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¿Deberías confiar en tu primera impresión? – Peter Mende-Siedlecki – Charla TED-Ed

Charla «¿Deberías confiar en tu primera impresión? – Peter Mende-Siedlecki» de TED-Ed en español.

Ver la lección completa en: http://ed.ted.com/lessons/should-you-trust-your-first-impression-peter-mende-siedlecki

No puedes evitarlo; a veces, simplemente tienes mala espina con alguien, te cae mal. Entonces, ¿qué ocurre en tu cerebro cuando haces ese primer juicio crítico, a veces duradero? Peter Mende-Siedlecki nos comparte la psicología social de las primeras impresiones y del porqué pueden ser un indicio de que, muy en el fondo, la gente en esencia es buena.

Lección de Peter Mende-Siedlecki, animación de TOGETHER.

  • Autor/a de la charla: Peter Mende-Siedlecki
  • Fecha de grabación: 2013-08-15
  • Fecha de publicación: 2019-04-05
  • Duración de «¿Deberías confiar en tu primera impresión? – Peter Mende-Siedlecki»: 263 segundos

 

Traducción de «¿Deberías confiar en tu primera impresión? – Peter Mende-Siedlecki» en español.

Imagínate que estás en un partido de fútbol y este tipo repugnante se sienta al lado tuyo.

Es ruidoso, derrama su bebida sobre ti, y se burla de tu equipo.

Días después, estás caminando por el parque y de repente empieza a llover.

¿Quién aparece a tu lado para ofrecerte un paraguas? El mismo tipo del partido de fútbol.

¿Cambias tu opinión sobre él por este segundo encuentro, o sigues con tu primer impresión y te olvidas de él? Investigaciones en psicología social sugieren que somos rápidos para formar impresiones duraderas de los demás en función de sus comportamientos.

Logramos hacer esto con poco esfuerzo, al inferir aspectos estables de la personalidad a partir de una única conducta, como una mala palabra o una torpeza.

Al usar las impresiones como guías, podemos predecir con precisión cómo va a comportarse la gente en el futuro.

Ahora que sabes que el tipo del partido de fútbol fue un idiota la primera vez que lo conociste, cabe esperar más de lo mismo.

De ser así, podrías evitarlo la próxima vez que lo veas.

Dicho esto, podemos cambiar nuestras impresiones en vista de nueva información.

Los investigadores del comportamiento identificaron patrones constantes que parecen guiar este proceso de actualización de impresiones.

Por un lado, conocer información muy negativa, altamente inmoral sobre alguien tiene típicamente un impacto más fuerte que conocer información muy positiva, altamente moral.

Entonces, desafortunadamente para nuestro nuevo amigo del partido de fútbol, es probable que su mal comportamiento en el partido pese más que su buen comportamiento en el parque.

Las investigaciones sugieren que este sesgo ocurre porque los comportamientos inmorales sentencian más o revelan más, el carácter auténtico de una persona.

Bueno, entonces, con esta lógica, el mal siempre es más fuerte que el bien cuando se trata de ponerse al día.

Bueno, no necesariamente.

Ciertos tipos de aprendizaje no parecen llevar a esta clase de sesgo de negatividad.

Cuando se conoce sobre las habilidades y competencias de otra persona, por ejemplo, este sesgo se invierte.

En realidad, es la información positiva la que tiene mayor peso.

Volvamos al partido de fútbol.

Si un jugador marca un tanto, esto tiene, en última instancia, un impacto mayor en tu impresión sobre sus habilidades que si falla el disparo.

Los 2 lados de la historia son, en última instancia, bastante coherentes.

En general, los comportamientos percibidos como menos frecuentes son los que la gente pondera más a la hora de formar y adaptar sus impresiones, acciones altamente inmorales y acciones altamente competentes.

Entonces, ¿qué pasa a nivel del cerebro cuando actualizamos nuestras impresiones? Usando un IRMf o una Imagen de Resonancia Magnética funcional, los investigadores han identificado una extensa red de regiones en el cerebro que responden a información nueva que es inconsistente con las impresiones iniciales.

Estas incluyen áreas típicamente asociadas a la cognición social, la atención y el control cognitivo.

Además, cuando actualizamos impresiones basadas en comportamientos de la gente, la actividad en la corteza prefrontal ventrolateral y el surco temporal superior correlacionan percepciones de la frecuencia en que esos comportamientos ocurren cotidianamente.

En otras palabras, el cerebro parece rastrear propiedades estadísticas de bajo nivel del comportamiento para tomar decisiones complejas respecto al carácter de la gente.

Necesita decidir, ¿esta persona tiene un comportamiento típico o es fuera de lo común? En el caso del repugnante-aficionado-de-fútbol- devenido-buen-samaritano, tu cerebro dice, «Bueno, en mi experiencia, casi todo el mundo le prestaría a otros su paraguas, pero la forma en que este tipo se portó en el juego de fútbol, fue inusual».

Así, decides quedarte con la primera impresión.

Hay una buena moraleja de estos datos: tu cerebro y, por extensión, a ti te puede importar más lo negativo, lo inmoral que otra persona haya hecho comparado con lo positivo, lo moral, que es un resultado directo de la rareza comparativa de estos malos comportamientos.

Estamos más acostumbrados a la gente en esencia buena, como darnos el tiempo de ayudar a un desconocido necesitado.

En este contexto, lo malo puede ser más fuerte que lo bueno, pero solo porque lo bueno es más abundante.

Piensa en la última vez que juzgaste a alguien por su comportamiento, especialmente si sentiste realmente cómo que cambió tu opinión de alguien.

¿Acaso fue que ese comportamiento provocó que actualizaras tu impresión de algo que esperabas que alguien hiciera, o fue algo totalmente fuera de lo común?

https://www.ted.com/talks/peter_mende_siedlecki_should_you_trust_your_first_impression/

 

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