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Charla «Cómo recuperarse del agotamiento del activismo» de TED Residency en español.
Cuando te sientes agotado como activista, ¿cuál es la mejor manera de recuperarse? Yana Buhrer Tavanier, miembro destacado de TED, explora el poder del «juego-activismo»: la incorporación del juego y la creatividad dentro de movimientos por el cambio social. Vea cómo este enfoque versátil puede generar nuevas ideas, impulsar la acción y derretir el miedo.
- Autor/a de la charla: Yana Buhrer Tavanier
- Fecha de grabación: 2018-12-05
- Fecha de publicación: 2019-04-30
- Duración de «Cómo recuperarse del agotamiento del activismo»: 476 segundos
Traducción de «Cómo recuperarse del agotamiento del activismo» en español.
En el verano de 2017, una mujer fue asesinada por su pareja en Sofía.
La mujer, llamémosla «V», fue golpeada por cerca de 50 minutos antes de que muriera.
La mañana después, sus vecinos contaron a la prensa que escucharon sus gritos, pero no intervinieron.
Verán, en Bulgaria y en otras muchas sociedades, la violencia doméstica es típicamente vista como un asunto privado.
Los vecinos, sin embargo, reaccionan rápido a cualquier otro tipo de sonido.
Queríamos exponer y modificar lo absurdo de esto.
Así que diseñamos un experimento.
Alquilamos un apartamento justo debajo del de V una noche.
Y a las 10 p.
m., Maksim, el artista en nuestro grupo, se sentó en la batería que habíamos montado en la sala de estar y empezó a golpearla.
Diez segundos.
Treinta segundos.
Cincuenta segundos.
Un minuto.
Una luz se encendió en el pasillo.
Un minuto y 20 segundos.
Un hombre estaba frente a la puerta, dudando si pulsar el timbre.
Un minuto y 52 segundos.
El timbre sonó, un timbre que pudo haber salvado una vida.
«Golpear» es nuestro proyecto explorando el ominoso silencio que rodea a la violencia doméstica.
Grabamos el experimento, y se convirtió al instante en viral.
Nuestra campaña amplificó las voces de las supervivientes que compartían historias similares en línea.
Esto dio a los vecinos consejos específicos, y muchos se comprometieron a tomar medidas.
En un país en que cada dos semanas, el suelo abraza silenciosamente el cuerpo de una mujer asesinada por una pareja o familiar, fuimos ruidosos, y fuimos escuchados.
Yo soy una activista, apasionada por la innovación en derechos humanos Dirijo una organización global para soluciones creativas comprometidas.
En mi trabajo, pienso cómo hacer que la gente se preocupe y actúe.
Estoy aquí para decirles que las acciones creativas pueden salvar el mundo, acciones creativas y juego.
Sé que es raro hablar de juego y derechos humanos en la misma frase, pero esto es por lo que es importante.
Más y más, tememos no poder ganar esto.
Las campañas se sienten aburridas, los mensajes se pierden, la gente se harta.
Numerosos estudios, incluyendo uno recién publicado por la Universidad de Columbia, muestran que el hastío y la depresión están extendidos entre los activistas.
Hace años, yo misma estaba hastiada.
En un mundo con infinitas maneras de avanzar, me sentía en mi final.
¿Qué derrite el miedo, lo insulso o el pesimismo?
El juego.
Desde esta misma etapa, el psiquiatra e investigador del juego Dr.
Stuart Brown dijo que nada ilumina el cerebro como el juego, y que el opuesto del juego no es el trabajo, es la depresión.
Así que para salir de mi propio agotamiento, decidí convertir mi activismo en lo que hoy llamo «juego-tivismo»
(Risas)
Cuando juego, otros quieren unirse.
Hoy, mi área de juego está lleno de artistas, técnicos y científicos.
Fusionamos disciplinas en una colaboración radical.
Juntos, buscamos nuevas formas de empoderar el activismo.
Nuestros resultados no pretenden ser lúdicos, pero nuestro proceso lo es.
Para nosotros, el juego es un acto de resistencia.
Por ejemplo: «Golpear», el proyecto del que hablé antes, es un concepto desarrollado por un percusionista y un ingeniero de software quienes no se conocían dos días antes de que lanzaran la idea.
«Golpear» es el primer ganador en nuestro laboratorio donde emparejamos artistas y técnicos para trabajar en derechos humanos.
Otros conceptos ganadores incluyen la panadería emergente que enseña sobre noticias falsas con hermosos pastelitos, pero de sabor horrible,
(Risas)
o un juego de mesa que te ponen en los zapatos de un dictador así que puedes comprender el rango de herramientas y tácticas de la opresión.
Hicimos nuestro primer laboratorio solo para probar la idea, ver por dónde cojea, y si podemos mejorarla.
Estamos tan enamorados con el formato que lo ponemos todo en línea para que cualquiera lo implemente.
No puedo exagerar el valor de la experimentación en el activismo.
Solo podemos ganar si no tenemos miedo a perder.
Cuando jugamos, aprendemos.
Un estudio reciente de la Universidad de Stanford sobre la ciencia de lo que preocupa a la gente confirma lo que hemos estado oyendo durante años: las opiniones se cambian no desde más información, sino con experiencias que inducen empatía.
Aprendiendo de la ciencia y el arte, vimos que podemos hablar de un conflicto global armado con bombillas, o señalar la desigualdad racial en EE.
UU.
a través de postales, o abordar la falta de un monumento a alguna mujer en Sofía inundando la ciudad con ellos, y, con todas estas obras, activar el diálogo, la comprensión y la acción directa.
A veces, cuando hablo sobre tomar riesgos e intentar y fallar en el contexto de derechos humanos, me encuentro con cejas levantadas, cejas que dicen: «Qué irresponsable», o: «Qué insensible».
A menudo la gente cofunde el juego con negligencia.
No lo es.
El juego solo fortalece nuestros ejércitos y enciende mejores ideas.
En tiempos de dolorosa injusticia, el juego trae la ligereza que necesitamos para poder respirar.
Cuando jugamos, vivimos.
Crecí en una época donde todo juego estaba prohibido.
Las vidas de mi familia fueron aplastadas por una dictadura comunista.
Para mi tía, mi abuelo, mi padre, siempre celebramos dos funerales: uno por sus cuerpos, pero, años antes de eso, uno por sus sueños.
Algunos de mis mayores sueños son pesadillas.
Tengo la pesadilla de que un día todo el pasado será olvidado y la ropa nueva goteará sangre de errores pasados.
Tengo la pesadilla de que un día los faros de nuestra humanidad se derrumbarán, corroídos por olas de ácido de odio.
Pero mucho más que eso, tengo esperanza.
En nuestras luchas por la justicia y la libertad, espero que juguemos, y que veamos la alegría y la belleza de jugar todos juntos.
Así es como ganamos.
Gracias
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/yana_buhrer_tavanier_how_to_recover_from_activism_burnout/