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Cómo las experiencias tempranas están escritas en el ADN – Charla TEDxBratislava

Charla «Cómo las experiencias tempranas están escritas en el ADN» de TEDxBratislava en español.

Moshe Szyf es un pionero en el campo de la epigenética, el estudio sobre cómo los seres vivos reprograman su genoma en respuesta a factores sociales como el estrés y la falta de alimento. Su investigación sugiere que las señales bioquímicas se transmiten desde las madres hasta sus crías, las que comunican a los hijos el tipo de mundo en el que vivirán, cambiando la expresión de los genes. «El ADN es una película dinámica en la cual nuestras experiencias están siendo escritas».

  • Autor/a de la charla: Moshe Szyf
  • Fecha de grabación: 2016-07-03
  • Fecha de publicación: 2017-03-30
  • Duración de «Cómo las experiencias tempranas están escritas en el ADN»: 995 segundos

 

Traducción de «Cómo las experiencias tempranas están escritas en el ADN» en español.

Todo surgió en un bar sombrío en Madrid.

Me topé con mi colega de McGill, Michael Meany.

Nos estábamos tomando unas cervezas y, tal y como hacen los científicos, me contó sobre su trabajo.

Y me contó sobre su interés en cómo las ratas madres lamen a sus crías tras nacer.

Y yo estaba sentado y pensando: «En esto se desperdician los dólares de mis impuestos
(Risas)
en este tipo de ciencia blanda».

Y me empezó a contar que las ratas, al igual que los humanos, lamen a sus crías de diferentes maneras.

Algunas madres lo hacen mucho, otras madres lo hacen poco, y la mayoría están en un término medio.

Pero lo interesante de esto es que cuando se hace un seguimiento a estas crías, ya de adultos, digamos, años de vida humana, mucho después de la muerte de su madre, son animales completamente diferentes.

Los animales que fueron lamidos y acariciados considerablemente, los muy lamidos y acariciados, no están estresados.

Tienen un comportamiento sexual diferente.

Tienen una forma de vivir diferente que los que no fueron lamidos tan intensamente por sus madres.

Y, luego estuve pensando:

¿Es esto magia?

¿Cómo funciona esto?

Tal como los genetistas quisieran que piensen, tal vez la madre tenía el gen de «la mala madre», que causaba que sus crías fueran estresadas, y luego pasó de generación en generación; todo está determinado por la genética.

¿O será posible que algo más esté sucediendo allí?

En cuanto a las ratas, podemos hacer esta pregunta y responderla.

Y lo que hicimos fue un experimento de cruce de acogimiento.

En esencia, se separa la camada, los bebés de esta rata al nacer, para darlos a dos tipos de madres adoptivas.

No las madres reales, sino las madres que van a cuidarlos: las madres muy lamedoras y las madres poco lamedoras.

Y se puede hacer lo contrario con las crías poco lamidas.

Y la respuesta sorprendente fue que el gen que obtienes de tu madre no era importante.

La madre biológica no definía esta propiedad de esas ratas, sino la madre que cuidó a esas crías.

Y

¿cómo funciona esto?

Soy epigenetista.

Estoy interesado en cómo están marcados los genes por una marca química en la embriogénesis, cuando estamos en el vientre de nuestras madres y decidimos cuál gen se va a expresar en cuál tejido.

En el cerebro se expresan diferentes genes que en el hígado o en un ojo.

Y pensamos:

¿será pósible que la madre esté reprogramando el gen de su cría a través de su comportamiento?

Y pasaron 10 años, y descubrimos que hay una cascada de eventos bioquímicos por medio de la cual el lamido y la caricia de la madre, el cuidado, se traduce en señales bioquímicas que van hacia el núcleo y hacia el ADN y lo programan diferentemente.

Y ahora el animal puede prepararse solo para la vida:

¿Será dura la vida?

¿Habrá mucha comida?

¿Habrá muchos gatos y serpientes alrededor?

¿O viviré en un vecindario de clase media alta, donde lo que tendré que hacer es comportarme correctamente, y eso me dará aceptación social?

Y ahora, uno puede pensar sobre cuán importante puede ser ese proceso para nuestras vidas.

Nosotros heredamos el ADN de nuestros ancestros.

El ADN es antiguo.

Evolucionó durante la evolución.

Pero no nos dice si vas a nacer en Estocolmo, donde los días son largos en verano y cortos en invierno, o en Ecuador, donde el número de horas es igual para el día y la noche en todo el año.

Y eso tiene un enorme efecto en nuestra fisiología.

Lo que sugerimos es que tal vez lo que sucede en la edad temprana, aquellas señales que provienen de la madre, le dicen al niño el tipo de mundo social en el que van a vivir.

Será duro, así que es mejor que estés ansioso y estés estresado, o será un mundo fácil, y deberás ser diferente.

¿Será un mundo con mucha o poca luz?

¿Será un mundo con mucha o poca comida?

Si no hay comida alrededor, deberás desarrollar tu cerebro para atracarte cuando veas comida, o reservar cada trozo de comida en forma de grasa.

Esto es bueno.

La evolución ha elegido esto para que nuestro ADN fijo y viejo pueda funcionar de una manera dinámica en nuevos entornos.

Pero a veces las cosas pueden salir mal, por ejemplo: si naces en una familia pobre y las señales son: «Deberás atracarte, deberás comer cada trozo de comida que te encuentres».

Pero los humanos y nuestros cerebros hemos evolucionado, hemos cambiado la evolución más rápido.

Ahora puedes comprar en McDonald’s por un dólar, y por ende, la crianza que nuestras madres nos dieron está resultando inadaptada.

La misma crianza que se suponía que nos protegería del hambre y la escasez va a causar obesidad, problemas cardiovasculares y enfermedades metabólicas.

Este concepto de que los genes pueden ser marcados por nuestras experiencias, y especialmente la experiencia de vida temprana, puede proveernos una explicación unificante, tanto de la salud como de las enfermedades.

Pero

¿será solo cierto para las ratas?

El problema es que no podemos probar esto en humanos, porque éticamente no podemos administrar adversidad infantil aleatoria.

Entonces, si un niño pobre desarrolla una propiedad, no sabemos si esta es causado por la pobreza o si las personas pobres tienen malos genes.

Los genetistas intentarán decirles que los pobres son pobres porque sus genes los hacen pobres.

Los epigenetistas les dirán que los pobres están en un mal entorno o un entorno empobrecido que crea ese fenotipo, esa propiedad.

Cambiamos para ver a nuestros primos, los monos.

Mi colega, Stephen Suomi, ha estado criando monos de dos formas diferentes: separando al mono de su madre al azar y criado por una enfermera en condiciones de maternidad sustituta.

Estos monos no tuvieron una madre, sino una enfermera.

Y los otros monos fueron criados por sus madres biológicas.

Y de mayores eran animales completamente diferentes.

Los monos que tuvieron una madre eran indiferentes al alcohol, no eran sexualmente agresivos.

Los monos que no tuvieron madre eran agresivos, estresados y alcohólicos.

Y nos fijamos en su ADN justo después de su nacimiento, para ver si es posible que la madre esté marcando, si habrá alguna característica de la madre en el ADN de su cría.

Estos monos tienen 14 días, y lo que ven aquí es la forma moderna de cómo estudiamos la epigenética.

Ahora podemos trazar aquellas marcas químicas, marcas de metilación, en el ADN a la resolución de un solo nucleótido.

Podemos trazar el genoma completo.

Podemos comparar al mono que tuvo una madre y al que no la tuvo.

Y aquí hay una presentación visual de esto.

Pueden ver que los genes que están más metilados son rojos.

Los genes menos metilados son verdes.

Pueden ver que muchos genes están cambiando, porque no haber tenido una madre no es solo una cosa, sino que afecta todo.

Envía señales completas sobre cómo será su mundo cuando se vuelva un adulto.

Y pueden ver a los dos grupos de monos extremadamente separados los unos de los otros.

¿Qué tan temprano se desarrolla esto?

Estos monos no vieron a sus madres, así que tuvieron una experiencia social.

¿Tenemos la sensación de nuestro estatus social incluso al nacer?

En este experimento, tomamos las placentas de los monos que tenían un estatus social diferente.

Lo interesante sobre el estatus social es que todos los seres vivientes se estructuran a sí mismos por jerarquía.

El mono número 1 es el jefe, El mono número 4 es el peón.

Si pones cuatro monos en una jaula, siempre habrá un jefe y un peón.

Y lo interesante es que el mono número 1 es más saludable que el mono número cuatro.

Y si los pones en una jaula, el mono número uno no comerá tanto, el mono número cuatro, comerá mucho.

Y lo que ven aquí en este mapa de metilación, una separación dramática al nacer de los animales que tenían un estatus social alto versus los animales que no tenían un estatus alto.

Así que nacemos conociendo la información social, y esa información social no es buena o mala, solo nos prepara para la vida, porque tenemos que programar nuestra biología diferentemente si estamos en el estatus social alto o bajo.

¿Pero cómo se puede estudiar esto en los humanos?

No podemos hacer experimentos, ni aplicar adversidad a humanos.

Pero Dios sí experimenta con los humanos, y a eso se le llama, desastres naturales.

Uno de los desastres naturales más duros en la historia canadiense sucedió en mi provincia de Quebec: la tormenta de hielo de 1998.

Perdimos nuestra red eléctrica completa a causa de la tormenta de hielo, cuando las temperaturas estaban en pleno invierno de Quebec, de -20 ºC a -30 ºC.

Y durante esa época había madres embarazadas.

Y mi colega Suzanne King, le hizo un seguimiento a los hijos de esas madres durante 15 años.

Y lo que sucedió fue que, mientras el estrés aumentaba y allí teníamos mediciones objetivas del estrés:

¿Cuánto tiempo estuvo sin energía?

¿Dónde pasó el tiempo?

¿Lo pasó en el apartamento de su suegra o en una casa de campo lujosa?

Todo esto se acumulaba en una escala de estrés social, y pueden hacer la pregunta:

¿Cómo se veían los niños?

Aparentemente mientras el estrés aumenta, los niños desarrollan más autismo, desarrollan más enfermedades metabólicas y desarrollan más enfermedades autoinmunes.

Nosotros trazábamos el estado de metilación, y de nuevo, se ven los genes verdes volviéndose rojos al aumentar el estrés, los genes rojos volviéndose verdes al disminuir el estrés, una reorganización del genoma en respuesta al estrés.

Entonces si podemos programar genes, si no somos esclavos de la historia de nuestros genes, si ellos pueden ser programados

¿podemos desprogramarlos?

Porque las causas epigenéticas pueden causar enfermedades como el cáncer, enfermedades metabólicas y enfermedades mentales.

Hablemos sobre la adicción a la cocaína La adicción a la cocaína es una situación terrible que puede llevar a la muerte y a la pérdida de la vida humana.

Hicimos la pregunta:

¿Podemos desprogramar un cerebro adicto, para hacer que un animal no sea más un adicto?

Usamos un modelo de la adicción a la cocaína que recapitula lo que sucede en los humanos.

En los humanos, estás en la secundaria, unos amigos sugieren que consumas algo de cocaína, consumes cocaína y nada sucede.

Los meses pasan y algo te recuerda de lo que pasó la primera vez, alguien te presiona a usar cocaína, te vuelves un adicto y tu vida ha cambiado.

Con las ratas hacemos lo mismo.

Mi colega, Gal Yadid, entrena a los animales para que se acostumbren a la cocaína, después de un mes, no les da cocaína.

Luego les recuerda de la fiesta en la que vieron por primera vez la cocaína como señal, los colores de la jaula cuando ven la cocaína.

Y se enloquecen.

Ellos presionan la palanca para obtener cocaína hasta que mueren.

Primero determinamos que la diferencia entre estos animales es que durante el tiempo en que nada sucede, no hay cocaína alrededor, su epigenoma se reorganiza.

Sus genes se re-marcan de una manera diferente, Y cuando la señal viene, su genoma está listo para desarrollar este fenotipo adictivo.

Tratamos a estos animales con drogas que o, aumentan la metilación del ADN, el cual era el indicador epigenético que debíamos mirar, o que disminuyen los indicadores epigenéticos Y descubrimos que, si aumentábamos la metilación, estos animales se enloquecen aún más.

Se antojan más por la cocaína.

Pero si reducimos la metilación del ADN, los animales dejan de estar adictos.

Los hemos reprogramado.

Y la diferencia fundamental entre una droga epigenética y cualquier otra droga, es que con las drogas epigenéticas, esencialmente eliminamos las señales de la experiencia, y una vez que se van, no volverán a menos que tengas la misma experiencia.

Ahora el animal está reprogramado.

Cuando visitamos a los animales, 30 días, 60 días después, lo cual representa muchos años de vida en condiciones humanas, seguían sin estar adictos.

Por un simple tratamiento epigenético.

Entonces lo que aprendimos sobre el ADN, el ADN no es solo una secuencia de letras, no es solo un guion.

El ADN es una película dinámica.

Nuestras experiencias están siendo escritas en esta película interactiva.

Con el ADN, tú estás como viendo una película de tu vida con tu control remoto.

Puedes eliminar un actor o agregar uno.

Y así lo has hecho, a pesar de la naturaleza determinista de la genética, tienes el control de la manera cómo se ven tus genes, y esto conlleva un mensaje optimista tremendo para la habilidad de enfrentar ahora algunas enfermedades mortales como el cáncer, las enfermedades mentales, con un nuevo enfoque, viéndolas como malas adaptaciones.

Y si podemos intervenir epigenéticamente, podemos retroceder la película removiendo al actor y estableciendo una nueva narrativa.

Y lo que hoy les conté es que, nuestro ADN está realmente formado por dos componentes, dos capas de información: Una capa de información es antigua, evolucionó desde hace millones de años de evolución.

Es fija y muy difícil de cambiar.

La otra capa de información es la capa epigenética, la cual está abierta y es dinámica y configura una narrativa que es interactiva, la cual nos permite controlar en gran medida, nuestro destino, a ayudar al destino de nuestros hijos y da esperanza de conquistar las enfermedades y retos serios de salud que han plagado a la humanidad por mucho tiempo.

Y a pesar de estar determinados por nuestros genes, tenemos un grado de libertad que puede configurar nuestra vida a una vida de responsabilidad.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/moshe_szyf_how_early_life_experience_is_written_into_dna/

 

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