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Charla «¿Cómo los animales experimentan el dolor? – Robyn J. Crook» de TED-Ed en español.
Vea la lección completa en: http://ed.ted.com/lessons/how-do-animals-experience-pain-robyn-j-crook
Los seres humanos conocen el sorprendente pinchazo de una aguja, el agudo dolor al golpearse un dedo del pie y el punzante dolor de muelas. Podemos identificar muchos tipos de dolor y tener múltiples formas de tratarlo, pero ¿qué pasa con otras especies? ¿Cómo los animales que nos rodean experimentan dolor? Robyn J. Crook examina el dolor en animales vertebrados e invertebrados.
Lección por Robyn J. Crook, animación por Anton Bogaty.
- Autor/a de la charla: Robyn Crook
- Fecha de grabación: 2017-01-17
- Fecha de publicación: 2019-03-15
- Duración de «¿Cómo los animales experimentan el dolor? – Robyn J. Crook»: 286 segundos
Traducción de «¿Cómo los animales experimentan el dolor? – Robyn J. Crook» en español.
Los humanos conocen el sorprendente pinchazo de una aguja, el agudo dolor al golpearse un dedo del pie y el punzante dolor de muelas.
Podemos identificar muchos tipos de dolor y tener múltiples formas de tratarlo.
Pero, ¿qué pasa con otras especies? ¿Cómo los animales que nos rodean experimentan dolor? Es importante que lo sepamos.
Tenemos animales como mascotas, enriquecen nuestro ambiente, criamos muchas especies para nuestro alimento y experimentamos con ellos para promover la ciencia y la salud humana.
Los animales son importantes para nosotros, por lo que es muy importante que evitemos causarles dolor innecesario.
Para animales que son similares a nosotros, como los mamíferos, a menudo, es obvio cuando los herimos.
Pero hay cosas que no son tan obvias, como si los analgésicos que funcionan en nosotros también les ayudan.
Cuanto más diferente sea un animal de nosotros, entender sus experiencias es más difícil.
¿Cómo te darías cuenta si un camarón tiene dolor? ¿En una serpiente? ¿En un caracol? En los vertebrados, incluyendo humanos, el dolor puede ser separado en dos procesos diferentes.
En primer lugar, los nervios y la piel sienten algo dañino y comunican esa información a la médula espinal.
Allí, las neuronas motoras activan movimientos que nos hacen rápidamente huir de la amenaza.
Esto es el reconocimiento físico del daño llamado nocicepción, y casi todos los animales, incluso aquellos con sistemas nerviosos muy simples, lo experimentan.
Sin esta habilidad, los animales serían incapaces de huir del daño y su supervivencia estaría amenazada.
La segunda parte es el reconocimiento consciente del daño.
En los humanos, esto ocurre cuando las neuronas sensitivas en la piel hacen una segunda ronda de conexiones desde la médula espinal al cerebro.
Allí, millones de neuronas en múltiples regiones crean las sensaciones de dolor.
Para nosotros, es una compleja experiencia asociada con emociones como miedo, pánico, y estrés, que podemos comunicar a otros.
Pero es difícil saber cómo los animales experimentan esta parte del proceso porque muchos de ellos no demuestran lo que sienten.
Sin embargo, tenemos pistas al observar cómo se comportan los animales.
Los animales salvajes y heridos son conocidos por cuidar sus heridas, hacen sonidos para mostrar su dolor, y se vuelven solitarios.
Científicos en el laboratorio descubrieron que los animales como pollos o ratas se autoadministran fármacos para reducir el dolor cuando están heridos.
Los animales también huyen de situaciones donde han sido heridos antes, lo que sugiere conciencia de las amenazas.
Esta investigación nos ha permitido asegurar que los vertebrados reconocen el dolor que es ilegal en muchos países herir innecesariamente a estos animales.
Pero, ¿qué sucede con otros tipos de animales como los invertebrados? Estos animales no están legalmente protegidos, en parte porque su comportamiento es difícil de comprender.
Podemos hacer buenas conjeturas sobre algunos, como las ostras, gusanos, y medusas.
Estos son ejemplos de animales que no tienen cerebro o tienen uno muy simple.
Una ostra retrocederá si se le chorrea jugo de limón, por ejemplo, debido a la nocicepción.
Pero al tener un sistema nervioso simple, es improbable que experimente la parte consciente del dolor.
Otros animales invertebrados son más complicados, como el pulpo, que tiene un cerebro sofisticado e incluso es uno de los animales invertebrados más inteligentes.
Aún así, en muchos países, la gente sigue la práctica de comer vivo al pulpo.
Incluso hervimos vivos a langostas, camarones y cangrejos a pesar de que no sabemos cómo les afecta.
Esto nos plantea un problema ético porque les podemos estar causando un sufrimiento innecesario.
La experimentación científica, a pesar de ser controversial, nos da algunas pistas.
Pruebas en cangrejos ermitaños muestran que ellos dejarán su caparazón si reciben electricidad, pero se quedarán si es un buen caparazón.
Y los pulpos que pueden enrollar un brazo herido para protegerlo arriesgarán usarlo para cazar a sus presas.
Esto sugiere que estos animales hacen juicios de valor de la entrada sensorial en vez de sólo reaccionar reflexivamente al daño.
Se sabe que los cangrejos se soban repetidamente el punto de sus cuerpos donde han recibido un shock eléctrico.
Incluso las babosas de mar se encogen cuando saben que están cerca de recibir un estímulo nocivo.
Eso significa que tienen cierta memoria de las sensaciones físicas.
Aún tenemos mucho que aprender sobre el dolor animal.
A medida que nuestro conocimiento crece, algún día podremos vivir en un mundo donde no causemos dolor innecesario.
https://www.ted.com/talks/robyn_j_crook_how_do_animals_experience_pain/