Contenidos
Charla «El mito de la caja de Pandora – Iseult Gillespie» de TED-Ed en español.
Mira la lección completa en https://ed.ted.com/lessons/the-myth-of-pandora-s-box-iseult-gillespie
Pandora fue la primera mujer mortal, creada por Hefesto, dios del fuego. Los dioses le concedieron el don de la elocuencia, de las artes manuales y de las emociones. De Zeus recibió dos obsequios: la cualidad de la curiosidad y una pesada caja celosamente cerrada, que nunca debía abrirse. Pero ¿qué tesoro estaría destinado a no ser nunca visto por un ser humano, y por qué estaría Pandora a cargo de custodiarlo? Iseult Gillespie analiza el mito de Pandora.
Lección de Iseult Gillespie; dirección de Silvia Prietov.
- Autor/a de la charla: Iseult Gillespie
- Fecha de grabación: 2019-01-15
- Fecha de publicación: 2019-01-15
- Duración de «El mito de la caja de Pandora – Iseult Gillespie»: 229 segundos
Traducción de «El mito de la caja de Pandora – Iseult Gillespie» en español.
La curiosidad: ¿bendición o maldición? Para los antiguos griegos, la paradójica naturaleza de esta cualidad se encarnaba en la mítica figura de Pandora.
Cuenta la leyenda que Pandora fue la primera mujer mortal, cuya intensa curiosidad desató una serie de hechos que sacudieron al mundo.
Pandora nació por obra de Hefesto, el dios del fuego, quien convocó a otras divinidades para que le confiriesen dotes extraordinarias.
Afrodita le dio la capacidad de sentir emociones profundas, Hermes le concedió el don de la elocuencia, Atenea la dotó del domino del arte manual y la habilidad de ver los detalles, y Hermes le dio el nombre.
Por último, Zeus le concedió dos obsequios.
El primero fue el don de la curiosidad, que definió su personalidad y la lanzó, ansiosa, a explorar el mundo.
El segundo fue una pesada caja, profusamente adornada y firmemente cerrada.
Pero Zeus le advirtió que ningún mortal debía ver su contenido.
Pandora no debía abrir la caja bajo ninguna circunstancia.
En la Tierra, Pandora se enamoró de Epimeteo, un talentoso titán a quien Zeus había encargado la tarea de diseñar el mundo natural.
Trabajó con su hermano Prometeo, quien creó a los primeros humanos, pero fue castigado eternamente por haberles concedido el fuego.
Epimeteo echaba mucho de menos a su hermano, pero encontró en Pandora la compañía de otra alma apasionada.
Pandora se sentía exultante en su vida terrenal, pero se distraía con facilidad y era a veces impaciente, dada su sed de conocimiento y su deseo de cuestionar el entorno.
Con frecuencia, se preguntaba qué contendría aquella caja tan bien cerrada.
¿Qué tesoro sería tan valioso que no podía ser visto por ningún humano, y por qué fue elegida para custodiar el obsequio? Sus manos apenas resistían la tentación de abrirla.
A veces, creía oír voces susurrantes en su interior y que el contenido se agitaba como si quisiera liberarse del encierro.
El enigma empezaba a enloquecerla.
Con el tiempo, Pandora se obsesionaba cada vez más por la caja.
Era como si una fuerza incontrolable la atrajera hacia el contenido, que repetía su nombre en un eco ensordecedor.
Cierto día, la tentación se tornó irresistible.
A escondidas de Epimeteo, fijó su mirada en la enigmática caja.
Tan solo espiaría en su interior, y saciaría su curiosidad para siempre…
Pero ante el primer crujido de la tapa, la caja se abrió violentamente.
Salieron monstruosas criaturas y horribles sonidos que envolvieron a Pandora en una nube de humo, emitiendo chillidos y carcajadas.
Presa del terror, Pandora agitó el aire con sus manos, desesperada por regresarlas a su encierro, pero las criaturas formaron una nube de temerario aspecto.
Una sensación premonitoria embargó a Pandora mientras las veía alejarse.
Zeus había usado la caja para encerrar los sufrimientos y todas las fuerzas del mal que él mismo había creado y, una vez liberadas, eran incontrolables.
Pandora estaba sumida en llanto, cuando se percató de un sonido que resonaba dentro de la caja.
No era el escalofriante susurro de los demonios, sino un suave tintineo que parecía aliviar su angustia.
Cuando volvió a levantar la tapa para mirar en el interior, un cálido haz de luz salió formando ondas en el aire.
Mientras veía los destellos alejarse luego de haber liberado los males, Pandora sintió que su dolor se calmaba.
Sabía que ya no podría revertir su error pero, junto con los males, Pandora también había liberado la esperanza para combatirlos.
Actualmente, la caja de Pandora representa las consecuencias extremas de interferir con lo desconocido.
Pero la insaciable curiosidad de Pandora también representa la dualidad inherente al espíritu inquisitivo del ser humano.
¿Estamos destinados a investigar todo lo que desconocemos e indagar en profundidad, o conviene dejar que algunos misterios queden sin resolver?
https://www.ted.com/talks/iseult_gillespie_the_myth_of_pandora_s_box/