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Cómo salvar el mundo (o al menos a ti mismo) de reuniones malas – Charla TED@State Street Boston

Charla «Cómo salvar el mundo (o al menos a ti mismo) de reuniones malas» de TED@State Street Boston en español.

Una epidemia de reuniones malas, ineficientes y abarrotadas está azotando los negocios del mundo y sumiendo en la desgracia a los trabajadores. David Grady tiene algunas ideas para acabar con eso.

  • Autor/a de la charla: David Grady
  • Fecha de grabación: 2013-10-17
  • Fecha de publicación: 2014-11-17
  • Duración de «Cómo salvar el mundo (o al menos a ti mismo) de reuniones malas»: 394 segundos

 

Traducción de «Cómo salvar el mundo (o al menos a ti mismo) de reuniones malas» en español.

Imaginen esto: Es lunes por la mañana, y estás en la oficina, preparándote para el día de trabajo, y este tipo que reconoces más o menos del pasillo, llega a tu cubículo y te roba la silla.

No dice una palabra, solo se la lleva.

No te da ninguna explicación para llevarse tu silla de entre tantas otras sillas que están por allí.

No reconoce que quizás necesites tu silla para hacer tu trabajo hoy.

Tú no lo tolerarías.

Armarías un alboroto.

Seguirías el tipo hasta su cubículo y le dirías: «

¿Por qué mi silla?

» Bien, ahora es martes por la mañana y estás en la oficina, y una invitación a una reunión surge en tu calendario.


(Risas)
Y es de esta mujer que conoces más o menos del pasillo, y la línea de asunto hace referencia a algún proyecto de que ya oíste algo.

Pero no hay cualquier programa.

No hay explicación de por qué fuiste invitado para la reunión.

Y sin embargo aceptas la invitación y vas.

Y cuando acaba esa sesión altamente improductiva, regresas a tu mesa, te quedas en tu mesa y dices: «Chico, ojalá volviera a recuperar esas dos horas.

así como mi silla.»
(Risas)
Todos los días, les permitimos a nuestros compañeros, que por lo demás son muy buenas personas, que nos roben.

Y me refiero a algo mucho más valioso que el mobiliario de oficina.

Estoy hablando de tiempo.

Tu tiempo.

En efecto, creo que estemos en medio a una epidemia global de una nueva enfermedad terrible llamada SAI [MAS]: [Mindless Accept Syndrome].

Síndrome de la Aceptación Insensata
(Risas)
Los síntomas básicos del Síndrome de la Aceptación Insensata es aceptar inmediatamente invitaciones tan pronto surjan en tu calendario.


(Risas)
Es un reflejo involuntario; ding, clic, bing; está en tu calendario, «Ya me tengo que ir, me retraso para una reunión.»
(Risas)
Las reuniones son importantes,

¿verdad?

Y la colaboración es clave para el éxito de una empresa.

Una reunión bien organizada puede rendir resultados positivos y aplicables.

Pero en medio de la globalización e informática omnipresente, la manera como trabajamos se cambió dramáticamente en los últimos años.

Y somos desgraciados.


(Risas)
Somos desgraciados no porque los otros no saben hacer una buena reunión, sino debido al SAI, nuestro Síndrome de Aceptación Insensata, que es una herida autoinfligida.

En verdad, puedo evidenciar que el SAI es una epidemia global.

Ya les digo por qué.

Hace algunos años, yo subí un vídeo en Youtube, y en el vídeo representé todas las llamadas terribles que suceden en conferencias.

Sigue así unos cinco minutos, y contiene todo lo que detestamos de malas reuniones.

Hay el moderador que no tiene idea de cómo moderar una reunión.

Están los participantes que no tienen idea de por qué están allí.

Todo se da, en cierto modo, como un descarrilamiento colaborativo.

Y todos se van enfadados.

Es un poco gracioso.


(Risas)
Echemos un rápido vistazo.

(Vídeo) Nuestra meta hoy es llegar a un acuerdo en una importantísima propuesta.

Como grupo debemos decidir…

blup blup…

Hola,

¿quién se conectó?

Hola, soy Joe.

Estoy trabajando desde casa hoy.


(Risas)
Hola, Joe.

Gracias por acompañarnos aquí, genial.

Decía, tenemos mucha gente convocada, omitamos así pasar lista y ya voy a comenzar.

Nuestra meta hoy es llegar a un acuerdo en una propuesta importantísima.

Como grupo debemos decidir si…

blup, blup…


(Risas)
Hola,

¿quién se conectó?

¿Nadie?

Me pareció haber oído un bip.


(Risas)

¿Les suena familiar?

Sí, a mí me suena familiar también.

Unas semanas tras haber subido el vídeo, 500 mil personas de docenas de países, sí, de docenas de países, vieron el vídeo.

Y tres años después, aún se ve cientos de veces al mes.

Está llegando a un millón ahora mismo.

Y algunas de las mayores empresas del mundo, empresas que Uds.

conocen pero no las nombraré, me pidieron permiso para usar este vídeo como formación de nuevos trabajadores para enseñarles cómo no conducir una reunión en la empresa.

Y si los números…

—un millón de visualizaciones y todas esas empresas— no son prueba suficiente de que reuniones son un problema global, hay aún muchos miles de comentarios publicados en línea después de que el vídeo hubiese sido publicado.

Miles de personas escribieron cosas como: «Dios mío ¡mi día hoy fue lo mismo!» «¡Era igual todos los días!» «Es mi vida.» Un tipo escribió: «Es gracioso porque es verdad.

La verdad inquietante, triste y deprimente.

Me hizo reír hasta llorar.

Y lloré.

Y lloré un poco más.»
(Risas)
Este pobre hombre dijo: «Mi vida diaria hasta la jubilación o la muerte.

Suspiro.» Son citas reales y es muy triste.

Un tema común que surge en todos esos comentarios en línea es esta creencia fundamental en nuestra impotencia para cualquiera otra cosa que no sea ir a reuniones y sufrir con estas reuniones mal conducidas y vivir para cumplir un día más.

Pero la verdad es que no somos de manera alguna impotentes.

De hecho, el remedio del SAI está en nuestras manos.

Literalmente al alcance de nuestras manos.

Es algo que llamo ¡No SAI! [No MAS]
(Risas)
Que si no recuerdo mal a mi profesora de español, significa algo como: [No MAS] «¡Basta, ya!» Como funciona el No MAS SAI .

Es muy simple.

Primero, la próxima vez que Uds.

reciban una invitación sin mucha información en sí, hagan clic en el botón de provisional.

Está bien, pueden hacerlo, por eso está allá.

Está al lado del botón de Aceptar.

Es el botón Quizás o cualquier botón existente para no aceptar inmediatamente.

Después, pónganse en contacto con quien les invitó a la reunión.

Díganle de su entusiasmo para respaldar su trabajo, pregúntenle cuál es el objetivo de la reunión, y díganle que les gustaría saber cómo pueden ayudarlo a alcanzar su objetivo.

Y si lo hacemos frecuentemente, y con respecto, quizás se vuelven los otros más concienzudos sobre como crean las invitaciones.

Y Uds.

pueden decidir más concienzudamente si las aceptan.

Pueden incluso mismo empezar a enviar programas.

¡Imaginen! O pueden no convocar una conferencia con 12 personas para hablar de un estatus, si pueden tan solo enviar un corto e-mail y resolverlo luego.

Los otros pueden empezar a cambiar su comportamiento a causa de sus cambios.

Y quizás incluso le devuelvan la silla.


(Risas)
¡No MAS SAI! Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/david_grady_how_to_save_the_world_or_at_least_yourself_from_bad_meetings/

 

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