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Charla «Cómo vamos a resucitar a la rana de incubación gástrica y al tigre de Tasmania» de TEDxDeExtinction en español.
La rana de incubación gástrica pone sus huevos al igual que cualquier otra rana, a continuación los traga enteros para incubarlos. Es decir, lo hizo hasta que se extinguió hace 30 años. El paleontólogo Michael Archer hace un caso para traer de vuelta a la rana de incubación gástrica y al tilacino, comúnmente conocido como el tigre de Tasmania. (Filmado en TEDxDeExtinction).
- Autor/a de la charla: Michael Archer
- Fecha de grabación: 2013-03-15
- Fecha de publicación: 2013-06-27
- Duración de «Cómo vamos a resucitar a la rana de incubación gástrica y al tigre de Tasmania»: 1056 segundos
Traducción de «Cómo vamos a resucitar a la rana de incubación gástrica y al tigre de Tasmania» en español.
Quiero probar esta pregunta en la que todos estamos interesados:
¿La extinción tiene que ser para siempre?
Me enfoco en dos proyectos sobre los que les quiero contar.
Uno es el Proyecto Tilacino.
El otro es el Proyecto Lázaro, que se enfoca en la rana de incubación gástrica.
Sería una buena pregunta, bueno,
¿por qué nos enfocamos en estos dos animales?
Bueno, punto uno, cada uno representa a una familia única.
Hemos perdido a una familia completa.
Ese es un gran trozo perdido del genoma global.
Me gustaría tenerlo de vuelta.
La segunda razón es que los hemos matado.
En el caso del tilacino, lamentablemente, le hemos disparado a cualquiera que hayamos visto.
Los masacramos.
En el caso de la rana de incubación gástrica, pudimos haberla «fungicidado» hasta la muerte.
Hay un hongo terrible que está como moviéndose en todo el mundo que se llama hongo quitrido y está matando a todas las ranas en el mundo.
Creemos que eso es lo que mató a esta rana y los humanos están propagando este hongo.
Y esto introduce un punto ético muy importante y creo que lo habrán escuchado muchas veces cuando sale este tema.
Lo que creo que es importante es que, si está claro que exterminamos estas especies, entonces creo que no solo tenemos una obligación moral de ver qué podemos hacer sobre eso, sino que creo que tenemos un imperativo moral de intentar hacer algo, si podemos.
Está bien.
Déjenme hablarles sobre el Proyecto Lázaro.
Es una rana.
Y pensarán, una rana.
Sí, pero esta no era cualquier rana.
A diferencia de una rana normal, que coloca sus huevos en el agua y se va deseándoles suerte a sus ranitas, esta rana tragaba sus huevos fertilizados, los tragaba en el estómago donde debería tener comida, no digería los huevos, y transformaba su estómago en un útero.
En el estómago, los huevos se desarrollaban en renacuajos, y en el estómago, los renacuajos se desarrollaban en ranas, y crecían en el estómago hasta que finalmente la pobre rana tenía el riesgo de reventarse.
Tenía un poco de tos e hipo y salían rociadas las pequeñas ranas.
Cuando los biólogos vieron esto estaban impresionados.
Pensaron, esto es increíble.
Ningún animal, por no decir rana, es conocido por hacer esto, cambiar un órgano en el cuerpo por otro.
Y pueden imaginar que el mundo médico también se volvió loco por esto.
Si pudiéramos entender cómo esta rana maneja la manera en que funciona su vientre,
¿hay información que necesitemos entender o la podríamos utilizar provechosamente para ayudarnos?
No estoy sugiriendo que criemos a nuestros bebés en el estómago, sino que estoy sugiriendo que es posible que queramos manejar la secreción gástrica en el estómago.
Y cuando todos estaban emocionados por eso, ¡bum! Se extinguió.
Llamé a mi amigo, el profesor Mike Tyler de la Universidad de Adelaida.
Fue la última persona que tuvo esta rana, una colonia de ellas, en su laboratorio.
Y dije, «Mike, por casualidad…», esto fue hace 30 o 40 años, «por casualidad,
¿guardaste tejido congelado de esta rana?
» Y lo pensó y fue a ver a su congelador, -20 grados centígrados, y buscó en todo el congelador y ahí en el fondo había un frasco y contenía tejidos de estas ranas.
Esto fue muy emocionante, pero no había razón por la qué deberíamos esperar que esto funcionara, porque este tejido no tenía ningún anticongelante puesto, crioprotectores, para cuidarlo cuando estuviera congelado.
Y normalmente, cuando el agua se congela, como saben, se expande y lo mismo pasa en una célula.
Si congelan los tejidos, el agua se expande, daña o revienta las paredes celulares.
Bueno, miramos el tejido bajo el microscopio.
Realmente no se veía mal.
Las paredes celulares se veían intactas.
Así que pensamos, démosle una oportunidad.
Lo que hicimos es algo llamado trasplante nuclear de célula somática.
Tomamos los huevos de una especie relacionada, una rana viva, e inactivamos el núcleo del huevo.
Utilizamos radiación ultravioleta para hacerlo.
Y luego tomamos el núcleo muerto del tejido muerto de la rana extinta e insertamos esos núcleos en ese huevo.
Ahora, por derechos, esto es parecido a un proyecto de clonación, como el que produjo a Dolly, pero en realidad es muy diferente, porque Dolly era una oveja viva dentro de células de oveja viva.
Eso era un milagro, pero era viable.
Lo que intentamos hacer es tomar un núcleo muerto de una especie extinta y colocarlo en una especie completamente diferente y esperar que eso funcione.
No teníamos una razón real para esperar que funcionara e intentamos cientos y cientos de esos.
Y el pasado febrero, la última vez que hicimos estas pruebas, vi que un milagro comenzaba a ocurrir.
Lo que encontramos fue que la mayoría de estos huevos no funcionaban, pero de repente uno de ellos se comenzó a dividir.
Fue tan emocionante.
Y luego el huevo se dividió de nuevo.
Y luego de nuevo.
Y bastante pronto tuvimos embriones de etapa temprana con cientos de células formándolos.
Incluso les realizamos pruebas de ADN a algunas de estas células, y el ADN de la rana extinta está en estas células.
Así que estamos muy emocionados.
Esto no es un renacuajo.
Esto no es una rana.
Pero es un largo camino a lo largo del trayecto de producir o traer de vuelta una especie extinta.
Y estas son noticias.
No habíamos anunciado públicamente esto antes.
Estamos emocionados.
Tenemos que pasar este punto.
Ahora queremos que esta bola de células comience a gastrular, que se transforme para que produzcan los otros tejidos.
Seguirá y producirá un renacuajo y luego una rana.
Vean este espacio.
Creo que tendremos esta rana saltando alegre de estar de vuelta en el mundo.
Gracias.
(Aplausos)
No lo hemos hecho aún, pero tengan esos aplausos listos.
El segundo proyecto del que quiero hablarles es el Proyecto Tilacino.
El tilacino se parece un poco, para la mayoría de la gente, a un perro o quizás a un tigre, porque tiene rayas.
Pero no está relacionado con ninguno.
Es un marsupial.
Llevaba a sus crías en una bolsa, como lo harían un koala o un canguro, y tiene una larga historia, una larga y fascinante historia que se remonta a 25 millones de años.
Pero también es una historia trágica.
La primera que vemos ocurre en los antiguos bosques tropicales de Australia hace casi 25 millones de años, y la National Geographic Society nos está ayudando a explorar estos depósitos de fósiles.
Esto es Riversleigh.
En esas rocas fósiles hay algunos animales sorprendentes.
Encontramos leones marsupiales.
Encontramos canguros carnívoros.
No es lo que comúnmente pensarían sobre un canguro, pero estos son canguros carnívoros.
Encontramos el ave más grande del mundo, más grande que la que estaba en Madagascar y también comía carne.
Era un pato gigante y raro.
Y los cocodrilos tampoco se comportaban en ese tiempo.
Uds.
piensan en los cocodrilos haciendo su fea cosa, manteniéndose en su piscina de agua.
Estos cocodrilos en realidad estaban en la tierra e incluso trepaban los árboles y saltaban a las presas en la tierra.
Tuvimos, en Australia, cocodrilos caedores.
Realmente existieron.
Pero en lo que caían no solo eran en otros animales raros, sino también en tilacinos.
Había cinco tipos diferentes de tilacinos en esos bosques antiguos e iban de los grandes a los medianos, a uno que era del tamaño de un chihuahua.
Paris Hilton hubiera sido capaz de llevar a uno de ellos en una pequeña cartera hasta que un cocodrilo caedor aterrizara sobre ella.
En cualquier caso, era un lugar fascinante, pero desafortunadamente Australia no se mantuvo de esta manera.
El cambio climático ha afectado al mundo por un largo periodo de tiempo y gradualmente los bosques desaparecieron, el país se comenzó a secar y el número de tipos de tilacino comenzó a declinar, hasta que 5 millones de años atrás solo quedó uno.
Para 10 mil años atrás, habían desaparecido de Nueva Guinea y desafortunadamente para 4 mil años atrás, alguien, no sabemos quién fue, introdujo los dingos, es un tipo muy arcaico de perro, en Australia.
Y pueden ver, los dingos son muy similares en su forma corporal a los tilacinos.
Esa similitud significa que probablemente compitieron.
Comían los mismos tipos de comida.
Incluso es posible que los aborígenes mantuvieran algunos de estos dingos como mascotas y por lo tanto pueden haber tenido una ventaja en la batalla por la supervivencia.
Todo lo que sabemos es que, tan pronto como aparecieron los dingos, los tilacinos se extinguieron del continente australiano y después solo sobrevivieron en Tasmania.
Luego, desafortunadamente, la siguiente parte triste de la historia del tilacino es que los europeos llegaron en 1788 y trajeron con ellos las cosas que valoraban, y eso incluía las ovejas.
Vieron al tilacino en Tasmania y pensaron, esperen, esto no va a funcionar.
Eso se va a comer a todas nuestras ovejas.
Así no paso, en realidad.
Los perros salvajes se comieron unas pocas ovejas, pero el tilacino se llevó la mala reputación.
Pero inmediatamente, el gobierno dijo, está bien, deshagámonos de ellos, y le pagaron a la gente para masacrar a todos los que vieran.
Para principios de la década de 1930, 3 mil a 4 mil tilacinos habían sido asesinados.
Fue un desastre, y estaban a punto de llegar al límite.
Veamos esta pequeña filmación.
Me pone muy triste, porque, aunque es un animal fascinante y es increíble pensar que tuvimos la tecnología para filmarlo antes de que cayera por ese acantilado de la extinción, desafortunadamente, al mismo tiempo, no tuvimos una molécula de preocupación por el bienestar de esta especie.
Estas son fotografías del último tilacino sobreviviente, Benjamín, que estaba en el Zoológico Beaumaris en Hobart.
Para colmo de males, después de haber arrasado esta especie este animal, cuando murió por abandono, los guardianes no lo resguardaron una fría noche en Hobart.
Murió de frío y en la mañana, cuando encontraron el cuerpo de Benjamín, se preocuparon tan poco de este animal que tiraron el cuerpo a la basura.
¿Tiene que permanecer así?
En 1990 estaba en el Museo Australiano.
Estaba fascinado por los tilacinos.
Siempre he estado obsesionado con estos animales.
Y estaba estudiando los cráneos, intentando descifrar su relación con otros tipos de animales y vi este frasco, y aquí, en el frasco, había un pequeño cachorro hembra de tilacino, quizás de seis meses de edad.
El que lo encontró y mató a la madre preservó al cachorro en alcohol.
Soy paleontólogo, pero aun así sabía que el alcohol conserva el ADN.
Pero esto fue en 1990 y les pregunté a mis amigos genetistas
¿podemos tomar este cachorro y extraerle ADN, si está ahí, y luego en algún momento en el futuro, utilizar este ADN para traer de vuelta al tilacino?
Los genetistas rieron.
Pero esto fue seis años antes de Dolly.
La clonación era ciencia ficción.
No había ocurrido.
Pero de pronto ocurrió la clonación.
Y pensé, cuando me convertí en director del Museo Australiano, le voy a dar una oportunidad a esto.
Armé un equipo.
Fuimos por ese cachorro para ver que había y encontramos ADN de tilacino.
Fue un momento eureka.
Estábamos muy emocionados.
Desafortunadamente, también encontramos mucho ADN humano.
Cada viejo curador que había estado en ese museo había visto este maravilloso espécimen, colocó su mano en el frasco, lo sacó y pensó «vaya, miren eso», lo dejaba caer de vuelta al frasco, contaminando este espécimen.
Y esa era una preocupación.
Si la meta aquí era sacar el ADN y utilizar el ADN para poder traer de vuelta al tilacino, lo que no queríamos que pasara cuando la información se metiera en la máquina y la rueda girara y las luces destellaran, era tener un viejo, marchito y horrible curador saliendo del otro lado de la máquina.
(Risas)
Hubiera mantenido muy feliz al curador, pero no a nosotros.
Así que volvimos a estos especímenes y comenzamos a escarbar y buscamos particularmente en los dientes de los cráneos, partes duras donde los humanos no hubieran sido capaces de colocar sus dedos y encontramos ADN de mucha mejor calidad.
Encontramos genes mitocondriales nucleares.
Está ahí.
Así que lo obtuvimos.
Está bien.
¿Qué podíamos hacer con esto?
Bueno, George Church en su libro «Regenesis» ha mencionado muchas de las técnicas que están avanzando rápidamente para trabajar con el ADN fragmentado.
Esperaríamos que fuéramos capaces de tener ese ADN de vuelta de forma viable y luego, muy parecido a como habíamos hecho con el Proyecto Lázaro, colocarlo en un óvulo de una especie huésped.
Tienen que ser especies diferentes.
¿Cuál podría ser?
¿Por qué no podría ser un demonio de Tasmania?
Están relacionados de manera distante a los tilacinos.
Y luego el demonio de Tasmania va a hacer salir un tilacino del extremo sur.
Los críticos de este proyecto dicen, esperen.
¿Tilacino, demonio de Tasmania?
Eso va a doler.
No, no lo hará.
Estos son marsupiales.
Dan a luz bebés que son del tamaño de una gomita.
El demonio de Tasmania ni siquiera sabrá que dio a luz.
Va a, en breve, pensar que tuvo al más feo bebé demonio de Tasmania del mundo, así que tal vez va a necesitar un poco de ayuda para continuar.
Andrew Pask y sus colegas han demostrado que esto puede no ser una pérdida de tiempo.
Y en el futuro, no hemos llegado allí todavía, pero es el tipo de cosas que queremos pensar.
Tomaron algo de ADN del mismo tilacino conservado y lo colocaron en un genoma de ratón, pero colocaron una etiqueta en él para que cualquier cosa que produjera este ADN de tilacino aparecería en verdeazul en el bebé ratón.
En otras palabras, si se estaban produciendo tejidos de tilacino por el ADN de tilacino, serían reconocidos.
Cuando el bebé apareció, estaba lleno de tejidos verdeazulados.
Y eso nos dice que si podemos conseguir tener el genoma de vuelta y colocarlo en una célula viva, producirá material de tilacino.
¿Es un riesgo?
Han tomado pedazos de un animal y los han mezclado en la célula de un animal diferente
¿Vamos a obtener un Frankenstein?
Ya saben,
¿algún tipo de quimera híbrida rara?
Y la respuesta es no.
Si solo el ADN nuclear va dentro de esta célula híbrida es ADN de tilacino, esa es la única cosa que puede salir del otro lado del demonio.
Está bien, si podemos hacer esto,
¿podemos traerlo de vuelta?
Esta es una pregunta para todos.
¿Tiene que permanecer en un laboratorio o podemos colocarlo de vuelta donde pertenece?
¿Podríamos colocarlo de vuelta en el trono del rey de las bestias de Tasmania donde pertenece, restaurar ese ecosistema?
¿O Tasmania ha cambiado tanto que ya no es posible?
He estado en Tasmania.
He ido a muchas zonas donde los tilacinos eran comunes.
He hablado con gente como Peter Carter, que cuando hablé con él tenía 90 años de edad, pero en 1926 este hombre, su padre y su hermano atrapaban tilacinos.
Los atrapaban.
Y justo, cuando hablé con este hombre, miraba en sus ojos y pensaba, detrás de esos ojos hay un cerebro que tiene memorias de cómo se sentían los tilacinos, como olían, cómo sonaban.
Los llevaba alrededor de una cuerda.
Tiene experiencias personales por las que daría mi pierna izquierda por tener.
A todos nos gustaría que ocurrieran este tipo de cosas.
De cualquier manera, le pregunté a Peter, por casualidad, si podría llevarnos donde atrapaba esos tilacinos.
Mi interés estaba en si los ambientes habían cambiado.
Hizo un esfuerzo.
Quiero decir, eran casi 80 años antes que había estado en este refugio.
De todos modos, nos llevó por este camino de arbustos, y ahí, justo donde recordaba, estaba el refugio y las lágrimas brotaron de sus ojos.
Miró el refugio.
Entró.
Habían tablas de madera a los lados del refugio donde él, su padre y su hermano habían dormido de noche.
Y me dijo, a medida que estaba inundado en recuerdos, me dijo, «recuerdo a los tilacinos dando vueltas por el refugio preguntándose que había dentro», y dijo hacían ruidos como «¡Yip! ¡Yip! ¡Yip!» Todas estas son partes de su vida y lo que recuerda.
Y la pregunta clave para mí fue preguntarle a Peter,
¿ha cambiado?
Y me dijo que no.
Los bosques de hayas meridionales que rodean su cabaña son iguales a cuando él estaba ahí en 1926.
Los pastizales se estaban eliminando.
Ese es el hábitat clásico del tilacino.
Y los animales en esas áreas eran los mismos que había cuando el tilacino vivía.
Así que,
¿podríamos ponerlo de vuelta?
Sí.
¿Eso es todo lo que haríamos?
Y esta es una pregunta interesante.
Algunas veces puedes ser capaz de traerlo de vuelta, pero
¿es esa la mejor manera de asegurarse de que nunca se extinga de nuevo?
No lo creo.
Creo gradualmente, como vemos las especies alrededor del mundo, es una especie de mantra que la vida silvestre no está cada vez más segura en la naturaleza.
Nos gustaría pensar que lo es, pero sabemos que no es así.
Tenemos otras estrategias paralelas que entrarán en funcionamiento.
Y esta me interesa.
Algunos de los tilacinos que estaban en zoológicos, santuarios, incluso en museos, tenían marcas de collar en el cuello.
Eran mantenidos como mascotas y conocemos muchos cuentos de campo y memorias de gente que los tenía como mascotas y dicen que eran maravillosos, amistosos.
Este particular salió del bosque para lamer a este chico y se acurrucó alrededor del fuego para dormir.
Un animal salvaje.
Y me gustaría hacer la pregunta, todos…
necesitamos pensar sobre esto.
Si no hubiera sido ilegal tener estos tilacinos como mascotas entonces,
¿estaría extinto el tilacino ahora?
Y estoy seguro de que no.
Necesitamos pensar eso en el mundo de hoy.
¿Podría ser que tener animales cerca de nosotros de manera que los valoremos, haga que quizás no se extingan?
Y este es un tema tan importante para nosotros, porque si no lo hacemos, vamos a ver a más de estos animales caer al precipicio.
En lo que a mí respecta, esta es la razón por la que estamos haciendo este tipo de proyectos de desextinción.
Estamos intentando restaurar ese balance de la naturaleza que nos tiene molestos.
Gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/michael_archer_how_we_ll_resurrect_the_gastric_brooding_frog_the_tasmanian_tiger/