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Charla «Cómo se comunican las células cancerosas, y cómo se puede retrasar su propagación» de TEDxMidAtlantic en español.
Cuando las células cancerosas se agrupan dentro del tumor, pueden comunicarse entre sí y coordinar sus movimientos por todo el cuerpo. Pero ¿cómo podríamos interrumpir ese proceso? Hasini Jayatilaka habla de la ciencia de vanguardia en esta accesible charla en la que comparte su trabajo sobre un innovador método para detener la comunicación entre las células cancerosas e impedirles la capacidad de propagarse.
- Autor/a de la charla: Hasini Jayatilaka
- Fecha de grabación: 2017-10-27
- Fecha de publicación: 2018-08-16
- Duración de «Cómo se comunican las células cancerosas, y cómo se puede retrasar su propagación»: 619 segundos
Traducción de «Cómo se comunican las células cancerosas, y cómo se puede retrasar su propagación» en español.
Cáncer.
Es una enfermedad devastadora, de enorme costo emocional no solo para el paciente, sino también para sus seres queridos.
Es una batalla que la especie humana viene librando desde hace siglos.
Y si bien se han logrado algunos avances, aún no lo hemos derrotado.
Dos de cada cinco personas en EE.UU.
padecerán de cáncer en algún momento.
De ellas, el 90 % sucumbirá a la enfermedad por metástasis.
La metástasis es la propagación del cáncer desde un sitio primario a uno distante a través del sistema circulatorio o linfático.
Por ejemplo, una paciente con cáncer de mama no sucumbe a la enfermedad por el solo hecho de tener un bulto en la mama.
Sucumbe a la enfermedad porque se disemina a los pulmones, al hígado, a los nódulos linfáticos, al cerebro, a los huesos, donde se hace no receptivo o intratable.
La metástasis es un proceso complejo.
Es un tema al que me dedico desde hace ya siete años.
Hace poco, el equipo al que pertenezco descubrió que las células cancerosas se comunican entre sí y coordinan sus movimientos en función de la distancia que hay entre ellas cuando se agrupan dentro del tumor.
Se comunican entre sí a través de dos moléculas emisoras de señales, denominadas «interleucina-6» e «interleucina-8».
Ahora bien, como todo en la naturaleza, cuando una cosa está muy cerca de otra, la señal es más potente, y así las células cancerosas se mueven más rápido desde su sitio primario y se propagan a un nuevo sitio.
Pero si bloqueamos esta señal con un cóctel de fármacos que nosotros mismos hemos desarrollado, podemos detener la comunicación entre las células cancerosas y retrasar la propagación de la enfermedad.
Haré aquí una pausa y los llevaré al momento en que esto comenzó para mí en el año 2010, cuando era una simple estudiante universitaria.
Recién había empezado a trabajar en el laboratorio del Dr.
Wirtz en la Universidad Johns Hopkins.
Y, para ser sincera, era una joven e ingenua chica de Sri Lanka,
(Risas)
sin experiencia en investigación.
Y me encargaron la tarea de observar el movimiento de las células en una matriz 3D de colágeno tipo I que reencapsulaba en una placa las condiciones a las que están expuestas las células cancerosas en nuestro cuerpo.
Esto era nuevo y muy interesante para mí porque se habían hecho otros estudios en 2D, en placas planas, de plástico, que no lograron mostrar realmente a qué estaban expuestas estas células en nuestro organismo.
Porque lo cierto es que las células cancerosas del cuerpo no están en placas de plástico.
Y fue en esa época cuando asistí a un seminario impartido por la Dra.
Bonnie Bassler de la Universidad de Princeton, donde explicaba cómo se comunican las células bacterianas entre sí según sea su densidad poblacional y cómo actúan de una manera específica en función de ello.
Fue en ese momento cuando se me ocurrió una idea, y pensé: «Vaya, esto es lo que veo yo todos los días cuando observo el movimiento de las células cancerosas».
Así nació la idea de mi proyecto.
Mi hipótesis era que estas células pueden comunicarse entre sí y coordinar sus movimientos según la distancia que hay entre ellas cuando se agrupan dentro del tumor.
Probar esta hipótesis se transformó en mi obsesión.
Y tengo la fortuna de trabajar con una persona dispuesta a aceptar mis locas ideas.
Así que me lancé de lleno a este proyecto.
Pero no podía hacerlo sola.
Necesitaba ayuda.
Sin duda la necesitaba.
Para ello convocamos a alumnos universitarios, egresados, becarios posdoctorales y profesores de distintas instituciones y múltiples disciplinas para que se sumen y trabajen sobre la base de esta idea que gesté cuando era estudiante universitaria.
Luego de años de experimentos y de compartir ideas y perspectivas distintas, descubrimos una nueva vía de emisión de señales que controla la manera en que las células cancerosas se comunican y se mueven según sea su densidad celular.
Quizá algunos de Uds.
ya se enteraron de esto porque la mayoría de las redes sociales lo conocen como «el efecto Hasini».
(Risas)
(Aplausos)
Pero eso no era todo.
Luego nos propusimos bloquear esta vía emisora de señales para tratar de retrasar la propagación del cáncer.
Lo logramos, pero en modelos preclínicos de animales.
Desarrollamos un cóctel de drogas conformado por tocilizumab, que se usa actualmente para tratar la artritis reumatoidea, y reparixina, que se usa en ensayos clínicos contra el cáncer de mama.
Lo interesante fue que este cóctel de fármacos no afectaba en realidad el crecimiento del tumor pero sí actuaba directamente sobre la metástasis.
Fue un hallazgo muy importante, pues actualmente no hay ningún agente terapéutico aprobado por la FDA que actúe directamente en la propagación del cáncer.
En realidad, la diseminación del cáncer, es decir la metástasis, es considerada como un derivado del crecimiento tumoral.
Y la idea es que, si logramos detener ese crecimiento, podemos detener la propagación del tumor.
Pero casi todos sabemos que esto no ocurre.
En cambio, nosotros desarrollamos un preparado de drogas que actúa sobre la metástasis, no sobre el crecimiento tumoral, sino sobre los complejos mecanismos que gatillan ese crecimiento, mediante el efecto Hasini.
(Risas)
Este trabajo fue publicado hace poco en la revista científica «Nature Communications», y con mi equipo tuvimos una enorme repercusión en todo el mundo.
Nadie en el equipo pudo imaginar que tendríamos una respuesta semejante.
Creo que tocamos un área sensible.
En perspectiva, estoy sumamente agradecida por la respuesta positiva que recibimos, no solo del sector académico, sino también de los pacientes y de gente de todo el mundo afectada por esta terrible enfermedad.
Y cuando pienso en el éxito que tuvo el efecto Hasini, siempre vuelvo a las personas con quienes tuve la fortuna de trabajar: los estudiantes, que mostraron poderes sobrehumanos en su arduo trabajo y esmerada dedicación; los alumnos egresados y los becarios de posdoctorado; mis compañeros «Vengadores», que me enseñaron nuevas técnicas y siempre me ayudaron a mantener el rumbo; los profesores, mis Yodas y mis Obi-Wan Kenobis, que aportaron sus conocimientos para que este trabajo haya prosperado; el personal de apoyo, los amigos, la familia, personas que nos levantaron el ánimo y nunca nos permitieron renunciar a nuestros ambiciosos proyectos.
Todos fueron los mejores compañeros que pudimos tener.
Necesité la ayuda de todo un pueblo para hacer este estudio sobre metástasis.
Pero créanme, sin ellos no estaría aquí.
Hoy, nuestro equipo creció, y estamos usando el efecto Hasini para desarrollar terapias combinadas que logren atacar de manera efectiva el crecimiento tumoral y la metástasis.
Estamos desarrollando nuevos agentes terapéuticos para combatir el cáncer con la idea de limitar la toxicidad y reducir la resistencia a los fármacos.
Y también estamos trabajando en sistemas revolucionarios para poder desarrollar mejores ensayos clínicos en humanos.
Me resulta sumamente impactante ver que esto, este trabajo increíble que estoy realizando, y el hecho de estar hoy aquí en esta charla, se gestó a partir de esa pequeña idea que se me ocurrió cuando asistí a aquel seminario con solo 20 años de edad.
Reconozco que he emprendido un maravilloso viaje en el cual puedo hacer una tarea que realmente me apasiona y que alimenta mi curiosidad día a día.
Pero debo decir que lo que más me fascina, además de estar aquí hoy con Uds., claro está, es que comparto mi trabajo con un grupo muy diverso de gente que fortalece y enriquece mi tarea, y la hace mucho más divertida.
Y es por eso que, debo decir, la colaboración es mi poder sobrehumano especial.
Y me gusta que no soy la única que tiene este poder.
Todos lo llevamos dentro.
Mi trabajo demuestra que incluso las células cancerosas cooperan entre sí para invadir el cuerpo y propagar su furia.
Para los humanos, es un superpoder que permitió descubrimientos maravillosos en el campo médico y científico.
Y es un superpoder que todos podemos usar y que nos puede inspirar para crear algo que trascienda lo individual, algo que ayude a hacer del mundo un mejor lugar.
La colaboración es el superpoder que yo usé para combatir el cáncer.
Y estoy segura de que contando con la colaboración correcta podremos derrotar esta terrible enfermedad.
Gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/hasini_jayatilaka_how_cancer_cells_communicate_and_how_we_can_slow_them_down/