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Charla «¿Cómo se producen las cefaleas? – Dan Kwartler» de TED-Ed en español.
Ver la lección completa en: https://ed.ted.com/lessons/what-causes-headaches-dan-kwartler
En la antigua Grecia, la manera más común de curar una cefalea prolongada era haciendo una pequeña perforación en el cráneo para drenar sangre supuestamente infectada. Por suerte, los médicos de hoy no recurren a esas herramientas para curar una cefalea; sin embargo, aún queda mucho por conocer de esta antigua dolencia. Dan Kwartler nos enseña lo que sabemos –y lo que no– de las cefaleas.
Lección de Dan Kwartler; animación de Sharon Colman.
- Autor/a de la charla: Dan Kwartler
- Fecha de grabación: 2018-04-12
- Fecha de publicación: 2019-12-18
- Duración de «¿Cómo se producen las cefaleas? – Dan Kwartler»: 306 segundos
Traducción de «¿Cómo se producen las cefaleas? – Dan Kwartler» en español.
En la antigua Grecia, la cefalea era considerada una seria dolencia.
En busca de alivio, las víctimas acudían a Asclepio, el dios de la medicina.
Y si el dolor continuaba, un médico recurría a la práctica más conocida: hacer una pequeña perforación en el cráneo para drenar sangre supuestamente infectada.
Esta técnica tan atroz, llamada trepanación, solía reemplazar la cefalea por un trastorno más permanente.
Por suerte, los médicos no recurren hoy a esas herramientas para curar la cefalea.
Pero aún queda mucho por conocer de esta antigua dolencia.
Actualmente, las cefaleas se dividen en dos grupos: cefaleas primarias y cefaleas secundarias.
Las primarias no responden a síntomas de otra enfermedad, lesión ni trastorno; son la dolencia en sí mismas.
Pero enseguida volveremos a este tema, porque si bien las cefaleas primarias corresponden al 50 % de los casos registrados, hay en realidad más información sobre las cefaleas secundarias.
Este tipo de cefaleas se origina en otros problemas de salud, y pueden ocurrir por deshidratación, abstinencia de cafeína, lesión en cabeza y cuello o enfermedades cardíacas.
Los médicos han clasificado más de 150 tipos diagnosticables, todos de diferentes causas, síntomas y tratamientos posibles.
Pero tomemos de ejemplo un caso común: la sinusitis.
Los senos paranasales son un sistema de cavidades que se encuentran detrás de la frente, la nariz y los pómulos.
Cuando los senos paranasales se infectan, nuestra respuesta inmunológica eleva la temperatura en esa zona, somete las bacterias al calor e inflama las cavidades, que adoptan un tamaño muy superior al normal.
Los senos paranasales hinchados oprimen las arterias y las venas craneales, y también los músculos de la cabeza y el cuello.
Allí, los receptores del dolor, llamados nociceptores, se activan ante este estímulo e inducen al cerebro a liberar un flujo de neuropéptidos que inflaman los vasos sanguíneos craneales causando sensación de hinchazón y calor en la cabeza.
Este malestar, junto con los músculos hipersensitivos de la cabeza, son responsables del dolor molesto y punzante, típico de la cefalea.
El dolor de las cefaleas no siempre se produce por inflamación.
La tensión muscular y la inflamación de los nervios sensitivos provocan distintos grados de malestar en cada cefalea.
Pero todos los casos responden a algún agente irritante craneal.
Si bien la causa es conocida en las cefaleas secundarias, aún se ignora el origen de las cefaleas primarias.
Los científicos siguen investigando los potenciales desencadenantes de los tres tipos de cefaleas primarias: las migrañas recurrentes y prolongadas; las cefaleas en racimos, de dolor agudo y repentino; y las cefaleas tensionales, que son las más comunes.
Como su nombre lo indica, las cefaleas tensionales nos dan la sensación de tener una banda apretada alrededor de la cabeza.
Estas cefaleas aumentan la sensibilidad de los músculos pericraneales, que empiezan a producir dolor al latir con la sangre y el oxígeno.
Según los pacientes, los disparadores pueden ser el estrés, la deshidratación y los cambios hormonales; sin embargo, estas causas no se condicen del todo con los síntomas.
Por ejemplo, en las cefaleas por deshidratación, el lóbulo frontal se contrae dentro del cráneo, produciendo inflamación en la frente, lo cual no coincide con la ubicación del dolor en las cefaleas tensionales.
Los científicos manejan algunas teorías sobre las causas reales de la cefalea, desde el espasmo de vasos sanguíneos hasta la hipersensibilidad de los nociceptores, pero se las desconoce a ciencia cierta.
Mientras tanto, la mayoría de los estudios se centran en las cefaleas primarias más agudas.
Las migrañas son cefaleas recurrentes, que producen una sensación de opresión en el cráneo y puede durar de cuatro horas a tres días.
En el 20 % de los casos, estos ataques son tan intensos que pueden sobrecargar el cerebro de energía eléctrica, y así sobreexcitar las terminales nerviosas de los nervios sensitivos.
Esto produce alucinaciones llamadas auras, que pueden incluir la visión de luces intermitentes y esquemas geométricos, y una sensación de hormigueo.
Las cefaleas en racimos, que son otro tipo de cefalea primaria, producen ardor y dolor punzante detrás de un ojo, ocasionando enrojecimiento ocular, contracción de la pupila y caída del párpado.
¿Qué puede hacerse con estos trastornos que afectan drásticamente la calidad de vida de tanta gente? Las cefaleas tensionales y la mayoría de los casos secundarios pueden tratarse con calmantes de venta libre, como las drogas antiinflamatorias que reducen la inflamación craneal.
Y muchos disparadores secundarios de la cefalea, como la deshidratación, la fatiga ocular, y el estrés, pueden ser evitados de manera preventiva.
Las migrañas y las cefaleas en racimos son más complejas, y aún no se han descubierto tratamientos confiables efectivos para todas las personas.
Pero, por suerte, los farmacólogos y neurólogos trabajan con gran esmero para desentrañar los apremiantes misterios que nos dan tanto dolor de cabeza.
https://www.ted.com/talks/dan_kwartler_what_causes_headaches/