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Charla «Cómo inspirar a todo niño a ser un lector de por vida» de TED Residency en español.
Según el Departamento de Educación de EE. UU., más del 85 % de los niños negros de cuarto grado no tienen competencia lectora. ¿Qué tipo de experiencias de lectura deberíamos crear para garantizar que todos los niños lean bien? En una charla que le hará replantearse cómo enseñamos la lectura, el educador y autor Alvin Irby explica los desafíos de lectura que enfrentan muchos niños negros, y nos cuenta qué hacen los educadores culturalmente competentes para ayudar a que todos los niños se identifiquen como lectores.
- Autor/a de la charla: Alvin Irby
- Fecha de grabación: 2017-11-28
- Fecha de publicación: 2018-03-13
- Duración de «Cómo inspirar a todo niño a ser un lector de por vida»: 447 segundos
Traducción de «Cómo inspirar a todo niño a ser un lector de por vida» en español.
Como maestra de escuela primaria, mi madre hizo lo posible para que yo tuviera buenas habilidades lectoras.
Esto consistía en lecciones de lectura de fin de semana en la mesa de la cocina mientras mis amigos jugaban fuera.
Mi capacidad lectora mejoró pero esas lecciones de lectura forzada no inspiraron de verdad mi amor por leer.
La escuela secundaria cambió todo.
En 10º, mi clase de inglés leía relatos cortos y hacía pruebas de ortografía.
Por puro aburrimiento pedí que me cambiaran a otra clase.
Al siguiente semestre, fui a la clase de inglés «avanzado».
(Risas)
Leímos dos novelas y escribimos dos reseñas de libros ese semestre.
La diferencia drástica y el rigor entre estas dos clases de inglés me enojaron y provocaron preguntas como: «
¿De dónde son todos estos blancos?
»
(Risas)
Mi escuela secundaria contaba con más del 70 % de personas negras y latinas, pero en la clase avanzada de inglés había estudiantes blancos por todas partes.
Este encuentro personal con el racismo institucionalizado alteró mi relación con la lectura para siempre.
Aprendí que no podía depender de una escuela, un maestro o un plan de estudios para aprender lo que necesitaba saber.
Y más por rebeldía, que por ser intelectual, decidí que ya no permitiría que otras personas dictaran cuándo y lo que debería leer.
Y sin darme cuenta, encontré una clave para ayudar a los niños a leer La identidad.
En lugar de obsesionarse con las competencias y cambiar estudiantes de un nivel de lectura a otro u obligar a los lectores con dificultades a memorizar listas de palabras desconocidas, deberíamos hacernos esta pregunta:
¿Cómo podemos inspirar a los niños a identificarse como lectores?
DeSean, un brillante alumno de primer grado al que enseñé en el Bronx, me ayudó a entender cómo la identidad forma el aprendizaje.
Un día, durante la clase de matemáticas, caminé hasta DeSean y dije: «DeSean, eres un gran matemático».
Él me miró y respondió: «¡No soy matemático, soy un genio de las matemáticas!»
(Risas)
De acuerdo, DeSean,
¿y la lectura?
Eso es algo completamente diferente.
«Sr.
Irby, no sé leer.
Nunca voy a aprender a leer», dijo.
Le enseñé a DeSean a leer, pero hay innumerables chicos negros que siguen atrapados en el analfabetismo.
De acuerdo con el Departamento de Educación de EE.UU.
más del 85 % de los chicos negros de 4º no tienen competencias lectoras.
¡El 85 %! Cuantos más desafíos enfrentan los niños que leen, más competentes culturalmente deben ser los educadores.
Siendo pluriempleado como comediante durante los últimos ocho años, entiendo la importancia de la competencia cultural, que defino como la capacidad de traducir lo que quieres que sepa o que llegue a poder hacer comunicando o experimentando lo que consideran relevante y atractivo.
Antes de subir al escenario, evalúo una audiencia.
¿Son blancos, son latinos?
¿Son viejos, jóvenes, profesionales, conservadores?
Entonces soy curador y modifico mis bromas basado en lo que creo que generará más risa.
Mientras actuaba en una iglesia, podía contar chistes de bar.
Pero eso podría no dar lugar a la risa.
(Risas)
Como sociedad, estamos creando experiencias de lectura para niños eso es el equivalente a contar chistes de bar en una iglesia.
Y luego nos preguntamos por qué tantos niños no leen.
El educador y filósofo Paulo Freire creía que la enseñanza y el aprendizaje deberían ser bidireccionales.
Los estudiantes no deben considerarse como contenedores vacíos para llenarlos con hechos, sino como cocreadores de conocimiento.
Los planes de estudios y políticas escolares esteriotipados que exigen que los estudiantes estén sentados quietos como estatuas o que trabajen en completo silencio, estos a menudo excluyen las necesidades individuales de aprendizaje, el interés y la experiencia de los niños, especialmente de los chicos negros.
Muchos de los libros para niños que presentan a niños negros se centran en temas serios, como esclavitud, derechos civiles y biografías.
Menos del 2 % de los maestros en EE.UU.: son hombres negros.
Y la mayoría de los niños negros son criados por madres solteras.
Hay literalmente jóvenes negros que nunca han visto a un hombre negro leyendo.
O nunca un hombre negro los alentó a leer.
¿Qué factores culturales, qué claves sociales están presentes que llevarían a un joven negro a pensar que esa lectura es incluso algo que debería hacer?
Es por eso que creé Barbershop Books.
Es una organización sin fines de lucro par la alfabetización que crea espacios de lectura amigables para los niños en las barberías.
La misión es simple: ayudar a los jóvenes negros a identificarse como lectores.
Muchos muchachos negros van a la barbería una o dos veces al mes.
Algunos ven a sus barberos más de lo que ven a sus padres.
Barbershop Books conecta la lectura con un espacio centrado en el hombre e involucra experiencias de lectura temprana de hombres negros y niños.
Este programa de lectura basado en la identidad usa una lista curada de libros para niños recomendados por niños negros.
Estos son los libros que realmente quieren leer.
El informe escolar y el informe de familia de 2016 encontró que lo principal que los niños buscan cuando eligen un libro es que el libro los haga reír.
Si se toma en serio la tarea de ayudar a los niños negros y a otros niños a leer cuando no lo piden, hay que incorporar modelos de lectura masculinos relevantes en la alfabetización temprana.
A cambio, algunos de los libros para niños que a los adultos les gustan tanto como los libros graciosos, tontos o incluso burdos, como «Gross Greg».
(Risas)
«Los llamas boogers.
Greg los llama azúcarillos ricos».
(Risas)
Esa risa, esa reacción positiva o reacción grave que alguno de Uds.
acaba de tener,
(Risas)
es la que los muchachos negros merecen y necesitan desesperadamente.
Pero eliminar las salvajes desigualdades que plagan la educación estadounidense nos exige crear experiencias de lectura que inspiren a todos los niños a decir tres palabras: Soy un lector.
Gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/alvin_irby_how_to_inspire_every_child_to_be_a_lifelong_reader/