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Charla «Cómo la brújula nos permitió viajar por el mundo» de Small Thing Big Idea en español.
«Todo lo que conocemos como ‘historia del mundo’ no habría sucedido sin ayuda de la brújula», firma el curador científico de TED, David Biello. Nos explica también cómo este dispositivo cambió la forma en que nos relacionamos con el mundo.
- Autor/a de la charla: David Biello
- Fecha de grabación: 2020-01-07
- Fecha de publicación: 2020-02-17
- Duración de «Cómo la brújula nos permitió viajar por el mundo»: 187 segundos
Traducción de «Cómo la brújula nos permitió viajar por el mundo» en español.
Al crecer en Misuri, nos llevaban al bosque y nos daban un mapa y una brújula para encontrar el camino a casa.
Y sin la brújula, no podrías ni leer el mapa.
Eso es lo que quiero contarles: la brújula es esencial.
[Pequeñas cosas] [Grandes ideas] Una brújula es sencillamente un artefacto metálico magnetizado, por ello apunta hacia el polo magnético de la Tierra.
La que todos conocemos es la brújula de bolsillo.
Se parece a un reloj, ¿no? Puedes sostenerla en la mano y ver cómo la aguja se mueve hasta encontrar el norte.
El magnetismo sigue siendo una fuerza misteriosa para los físicos, pero lo que sí sabemos con certeza es que la brújula funciona porque la Tierra es un enorme imán.
Y, al usar una brújula, entras en contacto con el mismísimo centro de nuestro planeta, donde se encuentra esta enorme cantidad de hierro fundido que se desplaza por distintas partes y crea un campo magnético.
Similar a un imán con el que juegas sobre la mesa, tiene un polo norte y un polo sur.
Por eso usamos la brújula para encontrar el norte.
Las primeras brújulas se crearon en China alrededor del 200 a.
C.
Allí se descubrió que parte del metal que salía de los suelos estaba naturalmente magnetizado, así que moldearon ese metal magnético, en forma similar a la de un cucharón, lo colocaron en una placa y así apuntaba hacia el norte.
Al parecer, se usaba principalmente para mejorar el feng shui, para poder descubrir la mejor forma de circulación de la energía por los espacios habitados.
Los marineros probablemente fueron los primeros en usarlas en su versión más portátil, porque sin importar dónde estuviera el sol, ni la condición de las estrellas, siempre podrían encontrar el norte.
Mucho tiempo después, fueron los europeos quienes innovaron y diseñaron la rosa de los vientos.
Básicamente, señala cómo lucen norte, sur, este y oeste.
También te permite crear nuevas direcciones como noroeste, sudeste, etc.
Y por primera vez, sabían hacia dónde iban.
Es un gran avance.
Pero además, creo que fue parte de la reivindicación general de la ciencia europea.
Puede que la conozcas como «El Renacimiento».
Se inventaron muchas herramientas nuevas, como el telescopio y el microscopio.
Los mapas se mejoraron gracias a la brújula.
Porque entonces comienzas a entender las distintas direcciones en mayor detalle, y eso simplemente cambia la relación de las personas con el mundo.
La brújula y el mapa son como un superpoder.
Todo lo que conocemos como «historia del mundo» no habría sucedido sin ayuda de la brújula: la Era de los Descubrimientos, los viajes de Magallanes alrededor del globo, incluso el hecho de que lo llamemos «globo».
La brújula acabó incorporada en muchas otras herramientas porque se trata de un objeto muy funcional.
Quizá la tengas incorporada a tu herramienta múltiple o a tu teléfono móvil.
La brújula está en todas partes porque, literalmente, gracias a ella encontramos nuestro camino sobre la Tierra.
Así que puedes salir y explorar, y descubrir qué hay detrás de aquella colina o detrás del horizonte.
Pero sabes que también podrás encontrar el camino a casa.
https://www.ted.com/talks/david_biello_how_the_compass_unlocked_the_world/