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Cómo una ciudad obesa perdió un millón de libras – Charla TEDMED 2013

Charla «Cómo una ciudad obesa perdió un millón de libras» de TEDMED 2013 en español.

Oklahoma City es una ciudad de tamaño medio que tenía un gran problema. Estaba entre las ciudades más obesas de los Estados Unidos. El Alcalde Mick Cornett se dio cuenta de que para que su ciudad se convirtiera un buen lugar para trabajar y vivir, también tenía que ponerse saludable. En esta charla encantadora, él nos explica los cambios entretejidos que ayudaron a OKC a perder colectivamente un millón de libras (450 000 kilos)

  • Autor/a de la charla: Mick Cornett
  • Fecha de grabación: 2013-04-08
  • Fecha de publicación: 2014-01-02
  • Duración de «Cómo una ciudad obesa perdió un millón de libras»: 915 segundos

 

Traducción de «Cómo una ciudad obesa perdió un millón de libras» en español.

¿Cuántos de Uds.

han estado en la ciudad de Oklahoma?

Levanten la mano.

¿Sí?

¿Cuántos de Uds.

no han estado en la ciudad de Oklahoma y no tienen ni idea de quién soy yo?


(Risas)
La mayoría de Uds.

Permítanme contarles un poco de la historia de fondo.

La ciudad de Oklahoma comenzó de la forma más única imaginable.

Un día de primavera de 1889, el gobierno federal tuvo lo que se llamó una carrera por tierra.

Literalmente alinearon a los colonos a lo largo de una línea imaginaria y dispararon un arma, y los colonos iban rugiendo por la campiña y clavaron una estaca, y adonde quiera que clavaran esa estaca, ese era su nuevo hogar.

Y al final del mismísimo primer día, la población de la ciudad de Oklahoma se había ido de cero a 10 000, y nuestro departamento de planeamiento todavía está pagando por eso.

Los ciudadanos se reunieron ese primer día y eligieron un alcalde.

Y luego, le dispararon.


(Risas)
Eso realmente no es tan gracioso —
(Risas)
— pero me permite ver con qué tipo de audiencia estoy tratando, por lo que les agradezco la retroalimentación.

El siglo XX trató bastante bien a la ciudad de Oklahoma.

Nuestra economía se basaba en las materias primas, vale decir, en el precio de algodón o el precio de trigo y últimamente en el precio del petróleo y del gas natural.

Y en el camino, nos convertimos en una ciudad de innovación.

El carrito de compras se inventó en la ciudad de Oklahoma.


(Aplausos)
El parquímetro, fue inventado en la ciudad de Oklahoma.

De nada.

Tener una economía, sin embargo, que se vincula a las materias primas, puede causar tanto altos como bajos, y ese era ciertamente el caso en la historia de Oklahoma.

En la década de 1970, cuando parecía que el precio de la energía nunca disminuiría, nuestra economía estaba en alza, y luego a principios de los 80, se estrelló rápidamente.

El precio de la energía cayó.

Nuestros bancos comenzaron a quebrar.

Antes del fin de la década, 100 bancos habían quebrado en el estado de Oklahoma.

No había ningún plan de rescate en el horizonte.

Nuestro sector bancario, nuestra industria del petróleo y gas, nuestra industria de bienes raíces, estaban todos en el fondo de la escala económica.

Los jóvenes se iban de la ciudad de Oklahoma en masa hacia Washington, Dallas y Houston, Nueva York y Tokio, cualquier lugar donde hubiera un trabajo a la altura de su nivel de instrucción, porque en la ciudad de Oklahoma, los buenos trabajos no estaban allí.

Pero a lo largo del final de los años 80 vino un emprendedor hombre de negocios que se convirtió en alcalde llamado Ron Norick.

Ron Norick finalmente descubrió que el secreto para el desarrollo económico no era incentivar las empresas de punta, se trataba de crear un lugar donde las compañías quisieran ubicarse, y así que impulsó una iniciativa llamada MAPS que en el fondo era un impuesto de un centavo por cada dólar de ventas para construir un montón de cosas.

Construyó un nuevo estadio deportivo, un nuevo canal en el centro, arregló nuestro centro de artes escénicas, un nuevo estadio de béisbol en el centro, muchas cosas para mejorar la calidad de vida.

Y la economía sí que parecía comenzar a mostrar señales de vida.

Llegó el siguiente alcalde.

Él inició MAPS para los niños, reconstruyó el sistema educacional de las zonas urbanas deprimidas, todos los 75 edificios se reconstruyeron o se renovaron.

Y luego, en 2004, en una rara falta de juicio colectiva que lindaba con desobediencia civil, los ciudadanos me eligieron alcalde.

Ahora, la ciudad que yo heredé estaba al punto de despertarse de su economía somnolienta, y por primera vez, comenzábamos a aparecer en las listas.

Saben de qué listas estoy hablando.

A los medios e internet les encanta clasificar a las ciudades.

Y la ciudad de Oklahoma, de verdad nunca había aparecido en listas antes.

Así que a mí me parecía genial cuando publicaban esas listas positivas y estábamos allí.

No estábamos ni cerca de las primeras, pero estábamos en la lista, éramos alguien.

Mejor ciudad para encontrar un trabajo.

Mejor ciudad para comenzar un negocio.

Mejor centro…

la ciudad de Oklahoma.

Y luego llegó la lista de las ciudades más obesas del país.

Y allí estábamos.

Quiero señalar que estábamos en esa lista junto con muchos lugares geniales.


(Risas)
Dallas y Houston y New Orleans, y Atlanta y Miami.

Saben, esas son ciudades con las que, típicamente, no da vergüenza asociarse.

Aun así, no me gustaba estar en esa lista.

Y por esa época, me subí a la balanza.

Pesaba 220 libras.

Y después fui a un sitio web patrocinado por el gobierno federal, e introduje mi altura, mi peso, y pulsé Entrar.

Y dijo, "Obeso".

Yo pensé, "Qué sitio tan idiota".


(Risas)
«Yo no soy obeso.

Yo sabría si fuera obeso».

Pero luego comencé a ser honesto conmigo mismo sobre lo que se había convertido en mi lucha de por vida contra la obesidad, y percibí un patrón: ganaba más o menos dos o tres libras al año, y luego, más o menos cada 10 años, perdía 20 o 30 libras.

Y luego, lo hacía de nuevo.

Tenía un armario enorme lleno de ropa, solo podía usar un tercio de ella en cualquier momento, y solo yo sabía cuál parte del armario podía usar.

Pero, viviéndolo, todo parecía bastante normal.

Bueno, finalmente resolví que necesitaba perder peso, y sabía que podía lograrlo, lo había hecho tantas veces antes, así que simplemente dejé de comer tanto.

Siempre había hecho ejercicio, esa no era la parte de la ecuación en la que tenía que trabajar.

Pero yo había estado comiendo 3000 calorías al día, las reduje a 2000 a calorías al día, y el peso desapareció.

Perdí una libra a la semana por más o menos 40 semanas.

En el camino, sin embargo, comencé a examinar mi ciudad, su cultura, su infraestructura, en el intento de comprender por qué nuestra ciudad en particular parecía tener un problema de obesidad.

Y llegué a la conclusión de que habíamos construido una increíble calidad de vida si sucede que eres un coche.


(Risas)
Pero si sucede que eres una persona, estás peleando con el coche, parece, que en cada esquina.

Nuestra ciudad está muy desparramada.

Tenemos una maravillosa intersección de autopistas, quiero decir, la congestión de tráfico en la ciudad es verdaderamente inexistente.

Y por eso la gente vive lejos, muy lejos.

Los confines de nuestra ciudad son enormes, 1600 km cuadrados pero 24 km toman menos de 15 minutos.

Sin exagerar, te pueden multar por exceso de velocidad durante las horas pico en la ciudad de Oklahoma.

Como resultado, las personas suelen alejarse.

La tierra es barata.

Tampoco les habíamos exigido a los promotores inmobiliarios que construyeran aceras en sus nuevos proyectos, por muchísimo tiempo.

Arreglamos eso, pero había sido relativamente reciente, y había, sin exagerar, 100 000 o más hogares en nuestro inventario en barrios que tenían prácticamente ningún nivel de transitabilidad.

Y yo traté de examinar como podíamos enfrentarnos a la obesidad, y teniendo todos estos elementos en cuenta, decidí que lo primero que teníamos que hacer era tener una conversación.

Miren, en la ciudad de Oklahoma, no estábamos hablando de la obesidad.

Y por eso, la víspera del año nuevo de 2007 fui al zoológico, y me puse en frente de los elefantes, y dije, «Esta ciudad se va a poner en dieta, y vamos a perder un millón de libras".

Bueno, ahí fue cuando se desató el infierno.


(Risas)
Los medios nacionales gravitaron hacia esta historia de inmediato, y de verdad podían abordarla de una de dos maneras.

Podían haber dicho, «Esta ciudad es tan gorda que el alcalde tuvo que ponerla a dieta».

Pero afortunadamente, el consenso era «Miren, este es un problema en muchos lugares.

Esta es una ciudad que quiere hacer algo para resolverlo».

Así que comenzaron a ayudarnos a dirigir tráfico al sitio web.

Ahora, la dirección del sitio era estaciudadestáendieta.com y yo aparecí en «The Ellen DeGeneres Show» una mañana de una semana laboral para discutir la iniciativa, y ese día, 150 000 visitas se registraron en nuestro sitio web.

La gente se inscribía, y las libras comenzaban a sumarse, y la conversación que yo creía que era tan importante tener, comenzaba a tener lugar.

Tenía lugar en los hogares, madres y padres lo discutían con sus hijos.

Tenía lugar en las iglesias.

Las iglesias comenzaban a organizar sus propios grupos de apoyo para personas que padecían de obesidad.

De repente, se convirtió en un asunto que valía la pena discutir en las escuelas y en el trabajo.

Las grandes compañías, típicamente son las que tienen maravillosos programas de bienestar, pero las compañías de tamaño medio, que típicamente caen por las grietas con asuntos como este, comenzaron a comprometerse y nuestro programa les sirvió de modelo para que sus empleados trataran de organizar competencias para ver quien podía enfrentarse a su situación de obesidad de una manera que pudiera beneficiar proactivamente a los demás.

Luego llegó la siguiente etapa de la ecuación.

Ya era hora de impulsar lo que yo llamaba MAPS 3.

Bueno, MAPS 3, como los otros dos programas tenía el desarrollo económico como uno de sus motivos, pero junto con las tradicionales tareas de desarrollo económico, como la construcción de un centro de convenciones, añadimos alguna infraestructura relacionada con la salud al proceso.

Añadimos un nuevo parque central de 28 ha de tamaño que debía encontrarse en pleno centro de la ciudad.

Estamos construyendo un tranvía en el centro para tratar de ayudar a la fórmula de caminar para las personas que optan por vivir en el centro urbano y para ayudarnos a crear densidad allí.

Estamos construyendo centros de salud y bienestar para ancianos por toda la comunidad.

Hemos invertido en el río en el que se había invertido originalmente en los MAPS originales y ahora estamos en las últimas etapas de desarrollar el mejor sitio en el mundo para los deportes de canoa, kayak y remo.

Acogimos las pruebas olímpicas la primavera pasada.

Eventos de calibre olímpico van a llegar a la ciudad y atletas del mundo entero se están trasladando para allá, junto con los programas para zonas urbanas para involucrar más a los niños en estos tipos de actividad recreativa que son un poco no tradicionales.

También, con otra iniciativa que se ha aprobado, estamos construyendo centenares de kilómetros de nuevas aceras por toda la zona metropolitana.

Hasta estamos volviendo a algunos de los lugares en las zonas urbanas donde habíamos construido vecindarios y habíamos construido escuelas, pero no habíamos conectado las dos.

Habíamos construido bibliotecas y habíamos construido vecindarios, pero de verdad nunca habíamos conectado los dos con alguna forma de transitabilidad.

A través de una nueva fuente de financiación, estamos rediseñando todas las calles del centro urbano para que sean más adecuadas para los peatones.

Nuestras calles eran muy anchas, y tenías que accionar un botón que te permitía atravesar caminando y tenías que correr para llegar a la otra acera a tiempo.

Pero ahora hemos estrechado las calles, las hemos embellecido mucho, haciéndolas más adecuadas para los peatones, un verdadero rediseño que reimaginaba la manera en que construíamos nuestra infraestructura, diseñando una ciudad con base en las personas y no en los coches.

Estamos terminando con nuestro plan maestro para bicisendas Tendremos más de 160 kilómetros cuando hayamos terminado de construirlas.

Y así ves esta cultura comenzando a cambiar en la ciudad de Oklahoma.

Y he aquí, los cambios demográficos que está conllevando son muy inspiradores.

veinteañeros con altos niveles de educación de toda la región, se están mudando para Oklahoma y, de hecho, de aún más lejos, en California.

Cuando llegamos a un millón de libras, en enero de 2012, viajé a Nueva York con algunos de nuestros participantes que habían perdido más de 100 libras, cuyas vidas habían cambiado, y aparecimos en el «Rachel Ray Show» y luego, esa tarde hice una gira mediática en Nueva York, promoviendo los mismos mensajes que están acostumbrados a oír sobre la obesidad y sus peligros.

y fui al vestíbulo de la revista Men’s Fitness, la misma revista que nos había colocado en esa lista cinco años atrás.

Y mientras estaba sentado en el vestíbulo esperando para hablar con un reportero vi que había una copia de la última edición de la revista allí mismo en la mesa.

La tomé, y vi el titular que cubre la parte superior, que decía: «Las ciudades más gordas de Estados Unidos:

¿Vives en una de ellas?

» Bueno, sabía que sí así que tomé la revista y comencé a buscar, y no estábamos allí.


(Aplausos)
Después miré la lista de las ciudades que están en mejor forma y estábamos en esa lista.

Estábamos como vigésima segunda ciudad en mejor forma en los EE.

UU.

Nuestras estadísticas de salud estatales van mejor.

Lo reconozco, todavía nos queda mucho por hacer.

La salud no es una cosa de la que debamos enorgullecernos en Oklahoma, pero parece que hemos desplazado la palanca cultural al hacer de la salud una prioridad mayor.

Y nos encanta la idea de que grupos demográficos de veinteañeros con altos niveles de educación, personas con opciones, estén escogiendo a Oklahoma en grandes números.

Tenemos el menor índice de desempleo en los EE.

UU., probablemente la economía más fuerte en EE.

UU.

Y si son como yo, en algún momento de su carrera educacional les pidieron que leyeran un libro que se llama "Las uvas de la ira".

Los oklahomanos salieron para California en gran número en búsqueda de un futuro mejor.

Cuando vemos los cambios demográficos de las personas llegando del oeste parece que lo que estamos viendo ahora es la ira de las uvas.


(Risas)

(Aplausos)
Los nietos están volviendo a casa.

Uds.

han sido una audiencia maravillosa y muy atenta.

Gracias por haberme invitado.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/mick_cornett_how_an_obese_town_lost_a_million_pounds/

 

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