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Cómo usar la cena familiar para enseñar política – Charla TEDSummit 2019

Charla «Cómo usar la cena familiar para enseñar política» de TEDSummit 2019 en español.

Cada uno debería participar en la toma de decisiones y política, y esto empieza en casa, dice la activista Hajer Sharief. Ella presenta una idea simple pero transformadora: que los padres pueden enseñar a su hijos acerca de política, dándoles voz en como las riendas de su hogar son llevadas, por medio de sinceras reuniones familiares en donde cada uno puede expresar sus opiniones, negociar y comprometerse. Necesitamos enseñarle a la gente que la política, tanto nacional como los asuntos globales, son tan relevantes para ellos como los asuntos personales y familiares, ella pregunta: «¿Puedes realmente permitirte no estar interesado o no participar en política?»

  • Autor/a de la charla: Hajer Sharief
  • Fecha de grabación: 2019-07-21
  • Fecha de publicación: 2019-07-23
  • Duración de «Cómo usar la cena familiar para enseñar política»: 681 segundos

 

Traducción de «Cómo usar la cena familiar para enseñar política» en español.

Hace 20 años, mi familia introdujo un sistema llamado «Reuniones de la democracia los viernes».

Cada viernes a las 19 hs mi familia se juntaba para tener una reunión oficial y discutir los asuntos familiares actuales.

Estas reuniones las dirigía uno de mis padres e incluso teníamos un anotador.

Estas reuniones tenían dos reglas.

Primero, se le permite hablar abierta y libremente.

A los niños se nos permitía criticar a nuestros padres sin que eso se considerara irrespetuoso o grosero.

La segunda regla era la regla de Chatham House, lo que significa que lo que se dice en la reunión se queda en la reunión.


(Risas)
Los temas discutidos en estas reuniones variaban de una semana a otra.

Una semana, hablábamos sobre qué comida queríamos comer, a qué hora los niños debíamos ir a la cama y cómo mejorar las cosas como familia.

Mientras que en otra reunión se discutían eventos ocurridos en la escuela y cómo resolver disputas entre hermanos, me refiero a peleas reales.

Al final de cada reunión, llegábamos a decisiones y acuerdos.

Eso duraba al menos hasta la siguiente reunión.

Entonces se podría decir que fui criada como política.

A los seis o siete años dominaba la política.

Negociaba, me comprometía construyendo alianzas con otros actores políticos.


(Risas)
E incluso una vez intenté poner en peligro el proceso político.


(Risas)
Estas reuniones suenan muy pacíficas, civilizadas y democráticas,

¿no?

Pero no fue siempre así.

Debido a este espacio abierto y libre para hablar, discutir y criticar, las cosas a veces se calentaban mucho.

Una reunión fue muy mala para mí.

Tenía unos diez años en ese momento, y había hecho algo realmente horrible en la escuela que no voy a compartir hoy.


(Risas)
Pero mi hermano decidió mencionarlo en la reunión.

No pude defenderme, así que decidí retirarme de la reunión y boicotear todo el sistema.

Literalmente escribí una carta oficial y se la entregué a mi papá, anunciando que lo estaba boicoteando.


(Risas)
Pensé que si dejaba de asistir a estas reuniones, el sistema colapsaría.


(Risas)
Pero mi familia continuó con las reuniones, y a menudo tomaban decisiones que no me gustaban.

No pude desafiar estas decisiones porque no asistía a las reuniones y, por lo tanto, no tenía derecho a ir en contra de ellas.

Irónicamente, cuando cumplí 13 años terminé asistiendo a una de estas reuniones nuevamente, después de haberlas boicoteado durante mucho tiempo.

Y lo hice, porque había un problema que solo me afectaba, y ningún otro miembro de la familia lo mencionó.

El problema era que después de cada cena, siempre era la única a la que se le pedía lavar los platos, mientras que mis hermanos no tenían que hacer nada de eso.

Sentí que esto era injusto, indebido y discriminatorio, así que quería discutirlo en la reunión.

La idea de que es el papel de una mujer o niña hacer el trabajo doméstico es una regla que han llevado a cabo muchas sociedades durante mucho tiempo.

Entonces, para que una de 13 años la desafiara necesitaba una plataforma.

En la reunión, mis hermanos adujeron que ninguno de los otros chicos que conocíamos lavaba los platos.

¿Por qué nuestra familia debería ser diferente?

Pero mis padres consintieron y decidieron que mis hermanos debían ayudarme.

Sin embargo, no pudieron forzarlos, así que el problema continuó.

Al no encontrar una solución a mi problema, decidí asistir a otra reunión y proponer un nuevo sistema justo para todos.

Entonces sugerí que, en lugar de una persona lavara todos los platos utilizados por todos los miembros de la familia, cada miembro de la familia debía lavar sus propios platos.

Y como gesto de buena fe dije que también lavaría las ollas.

De esta manera, mis hermanos ya no podían aducir que no era su responsabilidad como niños u hombres el lavar platos y limpiar cosas de la familia, porque el sistema que propuse era que cada miembro de la familia limpiara y cuidara de sí mismo.

Todos estuvieron de acuerdo con mi propuesta y, durante años, ese fue nuestro sistema de lavar los platos.

Lo que acabo de compartir con Uds.

es una historia familiar, pero es pura política.

Cada parte de la política incluye la toma de decisiones e, idealmente, el proceso de toma de decisiones debe incluir personas de diferentes orígenes, intereses, opiniones, género, creencias, raza, etnia, edad, etc.

Y todos deberían tener la misma oportunidad de contribuir al proceso de toma de decisiones e influir en las decisiones eso afectará sus vidas directa o indirectamente.

Como tal, me resulta difícil de entender cuando escucho a los jóvenes decir: «Soy demasiado joven para involucrarme en política o tener una opinión política».

Del mismo modo, cuando escucho a algunas mujeres decir: «La política es un mundo sucio con el que no quiero involucrarme».

Me preocupa que la idea de política y compromiso político se haya polarizado tanto en muchas partes del mundo que la gente común siente que para poder participar en política deben ser activistas declarados.

Y eso no es cierto.

Quiero preguntar a estos jóvenes, mujeres y personas comunes en general:

¿Puede realmente permitirnos no estar interesados o no participar en política?

La política no es solo activismo.

Es conciencia, es mantenernos informados, es tener en cuenta los hechos.

Cuando es posible, emitimos un voto.

La política es la herramienta por la cual nos estructuramos como grupos y sociedades.

La política gobierna todos los aspectos de la vida, y al no participar en ella, literalmente permitimos que otras personas decidan qué podemos comer, ponernos, si puede haber acceso a atención médica, educación gratis, cuánto impuesto pagar, cuándo uno puede retirarse, cuánto es una pensión.

Otras personas también deciden si su raza y etnia es suficiente para considerarse criminal, o si su religión y nacionalidad basta para entrar en una lista de terroristas.

Y si todavía creen que son seres humanos fuertes e independientes no afectados por la política, entonces piénsenlo dos veces.

Hablo como joven de Libia, un país que está en medio de una guerra civil.

Después de más de 40 años de gobierno autoritario, no es un lugar donde el compromiso político de mujeres y jóvenes sea posible o alentado.

Casi todos los diálogos políticos ocurridos en los últimos años, incluso los convocados por potencias extranjeras, han estado solo representados por hombres de mediana edad en la sala.

Pero en lugares con un sistema político roto como Libia o en lugares que aparentemente funcionan, como las organizaciones internacionales, los sistemas que tenemos hoy en día para la toma de decisiones políticas no son de la gente para la gente, sino que han sido establecidos por unos pocos para unos pocos.

Y estos pocos han sido históricamente casi exclusivamente hombres, y han producido leyes, políticas, mecanismos de participación política que se basan en las opiniones, creencias, cosmovisiones, sueños, aspiraciones de este grupo de personas, mientras que todos los demás han sido excluidos.

Después de todo, todos hemos escuchado alguna versión de esta oración: «

¿Qué entiende una mujer, y mucho menos una persona joven, de piel morena, sobre política?

» Cuando eres joven y en muchas partes del mundo, si eres mujer, a menudo escuchas a políticos experimentados decir: «Pero te falta experiencia política».

Y cuando escucho eso, me pregunto a qué tipo de experiencia se refieren.

¿La experiencia de sistemas políticos corruptos?

¿O de librar guerras?

¿O se refieren a la experiencia de poner los intereses de las ganancias económicas antes que los del medioambiente?

Porque si esto es experiencia política, entonces sí…


(Aplausos)
Nosotras, como mujeres y jóvenes, no tenemos experiencia política en absoluto.

Ahora, los políticos podrían no ser los únicos culpables, porque a la gente común y a muchos jóvenes no les importa la política.

E incluso aquellos a quienes les importa no saben cómo participar.

Esto debe cambiar y aquí está mi propuesta.

Necesitamos enseñar a las personas a una edad temprana sobre la toma de decisiones y a ser parte de ella.

Cada familia es su propio minisistema político, eso generalmente no es democrático, porque los padres toman decisiones que afectan a todos los miembros de la familia mientras que los niños tienen muy poco que decir.

Del mismo modo, los políticos toman decisiones que afectan a toda la nación, mientras que la gente tiene muy poco que decir en ellas.

Necesitamos cambiar esto, y para lograr este cambio sistemáticamente, necesitamos enseñar a la gente que los asuntos políticos, nacionales y globales son tan relevantes para ellos como los asuntos personales y familiares.

Entonces, si queremos lograr esto, mi propuesta y consejo es, prueben el sistema de Reunión de Democracia Familiar.

Porque eso permitirá a sus hijos ejercer su poder de acción y toma de decisiones desde una edad muy temprana.

La política se trata de tener conversaciones, incluyendo conversaciones difíciles, que conducen a decisiones.

Y para tener una conversación hay que participar, no boicotear como lo hice de niña y luego aprender la lección de la manera difícil y tener que volver de nuevo.

Si incluyen a sus hijos en conversaciones familiares, ellos crecerán y sabrán participar en conversaciones políticas.

Y lo más importante, lo más importante, ayudarán a otros a participar.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/hajer_sharief_how_to_use_family_dinner_to_teach_politics/

 

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