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¿Corre tu país el riesgo de convertirse en una dictadura? Esto es lo que debes saber. – Charla TEDWomen 2018

Charla «¿Corre tu país el riesgo de convertirse en una dictadura? Esto es lo que debes saber.» de TEDWomen 2018 en español.

Farida Nabourema ha dedicado su vida a luchar contra el régimen militar de Togo, la autocracia más antigua de África. Durante ese trayecto, ha aprendido dos verdades fundamentales: ninguna nación está destinada a ser oprimida y ninguna nación es inmune a una dictadura. Pero ¿cómo puedes saber si corres el riesgo de que esto ocurra? En esta charla conmovedora, Nabourema comparte los cuatro indicios claves de una dictadura, así como el secreto de la resistencia para aquellos que viven en un sistema opresivo.

  • Autor/a de la charla: Farida Nabourema
  • Fecha de grabación: 2018-11-28
  • Fecha de publicación: 2019-02-28
  • Duración de «¿Corre tu país el riesgo de convertirse en una dictadura? Esto es lo que debes saber.»: 678 segundos

 

Traducción de «¿Corre tu país el riesgo de convertirse en una dictadura? Esto es lo que debes saber.» en español.

Hace pocas semanas, durante las elecciones parciales de EE.

UU, alguien tuiteó que el día de las elecciones debería convertirse en festivo.

Y lo retuiteé con el comentario: «Bueno, te invitó a que vengas a votar en mi país.

Te darán toda la semana libre para que el ejército cuente los votos».

Soy de Togo, por cierto.

Es un país precioso de África Occidental.

Aquí van algunos datos interesantes sobre mi país: Togo lleva 51 años bajo el control de una misma familia, lo que nos convierte en la autocracia más antigua de África.

Es un récord.

Tenemos un segundo récord: Hemos sido elegidos tres veces la nación más infeliz del planeta.

Están todos invitados.


(Risas)
Así que, para que lo sepan, vivir en una autocracia no es tan maravilloso.

Lo más interesante es que en el transcurso de mi activismo he conocido mucha gente de distintos países y cuando les hablo de Togo siempre reaccionan igual.

«

¿Cómo han permitido que esas personas los hayan aterrorizado durante 51 años?

Quiero decir, los togoleses deben de ser muy pacientes».

Esa es su manera diplomática de llamarnos «estúpidos».


(Risas)
Cuando vives en un país libre, existe la tendencia a asumir que aquellos que viven oprimidos toleran su opresión o incluso, están conformes con ella, y la democracia se proyecta como una forma de gobierno progresista de manera que esa gente que no vive en países democráticos son consideradas menos avanzadas moral e intelectualmente que otras.

Pero este no es el caso.

La razón por la que se tiene esa percepción se debe a la cobertura que reciben las historias sobre dictaduras.

En mi recorrido como activista he tenido que responder a entrevistas en muchísimos medios, y siempre solían empezar así: «

¿Qué te impulsó a empezar?

¿Qué te inspiró?

«.

Y yo respondo: «No me inspiraron, me provocaron».

Y siguen: «Bueno,

¿qué te provocó?

«.

Y así cuento cómo arrestaron a mi padre cuando yo tenía 13 años, y lo torturaron, toda la historia…

No quiero entrar en detalles ahora porque se aburrirían.

La cuestión es que, en última instancia, lo que más les interesa es esto:

¿Cómo lo torturaron?

¿Durante cuántos días?

¿Cuánta gente murió?

Les interesa el abuso, las muertes, porque creen que eso cosechará atención y compasión, pero la verdad es que solo sirve al propósito del dictador.

Le ayuda dando publicidad a su crueldad.

En 2011, cofundé un movimiento, «Faure Must Go», porque Faure es el nombre de nuestro presidente.

Togo es un país francoparlante, pero escogí el inglés porque también he tenido roces con Francia.

Pero entonces…


(Risas)
Entonces, cuando inicié Faure Must Go, hice un video, aparecí en cámara, y dije: «Faure Gnassingbé, te doy 60 días para dimitir como presidente.

Si no lo haces, los jóvenes de Togo nos organizaremos y te derrocaremos porque has asesinado a más de 500 hombres para heredar el poder de tu padre.

No te hemos elegido.

Eres un impostor y te destituiremos».

Pero fui la única cara conocida del movimiento.

¿Por qué?

Porque era la única estúpida.


(Risas)
Entonces vino la respuesta violenta.

Mi familia empezó a recibir amenazas.

Mis hermanos me llamaron una mañana y me dijeron: «

¿Sabes?

Cuando vengan a matarte, no queremos morir contigo.

Así que vete».

Así que me mudé.

Y estoy tan enfadada con ellos que no hemos hablado en cinco años.

Bueno, siguiendo con el tema…

Durante los últimos nueve años, he estado trabajando con varios países para despertar conciencia sobre Togo, y ayudar a la gente de Togo a superar su miedo para que ellos también se alcen y pidan el cambio.

He sido objeto de mucha persecución sobre la que no puedo hablar, muchas amenazas, mucho abuso psicológico.

Pero no me gusta hablar de ello porque sé que mi trabajo como activista consiste en movilizar, en organizar, ayudar a todos y cada uno de los togoleses a entender que, como ciudadanos, tenemos el poder, estamos al mando y decidimos.

Y los castigos que los dictadores usan para intimidarlos no deben impedirnos conseguir lo que queremos.

Por eso he dicho que es muy importante cubrir las historias de los activistas en el sentido de que ayude a movilizar a la gente, y no que los detenga y refuercen su subyugación al sistema opresivo.

Durante los años que llevo siendo activista, hay días que he pensado en dejarlo porque no podía soportarlo.

¿Qué me hizo seguir adelante?

Lo que me hizo seguir adelante fue recordar la historia de mi abuelo y cómo solía caminar 748 kilómetros desde su aldea hasta la ciudad para protestar por la independencia.

Y entonces recuerdo el sacrificio de mi padre, al que torturaron tantas veces por osar protestar contra el régimen.

En los años 70, escribían panfletos para concienciar sobre la dictadura, y como no podían permitirse hacer muchas copias, reproducían el mismo panfleto 500 veces para repartirlo.

Llegó un momento en que el ejército reconocía su caligrafía así que cuando encontraban uno de ellos, iban por él.

Pienso en ello y me doy cuenta de que hoy tengo mi blog.

No tengo que copiar lo mismo 500 veces.

Escribo algo en el blog y miles de personas lo leen.

Por cierto, en Togo les gusta llamarme «La chica del WhatsApp» porque siempre estoy en WhatsApp atacando al gobierno.


(Risas)
Es mucho más fácil.

Cuando estoy enojada con el gobierno, escribo una nota expresándolo, la envío y miles de personas la comparten.

No suelo estar tan serena, por cierto, siempre ando enojada.


(Risas)

(Aplausos)
Estaba hablando de la necesidad de dar a conocer nuestras historias porque cuando pienso en los sacrificios que hicieron por nosotros me ayuda a seguir adelante.

Una de las primeras medidas del movimiento Faure Must Go fue elaborar una solicitud y pedir firmas a la ciudadanía para exigir nuevas elecciones, como dicta la constitución.

La gente temía escribir sus nombres porque decían que no querían meterse en líos.

Hasta en la diáspora, la gente tiene miedo.

Decían cosas como: «Tenemos familia allí».

Pero había una señora de unos 60 años que, cuando se enteró, tomó la solicitud y se fue de casa en casa.

Y ella sola recolectó más de 1000 firmas.

Eso me inspiró tanto que me dije: «Si una señora de 60 años que no puede sacar mucho más de este régimen es capaz de hacer esto por los jóvenes,

¿por qué debería dejarlo?

Son las historias de resistencia, las historias de desafío, las historias de fortaleza, las que inspiran a la gente a unirse, no las historias sobre abusos, muertes y sufrimiento.

Porque, como humanos, es natural sentir miedo.

Me gustaría compartir con Uds.

las características de una dictadura para que puedan evaluar su propio país y ver si también están en riesgo de llegar a ser como nosotros.

(Risas y vítores)
(Aplausos)
Lo primero en que fijarse: la concentración del poder.

¿Acaso el poder de su nación se concentra en las manos de unos pocos?

Puede ser una élite política o ideológica.

¿Tienen a un hombre fuerte?

Porque siempre hay alguien al que presentan como el mesías que nos salvará del resto del mundo.

El segundo punto es la propaganda.

Los dictadores se alimentan de la propaganda.

Les gusta aparentar que son salvadores y que sin ellos el país se derrumbaría.

Y siempre están peleándose con alguna fuerza extranjera.

Los cristianos, los judíos, los musulmanes, los sacerdotes del vudú vienen por ti.

Cuando lleguen los comunistas, nos arruinaremos.

Esa clase de cosas.

Nuestro presidente, en particular, lucha contra los piratas.


(Risas)
Lo digo muy en serio.

El año pasado compró un barco de 13 millones para combatir piratas.

Mientras que el 60 % de la población se muere de hambre.

Siempre nos están protegiendo de algún agente extranjero.

Lo que nos lleva al punto tres: la militarización.

Los dictadores sobreviven provocando terror y usan al ejército para reprimir las voces discrepantes, incluso cuando intentan dar a entender que el ejército está ahí para protegernos.

Reprimen las instituciones y las destruyen para no tener que rendir cuentas de sus actos.

De modo que,

¿está tu país fuertemente militarizado?

Y esto nos lleva al cuarto punto, lo que yo llamo crueldad humana.

Cuando hablamos sobre animales, hablamos de crueldad animal si estos sufren abusos porque no existe ninguna Carta de la ONU que hable de los derechos de los animales.

Primera enmienda: todos los animales son iguales.

No existe.

Así que cuando abusan de los animales hablamos de crueldad animal.

Cuando se refiere a gente, hablamos de la violación de los derechos humanos porque damos por sentado que todos tenemos derechos.

Lo cierto es que algunos aún luchamos por nuestro derecho a tener derechos.

Así que, en esa condición, no hablo de la violación de los derechos humanos.

Cuando vives en un país y tienes problemas con el presidente, y lo peor que te puede pasar es que te prohíban ejercer la presidencia, tienes suerte.

Cuando vienes a mi país y tienes un problema con el presidente, solo te queda huir, desaparecer, porque pueden conseguirte hasta en Turquía.

Así que las personas como yo ya no podemos vivir en Togo.

Y las personas como yo no podemos vivir en el mismo lugar durante más de un mes, porque no queremos ser encontrados.

Cómo abusan de la gente, la clase de crueldad que se ejerce con total impunidad en una dictadura sobrepasa la imaginación humana.

Las historias de algunos de los activistas que han sido asesinados, de sus cuerpos arrojados al mar, que fueron torturados hasta perder el sentido del oído o de la vista…

esas historias me atormentan.

A veces, como activista, me preocupa menos el hecho de morir que la manera como sucederá.

A veces me siento e imagino todas las posibilidades.

¿Qué harán?

¿Me cortarán las orejas primero?

¿O me cortarán la lengua porque siempre los estoy insultando?

Suena cruel, pero es la realidad.

Vivimos en un mundo muy cruel.

Los dictadores son monstruos crueles y no lo digo por ser amable.

De modo que, sí, esa es la última característica.

La lista continúa, pero eso es todo cuanto quiero compartir sobre autocracias para que le echen un vistazo a su país y vean los riesgos.

Es importante que reconozcan las libertades de las que hoy disfrutan porque algunas personas han sacrificado sus vidas para que las tengan.

Así que no las den por sentado.

Pero también deben saber que realmente ningún país está destinado a ser oprimido, y al mismo tiempo, ningún país y ningún pueblo es inmune a la opresión de una dictadura.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/farida_nabourema_is_your_country_at_risk_of_becoming_a_dictatorship_here_s_how_to_know/

 

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