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El hombre en el espacio: cuando lo improbable se vuelve posible – Charla TEDxRiodelaPlata

Charla «El hombre en el espacio: cuando lo improbable se vuelve posible» de TEDxRiodelaPlata en español.

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en: http://ted.com/tedx

¿Qué le pasa al cuerpo de los astronautas cuando están en el espacio? Víctor Demaría explica lo que aprendió estudiando cómo el cuerpo humano se adapta a ambientes extremos y a qué desafíos nos vamos a enfrentar en los viajes espaciales extendidos y la colonización de otros planetas. Víctor Demaría Pesce es marplatense, médico, dedicado a la investigación científica. Desde hace muchos años vive en París y trabaja en el Centro Europeo de Astronautas. Además es marino, buzo, espeleólogo y aviador. Tomó una parte activa en los programas espaciales de los Estados Unidos, de Europa y de Rusia. Sus experimentos científicos se incluyeron en varios vuelos de los transbordadores estadounidenses, en la estación Mir y en vuelos de las cápsulas Soyuz y Cosmos.

  • Autor/a de la charla: Víctor Demaría Pesce
  • Fecha de grabación: 2016-10-22
  • Fecha de publicación: 2019-03-26
  • Duración de «El hombre en el espacio: cuando lo improbable se vuelve posible»: 756 segundos

 

Traducción de «El hombre en el espacio: cuando lo improbable se vuelve posible» en español.

¿Se acuerdan cuando éramos chicos y que los adultos, indefectiblemente, para mostrar que se interesaban en nosotros, nos hacían la pregunta:

¿Y vos qué vas a hacer cuando seas grande?

Generalmente, siempre decíamos cualquier cosa.

Ya quería ser astronauta.

Pues, la cosa no anduvo.

Terminé siendo médico, neurólogo e investigador.

Y la pregunta que yo siempre me hice:

¿cuáles son los límites de la adaptación del organismo humano a los medios ambientes extremos como son las altas o bajas temperaturas, la altitud, las grandes profundidades, e inclusive, el espacio exterior?

Como se imaginan, tampoco tengo pacientes, porque hay que estar en muy buena salud para poder enfrentar esos medios ambientes.

Ese tema se convirtió en mi tema de investigación que me siguió a todo lo largo de mi carrera científica.

Mi lugar de trabajo es el Centro Europeo de Astronautas de la Agencia Espacial Europea.

¿Mis pacientes?

El cuerpo de astronautas europeos.

A propósito:

¿saben que hay astronautas en el espacio en este momento?

¿Sí o no?

¡Sí! Desde 2001 hay una presencia humana permanente en el espacio.

Seis astronautas de diversas nacionalidades pasan seis meses en la Estación Espacial Internacional.

Todos los seis meses, hay tres que bajan y tres que suben.

Justamente ayer llegaron a la estación — la ISS — los tres últimos.

La ISS, o cómo nosotros la llamamos, la Estación Espacial Internacional es un gran laboratorio científico.

Está acá nomás, en el suburbio de la Tierra; está volando a 400 kilómetros de distancia y a una velocidad de 28 000 km/h.

Los astronautas dan 16 veces la vuelta a la Tierra en 24 horas.

A esa velocidad, en lugar de 14 horas, yo mañana podría volver a mi casa, en París, en 24 minutos.

¡Sería genial!
(Risas)
Los astronautas…

¿quiénes son los astronautas?

Son profesionales, técnicos de alto nivel.

Son experimentadores, porque ellos ejecutan las experiencias científicas que nosotros médicos, investigadores, concebimos.

También son sujeto de experiencia, porque hacen las experiencias sobre ellos mismos.

Ahora, por supuesto, la pregunta que se van a hacer:

¿si los astronautas están todos sanos, para qué se necesita un médico?

Sin embargo, sí; porque mi trabajo a través de las investigaciones, como las de mis colegas, es hacer que los astronautas puedan superar los problemas físicos y psicológicos que tienen para poder vivir y trabajar en el espacio…

un medio ambiente para el cual la evolución no nos preparó.

En la Tierra hay dos factores fundamentales la fuerza de gravedad, que ha condicionado toda nuestra anatomía, la rotación de la Tierra y su alternancia de luz y oscuridad que ha condicionado toda la fisiología.

La fuerza de gravedad ha condicionado nuestra anatomía dando nuestra simetría corporal — más o menos — el sentido del equilibrio, el esqueleto, nuestra masa muscular; todo esto es condicionado por la gravedad y para luchar contra ella.

En el espacio no hay más gravedad; entonces,

¿qué va a pasar?

Van a tener problemas de equilibrio, va a haber una descalcificación — el esqueleto está allí — va a haber una pérdida de masa muscular.

Entonces, nosotros hemos concebido una serie de ejercicios físicos con un protocolo bien preciso, que tiene en cuenta todos los sectores del cuerpo, para que puedan mantenerse en forma.

Porque, además, los astronautas no pesan; entonces, se estiran, crecen, 2 a 3 centímetros.

Y eso produce dolores.

Los petisos no se hagan ilusiones, porque cuando vuelvan se achican, así que…


(Risas)
Entonces, en este momento, nosotros estamos trabajando para calmar este tipo de dolores haciendo un «súper skin suit», que es el traje que tiene este astronauta, y lo probamos por primera vez hace tres meses.

Yo les hablé también de la rotación de la Tierra y la alternancia entre el día y la noche.

Cuando no hay esa alternancia, toda la fisiología está afectada.

Y, por supuesto, el conjunto de todos los ritmos circadianos de todas las variables fisiológicas.

Desde los primeros vuelos espaciales, comprobamos que los astronautas no dormían bien en cantidad y en calidad; estaban alteradas.

La temperatura corporal, también.

El sueño, la temperatura, el metabolismo, la nutrición — porque con todo los cambios metabólicos que yo les dije la nutrición está afectada.

Encima de todo, el medio ambiente de la estación espacial, las largas jornadas de trabajo, de 8 de la mañana a 10 de la noche, para que puedan ejecutar todos los protocolos que nosotros les damos a hacer.

Y además, el ruido constante de la ventilación, hasta 60 a 70 decibeles, para hacer circular el aire.

La luz, que no es demasiado intensa.

Sin embargo, en 30 años de investigación, nosotros hemos logrado mejorar un poco las condiciones de trabajo.

Con cosas simples: una bolsa de dormir confortable, que reproduce en el espacio la misma sensación de placer que tenemos nosotros cuando nos vamos a acostar y estamos bajo las sábanas.

También, la nutrición: no es solamente para cubrir las necesidades nutricionales o metabólicas, — porque hay que tener mucho hambre para tener ganas de comer esto —
(Risas)
sino, también, tener bien en cuenta el aspecto psicológico y del gusto.

Es por eso, que el astronauta Luca Parmitano, en rojo, que es un amigo, llevó a la estación la lasaña de la mamá, para compartirla con toda su tripulación.

Ese es un momento muy especial para ellos.

Y es así que nos damos cuenta, que nosotros, médicos, investigadores, hemos hecho algunos progresos.

En este momento, somos capaces de hacer vivir astronautas, vivir y trabajar durante cierto tiempo en el espacio, y traerlos de vuelta a la Tierra, en general, en buena salud.

Yo veo muchos jóvenes en la sala.

Y tienen mucha suerte, porque en este momento, estamos empezando una nueva era en la exploración del espacio.

Yo les dije que la estación espacial estaba en el suburbio.

Estamos volviendo a la luna ahora; camino a Marte.

¿Se dan cuenta?

Solo 12 hombres han tenido la suerte de poder caminar y trabajar en la luna entre algunas horas y casi tres días.

Las imágenes de síntesis que Uds.

están viendo ahora, no son ciencia ficción.

En nuestro trabajo cotidiano, en este momento, lo que están viendo es lo que va a pasar…

los primeros robots constructores que van a recuperar el polvo lunar, la regolita, para construir el primer abrigo a partir de 2025.

Una vez que la primera construcción esté hecha, 3 años después, el hombre va a llegar.

Primero, en unos días.

Y después, se va a instalar en unos meses.

Eso es muy rápido en vídeo…

van a tardar más de 3 meses en hacerlo.

Entonces allí, tendrán su pequeña casa.

Para nosotros, es un desafío enorme.

Tenemos que prever nuevos protocolos de entrenamiento para que los astronautas, cuando estén caminando sobre la luna puedan estar preparados para cualquier eventualidad.

Tenemos también que tener o ingeniar sistemas de monitoreo de salud para poder controlarlos, para detectar si hay un problema, tenemos que poder hacer el diagnóstico.

Y ese problema existe, tenemos que intervenir terapéuticamente, sin asistencia médica cercana.

Eso para nosotros es realmente importante.

Y eso de ir a la luna es solo la primera etapa para seguir a Marte, que es el objetivo.

¿Saben?

Después de muchos años de haber trabajado en el dominio del espacio, en la NASA y en la Agencia Espacial Europea, yo me doy cuenta, con mis colegas, que en este momento, nosotros estamos enfrentados al mismo tipo de problemas que tenían nuestros predecesores, los médicos del proyecto Apolo.

Ese proyecto Apolo, que mi juventud, como toda mi generación, soñó con ese proyecto.

E indefectiblemente, ese proyecto del hombre a la luna, influenció en mi elección y en mi orientación profesional.

Y ahora, ese proyecto sigue estando presente.

Es por eso, sobre todo, para los jóvenes, yo quisiera decirles, que yo espero, pero sobre todo, deseo realmente que puedan soñar, que vivan eso.

Y con este poco tiempo que he estado con Uds.

yo espero haberles pasado un poco de mi entusiasmo de mi pasión.

Muchas gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/victor_demaria_pesce_como_un_doctor_de_astronautas_capacita_al_cuerpo_para_el_espacio/

 

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