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De pacifista a espía: la increíble agente encubierta de la II Guerra Mundial – Charla TED-Ed

Charla «De pacifista a espía: la increíble agente encubierta de la II Guerra Mundial» de TED-Ed en español.

Mira la lección completa en https://ed.ted.com/lessons/from-pacifist-to-spy-wwii-s-surprising-secret-agent-shrabani-basu

En mayo de 1940, tras la ocupación de Francia por el ejército alemán, Noor Inayat Khan tuvo que tomar una difícil decisión: permanecer neutral o unirse a las fuerzas de los Aliados y luchar contra los nazis. Tras observar la destrucción de toda Europa, viajó a Inglaterra para aprender el arte del espionaje. Shrabani Basu nos cuenta cómo esta pacifista se convirtió en espía y ayudó a forjar la resistencia que derrotaría al régimen fascista.

Lección de Shrabani Basu, dirigida por Franz Palomares.

  • Autor/a de la charla: Shrabani Basu
  • Fecha de grabación: 2019-08-06
  • Fecha de publicación: 2019-08-07
  • Duración de «De pacifista a espía: la increíble agente encubierta de la II Guerra Mundial»: 252 segundos

 

Traducción de «De pacifista a espía: la increíble agente encubierta de la II Guerra Mundial» en español.

Noor Inayat Khan estaba en medio de una arriesgada huida.

Había sido arrestada por sus actividades como espía de los aliados, pero con la ayuda de un destornillador y de otros dos prisioneros, regresó a las calles parisinas.

Mientras escapaba, su mente se llenó con recuerdos de eventos que la condujeron a este momento.

Nacida en Moscú en 1914, hija de un musulmán y una estadounidense, Noor creció en un hogar muy pacífico.

Sus padres eran pacifistas y sufistas que tenían fe en el poder de la música y la compasión.

Se mudaron a París, donde Noor estudió psicología infantil y publicó libros para niños.

Pero todo esto cambió con el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

En mayo de 1940, cuando el ejército alemán estaba listo para ocupar París, Noor y su hermano tuvieron que tomar una difícil decisión.

Como pacifistas, creían que todos los problemas debían resolverse sin violencia.

Pero al observar la destrucción de toda Europa, decidieron que permanecer neutrales no era una opción.

Una vez en Inglaterra, Noor se alistó en la Fuerza Aérea Auxiliar Femenina y se capacitó como operadora de radio.

Se dedicó a las operaciones inalámbricas y a la codificación en morse, sin notar que era vigilada por una organización secreta.

Se creó la Dirección de Operaciones Especiales para sabotear a los alemanes en los países ocupados por fuerzas nazis.

Como era una operadora de radio que conocía París y hablaba bien francés, Noor era la recluta ideal.

En la entrevista se le advirtió que las operaciones inalámbricas eran una de las tareas de inteligencia más peligrosas.

Los operadores debían cargar un enorme transmisor en territorio enemigo y la agencia clandestina no podría protegerla si la atrapaban.

Noor aceptó sus tareas de inmediato.

Estaba decidida a mantener sus principios pacifistas tanto como fuera posible, aun así Noor tuvo que aprender el arte del espionaje.

Aprendió cómo contactar a las redes de inteligencia, abrir cerraduras, resistir interrogatorios y disparar armas.

En junio de 1943, aterrizó en Angers, al sur de París, y se dirigió a la ciudad contando solamente con un pasaporte falso, una pistola y algunos francos franceses.

Pero su red estaba comprometida.

Una semana después, todos los agentes de su unidad fueron arrestados y se le pidió que regresara.

Convenció a sus supervisores de que le permitieran quedarse, es decir, debía realizar ahora el trabajo de seis operadores de radio.

En los meses que siguieron, se encargó del transporte de suministros para la resistencia francesa, envió a Londres informes sobre la actividad de los nazis y organizó el pasaje seguro para soldados aliados.

Este trabajo fue esencial para la resistencia francesa, para la red de inteligencia de los aliados y, finalmente, para terminar la guerra.

Armada solo de su sagacidad y carisma, con frecuencia se libraba de los interrogatorios.

Cuando la Gestapo la requisó en el tren, ella les mostró de forma casual las partes de su «proyector».

Cuando un oficial la pilló montando una antena, ella le contó sobre su pasión por la música de la radio, incluso consiguió que la ayudara a instalar los cables.

Durante los cuatro meses que duró su misión, su ingenio y sigilo nunca le fallaron.

Pero su encanto había generado unos celos letales.

En octubre de 1943, la hermana de un colega, enamorada de un agente que amaba a Noor, vendió su dirección a la Gestapo.

Noor se negó a revelar información y se centró en su fuga.

Tras robar un destornillador a los guardias, consiguieron abrir una claraboya y escapar en medio de la noche.

Pero apenas comenzaron su huida, una sirena aérea alertó a los guardias.

Noor fue encarcelada nuevamente y enviada a una prisión alemana.

Luego, la enviaron al campo de concentración Dachau.

A pesar de ser torturada y estar aislada, Noor jamás reveló nada.

Momentos antes de su ejecución, se cuenta que gritó «Liberté!».

Desde su heroico sacrificio, Noor ha sido aclamada como la heroína que libró batallas secretas tras líneas enemigas, allanando así el camino para la liberación sin jamás haber quitado la vida a nadie.

https://www.ted.com/talks/shrabani_basu_from_pacifist_to_spy_wwii_s_surprising_secret_agent/

 

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