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El día que me puse de pie – Charla TEDGlobal 2014

Charla «El día que me puse de pie» de TEDGlobal 2014 en español.

El fotógrafo Boniface Mwangi quería protestar contra la corrupción en su país natal, Kenia. Así que tuvo un plan: Él y algunos amigos se pondrían de pie durante una reunión pública. Pero cuando llegó el momento… se encontró solo. Lo que pasó después, dice, le mostró quién era realmente. Y añade: «Hay dos días poderosos en la vida. El día que naces, y el día que descubres por qué». Imágenes crudas.

  • Autor/a de la charla: Boniface Mwangi
  • Fecha de grabación: 2014-10-20
  • Fecha de publicación: 2015-04-02
  • Duración de «El día que me puse de pie»: 440 segundos

 

Traducción de «El día que me puse de pie» en español.

En mi lugar me llaman perturbador, alborotador, irritante, rebelde, activista, la voz del pueblo.

Pero no siempre fue así.

De niño tenía un apodo.

Solían llamarme Softy, que significa muchacho inofensivo.

Al igual que cualquier otro ser humano, evité problemas.

De niño, me enseñaron a ser tranquilo.

«No discuta, haga lo que le dicen».

En la escuela dominical me enseñaron a evitar la confrontación, no discutir, e incluso si estoy en lo cierto, a poner la otra mejilla.

Todo esto se vio reforzado por el clima político de la época.


(Risas)
Kenia es un país donde uno es culpable hasta que es rico.


(Risas)
Los pobres kenianos tienen 5 veces más probabilidades de ser baleados por la policía que debería protegerles que por los delincuentes.

Esto fue reforzado por el clima político del día.

Tuvimos un presidente, Moi, que era dictador.

Gobernó el país con mano de hierro, y cualquiera que se atreviera a cuestionar su autoridad era detenido, torturado, encarcelado o incluso asesinado.

Eso significaba que a las personas se les enseñó a ser cobardes inteligentes en lugar de ser problemáticas.

Ser cobarde no era un insulto.

Ser cobarde era un cumplido.

Nos dijeron que un cobarde vuelve a casa con su madre.

Esto significaba que si uno se mantenía alejado de los problemas se mantenía con vida.

Dudé de ese consejo.

Y hace 8 años cuando tuvimos elecciones en Kenia, y los resultados fueron violentamente disputados, la elección fue seguida de terribles actos de violencia, violaciones, y el asesinato de más de 1000 personas.

Mi trabajo fue documentar la violencia.

Como fotógrafo, tomé miles de imágenes, y después de dos meses, los dos políticos se reunieron a tomar una taza de té, firmaron un acuerdo de paz, y el país siguió su camino.

Yo era un hombre muy perturbado porque vi la violencia con mis propios ojos.

Vi los asesinatos.

Vi las evacuaciones.

Conocí a mujeres que habían sido violadas, y estaba afectado, pero el país nunca habló de aquello.

Solíamos fingir.

Todos se convirtieron en cobardes inteligentes.

Decidimos quedarnos fuera de problemas y no hablar de ello.

Diez meses después, dejé el trabajo.

No podía soportarlo más.

Después de dejar mi trabajo, decidí organizarme con mis amigos para hablar de la violencia en mi país, para hablar del estado de la nación, y el 1 de junio 2009 era el día en que teníamos que ir al estadio para tratar de llamar la atención del presidente.

Es un día de fiesta nacional, se emite en todo el país, y me presenté en el estadio.

Mis amigos no se presentaron.

Me encontré solo, y no sabía qué hacer.

Estaba asustado, pero sabía muy bien que ese día en particular, tenía que tomar una decisión.

¿Iba a vivir como un cobarde, como todos los demás, o iba a resistir?

Y cuando el presidente se puso de pie para hablar, me puse de pie gritando al presidente diciéndole que recordará a las víctimas de la violencia postelectoral para detener la corrupción.

Y de repente, de la nada, la policía se abalanzó sobre mí como leones hambrientos.

Me cerraron la boca y me arrastraron fuera del estadio, donde me golpearon a fondo y me encerraron en la cárcel.

Pasé esa noche en el frío suelo de cemento en la cárcel y me puse a pensar por qué me sentía de esa manera.

Mis amigos y familiares pensaron que estaba loco, por lo que hice, y que las fotos que había tomado me perturbaron.

Las imágenes que tomé eran solo un número para muchos kenianos.

La mayoría de los kenianos no vieron la violencia.

Era una historia para ellos.

Y así decidí realmente abrir una exposición callejera para mostrar las imágenes de las agresiones en todo el país y hacer que la gente hablara de ello.

Viajamos por el país y mostramos las imágenes, y fue entonces cuando me convertí en activista.

Decidí no callarme más, hablar de esas cosas.

Viajé, y nuestra meta más allá de la exposición callejera era el graffiti político sobre la situación del país, hablando de la corrupción, la falta de liderazgo.

También hicimos entierros simbólicos.

Hemos entregado cerdos vivos al parlamento de Kenia como símbolo de la codicia de nuestros políticos.

Se ha hecho en Uganda y otros países, y lo más poderoso es que las imágenes fueron recogidas por los medios de comunicación y transmitidas al resto del país y del continente.

Si hace siete años me quedé solo, ahora pertenezco a una comunidad que está a mi lado.

Ya no solo cuando hablo de estas cosas.

Pertenezco a un grupo de jóvenes que sienten pasión por el país, que quieren lograr un cambio, y que ya no tienen miedo, y que ya no son unos cobardes inteligentes.

Así que esa fue mi historia.

Ese día en el estadio, me puse de pie como un cobarde inteligente.

Con este gesto, me despedí de los 24 años de cobardía.

Hay dos grandes días en la vida: el día que naces, y el día que descubres por qué.

Ese día, levantándome en el estadio, gritando al presidente, descubrí por qué nací de verdad, que yo ya no callaré ante la injusticia.

¿Sabes por qué naciste?

Gracias.


(Aplausos)
Tom Rielly: Es una historia asombrosa.

solo quiero hacerte un par de preguntas rápidas.

Así que PAWA254 ha creado un estudio, un lugar donde los jóvenes pueden ir y aprovechar el poder de los medios digitales y hacer algo, actuar.

¿Qué está pasando ahora con PAWA?

Boniface Mwangi: Tenemos esta comunidad de cineastas, grafiteros, músicos, y cuando hay un problema en el país, nos reunimos, nos inspiramos, y nos ocupamos del problema.

Así que nuestra herramienta más poderosa es el arte, porque vivimos en un mundo ocupado en el que la gente está siempre ocupada, y no tienen tiempo para leer.

Así que empaquetamos nuestro activismo y enviamos el mensaje a través del arte.

Desde la música, el graffiti, el arte, que es lo que hacemos.

¿Puedo decir una cosa más?

TR: Sí, por supuesto.


(Aplausos)
BM: A pesar de ser arrestado, golpeado, amenazado, cuando encontré mi voz, donde pude defender aquello en lo que realmente creía, dejé de tener miedo.

Me llamaban «Softy», el blandengue, pero ya no soy blando, porque descubrí quién soy realmente, y lo que quiero hacer, y eso es muy agradable.

No hay nadie más poderoso que aquel que conoce su propósito, porque nunca tiene miedo, y sigue viviendo su vida.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/boniface_mwangi_the_day_i_stood_up_alone/

 

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