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Charla «Dónde se esconde la alegría y cómo encontrarla» de TED2018 en español.
Flores de cerezo y arco iris, burbujas y ojos saltones: ¿por qué algunas cosas parecen crear tanta alegría universal? En esta cautivadora charla, Ingrid Fetell Lee revela las raíces sorprendentemente tangibles de la alegría, y muestra cómo todos podemos encontrar, y crear, más de ella en el mundo que nos rodea.
- Autor/a de la charla: Ingrid Fetell Lee
- Fecha de grabación: 2018-04-10
- Fecha de publicación: 2018-05-21
- Duración de «Dónde se esconde la alegría y cómo encontrarla»: 818 segundos
Traducción de «Dónde se esconde la alegría y cómo encontrarla» en español.
Es 2008 y estoy terminando mi primer año en la escuela de diseño.
Y estoy en mi primera revisión de fin de año, que es una forma de tortura ritual para estudiantes de diseño, en que te hacen tomar todo lo que hiciste en el transcurso del año y ponerlo sobre una mesa y pararse junto a ella mientras un grupo de profesores, la mayoría de los cuales nunca has visto antes, te dan sus opiniones de eso, sin filtro.
Así que es mi turno y estoy parada al lado de mi mesa, todo perfectamente alineado, y solo espero que mis profesores puedan ver cuánto esfuerzo he puesto para hacer mis diseños prácticos, ergonómicos y sostenibles.
Y empiezo a ponerme realmente nerviosa, porque durante mucho tiempo nadie dice nada.
Hay un absoluto silencio.
Y luego uno de los profesores comienza a hablar y dice: «Tu trabajo me da sensación de alegría».
¿Alegría?
Yo quería ser diseñadora porque quería resolver problemas reales.
La alegría es agradable, supongo, pero es un poco liviana…
no es sustancial.
Pero también estaba un poco intrigada, porque la alegría es un sentimiento intangible y
¿cómo puede eso derivar de las cosas en la mesa de al lado?
Pregunté a los profesores, «
¿Cómo pueden las cosas hacernos sentir alegría?
¿Cómo nos hacen sentir alegría intangible cosas tangibles?
«.
Doblaban, hachaban y gesticulaban mucho con las manos.
«Simplemente lo hacen», dijeron.
Empaqué mis cosas para el verano, pero no podía dejar de pensar en esta pregunta y que me hizo emprender un viaje que no sabía en ese momento que me llevaría 10 años: entender la relación entre el mundo físico y la emoción misteriosa y quijotesca que llamamos «alegría».
Y lo que descubrí es que no solo están vinculados, sino que el mundo físico puede ser un recurso poderoso para nosotros en la creación de vidas más felices y saludables.
Después de mi revisión, Pensé: «Sé cómo se siente la alegría,
¿Pero qué es exactamente?
«.
Y descubrí que incluso los científicos no siempre están de acuerdo, y a veces usan las palabras «alegría» y «felicidad» y «positividad» más o menos indistintamente.
Pero en general, cuando los psicólogos usan la palabra alegría, lo que quieren decir es una experiencia intensa y momentánea de emoción positiva que nos hace sonreír, reír y sentir que queremos saltar.
Y es realmente un asunto técnico.
Esa sensación de querer saltar es una de las formas en que los científicos miden la alegría.
Es diferente de la felicidad, que mide qué tan bien nos sentimos en el tiempo.
La alegría es sentirse bien en el momento, ahora mismo.
Y esto fue interesante para mí porque como cultura, estamos obsesionados con la búsqueda de la felicidad, y, sin embargo, en el proceso, pasamos por alto la alegría.
Así que esto me hizo pensar:
¿De dónde viene la alegría?
Empecé a preguntar a todos los que conocía, e incluso personas que acababa de conocer en la calle, sobre las cosas que les produjeron alegría.
En el metro, en un café, en un avión, fue, «Hola, un placer conocerte.
¿Qué te genera alegría?
«.
Me sentí como una detective.
Estaba en plan: «
¿Cuándo la viste?
¿Con quién estabas?
¿De qué color era?
¿Alguien más lo vio?
«.
Yo era la Nancy Drew de la alegría.
(Risas)
Y tras unos meses con esto, noté que había ciertas cosas que comenzaron a aparecer una y otra vez.
Eran cosas como flores de cerezo y burbujas…
piscinas y casas en el árbol…
globos de aire caliente y ojos saltones…
(Risas)
y conos de helado, especialmente los que tienen chispas.
Estas cosas parecían traspasar las líneas de edad, género y etnia.
Es decir, si lo piensan, todos nos detenemos y giramos la cabeza hacia el cielo cuando el arco multicolor de un arco iris lo cruza.
Y fuegos artificiales…
ni siquiera necesitamos saber para qué son, y sentimos que estamos celebrando, también.
Estas cosas no son alegres para unas pocas personas; son alegres para casi todas.
Alegran universalmente.
Y viéndolas a todas juntas, me dio este sentimiento indescriptiblemente de esperanzada.
El mundo dividido y políticamente polarizado en el que vivimos a veces tiene el efecto de hacer que nuestras diferencias se sientan tan vastas que parecen insuperables.
Y, sin embargo, en el fondo hay una parte de cada uno de nosotros que siente alegría con las mismas cosas.
Y a pesar de que a menudo nos dicen que estos son placeres pasables, de hecho, son realmente importantes, porque nos recuerdan la humanidad compartida que encontramos en nuestra experiencia común del mundo físico.
Pero aún necesitaba saber:
¿De qué se trata esto que los hace tan felices?
Tenía fotos de ellos en la pared de mi estudio, y todos los días, iba y trataba de darle sentido.
Y luego, un día, algo simplemente hizo clic.
Vi todos estos patrones: cosas redondas, burbujas de color brillante, formas simétricas, un sentido de abundancia y multiplicidad, una sensación de ligereza o elevación.
Cuando lo vi así, me di cuenta de que aunque la sensación de alegría es misteriosa y elusiva, podemos acceder a ella a través de atributos físicos tangibles, o lo que los diseñadores llaman estética, una palabra que proviene de la misma raíz que la palabra griega «aísthomai» que significa, «siento», «percibo».
Y dado que estos patrones me decían que la alegría comienza con los sentidos, comencé a llamarlos «Estética de la alegría»; las sensaciones de alegría.
Y a raíz de este descubrimiento, noté algo mientras caminaba, empecé a ver pequeños momentos de alegría en todos lados, un auto vintage amarillo o una obra inteligente de arte callejero.
Era como si tuviera un par de lentes de color rosa, y ahora que sabía qué buscar, lo veía en todas partes.
Era como si estos pequeños momentos de alegría estuvieran ocultos a plena vista.
Y al mismo tiempo, tuve otra comprensión, que si estas son las cosas que nos dan alegría, entonces,
¿por qué tanto del mundo se ve así?
(Risas)
¿Por qué vamos a trabajar aquí?
¿Por qué enviamos a nuestros hijos a escuelas que se ven así?
¿Por qué nuestras ciudades se ven así?
Y esto es más grave para los lugares que albergan a las personas que son las más vulnerables entre nosotros: hogares de ancianos, hospitales, refugios para desamparados, proyectos de vivienda.
¿Cómo terminamos en un mundo que se ve así?
Todos comenzamos alegres, pero a medida que envejecemos, ser colorido o exuberante nos expone a ser juzgados.
Los adultos que exhiben alegría genuina a menudo son desechados como infantiles o muy femeninos o poco serios o autoindulgentes, y entonces nos alejamos de la alegría, y terminamos en un mundo que se ve así.
Pero si se usa la estética de la alegría para encontrar más alegría en el mundo que nos rodea,
¿no podrían también usarse para crear más alegría?
Pasé los últimos dos años recorriendo el planeta, buscando en las personas diferentes respuestas a esta pregunta.
Y esto me llevó al trabajo del artista Arakawa y la poetisa Madeline Gins, que creía que este tipo de entornos nos están matando literalmente.
Y se propusieron crear un edificio de apartamentos que creían que revertiría el envejecimiento.
Y esto es todo.
(Risas)
(Aplausos)
Es un lugar real, en las afueras de Tokio.
Pasé una noche allí, y es mucho.
(Risas)
Los pisos ondulados, para que camines menos que rebotes por todo el apartamento.
Y hay colores brillantes por todas partes.
No estoy segura de que haya rejuvenecido, pero es como si, al tratar de crear un apartamento que nos haría sentir jóvenes, terminaron creando uno que fue alegre.
Y sí, es un poco exagerado para la vida cotidiana, pero me hizo preguntarme:
¿y el resto de nosotros?
¿Cómo traemos estas ideas al mundo real?
Comencé a encontrar personas que estaban haciendo exactamente eso.
Por ejemplo, este hospital, diseñado por el artista danés Poul Gernes.
O estas escuelas, transformadas por Publicolor sin fines de lucro.
Lo que es interesante es que Publicolor ha escuchado a los administradores de la escuela decir que la asistencia mejora, el grafiti desaparece y los niños dicen que se sienten más seguros en estas escuelas pintadas.
Y esto se alinea con la investigación realizada en cuatro países, que muestra que las personas que trabajan en oficinas más coloridas en realidad están más alertas, más confiadas y más amigables que aquellas que trabajan en espacios monótonos.
¿Por qué sería este el caso?
Cuando comencé a rastrear nuestro amor por el color, descubrí que algunos investigadores ven una conexión con nuestra evolución.
El color, en una forma muy primaria, es un signo de vida, un signo de energía.
Y lo mismo es cierto de la abundancia.
Nos desarrollamos en un mundo donde la escasez es peligrosa, y la abundancia significaba supervivencia.
Entonces, un confetto —que resulta ser el singular de confeti, por si se lo preguntaban—
(Risas)
no es muy alegre, pero multiplíquenlo y tienen un puñado de una de las sustancias más alegres del planeta.
La arquitecta Emmanuelle Moureaux usa mucho esta idea en su trabajo.
Este es un hogar de ancianos que diseñó, en que usa estas esferas multicolores para crear una sensación de abundancia.
¿Y qué hay de todas esas cosas redondas que noté?
Resulta que los neurocientíficos también han estudiado esto.
Ponen personas en máquinas IRMf y les muestran imágenes de objetos angulares y redondos.
Y lo que encontraron es que la amígdala, una parte del cerebro asociada en parte con el miedo y la ansiedad, se iluminaba cuando la gente miraba objetos angulosos, pero no cuando miraban los redondos.
Especulan que debido a que los ángulos en la naturaleza a menudo se asocian con objetos que podrían ser peligrosos para nosotros, desarrollamos un sentido de precaución inconsciente alrededor de estas formas, mientras que las curvas nos tranquilizan.
Puede ver esto en acción en la nueva Escuela Primaria Sandy Hook.
Después del tiroteo masivo allí en 2012, los arquitectos Svigals + Partners sabían que necesitaban crear un edificio que fuera seguro, pero querían crear uno que fuera alegre, y lo llenaron con curvas.
Hay olas corriendo a lo largo del costado del edificio, y estas marquesinas onduladas sobre la entrada, y todo el edificio se dobla hacia la entrada en un gesto de bienvenida.
Cada momento de alegría es pequeño, pero con el tiempo, suman más que la suma de sus partes.
Y entonces, tal vez en lugar de perseguir la felicidad, lo que deberíamos hacer es abrazar la alegría y encontrar formas de ponernos en el camino de la misma más a menudo.
En lo profundo de nosotros, todos tenemos este impulso de buscar la alegría en nuestro entorno.
Y lo tenemos por una razón.
La alegría no es un extra superfluo.
Está directamente relacionada con nuestro instinto fundamental de supervivencia.
En el nivel más básico, el impulso hacia la alegría es el impulso hacia la vida.
Gracias.
(Aplausos)
Gracias.
Gracias, gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/ingrid_fetell_lee_where_joy_hides_and_how_to_find_it/