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¿Deberíamos donar de forma diferente? – Charla TED@NYC

Charla «¿Deberíamos donar de forma diferente?» de TED@NYC en español.

La tecnología nos permite dar dinero en efectivo directamente a la gente más pobre del planeta. ¿Deberíamos hacerlo? En esta provocativa charla, la voluntaria veterana Joy Sun explora dos formas de ayudar a los pobres.

  • Autor/a de la charla: Joy Sun
  • Fecha de grabación: 2014-07-08
  • Fecha de publicación: 2014-10-22
  • Duración de «¿Deberíamos donar de forma diferente?»: 455 segundos

 

Traducción de «¿Deberíamos donar de forma diferente?» en español.

Creo que cada voluntario en África llega a un momento en su carrera cuando quiere tomar todo el dinero de su proyecto, tal vez de una escuela o un programa de capacitación, ponerlo en una maleta, subirse a una avioneta y volar sobre la aldea más pobre del país, y lanzar el dinero por la ventana.

Porque para un voluntario veterano la idea de poner efectivo contante y sonante en las manos de la gente más pobre de la Tierra.

no suena tan descabellado, suena realmente satisfactorio.

Tuve ese momento a los 10 años de hacer este trabajo, y por suerte, también fue cuando supe que esa idea existe realmente y tal vez sea eso exactamente lo que el sistema necesita.

Los economistas la llaman una transferencia incondicional de efectivo y es exactamente eso: efectivo que se da sin restricciones.

Los gobiernos de países en vías de desarrollo lo han hecho por décadas.

es solo hasta hoy, con más evidencia y nuevas tecnologías que es posible implementar este sistema de ayuda.

Es una idea simple, ¿cierto? Entonces, ¿por qué pasé una década haciendo otra cosa por los pobres? Honestamente, creía que yo podía hacer más bien con el dinero para los pobres que el que los pobres podrían hacer por ellos mismos.

Tenía dos supuestos: uno, que los pobres son pobres en parte porque no tienen educación y no toman buenas decisiones; dos, es que necesitan gente como yo para saber qué necesitan y conseguírselos.

Resultó que la evidencia dice otra cosa.

En años recientes los investigadores han estudiado qué ocurre cuando se les da a los pobres efectivo.

Docenas de estudios muestran que la gente usa el efectivo para mejorar sus propias vidas.

La mujeres embarazadas en Uruguay compran mejores alimentos y dan a luz a niños más sanos.

Los hombres de Sri Lanka invierten en sus negocios.

Los investigadores que han estudiado nuestro trabajo en Kenia encontraron que la gente invierte en una variedad de bienes, desde ganado hasta equipo para mejorar sus casas y han visto que su ingreso aumenta en los negocios y en la agricultura en apenas un año después de recibir el dinero.

Ninguno de esos estudios encontró personas que gastaran más para beber o fumar o que la gente trabajara menos.

De hecho, trabajan más.

Estas son necesidades materiales.

En Vietnam, los beneficiarios mayores usaban el dinero para comprar ataúdes.

Como alguien que se pregunta si Maslow estaba equivocado, encontré esta decisión de priorizar las necesidades espirituales profundamente conmovedora.

No sé si yo hubiera escogido dar comida o equipo o ataúdes, lo que plantea la pregunta: ¿Qué tan bien estamos distribuyendo los recursos para los pobres? ¿Vale la pena el costo? De nuevo, podemos ver la evidencia empírica sobre lo que ocurre cuando le damos a la gente artículos que nosotros escogemos.

Un estudio analizó un programa en India que da ganado vivo a los llamados ultra-pobres y encontró que el 30% de los beneficiarios vendieron el ganado que se les dió por efectivo.

La ironía es que por cada 100 dólares gastados en el programa para darle a los pobres, se gastan 99 dólares en hacerlo.

Qué tal si usamos la tecnología para poner el efectivo, ya sea de organizaciones de ayuda o de alguno de nosotros, directamente en la manos de los pobres.

Hoy en día, 3 de cada 4 keniatas usa dinero en el celular, que básicamente es una cuenta de banco que se lleva en cualquier teléfono celular.

Un emisor puede pagar una cuota de 1.6% y con apretar una tecla enviar dinero directamente a la cuenta del beneficiario sin intermediarios.

Como las tecnologías que irrumpen las industrias en nuestras propias vidas, la tecnología de pagos en países pobres puede irrumpir en la ayuda.

Se está extendiendo tan rápidamente que es posible imaginar alcanzar a miles de millones de los más pobres del mundo de esta manera.

Por ello iniciamos GiveDirectly.

Somos la primera organización dedicada a promover la transferencia de efectivo a los pobres.

Hemos enviado dinero a 35 000 personas en la zona rural de Kenya y Uganda en un pago de 1 000 dólares por familia.

Hasta ahora, hemos atendido a los más pobres en las aldeas más pobres, y en esta parte del mundo viven en casas hechas de arcilla y paja, no de cemento y acero.

Supongamos que es tu familia.

Nos presentamos a tu puerta con un teléfono Android.

Tomamos tu nombre, te tomamos una foto y una foto de tu choza, y tomamos las coordenadas GPS.

Esa noche, mandamos todos los datos a la nube y cada forma la revisan equipos independientes usando, por ejemplo, imágenes satelitales.

Entonces, regresamos, te vendemos un teléfono celular básico si es que no tienes uno ya y unas pocas semanas después, te enviamos dinero.

Algo que hace 5 años hubiera parecido imposible ahora podemos hacerlo eficientemente y sin corrupción.

Mientras más efectivo damos a los pobres y mientras más evidencia tenemos de que funciona, más aún tenemos que reconsiderar todo lo demás que damos.

Hoy, generalmente, la lógica detrás de la ayuda es, bueno, al menos hicimos un bien.

Cuando somos complacientes con nuestras acciones, cuando nos decimos que dar ayuda es mejor que no ayudar, tendemos a invertir ineficientemente en nuestras propias ideas que creemos inovadoras o en escribiendo reportes, o en boletos de avión y vehículos.

¿Y si la lógica fuera será que nosotros lo haríamos mejor que dándole el dinero directamente a los pobres? Las organizaciones tendrían que probar que están haciendo más bien por los pobres que el que los pobres hacen por ellos.

Por supuesto, dar efectivo no creará bienes públicos como erradicar enfermedades o construir instituciones sólidas, pero pondría un estándar más alto en cómo ayudamos a familias individuales a mejorar sus vidas.

Creo en la ayuda.

Creo que la mayoría de la ayuda es mejor que solo lanzar dinero desde una avioneta.

También tengo la certeza de que mucha de la ayuda hoy en día no es mejor que darle dinero directamente a los pobres.

Espero que algún día, lo sea.

Gracias.

(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/joy_sun_should_you_donate_differently/

 

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