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En defensa de la piscicultura – Charla Mission Blue II

Charla «En defensa de la piscicultura» de Mission Blue II en español.

Nos acercamos a una crisis mundial de alimentos: Cerca de 3 mil millones de personas dependen del océano para alimentarse, y a nuestra tasa actual de pesca extraemos más pescado del océano que lo que se puede sustituir de forma natural. En esta reveladora charla documentada con hechos, el empresario y conservacionista Mike Velings propone una solución: La acuicultura o la piscicultura. «Tenemos que empezar a usar el océano como agricultores en lugar de cazadores», dice, haciéndose eco de Jacques Cousteau. «Llegará el día en que la gente exigirá en sus platos peces de piscifactoría que se cultiven bien y que tengan una cría sana y se negará a comer otra cosa».

  • Autor/a de la charla: Mike Velings
  • Fecha de grabación: 2015-10-10
  • Fecha de publicación: 2016-02-11
  • Duración de «En defensa de la piscicultura»: 918 segundos

 

Traducción de «En defensa de la piscicultura» en español.

Provengo de las personas más altas del planeta, los holandeses.

No siempre ha sido así.

De hecho, en todo el mundo, la gente ha ido ganando altura.

En los últimos 150 años, en los países desarrollados, en promedio, hemos conseguido 10 cm más de altura.

Y los científicos tienen muchas teorías del porqué de esto, pero en casi todas ellas está implicada la nutrición, es decir, el aumento de los productos lácteos y la carne.

En los últimos 50 años, el consumo mundial de carne se ha cuadruplicado, de 71 millones a 310 millones de toneladas.

Algo similar ocurre con la leche y los huevos.

En la sociedad que aumentan los ingresos, aumenta el consumo de proteínas.

Y sabemos que a nivel mundial, nos hacemos más ricos.

Y conforme aumenta la clase media, aumenta nuestra población mundial, de 7000 millones hoy a 9700 millones en 2050, lo que significa que para el año 2050, necesitaremos por lo menos el 70 % más de proteínas de lo disponible actualmente para la humanidad.

Y la última predicción de la ONU pone número a esa población, a finales de este siglo, 11 000 millones, lo que significa que necesitaremos mucha más proteína.

Este desafío es asombroso tanto es, que recientemente, un equipo del Instituto Anglia Ruskin para la sostenibilidad mundial sugirió que si no cambiamos nuestras políticas globales y los sistemas de producción alimentaria, nuestras sociedades en realidad podrían colapsar en los próximos 30 años.

En la actualidad, nuestro océano sirve como principal fuente de proteína animal.

Más de 2600 millones de personas dependen del océano cada día.

Al mismo tiempo, nuestras pesquerías mundiales son 2,5 veces más grandes de lo que los océanos pueden soportar de manera sostenible.

Esto significa que los humanos pescamos muchos más peces del océano que los reemplazables por los océanos de forma natural.

WWF publicó recientemente un informe que muestra que solo en los últimos 40 años, nuestra vida marina mundial se ha reducido a la mitad.

Otro informe muestra que las especies depredadoras de nuestros mayores, como el pez espada y el atún de aleta azul, ha desaparecido en más del 90 % desde la década de 1950.

Y hay muchas grandes iniciativas de pesca sostenible en todo el planeta trabajando para mejorar las prácticas de pesca y administrarlas mejor.

Pero al final, todas estas iniciativas trabajan para mantener constante la captura actual.

Es improbable, incluso en pesquerías bien administradas, que podamos capturar mucho más del océano de lo que hacemos hoy.

Hay que detener el saqueo de los océanos cómo lo hacemos.

Debemos aliviar la presión sobre ellos.

Y nos encontramos en un punto donde sí forzamos mucho más para obtener más productos, podríamos enfrentar un colapso total.

Los sistemas actuales no alimentarán a la creciente población mundial.

Entonces,

¿cómo solucionar este problema?

¿Cómo será el mundo en solo 35 cortos años cuando haya 2700 millones más compartiendo los mismos recursos?

Todos nos podríamos hacer vegetarianos.

Parece una gran idea, pero no es realista y es increíblemente difícil hacer un mandato a nivel mundial.

La gente come proteínas animales, nos guste o no.

Y supongamos que no podemos cambiar nuestros hábitos y continuamos en el camino de la corriente, no cumpliendo con las demandas.

La Organización Mundial de la Salud informó recientemente que 800 millones de personas sufren de malnutrición y escasez de alimentos, debido a los cultivos, la población mundial y la disminución del acceso a recursos como agua, energía y suelo.

Se necesita poca imaginación para pensar un mundo de agitación global, disturbios y aún más desnutrición.

La gente tiene hambre, y estamos peligrosamente bajo en recursos naturales.

Por eso, por muchas razones, hay que cambiar los sistemas de producción de alimentos a nivel mundial.

Tenemos que hacerlo mejor y hay una solución.

Y la solución se encuentra en la acuicultura: el cultivo de peces, plantas como algas, mariscos y crustáceos.

Cuando el gran héroe del océano Jacques Cousteau, dijo: «Hay que usar el océano como agricultores, no como cazadores.

Eso tiene que ver con la civilización: Criar en lugar de cazar».

El pescado es la última comida que cazamos.

Y

¿por qué seguimos oyendo frases como: «La vida es demasiado corta para peces de piscifactoría», o «capturados en estado salvaje, ¡claro!» sobre el pez del que no sabemos casi nada?

No sabemos qué comió durante su vida, y no sabemos si ha sufrido contaminación.

Y si era una especie depredadora de gran tamaño, que podría haber pasado por la costa de Fukushima ayer.

No sabemos.

Muy pocas personas saben que la trazabilidad del sector pesquero no va más allá de la del cazador que cazó el animal salvaje.

Pero retrocedamos por un segundo para hablar de por qué el pescado es la mejor elección alimenticia.

Es saludable, previene enfermedades del corazón, proporciona aminoácidos clave y ácidos grasos esenciales como el omega-3, es muy diferente a casi cualquier otro tipo de carne.

Y además de ser saludable, también es mucho más emocionante y diverso.

Piense en eso, la cría de animales es bastante monótona.

Vaca es vaca, oveja es oveja, cerdo es cerdo, y en cuanto a aves de corral: pavo, pato, pollo, lo resume todo.

Hay 500 especies de peces que se crían actualmente.

No es lo que los supermercados occidentales reflejan en sus estantes, pero eso no viene al caso ahora.

Y se pueden cultivar peces de manera muy saludable eso es bueno para nosotros, para el planeta y bueno para los peces.

Sé que suena como una obsesión por los peces.


(Risas)
Déjenme explicarles: Mi brillante socia y esposa, Amy Novograntz, y yo nos embarcamos en la acuicultura hace un par de años.

Nos inspiramos en Sylvia Earle, que ganó el premio TED en 2009.

En realidad nos encontramos en la Misión Azul de las Galápagos.

Amy estaba allí como directora del premio TED; yo, un empresario de los Países Bajos y ciudadano comprometido, me gusta bucear, apasionado por los océanos.

La Misión Azul realmente ha cambiado nuestras vidas.

Nos enamoramos, nos casamos, y nos vinimos realmente inspirados, pensando que realmente queríamos hacer algo para la conservación del océano, algo destinado a durar, que marcara una diferencia real y algo que podríamos hacer juntos.

Poco pensamos que eso nos llevaría a la piscicultura.

Pero unos meses después de dejar el barco, llegamos a una reunión de Conservación Internacional, donde el Director General del Mundial de Pesca hablaba de la acuicultura, pidiendo en una sala llena de ambientalistas adherirnos a la causa, que nos diéramos cuenta de lo que estaba pasando y que realmente nos involucráramos pues la acuicultura puede ser justo lo que nuestros océanos y la población necesitan.

Nos sorprendió oír las estadísticas y que no supiéramos más sobre esta industria y nos emocionamos por la oportunidad de ayudar a hacer las cosas bien.

Y hablando de estadísticas, en este momento, la cantidad de pescado que se consume a nivel mundial, de pesca silvestre y de granja combinadas, es dos veces el tonelaje de la cantidad total de carne de vacuno producida en el planeta el año pasado.

Cada buque de pesca único combinado, pequeños y grandes, en todo el mundo, en conjunto producen unos 65 millones de toneladas de pescado y mariscos en la naturaleza para el consumo humano.

La acuicultura de este año, por primera vez en la historia, en realidad produce más de lo que se actualiza al día en el medio silvestre.

Pero ahora esto: La demanda aumentará.

En los próximos 35 años, necesitaremos 85 millones de toneladas adicionales para satisfacer la demanda, lo que es casi 1,5 veces más de lo que nos ponemos al día a nivel mundial en los océanos.

Un número enorme.

Es seguro asumir que eso no vendrá desde el océano.

Ha de proceder de la agricultura.

Y si hablamos de la agricultura, para la agricultura se necesitan recursos.

Igual que un humano necesita comer para crecer y mantenerse con vida, también un animal.

Una vaca necesita comer entre 3,5 y 5 kg de alimento y beber casi 8000 litros de agua para generar 0,5 kg de carne.

Los expertos coinciden en que es imposible criar vacas para todos los habitantes de este planeta.

Simplemente no tenemos suficiente alimento o agua.

Y no podemos seguir con la tala de selvas tropicales para ello.

Y sobre el agua dulce, el planeta tiene una oferta muy limitada.

Necesitamos algo más eficiente para mantener viva a la humanidad en el planeta.

Compararemos eso con la cría de peces.

Se puede criar 0.5 kg de pescado con sólo una 0.5 kg de alimento, y dependiendo de las especies, incluso menos.

¿Y por qué es eso?

Eso es así porque los peces, en primer lugar, flotan.

No tienen que estar de pie todo el día resistiendo la gravedad como nosotros.

Y la mayoría de los peces son de sangre fría no necesitan autocalentarse.

El pescado da escalofríos.


(Risas)
Y necesita muy poca agua, contradictorio a la intuición, pero como decimos, el pez nada en ella pero difícilmente se la bebe.

El pescado es la proteína animal más eficiente de los recursos disponibles para la humanidad, aparte de los insectos.

¡Cuánto hemos aprendido desde entonces! Por ejemplo, en la cima hay 65 millones de toneladas que se pesca al año para el consumo humano, hay 30 millones de toneladas más capturadas para la alimentación animal, sobre todo las sardinas y anchoas para la industria de la acuicultura convertido en harina de pescado y en aceite de pescado.

Esto es una locura.

El 65 % de estas pesquerías a nivel mundial, están mal administrados.

Algunos de los peores problemas actuales se relacionan con eso.

Está destruyendo nuestros océanos.

Los peores problemas de la esclavitud se relacionan con eso.

Recientemente, un artículo de Stanford publicó que si el 50 % de la industria de la acuicultura en el mundo dejara de usar la harina de pescado, nuestros océanos se salvarían.

Ahora piensen en eso por un minuto.

Sabemos que los océanos tienen muchos más problemas…

tienen la contaminación, hay acidificación, destrucción de arrecifes de coral, etc.

Pero subraya el impacto de nuestras pesquerías, y subraya cómo todo está interconectado.

La pesca, la acuicultura, la deforestación, el cambio climático, la seguridad alimentaria, etc.

En búsqueda de alternativas, la industria, en una escala masiva, ha vuelto a las alternativas a base de plantas como la soja, los desechos de pollo industrial, harina de sangre de los mataderos y así.

Y entendemos de dónde vienen estas decisiones, pero esto no es el enfoque correcto.

No es sostenible, no es saludable.

¿Alguna vez han visto un pollo en el fondo del océano?

Por supuesto no.

Si se alimenta al salmón solo con soja y nada más, literalmente explota.

El salmón es un carnívoro, no tiene manera de digerir soja.

Ahora, la piscicultura es, con mucho, la mejor cría de animales disponibles para la humanidad.

Pero ha tenido una muy mala reputación.

Ha habido un uso excesivo de productos químicos, ha habido virus y enfermedad transferida a poblaciones silvestres, destrucción de los ecosistemas y contaminación, mezclas de cría de peces con poblaciones silvestres, alteración de la reserva genética en general, y luego, por supuesto, como se mencionó, los ingredientes de los alimentos no sostenibles.

Qué benditos fueron los días cuando podíamos disfrutar de la comida que estaba en el plato, lo que fuere.

Una vez que uno sabe, sabe.

No se puede volver atrás.

No es divertido.

Necesitamos un sistema alimentario transparente y confiable, que produzca alimentos sanos.

Pero la buena noticia es que décadas de investigación y desarrollo han dado lugar a gran cantidad de tecnologías y conocimientos que nos permiten hacerlo mucho mejor.

Ahora podemos criar peces, sin ninguno de estos problemas.

Pienso en la agricultura antes de la revolución verde, estamos en la acuicultura y en la revolución azul.

Con nuevas tecnologías ahora podemos producir alimento perfectamente natural, con una huella mínima que consta de microbios, insectos, algas y microalgas.

Saludable para las personas, saludable para los peces, saludable para el planeta.

Los microbios, por ejemplo, pueden ser una alternativa perfecta a la harina de pescado de alta calidad, a escala.

Los insectos son en primer lugar, el reciclaje perfecto porque se cultivan en el desperdicio de alimentos; pero segundo, piensen en la pesca con mosca, y saben qué lógico es en realidad para usarlo como alimento para peces.

No necesita grandes extensiones de tierra ni es necesario talar las selvas tropicales para ello.

Microbios e insectos son en realidad productores netos de agua.

Esta revolución está comenzando en estos momentos, solo necesita aumentar.

Ahora podemos cultivar muchas más especies que antes en condiciones naturales, controlados, creando peces felices.

Me imagino, por ejemplo, un sistema cerrado realizado de forma más eficiente que la cría de insectos, donde se puede producir pescado delicioso, sano, feliz, con poco o ningún efluente, casi ninguna energía y casi nada de agua y una alimentación natural con una huella mínima.

O un sistema donde crecen hasta 10 especies juntas una al lado de la otra, simulando la naturaleza.

Es necesario muy poco alimento, muy poco espacio.

Pienso en el cultivo de algas fuera del efluente de los peces, por ejemplo.

Hay grandes tecnologías que surgen por todas partes del globo.

De las alternativas para combatir la enfermedad sin necesitar antibióticos ni productos químicos, a los alimentadores automáticos que notan cuando los peces tienen hambre, por eso podemos ahorrar en alimentación y crear menos contaminación.

Hay sistemas de software que recopilan datos a través de granjas, por lo que podemos mejorar las prácticas de cultivo.

Hay cosas realmente interesantes que ocurren en todo el mundo.

Y no se equivoquen, todas estas cosas son posibles a un costo competitivo con respecto a lo que un agricultor paga hoy.

Mañana, no habrá excusa para nadie para no hacer lo correcto.

Así que alguien tiene que conectar los puntos e impulsar estos acontecimientos.

Y en eso hemos trabajado en los últimos años, y en eso tenemos que trabajar juntos, repensar todo, desde el principio, con una visión integral en toda la cadena de valor, conectar todas estas cosas en todo el mundo, junto a grandes empresarios que están dispuestos a compartir una visión colectiva.

Ahora es el momento para crear un cambio en esta industria y para empujar en una dirección sostenible.

Esta industria es aún joven, gran parte de su crecimiento está todavía por llegar.

Es una gran tarea, pero no es tan descabellada como podría pensarse.

Es posible.

Lo necesitamos para aliviar la presión del océano.

Queremos comer bien y saludable.

Y si comemos un animal, tiene que ser uno que tuvo una vida feliz y saludable.

Tenemos que tener comida en la que podamos confiar, vivir una vida larga.

Y esto no es solo para la gente de San Francisco o el norte de Europa, esto es para todos nosotros.

Incluso en los países más pobres, no se trata solo de dinero.

La gente prefiere algo fresco y saludable en lo que pueda confiar a algo que viene de lejos de lo que no sabemos nada.

Todos somos lo mismo.

Llegará el día en que nos daremos cuenta, demandaremos, peces de piscicultura en el plato cultivados bien y criados sanos, y rechazaremos cualquier otra cosa.

Uds.

pueden ayudar a acelerar este proceso.

Hagan preguntas al comprar productos del mar.

¿De dónde viene mi pescado?

¿Quién lo pescó?

y

¿qué comió?

Información acerca de dónde proviene el pescado y la forma en que se produjo tiene que ser mucho más fácil de conseguir.

Y los consumidores la necesitan para ejercer presión sobre la acuicultura para hacer lo correcto.

Así que cada vez que pidan, pregunten por los detalles y demuestren que realmente se preocupan por lo que comen y lo que les han dado.

Y, finalmente, van a escuchar.

Y todos nos beneficiaremos.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/mike_velings_the_case_for_fish_farming/

 

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