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Charla «El trabajo no remunerado que el PIB ignora y que realmente cuenta» de TEDxChristchurch en español.
Si hacen la colada, están o han estado embarazadas, ordenan, hacen la compra para la familia o hacen un trabajo parecido, entonces, para los estándares del PIB no son productivas. En esta charla visionaria, la economista Marilyn Waring busca corregir los errores de este sistema de mentalidad estrecha, y detalla porqué merecemos un modo mejor de medir el crecimiento que valore no solo nuestro medio de subsistencia, sino también el del planeta.
- Autor/a de la charla: Marilyn Waring
- Fecha de grabación:
- Fecha de publicación: 2020-01-23
- Duración de «El trabajo no remunerado que el PIB ignora y que realmente cuenta»: 1039 segundos
Traducción de «El trabajo no remunerado que el PIB ignora y que realmente cuenta» en español.
[Maorí] Mi montaña es Taupiri.
[Maorí] Mi río es Waikato.
[Maorí] Mi nombre es Marilyn.
[Maorí] Hola.
Como habrán oído, cuando era muy joven, me eligieron para el Parlamento de Nueva Zelanda.
A esa edad, uno mayormente aprende escuchando las historias de los otros.
Recuerdo a una mujer que se lastimó en un accidente en una granja, y se acercaba la época de la esquila en la granja, y la tuvieron que reemplazar por un pastor por un grupo de esquiladores en la lanería y, por supuesto, aún necesitaban a alguien que se encargara de la casa y que preparara la comida para los esquiladores.
Y su madre vino a ayudarla a eso.
Pero la familia no recibió dinero por la madre, porque eso es lo que se supone que las madres y los miembros de la familia deben hacer.
Un año, una empresa llamada Minas de Oro de Nueva Zelandia solicitó una licencia de prospección en nuestro hermoso Monte Pirongia.
Es una montaña llena de ecosistemas extraordinarios, de verdes bosques nativos vírgenes.
Producía oxígeno, absorbía carbono, era un hogar para las especies polinizadoras y en peligro de extinción en las granjas de los alrededores.
Y la empresa minera presentó un gran proyecto económico sobre cuánto dinero podría producir la explotación minera de la montaña, sobre todo, el crecimiento y el desarrollo que aparecería en el presupuesto de Nueva Zelandia.
Y solo nos dejaron con la palabra de todo lo que valorábamos de nuestra montaña.
Afortunadamente, lo detuvimos.
Y entonces recordé a una mujer que tenía tres hijos menores de cinco años que cuidaba de sus padres ancianos y nadie parecía pensar que en algún momento ella quizás necesitara ayuda con el cuidado de los niños aunque no perteneciera a la fuerza de trabajo remunerada.
Y entonces empezó a existir un patrón en todas las historias que me contaban.
Y empecé a hacer preguntas para llegar hasta el centro de este patrón de valores que formaba parte de todas estas historias.
Y lo encontré en una fórmula económica llamada el «producto interior bruto» o PIB.
La mayoría de Uds.
habrá oído acerca de este concepto.
Muchos no tendrán idea de lo que significa.
Las reglas fueros diseñadas en 1953 por hombres occidentales con formación.
Cuando diseñaron estas reglas establecieron un límite para la producción.
Les interesaba medir todo lo que involucrara una transacción de mercado.
Así que, a un lado de ese límite se contaba todo lo que fuera un intercambio de mercado.
No importa si el intercambio era legal o ilegal.
Intercambio de mercado en el comercio ilegal en armamento, municiones, drogas, especies en peligro, tráfico de personas…
todo esto es bueno para el crecimiento y todo cuenta.
Al otro lado del límite de la producción existía esta extraordinaria expresión en las reglas que el trabajo realizado por la gente que denominaban «productores no primarios» era «de poco o nulo valor».
Así que, veamos, cuantos productores no primarios tenemos hoy aquí.
Más o menos en la última semana,
¿cuántos de Uds.
transportaron a sus familiares o sus pertenencias sin que les pagaran?
¿Cuántos de Uds.
limpiaron un poco, aspiraron un poco, barrieron un poco, ordenaron un poco la cocina?
¿Sí?
¿O hicieron compras para los miembros de la familia?
¿Prepararon la comida?
¿Limpiaron después de eso?
¿Lavaron la ropa?
¿Plancharon?
(Risas)
Bien, en lo que respecta a la economía eso lo hicieron en su tiempo libre.
(Risas)
(Aplausos y vítores) Ahora bien, y
¿qué pasa en relación con las mujeres que estuvieron embarazadas y que tuvieron hijos?
Sí.
Realmente odio decirles esto, porque puede haber sido un trabajo duro, pero, en ese momento, no fueron productivas.
(Risas)
Y quizá algunas de Uds.
hayan amamantado a sus hijos.
En las cuentas nacionales de Nueva Zelandia, así se denominan los datos de donde obtenemos el PIB, en las cuentas nacionales de Nueva Zelandia, la leche de búfalo, cabra, oveja y vaca tiene valor, pero no la leche humana.
(Risas)
Es el mejor alimento del planeta.
Es la mejor inversión que podemos hacer para la salud futura y la educación de los niños.
Pero eso no cuenta para nada.
Todas esas actividades están en el lado equivocado del límite de la producción.
Y algo importante sobre este marco contable es que lo llaman «contabilidad», pero sin una columna de débito.
Simplemente mantenemos funcionando los intercambios de mercado y todo es bueno para el crecimiento.
Estamos en Christchurch, donde las personas han atravesado un desastre natural devastador y se recuperaron.
Y desde ese momento a Nueva Zelandia se le ha dicho que nuestros datos de crecimiento son geniales porque estamos reconstruyendo Christchurch.
Nada se perdió según el marco de contabilidad nacional por la pérdida de vidas, la pérdida de tierras, la pérdida de edificios, la pérdida de espacios especiales.
Para Uds.
podría ser obvio que este límite de la producción funciona en relación con nuestro entorno.
Cuando explotamos las minas, cuando deforestamos, cuando borramos nuestro entorno, cuando agotamos nuestros recursos marinos, de forma legal o ilegal, siempre que haya intercambio de mercado, es bueno para el crecimiento.
Dejar tranquilo a nuestro entorno, mantenerlo, protegerlo, aparentemente no vale nada.
¿Y qué podemos hacer sobre esto?
Ya escribí sobre eso hace unos 30 años.
Luego, en 2008, después de la crisis financiera mundial, el presidente de Francia, Sarkozy, pidió a tres hombres galardonados con el Premio Nobel de Economía a Sen, Fitoussi y Stiglitz, que descubrieran lo que yo había escrito hace 30 años.
(Risas)
(Aplausos)
«Apoyarse en el PIB per cápita, en estos datos de crecimiento, no parece ser el mejor modo de proceder para las políticas públicas», dijeron.
Y estoy totalmente de acuerdo con ellos.
(Risas)
Una de las cosas que se destaca de estas reglas que fueron revisadas en 1968, en 1993 y en 2008, es que las revisiones las suelen hacer los expertos en estadística, y ellos no saben lo que está mal con los datos, y difícilmente los economistas se detienen a hacerse esa pregunta.
Así que, en 2019, el PIB está aún peor.
Verán, para medir el PIB uno debe suponer que dentro de una nación o estado se lleva a cabo algún tipo de producción, servicio de entregas o consumo, y uno sabe dónde se encuentran.
Pero billones de dólares circulan por el mundo en pequeñas partes de nuestros Googles, Facebooks o Tweeters, desviados a través de paraísos fiscales, de modo que cuando hacemos clic en la computadora y bajamos algún software no sabemos dónde lo produjeron y, francamente, nadie sabe tampoco dónde los utilizamos.
Estos paraísos fiscales distorsionan el PIB de tal manera que hace unos tres años Europa miró con recelo a Irlanda y dijo: «Creemos que no están informando correctamente» y, al año siguiente su PIB aumentó un 35 %.
Ahora bien, todo ese trabajo que Uds.
hacen cuando están en su tiempo libre e improductivo puede medirse mediante encuestas sobre el uso del tiempo.
Cuando observamos la cantidad de tiempo que toma el sector no remunerado encontramos que en casi todos los países en los que vimos los datos, es el sector más grande de la economía de la nación.
Por ejemplo, en los últimos tres años, un experto en estadística de Reino Unido declaró que ese trabajo no remunerado equivale a toda la industria manufacturera y los comercios minoristas de ese país.
En Australia, el mayor sector no remunerado de su economía es el cuidado de los niños y el segundo sector más grande es todo el resto del trabajo no remunerado, y están antes de los servicios bancarios, de seguros y de intermediación financiera en la mayor parte del sector comercial.
El año pasado, el primer ministro del estado australiano de Victoria declaró que la mitad del PIB del estado era, de hecho, el valor de todo el trabajo no remunerado.
Ahora, como responsable política, una no puede hacer buena política si el sector más grande de la economía de la nación no es visible.
No se puede presumir de saber dónde están las necesidades.
No se puede localizar la pobreza de tiempo, ni hacer frente a las necesidades más importantes.
Entonces,
¿qué usar en lugar del PIB?
El PIB tiene muchos otros problemas.
No nos comportamos de un modo que ayude al PIB.
Muchas personas alrededor del mundo usan sus bienes domésticos sus autos, sus mismas casas, para Uber, para Airbnb.
Y supuestamente uno no debe usar los bienes del sector no remunerado para ganar dinero en el sector comercial.
¡Eso es confuso!
(Risas)
Y muy difícil de medir.
Así que los economistas no quieren saber qué es lo que está mal con su PIB tan importante, y creo que tienen tantos problemas, que se podrían mudar a un lugar tranquilo y continuar publicando eso y no acercarse a nosotros con este discurso de capitales, recursos naturales y los otros modos en los que colonizan el resto de nuestra vida.
Pienso que el uso del tiempo es el indicador más importante para avanzar.
Cada uno de nosotros tiene la misma cantidad de tiempo.
Si aparecen problemas importantes a medida que avanzamos, necesitamos una base de datos sólida, porque sea lo que sea que reemplace el PIB, este seguirá entre nosotros los próximos 50 años, y necesitamos algo que sea sólido e inmutable y que todos entiendan, porque si pongo delante de Uds.
datos sobre el uso del tiempo, comenzarán a asentir inmediatamente.
Enseguida empezarán a reconocer lo que significa.
Y, sinceramente, si les pusiera delante los datos del PIB, muchos preferirían irse a tomar un té.
(Risas)
También debemos observar la calidad de nuestro entorno.
A medida que pasan los años cada vez medimos mejor su devastación, lo poco que lo protegemos.
Y con el cambio climático, no tenemos que ser científicos para ver, sentir y saber lo que está pasando a nuestro hermoso planeta.
En este país necesitamos la supremacía de lo que podemos aprender de kaitiakitanga, de whanaungatanaga, de lo que los maoríes, que han estado aquí por siglos, pueden enseñarnos.
Cuando uno está en el parlamento y no tiene la mentalidad de un economista toma decisiones con base en un grupo de datos.
Observa las ventajas y desventajas.
Piensa profundamente sobre las consecuencias más allá de que el PIB sea alto o bajo.
Los economistas quieren transformar todo en un intercambio monetario, incluso los datos sobre el uso del tiempo para continuar decidiendo si el PIB bajó o subió.
Ese no es un gran modo de continuar.
Y otros me han dicho: «Marilyn,
¿por qué no trabajas en un sistema que incluya todo el trabajo no remunerado, embarazos, nacimientos y lactancia en el PIB?
«.
Para eso hay una respuesta moral y ética muy importante, y es que no quiero que las cosas más valiosas de la Tierra, las cosas que atesoro, se encuentren dentro de un marco contable que piensa que la guerra es buena para el crecimiento.
(Aplausos y vítores) Así que, de ahora en adelante, cada vez que escuchen las noticas, van a entender cuando dicen PIB.
Pensarán: «Sé de lo que están hablando, y no es bueno».
(Risas)
Sé que hay alternativas, y voy a pasar mi tiempo corrigiendo a la gente, hablándoles sobre este valor de base y sobre cuáles pueden ser las alternativas, porque la humanidad y nuestro planeta necesitan otro modo.
Gracias.
(Aplausos y vítores)
https://www.ted.com/talks/marilyn_waring_the_unpaid_work_that_gdp_ignores_and_why_it_really_counts/