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Charla «¿En qué momento estás muerto? – Randall Hayes» de TED-Ed en español.
Ver la lección completa en: http://ed.ted.com/lessons/at-what-moment-are-you-dead-randall-hayes
Desde los albores de nuestra existencia, los humanos hemos estado fascinados con la muerte y la resurrección. ¿Pero es posible realmente la resurrección? Y ¿cuál es la diferencia entre un ser vivo y un cadáver? Randal Hayes analiza en profundidad las teorías científicas que buscan respuestas a estas preguntas inmemoriales.
Lección de Randall Hayes, animación de Anton Bogaty
- Autor/a de la charla: Randall Hayes
- Fecha de grabación: 2014-12-11
- Fecha de publicación: 2019-04-05
- Duración de «¿En qué momento estás muerto? – Randall Hayes»: 318 segundos
Traducción de «¿En qué momento estás muerto? – Randall Hayes» en español.
Desde los albores de nuestra existencia la humanidad ha estado siempre fascinada con la muerte y la resurrección.
Casi todas las religiones del mundo ofrecen alguna interpretación y desde los mitos antiguos hasta los últimos éxitos de taquillas, los muertos siguen resucitando.
Pero ¿acaso es posible la resurrección? Y ¿cuál es la verdadera diferencia entre un ser vivo y un cadáver? Para entender qué es la muerte, hay que entender qué es la vida.
El vitalismo era una vieja teoría que decía que los seres vivos somos únicos porque estamos llenos de una sustancia especial o energía que es la esencia de la vida.
Ya sea que se le llame qi, sangre de la vida o humores, creer en la existencia de dicha esencia era común en todo el mundo y aún perdura en las historias sobre las criaturas que de alguna forma sacan la vida a los otros o las historias de las fuentes mágicas que pueden reponer esta esencia.
La idea del vitalismo empezó a desaparecer en Occidente luego de la revolución científica del siglo XVII.
René Descartes propuso la idea del cuerpo humano similar a cualquier otra máquina traída a la vida con un alma de origen divino localizada en la glándula pineal del cerebro.
Y en 1907, el Dr.
Duncan McDougall incluso dijo que el alma tenía masa al pesar a unos pacientes justo antes y después de morir, con el fin de probarlo.
Aunque este experimento fue desacreditado como el resto de la idea del vitalismo, aún persisten rastros de esta teoría en la cultura popular.
Pero ¿dónde nos dejan todas estas teorías desacreditadas? Lo que sabemos ahora es que la vida no está contenida en una chispa o sustancia mágica, sino en los propios procesos biológicos.
Y para entender estos procesos debemos acercarnos hasta el nivel de las células que nos componen.
Dentro de cada célula se producen constantemente reacciones químicas gracias a la glucosa y al oxígeno que nuestros cuerpos convierten en moléculas transportadoras de energía, conocidas como ATP.
Las células usan esta energía para todo, como la reparación, el crecimiento y la reproducción.
No solo se requiere mucha energía para crear las moléculas necesarias sino que hace falta aún más para llevarlas a donde tienen que ir.
El fenómeno universal de la entropía significa que las moléculas tienden a difundirse al azar moviéndose de áreas de alta a baja concentración o incluso se separan en moléculas y átomos más pequeños.
Así que las células tienen que mantener la entropía al margen y usar energía para mantener sus moléculas en formaciones muy complicadas necesarias para llevar a cabo las funciones biológicas.
La separación de estos enlaces cuando toda la célula sucumbe a la entropía es lo que eventualmente causa la muerte.
Es por eso que los organismos no pueden simplemente volver a la vida una vez que han muerto.
Podemos echarle aire a los pulmones pero no servirá de nada si muchos de los otros procesos relacionados con el ciclo respiratorio ya han dejado de funcionar.
Del mismo modo, la carga eléctrica del desfibrilador no reanima un corazón sin vida sino que resincroniza las células del músculo que late de forma anormal de modo que regresen a su ritmo normal.
Esto puede evitar la muerte de alguien, pero no va a resucitar a los muertos, o un monstruo creado con partes de diferentes cadáveres.
Pareciera que todos nuestros milagros médicos pueden retrasar o prevenir la muerte, pero no pueden revertir el proceso.
Pero no es tan sencillo como parece porque los continuos avances tecnológicos y médicos han ayudado a diagnosticar los comas, y han descrito condiciones potencialmente reversibles que hasta ahora se consideraban muertes.
En el futuro, el punto de no retorno puede incluso ir más allá.
Se sabe que algunos animales aumentan su esperanza de vida o sobreviven a condiciones extremas ralentizando sus procesos biológicos hasta el punto en el que estos se detienen temporalmente.
Y los estudios en el área de la criogenia buscan el mismo resultado congelando moribundos para revivirlos más tarde cuando una nueva tecnología sirva para esto.
Si las células están congeladas hay muy poco movimiento molecular y la difusión prácticamente se detiene.
Incluso cuando ya todos los procesos celulares están destruidos, estos aún pueden ser revertidos por un enjambre de nanorobots que colocarán todas las moléculas de vuelta en sus sitios e inyectarán ATP en todas las células al mismo tiempo para que el cuerpo retome sus funciones exactamente donde se detuvo.
Así que si vemos la vida no como una chispa mágica sino como un estado con una organización increíblemente compleja, que se autoperpetúa, la muerte es solo un proceso de alta entropía que destruye este frágil balance.
Y el punto en el que alguien está completamente muerto, no es una constante fija sino que simplemente se resume a cuánta de esta entropía somos capaces de revertir.
https://www.ted.com/talks/randall_hayes_at_what_moment_are_you_dead/