndonos esclavos de sus efectos, especialmente durante la pubertad.
Pero las investigaciones muestran que nuestra conducta está influenciada por una serie de causas, como el cerebro y sus neurotransmisores, las hormonas y distintos factores sociales.
La función principal del sistema endocrino es regular nuestros procesos fisiológicos, no controlarnos.
Pero, a veces, la enfermedad, el estrés, e incluso la dieta pueden interrumpir esa función reguladora, alterando la cantidad de hormonas que secretan las glándulas o cambiando la forma en que las células responden.
La diabetes es uno de los trastornos hormonales más comunes que ocurre cuando el páncreas segrega muy poca insulina, una hormona que maneja los niveles de azúcar en la sangre.
Y el hipo e hipertiroidismo ocurren cuando la glándula tiroides produce muy poca o demasiada hormona tiroidea.
Un bajo nivel de hormona tiroidea reduce la frecuencia cardíaca, y produce fatiga y depresión Y cuando el nivel de hormona tiroidea es muy alto, hay pérdida de peso, insomnio e irritabilidad.
Pero la mayor parte del tiempo, el sistema endocrino logra mantener nuestro cuerpo en estado de equilibrio.
Y a través de su regulación constante impulsa los cambios que finalmente nos ayudan a ser lo que somos.
https://www.ted.com/talks/emma_bryce_how_do_your_hormones_work/