Saltar al contenido
Deberes escolares » Charlas educativas » El mito de Jasón y los argonautas – Charla TED-Ed

El mito de Jasón y los argonautas – Charla TED-Ed

Charla «El mito de Jasón y los argonautas» de TED-Ed en español.

Mira la lección completa en https://ed.ted.com/lessons/the-myth-of-jason-and-the-argonauts-iseult-gillespie

Hércules, el hombre más fuerte del mundo, con un corazón inigualable; Orfeo, encantador de la naturaleza y maestro de la música; Cástor y Pólux, los sagaces gemelos nacidos de un huevo; los Boréadas, hijos del viento norte, capaces de volar por los aires… Estos héroes unieron sus fuerzas para ayudar a un joven a completar su misión y se hicieron conocer como “los argonautas”. Iseult Gillespie nos cuenta cómo fue su misión en busca del vellocino de oro.

Lección de Iseult Gillespie, dirigida por Kozmonot Animation Studio.

  • Autor/a de la charla: Iseult Gillespie
  • Fecha de grabación: 2019-08-27
  • Fecha de publicación: 2019-08-27
  • Duración de «El mito de Jasón y los argonautas»: 291 segundos

 

Traducción de «El mito de Jasón y los argonautas» en español.

Hércules, el hombre más fuerte del mundo, con un corazón inigualable; Orfeo, encantador de la naturaleza y maestro de la música; Cástor y Pólux, los sagaces gemelos nacidos de un huevo; los Boréadas, hijos del viento norte, capaces de volar por los aires…

Desde tiempos inmemorables, estos héroes han recorrido la antigua Grecia creando leyendas a su paso.

Pero ninguna de sus aventuras fue tan colosal como cuando unieron sus fuerzas para ayudar a un joven llamado Jasón.

Años atrás, el tío de Jasón, Pelias, había robado el trono de Tesalia al abuelo de Jasón.

Cuando Jasón regresó a la anterior corte de su padre, el rey cobarde dispuso para él una tarea aparentemente imposible: cruzar los caudalosos mares hasta la Cólquide y robar al rey Aetes el vellocino de oro de un carnero alado.

Si Jasón conseguía el vellocino, Pelias prometió que cedería el trono.

Conmovidos por esta heroica misión, los Dioses difundieron el pedido de ayuda de Jasón, quien rápidamente reunió una tripulación bastante variopinta.

Estos héroes, acompañados por numerosos marineros, clarividentes y semidioses rebeldes, adoptaron el nombre de «argonautas», en honor a su resistente barco.

Pero su camino estuvo plagado de indecibles horrores, suficientes como para poner a prueba a los más valientes héroes.

Su primera escala fue Lemnos, una isla habitada por mujeres que habían asesinado a todos los hombres.

Como castigo, Afrodita las había maldecido con un hedor repugnante, pero esto no disuadió a Jasón, quien engendró gemelos con la reina.

El resto de la tripulación también se enredó en nuevos romances; pero Hércules los reprendió por no comportarse como héroes.

Finalmente, zarparon y llegaron al «Monte de los Osos», una isla en la que vivían antiguos monstruos de seis brazos junto con los pacíficos doliones.

El clan recibió a los argonautas con los brazos abiertos, pero los monstruos descendieron de las montañas y arrojaron rocas al barco atracado en el muelle.

Hércules se enfrentó a ellos por su cuenta.

Luego, sus camaradas se unieron al combate.

Envalentonados por el triunfo, los victoriosos héroes siguieron su viaje, pero las fuertes tormentas los condujeron de regreso a la isla días después.

En medio de la tempestad, los doliones los confundieron con invasores.

Los argonautas también ignoraban lo que los rodeaba, por lo que lucharon torpemente en la oscuridad y derrotaron a todos sus oponentes.

Pero la luz del sol les mostró la horrenda verdad: sus víctimas no eran otros que sus anteriores anfitriones.

Una vez más, Jasón había permitido que sus compañeros se distrajeran, y esta vez el precio a pagar fue terrible.

Avergonzado, decidió concentrar sus esfuerzos únicamente en el vellocino, pero hasta esta determinación resultó negativa.

Cuando un escudero de Hércules fue secuestrado por una nereida, Jasón siguió adelante sin notar la ausencia de su más poderoso aliado.

Los argonautas restantes continuaron su misión, y se encontraron con un anciano rodeado por un remolino de arpías.

Se trataba de Fineas, un adivino a quien Zeus había maldecido con vejez, ceguera y tortura eterna por haber revelado sus profecías.

Conmovidos, los hermanos alados espantaron a las harpías, otorgando así una breve pausa al castigo de Fineas.

Como agradecimiento, el adivino les dijo cómo superar el aterrador desafío que les esperaba: las Simplégades, un par de rocas que al chocar entre sí destruían las embarcaciones.

Pero los argonautas debían primero atravesar la boca del infierno, cerca de la isla de las sanguinarias amazonas y bajo cielos psicodélicos.

Estas aventuras redujeron tanto el número de tripulantes como su ánimo, y algunos temían volverse locos.

Al llegar a las rocas coincidentes, la agotada tripulación tembló de miedo.

Pero los argonautas recordaron el consejo de Fineas, liberaron una paloma, se apresuraron detrás de ella y así pasaron ilesos.

Tras este escape estrecho, los argonautas finalmente se encontraban cerca de la Cólquide.

A pesar de todo, mientras Jasón descansaba y celebraba con su tripulación, sentía que su tiempo con ellos estaba llegando a su fin.

Mientras más se acercaba al vellocino, mejor entendía que debía conseguirlo por su cuenta.

Pero no podría haber imaginado que esta tarea final demandaría el precio más alto de todos.

https://www.ted.com/talks/iseult_gillespie_the_myth_of_jason_and_the_argonauts/

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *