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El impulso que los estudiantes necesitan para superar los obstáculos – Charla TED Residency

Charla «El impulso que los estudiantes necesitan para superar los obstáculos» de TED Residency en español.

¿Cómo pueden los estudiantes desfavorecidos tener éxito en la escuela? Para el sociólogo Anindya Kundu, la agilidad y la perseverancia no son suficientes; los estudiantes también necesitan desarrollar su poder de acción, o su capacidad para superar obstáculos y navegar por el sistema. Él comparte historias esperanzadoras de estudiantes que han desafiado las expectativas frente a los desafíos personales, sociales e institucionales.

  • Autor/a de la charla: Anindya Kundu
  • Fecha de grabación: 2017-06-06
  • Fecha de publicación: 2017-09-25
  • Duración de «El impulso que los estudiantes necesitan para superar los obstáculos»: 425 segundos

 

Traducción de «El impulso que los estudiantes necesitan para superar los obstáculos» en español.

Enseño a estudiantes universitarios desigualdad y raza en la educación, y me gusta dejar mi oficina abierta para cualquiera de mis estudiantes que tal vez solo quieran verme para charlar.

Y hace unos pocos semestres, uno de mis estudiantes más alegres, Mahari, en realidad vino a verme para decirme que se sentía un poco como un paria por ser negro.

Acababa de trasladarse a NYU desde una universidad comunitaria en una beca por méritos, y resulta que solo el 5 % de los estudiantes de NYU son negros.

Y entonces comencé a recordar que conozco esa sensación de ser un extraño en tu propia comunidad.

Es en parte lo que me atrajo a mi trabajo.

En mi universidad soy uno de los pocos miembros negros de la facultad, y al crecer, experimenté la movilidad social de mi familia, mudándonos de apartamentos a una bonita casa, pero a un vecindario abrumadoramente blanco.

Tenía 12 años y los niños decían estar sorprendidos de que no oliera a curry.


(Risas)
Eso es porque la escuela es por la mañana, y comía cereales para el desayuno.


(Risas)
El curry es para la cena.


(Risas)
Entonces, cuando Mahari se iba a ir, le pregunté cómo lidiaba con lo de sentirse aislado.

Y dijo que a pesar de sentirse solo, él solo se centraba en su trabajo, que él construyó estrategias alrededor de su valor y de su deseo de ser exitoso.

Una mentora mía, la Dra.

Angela Duckworth, psicóloga de UPenn que ha definido esta adherencia a la firmeza como «la perseverancia y la pasión por los objetivos a largo plazo».

El libro de Angela se ha convertido en un éxito de ventas, y las escuelas en todo el país, en particular las escuelas subvencionadas, se han interesado en citar «firmeza» como un valor central.

Pero a veces la firmeza no es suficiente, especialmente en la educación.

Así, cuando Mahari se fue de mi oficina, me preocupaba que pudiera necesitar algo más específico para combatir los desafíos que me mencionó.

Como sociólogo, también estudio los logros, pero desde una perspectiva levemente diferente.

Investigo estudiantes que han superado inmensos obstáculos relacionado con sus antecedentes.

Estudiantes de bajos ingresos, a menudo hogares monoparentales, estudiantes sin hogar, encarcelados o tal vez indocumentados, o algunos que han tenido problemas con el abuso de sustancias o vivido un trauma violento o sexual.

Así que les hablaré de dos de las personas más valientes que he conocido.

Tyrique fue criado por una madre soltera, y luego, después de la secundaria, se topó con la gente equivocada.

Fue arrestado por robo a mano armada.

Pero en prisión, comenzó a trabajar arduamente.

Tomó cursos universitarios, así que cuando salió, pudo lograr una maestría, y hoy es gerente de una organización sin fines de lucro.

Vanessa de niña tuvo que mudarse muchas veces desde el Lower East Side hasta Staten Island y el Bronx.

Ella fue criada principalmente por su familia extendida, porque su propia madre era adicta a la heroína.

Sin embargo, a los 15 Vanessa tuvo que abandonar la escuela, porque tuvo un hijo.

Pero al final, pudo ir a la universidad comunitaria, obtener su grado, luego fue a una universidad de élite para terminar su licenciatura.

Algunas personas escuchan estas historias y dicen: «Sí, esos dos definitivamente tienen agallas.

Básicamente agarraron el toro por los cuernos, pero esa es una imagen incompleta, porque lo más importante es que tuvieron factores en sus vidas que ayudaron a influir en su capacidad de acción o su capacidad específica para superar realmente los obstáculos que enfrentaban y navegar por el sistema dadas sus circunstancias.

Déjenme explicarles.

En prisión, Tyrique al principio, en realidad no tenía ningún objetivo, como un joven de 22 años en Rikers Island.

Esto fue así hasta que un preso más viejo habló con él y le pidió que ayudara con el programa para jóvenes.

Y en las tutorías a la juventud, comenzó a ver sus propios errores y posibilidades en la adolescencia.

Esto es lo que lo llevó a interesarse en hacer cursos de crédito universitario.

Y cuando salió, consiguió un trabajo en Fortune Society, donde muchos ejecutivos son personas que estuvieron presas anteriormente.

Y pudo obtener una maestría en trabajo social, y hoy incluso da conferencias en Columbia sobre la reforma de la prisión.

Y Vanessa…

bueno, después de nacer su hijo, encontró un programa llamado Fundación Vocacional que le dio USD 20 cada dos semanas, una MetroCard y sus primeras experiencias con una computadora.

Estos recursos simples le ayudaron a obtener un certificado de estudios, pero luego sufrió una insuficiencia renal muy grave, algo particularmente problemático porque ella nació solo con un riñón.

Pasó 10 años en diálisis esperando un trasplante exitoso.

Después de esto, sus mentores de la universidad comunitaria se mantuvieron en contacto con ella, y entonces ella pudo ir, y la pusieron en un programa de honores.

Y ese es el camino que le permitió ser aceptada en una de las universidades de élite para mujeres en el país, y logró su licenciatura a los 36, dando un ejemplo increíble a su pequeño hijo.

Estas historias indican sobre todo que la enseñanza es social y se beneficia del andamiaje social.

Hubo factores que empujaron a estos dos en una sola dirección, pero a través de mentores y oportunidades adaptadas, pudieron reflexionar sobre sus circunstancias y resistir influencias negativas.

También aprendieron habilidades simples como desarrollar una red, o pedir ayuda, cosas que muchos en esta sala olvidamos haber necesitado de vez en cuando, o que damos por sentado.

Y cuando pensamos en personas como estas, deberíamos pensar en ellas como excepcionales, pero no como excepciones.

Pensarlas como excepciones nos absuelve de la responsabilidad colectiva de ayudar a los estudiantes en situaciones similares.

Cuando los presidentes Bush, Obama y ahora incluso Trump, llaman a la educación «el tema de los derechos civiles de nuestro tiempo» quizás deberíamos tratarlo de esa manera.

Si las escuelas pudieran pensar en la capacidad de acción de los estudiantes y las pusieran en juego al apoyarlos, lo que aprenden los estudiantes sería más relevante para sus vidas, y aprovecharían esos depósitos internos de firmeza y carácter.

Entonces esto, mi estudiante Mahari fue aceptado en la facultad de derecho con becas, y sin alardear, pero escribí una de sus cartas de recomendación.


(Risas)
Y aunque sé que el trabajo arduo es lo que le dio este logro, he visto que encontrar su voz en el camino, como alguien que ha crecido un poco tímido y torpe, sé que requiere tiempo y apoyo.

Así que aunque dependerá mucho de su firmeza para ayudarle en la rutina de la facultad de derecho en primer año, estaré allí como mentor para él, consultando con él de vez en cuando, tal vez llevándolo a comer curry…


(Risas)
para que mantenga su capacidad de acción y tenga más éxito.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/anindya_kundu_the_boost_students_need_to_overcome_obstacles/

 

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