Saltar al contenido
Deberes escolares » Charlas educativas » Cómo los jóvenes se unen a grupos extremistas y cómo detenerlos – Charla TEDxGhent

Cómo los jóvenes se unen a grupos extremistas y cómo detenerlos – Charla TEDxGhent

Charla «Cómo los jóvenes se unen a grupos extremistas y cómo detenerlos» de TEDxGhent en español.

Los terroristas y extremistas no son sociópatas de naturaleza violenta, son individuos reclutados de forma deliberada y radicalizados en un proceso que no sigue un patrón ordenado. Erin Marie Saltman discute los factores de atracción que llevan a la gente a afiliarse a grupos extremistas y explica métodos innovadores de prevención y contra la radicalización.

  • Autor/a de la charla: Erin Marie Saltman
  • Fecha de grabación: 2016-06-18
  • Fecha de publicación: 2017-09-05
  • Duración de «Cómo los jóvenes se unen a grupos extremistas y cómo detenerlos»: 698 segundos

 

Traducción de «Cómo los jóvenes se unen a grupos extremistas y cómo detenerlos» en español.

En el 2011 me cambié el nombre para participar en un campamento juvenil de extrema derecha en Hungría.

Hacía el doctorado sobre la sociabilización política de los jóvenes por qué los jóvenes desarrollaban ideologías políticas en un marco postcomunista.

Y observé que mucha gente joven con la que hablaba se unía a la extrema derecha, y esto me sorprendía.

Así que quise inscribirme en este campamento para tener un mejor entendimiento de por qué la gente se unía.

Un colega me registró y mi apellido suena demasiado judío.

Así que Erin se convirtió en Iréna y Saltman se convirtió en Sós, que significa «salado» en húngaro.

Y en húngaro el apellido va primero, así que mi nombre James Bond cambió a «Salada Irena», que no es lo que yo habría escogido para mí.

Pero al llegar a este campamento, quedé aún más sorprendida de que en realidad era muy divertido.

Hablaban muy poco sobre política.

Era más bien sobre aprender a montar a caballo, disparar con arco y flecha, música en vivo por la noche, comida y alcohol gratis, también práctica de tiro al blanco con balas de aire utilizando las caras de políticos convencionales como blanco.

Parecía realmente un grupo muy amistoso e inclusivo hasta que se hablaba o mencionaba el tema de la población gitana, la gente judía o los inmigrantes.

Entonces el discurso se cargaba de odio rápidamente.

Esto me llevó a mi trabajo actual, donde formulamos la pregunta: ¿Por qué la gente se une a movimientos extremistas violentos y cómo contrarrestamos efectivamente estos procesos? Al evaluar los daños tras las horribles atrocidades y ataques en lugares como Bélgica, Francia, y por todo el mundo, a veces es más sencillo pensar: «Bueno, deben de ser sociópatas, deben ser individuos de naturaleza violenta.» «Algo malo debe haber ocurrido durante su infancia.» Y lo verdaderamente trágico es que muchas veces no existe un perfil único.

Muchos de ellos tienen estudios avanzados, diferentes ambientes socioeconómicos, hombres y mujeres, distintas edades, algunos con familias, otros solteros.

Así que, ¿por qué?, ¿cuál es el atractivo? Y de eso quiero hablarles, y de cómo desafiarlo en la era moderna.

Sabemos por la investigación que hay un número de factores que afectan el proceso de radicalización de una persona, y los categorizamos en factores de atracción y disuasión.

Y estos son similares para grupos de extrema derecha neonazis y para los islamistas radicales y grupos terroristas.

Los factores de atracción son básicamente aquellos que nos hacen vulnerables a un proceso de radicalización, a unirnos a un grupo extremista violento.

Y estos pueden ser muy variados pero, a grandes rasgos, un sentido de enajenación, un sentido de aislamiento, cuestionarte tu propia identidad, pero también sentir que tu grupo está bajo ataque, y tu grupo puede estar basado en una nacionalidad, etnia, o una religión.

Y sentir que quienes tienen el poder de ayudar no lo están haciendo.

Los factores de atracción solo no te hacen un extremista violento, porque si así fuera, los mismos factores se aplicarían a grupos como los gitanos, y ellos no son un grupo con brotes violentos.

Así que hay que ver los factores de atracción.

¿Qué están ofreciendo estas organizaciones extremistas violentas que otros grupos no ofrecen? De hecho, suelen ser cosas muy positivas, cosas que parecieran dar poder, como fraternidad y hermandad y un sentido de pertenencia, así como darle a alguien un propósito espiritual, un propósito divino de construir una sociedad utópica, si sus metas pueden ser alcanzadas, pero también un sentido de empoderamiento y de aventura.

Cuando vemos a los combatientes terroristas extranjeros, vemos a jóvenes con cabellos ondeados al viento en el desierto y a las mujeres que se les unen para casarse en el atardecer.

Es muy romántico, y te conviertes en un héroe.

Para ambos hombres y mujeres, así es la propaganda.

Los grupos extremistas son muy buenos tomando un mundo muy complicado, confuso y matizado, y simplificarlo en blanco y negro, el mal y el bien.

Y te conviertes en lo que es bueno, desafiando lo que es malo.

Quiero hablar un poco de ISIS, Daesh, porque han sido revolucionarios en cómo vemos estos procesos, a través de sus materiales y sus tácticas.

Son en todo sentido un movimiento moderno.

Un aspecto es internet y el uso de redes sociales, como ya hemos visto en tuits y videos de decapitaciones.

Pero internet por sí solo no te radicaliza.

Es una herramienta.

No vas a comprar zapatos en línea y accidentalmente te haces jihadista.

No obstante, lo que sí hace internet es ser un catalizador.

Ofrece herramientas, escala y rapidez que no existen en otro lado.

Y con ISIS de pronto esta idea de un jihadista como una figura oscura y sombría cambió para nosotros.

De repente nos encontrábamos en sus cocinas.

Veíamos lo que comían para la cena.

Estaban tuiteando.

Había guerreros terroristas foráneos tuiteando en su propia lengua.

Teníamos mujeres ahí hablando de sus bodas, del nacimiento de sus hijos.

Teníamos una cultura de videojuegos y referencias al Grand Theft Auto.

Así que, de pronto, eran familiares.

Eran humanos.

Y el problema es que, para contrarrestarlos, muchos gobiernos y compañías de redes sociales intentaron censurarlos.

¿Cómo deshacernos del contenido terrorista? Se volvió un juego del gato y del ratón donde las cuentas que se cerraban rápidamente volvían a surgir, y la arrogancia de quien presumía su vigésima quinta cuenta y material diseminado por doquier.

Pero también vimos una tendencia peligrosa pues los extremistas violentos también conocen las reglas de las redes sociales.

Veíamos una conversación banal con un reclutador empezar en una plataforma convencional y en el punto en que esa conversación estaba por tornarse ilegar, cambiaban a una plataforma más pequeña, menos regulada y más encriptada.

Así que de pronto no podíamos rastrear el avance de esa conversación.

Este es un problema con la censura, y por ello tenemos que desarrollar alternativas a la censura.

ISIS también es distinto porque está construyendo un estado.

No sólo recluta combatientes, está intentando construir una nación.

Y eso significa que repentinamente, tu modelo de reclutamiento es más amplio.

No sólo tratas de conseguir combatientes, necesitas arquitectos, ingenieros, contadores, hackers y mujeres.

Hemos visto crecer el número de mujeres en los últimos 24, pero especialmente en los últimos 12 meses.

En algunos países una de cada cuatro personas que se afilian son mujeres.

Y entonces, esto cambia hacia quién intentamos contrarrestrar en este proceso.

Ahora bien, no todo es negro.

Lo que quisiera ahora es hablar de algunas cosas positivas y la innovación en prevención y contraataque de violencia extremista.

Prevenir es muy distinto a contraatacar, y de hecho, hay que pensarlo en términos médicos.

La medicina preventiva es cómo hacer que simplemente seamos resilientes a este proceso de radicalización.

Y eso será diferente si alguien ya muestra síntomas o una señal de pertenecer a una ideología extremista violenta.

Y así en cuanto a medidas preventivas, hablamos de grupos más extensos de gente y exponerlos a ideas para hacerlos resilientes.

Aunque es muy distinto si alguien comienza a cuestionar o estar de acuerdo con ciertas cosas en línea, y también es distinto a quien ya tiene un tatuaje con la esvástica y está muy incorporado en un grupo.

¿Cómo llegas a esa gente? Me gustaría repasar tres ejemplos de cada uno de estos niveles y explicarles cuáles son algunos métodos nuevos para incorporar a esta gente.

Uno es ‘Diálogo extremo’, y es un programa educativo que ayudamos a desarrollar.

Este es de Canadá, y tiene como objetivo crear diálogos dentro del marco del aula de clases, utilizando la narrativa, porque la violencia extremista puede ser difícil de explicar, sobre todo a los más jóvenes.

Así que tenemos una red de exfanáticos y sobrevivientes del extremismo que cuentan sus historias utilizando video y formulan cuestionarios en el aula, para iniciar una conversación del tema.

Estos dos ejemplos muestran a Christianne, que perdió a su hijo, quien se radicalizó y murió luchando por ISIS.

Y Daniel es un exneonazi extremadamente violento, y se cuestionan sobre sus vidas y dónde están ahora y qué lamentan, y obligan al aula a tener un diálogo al respecto.

Ahora, enfocándonos en la media de los individuos, de hecho, necesitamos mucho las voces de la sociedad civil.

¿Cómo interactúas con personas que están buscando información en línea, que están considerando una ideología, que hacen esas preguntas escrutadoras sobre su identidad? ¿Cómo les ofrecemos alternativas? Y es ahí donde combinamos las voces de grupos sociales con creativos, tecnólogos, artistas, comediantes, para poder crear contenido muy específico y, en línea, diseminarlo entre audiencias estratégicas.

Un ejemplo sería crear un video satírico que se burle de la islamofobia, y dirigirlo a jóvenes de entre 15 y 20 años que estén en línea interesados en música afín a la supremacía blanca y que viven específicamente en Manchester.

Podemos utilizar estas herramientas para ser muy específicos, y saber cuándo alguien está viendo, observando y simpatizando con el contenido no es una persona común, no somos ni tú ni yo, es una audiencia muy específica que buscamos captar.

Aún más profundo, desarrollamos un programa piloto llamado «Uno a uno», donde tomamos a exradicales y ellos contactaron directamente a un grupo que se consideraba neofascista así como extremista islámico, y con Facebook Messanger pusimos mensajes en sus bandejas de entrada diciendo: «Oye, sé a dónde vas, yo he estado ahí, aquí estoy si quieres hablar.» En realidad esperábamos amenazas de muerte con estas interacciones.

Es un poco alarmante tener a un exneonazi diciéndote: «¿Cómo estás?» Pero de hecho vimos que alrededor del 60 % de las personas contactadas contestaron, y de ellas, otro 60 % mantuvo el contacto, es decir que estaban conversando con los más difíciles de alcanzar sobre lo que estaban viviendo, plantando la duda y dándoles alternativas para hablar de estos temas, y eso es muy importante.

Lo que estamos intentando hacer es traer a la mesa a sectores insólitos.

Tenemos activistas increíbles en todo el mundo, pero a menudo, sus mensajes no son estratégicos o no alcanzan los foros que quieren alcanzar.

Así que trabajamos con redes de antiguos extremistas.

Trabajamos con redes de jóvenes en diferentes partes del mundo.

Y trabajamos para traer el sector tecnológico a la mesa con artistas y creativos y expertos en mercadotecnia para que podamos tener un desafío más robusto contra el extremismo que funcione.

Así que si estás en el público y casualmente eres un diseñador gráfico, un poeta, un experto en mercadotecnia, alguien que trabaja en RRPP, un comediante puedes creer o no que este es tu lugar, pero en realidad, el talento que tienes ahora puede ser exactamente lo que se necesita para combatir efectivamente el extremismo.

Gracias (Aplausos)

https://www.ted.com/talks/erin_marie_saltman_how_young_people_join_violent_extremist_groups_and_how_to_stop_them/

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *