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Esculturas imaginativas que exploran cómo percibimos la realidad – Charla TEDSummit 2019

Charla «Esculturas imaginativas que exploran cómo percibimos la realidad» de TEDSummit 2019 en español.

La becaria de TED Alicia Eggbert nos lleva a un viaje visual de su trabajo, desde una enorme escultura en una isla deshabitada en Maine a una instalación interactiva que se infla solo cuando las personas se toman de las manos, creando corriente eléctrica. Su trabajo explora el poder del arte para provocar asombro y fomentar la esperanza en tiempos oscuros. Citando sus palabras: «Un futuro brillante, más sustentable y equitativo depende primero de nuestra capacidad para imaginarlo».

  • Autor/a de la charla: Alicia Eggert
  • Fecha de grabación: 2019-07-20
  • Fecha de publicación: 2020-02-10
  • Duración de «Esculturas imaginativas que exploran cómo percibimos la realidad»: 629 segundos

 

Traducción de «Esculturas imaginativas que exploran cómo percibimos la realidad» en español.

Si estuvieron en el pueblo de Lubec, Maine en julio de 2016, habrán visto algo llamativo en el horizonte mientras miraban la bahía.

En la distancia, en una isla deshabitada, se veían enormes letras negras que decían «PARA SIEMPRE».

El cartel medía 4,5 m de alto por 15 m de ancho, lo bastante grande para ver el «PARA SIEMPRE» en un día despejado, palabras que, en la distancia, eran perfectamente visibles y legibles.

Pero algunos días, una neblina espesa se extendía sobre el océano, borrando la palabra y el paisaje.

Y a veces, como se ve en este vídeo, apenas se veía el «PARA SIEMPRE» emergiendo de la neblina cambiante, acompañado solo por los rítmicos sonidos de las sirenas de niebla.

(Sonido de sirena de niebla) (Sonido de sirena de niebla) Empezó como una idea relativamente simple, aunque un poco extraña, poner las palabras «PARA SIEMPRE» en el paisaje para que así aparecieran y desaparecieran en la neblina.

Pero la planificación y ejecución nos llevó más de un año, y se necesitó de la ayuda de muchas personas, como el capitán del barco de langostas, que nos ayudó a transportar todos los materiales a la isla.

Y de los voluntarios, que ayudaron a cargar miles de kilos de madera y acero a la cima de la colina, entre arbustos que llegaban a la cintura.

Y al final, el «PARA SIEMPRE» solo duró tres semanas.


(Risas)
Así que, si se están preguntando por qué lo hice, como yo mismo me lo pregunté repetidas veces durante ese proceso, podría hablarles un poco sobre mí y sobre mi crianza.

Me crie en una familia evangélica cristiana.

Y si bien ahora soy atea, me di cuenta de que mi educación religiosa tuvo un papel muy importante en formarme en la persona que me he convertido.

En 1986, cuando tenía cinco años, mis padres se convirtieron en misioneros en Sudáfrica.

Fue durante los últimos años del apartheid así que vivíamos en un vecindario para blancos, y fui a una escuela pública para blancos, mientras mis padres fundaban una iglesia multirracial en el centro de Ciudad del Cabo.

Como era muy chica, era imposible para mí entender la magnitud de lo que estaba pasando en Sudáfrica en ese entonces.

Fui testigo del racismo y la opresión de las personas de color que conocía y amaba todos los días, pero por el color de mi piel, no había manera de que pudiera comprenderlo.

Pero tuve el privilegio de presenciar en primera persona uno de los movimientos sociales más influyentes del siglo XX.

Y lo que más me marcó fue ver cómo la gente que conocí en Sudáfrica podía visualizar un futuro mejor para ellos y para su país.

Un futuro que creían que realmente era posible.

Y así, trabajaron juntos, sin descanso, durante décadas hasta que alcanzaron ese extraordinario cambio histórico.

Estuve ahí para ver a Nelson Mandela salir de prisión, y vi un país entero empezar una gran transformación.

Y eso me transformó como persona.

Inculcó en mí un sentimiento de asombro y optimismo y de posibilidad que se impregna en todo lo que creo.

Hago esculturas como ‘PARA SIEMPRE’ como un modo de darle forma física y tangible al lenguaje y al tiempo.

Esas fuerzas poderosas, pero invisibles que dan forma al modo en que percibimos y experimentamos nuestra realidad.

Al hacerlo, trato de darle a otras personas la oportunidad de reflexionar sobre su propia percepción de la realidad e inspirarlos a asombrarse e imaginar qué otra realidad puede ser posible.

Normalmente uso carteles para hacer esto porque es muy sencillo y efectivo captar nuestra atención y transmitir información.

Suelen señalar cosas que normalmente ignoraríamos como este cartel al costado de una carretera en Texas.

[TENTACIONES] Pueden significar cosas que no podemos ver, como la distancia a nuestro destino.

Los carteles nos ayudan a orientarnos en el mundo [Estás en una isla] al decirnos dónde estamos ahora y qué está pasando ahora, pero también pueden ayudarnos a alejar la vista cambiar nuestra perspectiva y vislumbrar el cuadro completo.

Imaginen, por ejemplo, que están caminado por una calle en Filadelfia, es una ciudad estadounidense con muchísima historia, la cuna de nuestra constitución.

Pero imaginen estar caminado por la calle en una zona que está pasando por una enorme transformación debido a la gentrificación, y mientras caminan por esa calle, notan algo que parpadea por encima.

Así que alzan la vista y ven esto: Una luz de neón parpadeante que dice «TODA LA LUZ QUE VES ES DEL PASADO» y luego «TODO LO QUE VES ES PASADO», antes de apagarse completamente por un breve momento.

Te pide que te detengas y veas la historia que hay detrás de todo lo que ves.

Y te recuerda que como a la luz le toma un tiempo viajar a través del espacio, incluso desde una calle o una habitación, todo lo que estás viendo en este momento es, técnicamente, una imagen del pasado.

Los carteles influyen el modo que navegamos todos por el mundo, lo cual significa que tienen la habilidad de crear una experiencia o entendimiento colectivo.

Mi estadía en Sudáfrica me enseñó que cuando las personas son capaces de encontrar puntos en común y trabajar juntos por un objetivo mutuo, pueden ocurrir cosas poderosas y muchas más cosas se vuelven posibles.

Y quiero crear más oportunidades para que la gente encuentre esos puntos en común.

Quiero que las personas sientan el poder de la cooperación, a veces en el sentido literal.

Hace unos años, un amigo mío me mostró cómo nuestros cuerpos pueden conducir pequeñas cantidades de electricidad.

Y al tomarse de las manos con alguien más, una pequeña corriente eléctrica puede pasar por las manos y convertirse en un interruptor que puede desencadenar algo más.

Así que el año pasado usé esa forma de conexión humana para activar una escultura inflable.

Puse dos sensores en una plataforma lo bastante lejos para que una persona sola no pudiese activarla.

Pero cuando dos o más personas trabajan juntas para completar ese circuito eléctrico, el inflable cobra vida.

Empieza a llenarse de aire, y cuantas más manos se entrelacen, más se hincha, y se expanden las palabras «Tú eres la magia».

(Música.

pájaros cantando) Me encanta ver cómo cada grupo de personas encuentran una forma distinta de unir esa división física y metafórica.

Pero tan pronto sueltan las manos y rompen esa conexión, las palabras comienzan a doblarse y caen de manera inmediata y finalmente vuelve a ser un trozo de tela sin vida en el suelo.


(Aplausos)
En estos momentos, creo que todos podemos estar de acuerdo en que el futuro se siente desolador e incierto.

Pero tal vez la esperanza por un futuro brillante, más sustentable y equitativo depende primero de nuestra capacidad para imaginarlo.

Pero después de imaginarlo, debemos creer que es posible.

Entonces tenemos que llegar a un punto en común con personas con las que quizás entraríamos en desacuerdo y trabajar juntos para alcanzar esa meta en común.

Y si hacemos eso, creo que tenemos la capacidad de crear magia.

Si me pueden seguir la corriente por un minuto extra, les voy a pedir a todos en este teatro que se tomen de las manos.

¿Cuándo fue la última vez que le tomaron la mano a un extraño?


(Risas)
Y si se sienten a gusto, procedan a hacer ese gesto metafórico de llegar al pasillo.

Y después de haber tomado las manos a la persona en ambos lados, si se sienten a gusto, por favor, cierren los ojos.

Ahora tómense un segundo para imaginar cómo quieren…

cómo quieren que sea el futuro.

Y permítanse ser, aunque sea un poco, más idealistas.

¿Qué quieren que cambie o pase en su propia vida como individuo?

¿Qué quieren que cambie o pase a todos o al planeta?

¿Pueden imaginarlo?

¿Pueden llegar a ver cómo, si trabajamos juntos, podría ser posible?

Ahora abran los ojos, y hagámoslo realidad.

Muchas gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/alicia_eggert_imaginative_sculptures_that_explore_how_we_perceive_reality/

 

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