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El potencial apasionante de la energía solar fuera de la red – Charla TEDGlobal 2017

Charla «El potencial apasionante de la energía solar fuera de la red» de TEDGlobal 2017 en español.

Está ocurriendo una revolución energética en los pueblos y ciudades de África — la energía solar fuera de la red se está convirtiendo en una alternativa viable a los sistemas eléctricos tradicionales. En esta charla resuelta acerca de una etapa de verdaderos avances, Amar Inamdar nos presenta a los orgullosos dueños de kits de energía solar fuera de la red — y nos explica cómo esta tecnología tiene la oportunidad de cumplir dos objetivos extraordinarios: el acceso a la energía para todos y un futuro de bajo carbono. «Todo hogar es un orgulloso productor además de consumidor de energía,» dice Inamdar. «Eso es la democracia de energía». (A continuación, una breve sesión de preguntas y respuestas con el curador de TED, Chris Anderson)

  • Autor/a de la charla: Amar Inamdar
  • Fecha de grabación: 2017-08-27
  • Fecha de publicación: 2018-01-26
  • Duración de «El potencial apasionante de la energía solar fuera de la red»: 868 segundos

 

Traducción de «El potencial apasionante de la energía solar fuera de la red» en español.

Está pasando algo realmente increíble…

Hay más de mil millones de personas en el mundo…

que no tienen acceso a ningún tipo de energía; 620 millones se encuentran aquí en África.

Cuesta alrededor de 1500 dólares conectar cada hogar a la red.

Pare el que está esperando son nueve años, en promedio, y parece una vida cuando estás tratando de hacerlo realidad.

Es prácticamente increíble, y también es inaceptable.

Así que hagamos algo.

La bombilla eléctrica viene de esta idea de que hay un sistema de energía construido a partir de las ideas de Tesla y las ideas de Thomas Edison.

Hubo una evolución que planteó que no se trata solo de la bombilla, se trata del sistema, todo el sistema de energía que acompaña esa bombilla, y el resultado de esa edad dorada fue la creación de un sistema industrial que todos los países del mundo ahora han empezado a imitar.

Para llegar a los aparatos, se necesitan centrales eléctricas, de las centrales parte la infraestructura, y esa infraestructura distribuye la electricidad, y alimenta las bombillas y los aparatos a los que estamos acostumbrados.

Pero lo asombroso, de alguna manera, es que está ocurriendo una revolución en los pueblos y ciudades aquí en África Oriental.

Una revolución que es un eco de la revolución de la telefonía celular.

Es inalámbrica, y es una revolución sobre energía solar y sobre energía solar distribuida.

Los fotones son inalámbricos, caen sobre todos los techos, y generan energía suficiente para abastecer todas las necesidades del hogar.

Es una cosa increíble, pero también tiene un problema.

Hasta ahora, no existía la tecnología para hacerlo realidad, y la mentalidad siempre ha sido que tenemos que tener la red para proveer crecimiento industrial y que los países se desarrollen y creen trabajos y se industrialicen.

Y así llegamos a un punto en el que, en realidad, los costos de construir estas redes y seguir ese patrón de desarrollo son realmente insostenibles.

Si sumamos el déficit de todas las compañías de servicios en África, África subsahariana, llegamos a un total de USD 21 mil millones por año para mantener ese sistema.

O sea que se hemos invertido una cantidad extraordinaria de recursos en un sistema por el que vamos a tener que esperar mucho tiempo, y cuando llega, a menudo no es lo suficientemente robusto como para permitirnos desarrollarlo.

Así que es una pena.

Pero esto es lo que está pasando, y aquí está la oportunidad que yo creo que debería entusiasmarnos.

Hay un grupo de empresas que ha estado atacando este problema durante los últimos diez años.

Este grupo de empresas se dio cuenta de que hay un enorme reactor nuclear ahí arriba en el cielo y que África está más dotada de esa energía solar que viene del cielo, tiene más sol, que casi cualquier otro continente.

Entonces llegó la oportunidad de convertir parte de esa energía solar energía inalámbrica, en energía distribuida a nivel de los hogares.

Y pasaron tres cosas a la vez.

Primero, bajaron los costos de producción de energía solar.

Poner un panel en el techo y generar energía: el costo de eso se desplomó en los últimos 30 años y bajó un 95 %.

Segundo, la red de electrodomésticos.

Los aparatos a los que todos nos acostumbramos, que todos queremos y necesitamos, que forman parte de nuestra vida cotidiana y que nos dan salud y seguridad, esos aparatos bajaron de precio.

Fíjense en la lámpara LED, por ejemplo, una cosa muy simple.

Ahora cuestan un 85 % menos de lo que que costaban hace cinco años.

Pero la eficiencia, comparada con la de una lámpara incandescente, como la bombilla que mostré en la diapositiva anterior, es increíble.

Dan 10 veces más luz que las otras y duran 30 veces más.

Y lo tercero que ocurrió fue la revolución de la telefonía celular, a la que nos estamos subiendo, para hacer que clientes descentralizados hagan pequeños pagos parciales por equipos y aparatos que en realidad ahora son accesibles.

Podemos pagarlos en cuotas diarias o semanales.

Es un cambio enorme para la economía y ha abierto las puertas de algo muy, pero muy innovador.

Voy a presentarles a una mujer; estuve con ella la semana pasada.

Se llama Susan.

Puede que no lo parezca, pero Susan representa un mercado que vale USD 27 mil millones.

USD 27 mil millones es lo que gasta cada año la gente como Susan en telefonía celular, baterías para la linterna y kerosene para iluminar sus casas.

Susan está orgullosa de ser dueña de un pequeño sistema solar.

Es un equipo más que una cosa planetaria.

Un pequeño sistema de energía solar que le permite tener un par de bombillas, y ella hizo esta transición, este salto, del kerosene a la luz.

Tiene cuatro o cinco luces y una radio; es fantástico.

Y nos lo cuenta.

Habla de cómo sus hijos hacen los deberes a la noche porque ella tiene luz.

No sé qué le parece a los niños.

Nos cuenta que puede salir a las 4 a.m.

para atender a las vacas, y no está tan preocupada.

Pero también, con un brillo en los ojos, nos cuenta cómo la luz convierte su casa en un hogar a la noche.

No tiene miedo de su propia casa de noche porque tiene luz, y eso me pareció asombroso.

Susan hace algo que también hacen muchos de los clientes de estas empresas de las que hablé: nos obliga a innovar.

Desafía a las empresas, diciendo: «Tengo la radio y las luces.

¿Saben qué? Quisiera tener una TV.

Me gustaría entretener y educar a mis hijos y a mi misma.

Y luego quisiera un cortapelos para cortarle el pelo a mis hijos, y me encantaría un refrigerador».

Y acuñó una idea que el mundo de la energía tiene muchas ganas de implementar.

La idea que acuñó es la escalera de la energía.

Empieza, de nuevo, con una bombilla.

La bombilla es una idea que permite que nuestros hijos hagan los deberes, y es muy barata, alrededor de USD 5, y la podemos distribuir.

Pero sigamos subiendo.

Este es el kit que tiene Susan: cuatro bombillas, una radio, tal vez una pequeña linterna, un pequeño panel solar en el techo.

Y luego subamos un poco más.

Tal vez por unos USD 500, el kit anterior costaba unos USD 150, de nuevo, pagado en cuotas, con dos años para pagarlo, podemos conseguir la TV.

Entonces, las luces y la TV.

Y uno empieza a preguntarse, «¿Hacia dónde va esto?» ¿Va hacia esto, una situación donde podemos tener sistemas distribuidos con la infraestructura adecuada para proporcionar energía para nuestros hospitales y escuelas? Y realmente, ¿hasta dónde puede llegar? Y este es el cambio de mentalidad que yo creo que realmente entusiasma.

¿Hasta dónde puede llegar? ¿Podría llegar hasta aquí? Este es el diseño conceptual de una de las fábricas más grandes del mundo, diseñada para funcionar únicamente con energía solar y fuera de la red.

Tal vez podamos llegar hasta ahí.

Hay una generación de estas empresas que están ahí haciendo este trabajo y creando miles de empleos, creando, vendiendo, decenas de miles de estos sistemas solares, iluminando decenas de miles de familias, y encarando el problema que mencioné al principio de los USD mil millones, e innovando realmente.

Y lo que hacen es que no son solamente empresas de energía.

También ofrecen financiación que ayuda a la gente a entrar en la economía Son distribuidores minoristas, que acercan los productos a la gente en los mercados que conectan.

Y son fabricantes de electrodomésticos, que desarrollan productos extraordinarios que son muy eficientes y muy baratos.

Entonces, está sucediendo algo extraordinario ahí afuera que vale la pena reconocer.

¿Y a dónde nos lleva? Desde un punto de vista gubernamental y desde un punto de vista social, nos alcanza a dos objetivos que son realmente grandes.

Aspiramos a que todos tengan acceso a la energía, y aspiramos a una economía totalmente funcional y de bajo carbono.

Y ahora estamos viendo que la economía funcional de bajo carbono no se trata solamente de conectar usuarios a la red.

Se trata de darle electricidad a la gente y de hacerlo de una forma realmente digna.

Imaginémoslo juntos por un momento.

Imaginemos realmente lo que podría significar esto: [Nuevo ecosistema energético] Un sistema de energía que no es solo para subsistir, para que la familia deje de usar kerosene, sino que en realidad es todo el paquete de los electrodomésticos, las herramientas y la productividad a la que todos nos acostumbramos.

O sea, energía en una escala que permita el desarrollo industrial.

Y es la habilidad de tener herramientas potentes.

Es la habilidad de ser productivo en el hogar, como granjero, o como carpintero, o como sastre y hacer funcionar tu empresa y entrar en la economía.

Hace un par de días estuve trabajando de nuevo con un granjero justo en las afueras de Nairobi, un campo pequeño.

Tiene una bomba de irrigación que funciona con energía solar, y me contaba muy orgulloso la diferencia que ha hecho en su productividad.

Mientras lo escuchábamos, nos preguntábamos, ¿cuándo llegará el momento en el que puedas cargar un escúter eléctrico con el techo de tu casa y puedas llevar tus cosechas al mercado con un medio de locomoción que cargaste tú mismo, usando tu propia energía? Y eso es algo extraordinario que está sucediendo, y escuchando a Susan y a Francis llega a un punto en el que uno dice: «Esta gente es enormemente consciente de la dignidad que les da conseguir su energía de esta manera.

Se sienten propietarios y están orgullosos.

Y ahora les voy a pasar un video clip muy cortito de un distribuidor de una de estas empresas de las que estoy hablando, y él lo explica mejor que nadie.

Escuchen esto.

Martin: Si se hace realidad y conseguimos que cada hogar tenga su propio suministro de energía independiente, eso nos va a dar la democracia de energía.

Y ya está.

Todos tienen esa opción, y cada uno sabe cuándo la quiere encender y cuándo no, si quiere vender el exceso o almacenarlo.

Volver a tener esa libertad en manos del consumidor, eso sería lo más emocionante.

Amar Inadar: Genial, ¿no? Ese era Martin, con una expresión maravillosa.

¡Y qué bien captura esa visión! Así que imagínense eso por un momento: Cada hogar es un orgulloso productor además de consumidor energía.

La habilidad de generar energía, de compartir energía, de vender energía, todo a partir de tu generador instalado en tu propiedad.

Piensen incluso en una posible colaboración masiva de vecinos para construir la red desde abajo en lugar de esperar a que lo haga el gobierno desde arriba.

En África, en este momento tenemos esta oportunidad extraordinaria.

Una oportunidad extraordinaria de cambiar el mundo y de crear un sistema de energía que va a ser la envidia de todos, y que todos van a reconocer como una innovación nuestra.

Y esa es la democracia de energía.

Muchas gracias.

(Aplausos) Chris Anderson: Una pregunta rápida.

Es una visión realmente apasionante.

Explícanos: ¿cuáles son hoy los principales obstáculos? Por ejemplo, ¿qué podría acelerar las cosas? AI: Bueno, lo primero creo que es la intermitencia de la energía solar.

El problema es que el sol solo brilla 12 horas por día, o sea que está oscuro 12 horas por día, y necesitamos soluciones de almacenamiento más adecuadas para lograr lo que queremos.

Así que: almacenamiento.

CA: Y esos precios están bajando.

AI: Sí muy rápido.

Segundo, los aparatos eléctricos.

Tienen que ser más eficientes y tienen que ser más variados, tenemos que poder hacer más cosas con ellos aquí en África.

CA: ¿Aparatos de corriente continua? AI: Sí, de corriente continua.

Y creo que ahí hay una oportunidad, Chris.

A mí me parece que la oportunidad es que podríamos tomar una parte de estos USD 21 mil millones de subsidios que los gobiernos están aportando al sistema eléctrico actual y podríamos usarlos para promover I+D aquí en África, crear algunos de estos productos, ser algunos de estos emprendedores y hacer que suceda.

Es decir, crear este nuevo sistema aquí.

CA: Y algunas de las compañías, habiendo tanta demanda, ¿qué es lo que les impide satisfacer esa demanda? Algunas dicen que les gustaría vender 10 veces más de lo que venden ahora.

AI: Exacto.

El tema con muchos de estos capitales es que los mercados no valoran muy bien el riesgo para el consumidor, especialmente en mercados como los nuestros, en mercados emergentes y aquí en África.

Entonces no hay suficiente capital circulante en este sector porque los grandes financieros miran y dicen: «No sé cómo calcular ese riesgo, así que no me voy a meter».

Y eso frena a muchas de estas empresas.

CA: Bueno, es increíblemente fascinante imaginarse lo que podría pasar aquí.

Para mí, este podría ser el mayor salto de todos.

Y gracias por todo lo que estás haciendo y por compartir esa visión de forma tan convincentemente.

https://www.ted.com/talks/amar_inamdar_the_thrilling_potential_for_off_grid_solar_energy/

 

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