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Cuatro preguntas que deberías hacerle a tu médico – Charla TEDxOslo

Charla «Cuatro preguntas que deberías hacerle a tu médico» de TEDxOslo en español.

«¿De verdad es necesario, doctor?» Respaldado por estadísticas alarmantes acerca del sobretratamiento, el neurocirujano Christer Mjåset explica la importancia de esta y otras preguntas sencillas en el contexto del tratamiento médico y la cirugía, y comparte cómo pueden los pacientes trabajar mejor con el personal médico para obtener la asistencia que necesitan.

  • Autor/a de la charla: Christer Mjåset
  • Fecha de grabación: 2018-05-04
  • Fecha de publicación: 2019-09-19
  • Duración de «Cuatro preguntas que deberías hacerle a tu médico»: 685 segundos

 

Traducción de «Cuatro preguntas que deberías hacerle a tu médico» en español.

Soy neurocirujano y estoy aquí para decirles que gente como yo necesita su ayuda.

En unos instantes les diré cómo.

Pero primero, déjenme que les cuente algo sobre una paciente.

Era una mujer de unos 50 años, estaba más o menos en buena forma, pero llevaba un tiempo entrando y saliendo del hospital por un tratamiento de cáncer de mama.

Tuvo entonces un prolapso de disco cervical que le provocaba un dolor que se le extendía hasta el brazo derecho.

Al ver su RM antes de la consulta, decidí sugerirle que se operara.

Estas operaciones están estandarizadas y son rápidas.

Pero conllevan cierto riesgo.

Se hace una incisión aquí, se disecciona con cuidado a través de la tráquea, el esófago, y se intenta no perforar la carótida.


(Risas)
Entonces, con el microscopio quirúrgico se extrae con cuidado el disco y el prolapso del canal del nervio, sin dañar la médula ni la raíz nerviosa que se encuentra solo unos milímetros más abajo.

En el peor de los casos, podría dañarse la médula, lo que causaría parálisis del cuello hacia abajo.

Al explicarle esto, la paciente se quedó callada.

Y, tras un instante, pronunció unas palabras decisivas para ambos: «Doctor,

¿de verdad esto es necesario?

«.


(Risas)

¿Saben de qué me di cuenta en ese mismo instante?

De que no lo era.

De hecho, cuando recibo pacientes como esta mujer, suelo recomendarles no operarse.

¿Qué me llevó a hacerlo esta vez?

Pues bien, este prolapso era muy delicado, podía verme a mí mismo extrayéndolo del canal del nervio antes de que entrara a la consulta.

Tengo que admitirlo: quería operarla.

Me hubiera encantado operarla.

Al fin y al cabo, operar es lo más divertido de mi trabajo.


(Risas)
Supongo que se sentirán identificados.

Mi vecino que es arquitecto dice que le encanta sentarse a dibujar y diseñar casas.

Y que preferiría hacer eso en lugar de hablar con el cliente que paga la casa, y que hasta podría ponerle restricciones sobre qué hacer.

Pero, como todo arquitecto, todo cirujano debe mirar a sus pacientes a los ojos y decidir con él cuál es la mejor solución para quien va a someterse a la operación.

Quizás suene fácil, pero veamos algunos datos estadísticos.

Las amígdalas son dos bultos atrás de la garganta.

Se extraen mediante una operación conocida como amigdalectomía.

Este gráfico muestra la tasa de amigdalectomías en varias regiones de Noruega.

Lo que les puede sorprender es que hay el doble de posibilidades de que a su hijo —porque esto es para niños— se lo someta a una amigdalectomía en Finnmark que en Trondheim.

Las indicaciones son iguales en ambos casos.

No debería haber diferencias, pero las hay.

He aquí otro gráfico.

El menisco ayuda a estabilizar la rodilla y puede desgarrarse o fragmentarse gravemente, especialmente en deportes como el fútbol.

Lo que observan aquí es la tasa de operación de esta afección.

Se ve que la tasa de operación en Møre og Romsdal es cinco veces la tasa en Stavanger.

Cinco veces.

¿Cómo puede ser?

¿Jugaron los jugadores de Møre og Romsdal más sucio que los demás equipos?


(Risas)
Probablemente no.

He añadido algo de información.

Lo que pueden ver son los procedimientos en hospitales públicos, en azul; en verde, los de clínicas privadas.

Hay mucha actividad en las clínicas privadas en Møre og Romsdal,

¿verdad?

¿Qué nos indica esto?

Una posible motivación económica para tratar a los pacientes.

Y hay más.

Se ha demostrado en estudios recientes, respecto a la diferencia de los efectos entre la terapia física normal y una operación de rodilla, que no hay diferencia alguna.

Lo que significa que la mayoría de las operaciones que se muestran en la gráfica podrían haberse evitado incluso en Stavanger.

¿Qué quiero decir con esto?

Aunque la mayoría de las indicaciones de los tratamientos están estandarizadas, hay una gran cantidad de diferencias innecesarias en los tratamientos, especialmente en el mundo occidental.

Algunos no reciben el tratamiento que necesitan, e incluso muchos de Uds.

están siendo sobretratados.

«Doctor,

¿de verdad esto es necesario?

» He oído esa pregunta una sola vez en mi carrera.

Mis colegas dicen que jamás han oído esas palabras.

Y, para darle la vuelta al asunto,

¿con qué frecuencia creen que un médico dirá que no si le hacen esa pregunta?

Se ha investigado al respecto y se ha encontrado el mismo porcentaje de respuestas negativas en todas partes: un 30 %.

Es decir: en 3 de cada 10 casos su médico receta o recomienda algo que es completamente innecesario.

¿Saben cuál es la razón por la que dicen que lo hacen?

La presión del paciente.

En otras palabras: Uds.

Uds.

quieren que se haga algo.

Un amigo mío me pidió consejo médico.

Es un tipo deportista, practica mucho esquí de fondo en invierno y corre en verano.

Resulta que, siempre que corría, le dolía mucho la espalda.

Le dolía tanto que tuvo que dejar de practicarlo.

Lo examiné y lo interrogué y encontré que lo más probable es que tuviera un disco deteriorado en la parte baja de la espina dorsal.

Siempre que hacía fuerza, le dolía.

Ya había empezado a hacer natación en vez de correr.

No había nada más que hacer así que le dije: «Tienes que ser más selectivo a la hora de entrenar.

Algunos ejercicios son buenos para ti, otros no».

Su respuesta fue: «Quiero una RM de mi espalda».

«

¿Por qué quieres una RM?

» «Con el seguro laboral me sale gratis».

«Oye», le contesté, al fin y al cabo era mi amigo.

«Ese no es el motivo verdadero».

«Creo que sería bueno ver cómo de mal está la cosa».

«

¿Desde cuándo interpretas resonancias magnéticas?

«, repliqué.


(Risas)
«Confía en mí.

No te hace falta la resonancia».

«Bueno», dijo él.

Tras un rato, añadió: «Podría ser cáncer».


(Risas)
Se hizo la resonancia, claro.

Y, a través de su seguro médico, comprobó cómo uno de mis colegas le contaba lo de su disco deteriorado: que no había nada que hacer y que era mejor seguir con la natación y olvidarse de correr.

Tiempo después me lo encontré y me dijo: «Al menos ahora sé lo que es».

Déjenme que les pregunte:

¿Y si todos los que tuvieran los mismos síntomas se hicieran una RM?

¿Y si todo el mundo en Noruega se hiciera una RM debido a un dolor de espalda esporádico?

La lista de espera para una RM sería el cuádruple, o incluso más.

Y ocuparían el lugar en esa lista de alguien que sí tiene cáncer.

Así que un buen médico dice que no de vez en cuando, y, a veces, un paciente prudente rechaza la oportunidad de que lo diagnostiquen o lo traten.

«Doctor,

¿de verdad esto es necesario?

» Sé que es una pregunta difícil.

De hecho, hace 50 años se consideraba incluso de mala educación.


(Risas)
Si el médico había decidido lo que había que hacer contigo, eso es lo que se hacía.

A una colega mía, médica de cabecera, la enviaron de niña a un sanatorio para tuberculosos durante seis meses.

Fue muy traumático para ella.

Al crecer, descubrió que sus exámenes de tuberculosis siempre habían sido negativos.

El médico la había mandado únicamente por una sospecha errónea.

Nadie se había atrevido ni había considerado llevarle la contraria.

Ni sus padres.

En la actualidad, el ministro de sanidad noruego habla sobre el servicio de salud del paciente.

Se supone que el paciente debe recibir consejo sobre qué hacer.

Significa un gran progreso.

Pero también implica más responsabilidad para Uds.

Uds.

deben sentarse con sus médicos para tomar decisiones juntos.

Así que la próxima vez que estén en la consulta del médico, quiero que le pregunten: «Doctor,

¿de verdad esto es necesario?

» En el caso de mi paciente mujer la respuesta sería que no, pero la intervención podría estar justificada.

Entonces: «

¿Cuáles son los riesgos de la intervención?

«.

5 % al 10 % de los pacientes experimentan mayor dolor.

Del 1 % al 2 % de los pacientes sufrirá infección en la herida o incluso una hemorragia que puede necesitar otra intervención.

El 0,5% de los pacientes también sufre ronquedad permanente y solo unos pocos, pero algunos, sufrirán una reducción en la función de los brazos o las piernas.

«Doctor,

¿hay otras opciones?

» Sí.

Con el tiempo, el descanso y la fisioterapia pueden hacer que mejores.

«

¿Qué pasa si no hago nada?

» No se recomienda, pero, aún así, existe una pequeña posibilidad de mejoría.

Cuatro preguntas.

Preguntas sencillas.

Considérenlas una herramienta para ayudarnos a nosotros.

¿De verdad esto es necesario?

¿Cuáles son los riesgos?

¿Hay otras opciones?

¿Qué pasa si no hago nada?

Pregunten esto cuando el médico quiera que hagan una RM, cuando les recete antibióticos, o les proponga operarse.

Lo que sabemos de investigaciones es que de 1 a 5 de Uds., un 20%, cambiará de opinión.

Y con esto no solo simplificarán su vida, y seguramente la mejorarán, sino que todo el sistema de salud se beneficiará con su decisión.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/christer_mjaset_4_questions_you_should_always_ask_your_doctor/

 

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