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¿Estamos diseñados para ser omnívoros sexuales? – Charla TED2013

Charla «¿Estamos diseñados para ser omnívoros sexuales?» de TED2013 en español.

Una idea tiñe nuestra visión moderna de las relaciones: que hombres y mujeres siempre hemos formado parejas con relaciones sexuales exclusivas. Pero antes del surgimiento de la agricultura, los seres humanos en realidad pueden haber sido bastante promiscuos. El escritor Christopher Ryan nos guía por la evidencia controvertida de que los seres humanos somos omnívoros sexuales por naturaleza, con la esperanza de que una comprensión más matizada pueda poner fin a la discriminación, la vergüenza y las expectativas poco realistas que matan las relaciones.

  • Autor/a de la charla: Christopher Ryan
  • Fecha de grabación: 2013-02-28
  • Fecha de publicación: 2014-02-20
  • Duración de «¿Estamos diseñados para ser omnívoros sexuales?»: 842 segundos

 

Traducción de «¿Estamos diseñados para ser omnívoros sexuales?» en español.

Me saldré de libreto y pondré nervioso a Chris haciendo participar al público.

Está bien.

¿Están conmigo?

Sí.

Sí.

Está bien.

Quiero que levanten la mano si alguna vez oyeron a una pareja heterosexual teniendo relaciones sexuales.

Podrían ser los vecinos, en una habitación de hotel, sus padres.

Lo siento.

Bien, casi todos.

Ahora, levanten la mano si el hombre hacía más ruido que la mujer.

Allí veo a un hombre.

No vale si era Ud., señor.


(Risas)
Baje la mano.

Y una mujer.

Bien.

Sentada al lado de un tipo gritón.

¿Qué nos dice esto?

Nos dice que los seres humanos hacemos ruido cuando tenemos sexo, y por lo general es la mujer la que hace más ruido.

Esto se conoce como vocalización copulativa de la hembra, para quienes toman notas.

Ni siquiera iba a mencionar esto, pero alguien me dijo que Meg Ryan podría estar aquí, y ella es la vocalista copulativa más famosa del mundo.

Por eso pensé, tengo que hablar de eso.

Volveremos a esto un poco más tarde.

Empezaré diciendo que los seres humanos no descendemos de los simios, a pesar de lo que pueden haber oído.

Somos simios.

Tenemos una relación más estrecha con el chimpancé y el bonobo que el elefante africano con el elefante indio, como señaló Jared Diamond en uno de sus primeros libros.

Tenemos una relación más estrecha con el chimpancé y el bonobo que el chimpancé y el bonobo con cualquier otro primate.

Gorilas, orangutanes, cualquiera.

Tenemos una relación muy estrecha con ellos, y verán que en términos de comportamiento, también tenemos alguna relación.

La pregunta que hoy planteo, y que quiero explorar es:

¿qué clase de simios somos en materia de sexualidad?

Ahora, desde la época de Darwin ha habido lo que Cacilda y yo hemos llamado la narrativa estándar de la evolución sexual humana, y ya están todos familiarizados con eso, incluso si no lo han leído.

La idea es que, como parte de la naturaleza humana, desde el principio de los tiempos de nuestra especie, los hombres hemos «arrendado» el potencial reproductivo de las mujeres poniendo a su disposición ciertos bienes y servicios.

Generalmente estamos hablando de alimento, vivienda, estatus, protección, y cosas así.

Y, a cambio, las mujeres han ofrecido fidelidad o, al menos, una promesa de fidelidad.

Ahora bien, esto pone a hombres y mujeres en una relación de oposición.

La guerra entre los sexos está integrada en nuestro ADN, según esta visión,

¿sí?

Cacilda y yo hemos sostenido que no es cierto.

Esta relación económica, esta relación de oposición, en realidad es producto de la agricultura, que apenas surgió hace unos 10 000 años como mucho.

Los seres humanos anatómicamente modernos han existido desde hace unos 200 000 años, así que estamos hablando de un 5 %, como máximo, de nuestro tiempo como especie moderna diferenciada.

Así que antes de la agricultura, antes de la revolución agrícola, es importante entender que los seres humanos vivían en grupos de cazadores-recolectores caracterizados donde quiera que se encontraran en el mundo por lo que los antropólogos llaman igualitarismo feroz.

No solo compartían cosas, exigían que se compartieran las cosas: comida, abrigo, protección, esas cosas que supuestamente intercambiaban con las mujeres a cambio de fidelidad sexual, resulta que son compartidas ampliamente entre estas sociedades.

No estoy diciendo que nuestros antepasados fueran buenos salvajes, ni estoy diciendo que los cazadores-recolectores modernos sean buenos salvajes tampoco.

Estoy diciendo que sencillamente esta es la mejor manera de mitigar el riesgo en un contexto de forrajeo.

Y realmente no hay discusión sobre esto entre los antropólogos.

Lo que hicimos Cacilda y yo fue extender este compartir a la sexualidad.

Hemos argumentado que la sexualidad humana ha evolucionado esencialmente, hasta la agricultura, como una manera de establecer y mantener los sistemas sociales complejos y flexibles, las redes, en los que nuestros antepasados ​​ eran muy buenos, y por eso nuestra especie ha sobrevivido tan bien.

Esto hace que algunas personas se sientan incómodas, por eso siempre necesito tomarme un momento en estas charlas para decir, escuchen, estoy diciendo que nuestros antepasados eran promiscuos, pero no estoy diciendo que tuviesen sexo con extraños.

No había extraños,

¿sí?

En una banda de cazadores-recolectores no hay extraños.

Han conocido a estas personas toda sus vidas.

Estoy diciendo que sí, había relaciones sexuales superpuestas, que nuestros antepasados probablemente ​​tuvieron varias relaciones sexuales diferentes en un momento dado de sus vidas adultas.

Pero no estoy diciendo que tuviesen relaciones sexuales con desconocidos.

No digo que no amaran a las personas con las que tenían relaciones sexuales.

Y no estoy diciendo que no hubiese lazos de pareja.

Solo estoy diciendo que no había exclusividad sexual.

Y quienes hayan elegido ser monógamos…

mis padres, por ejemplo, han estado casados 52 años siendo monógamos, y si no fueron monógamos, mamá y papá, no quiero saberlo…

No estoy criticando esto ni estoy diciendo que haya nada malo en eso.

Estoy diciendo que argumentar que nuestros antepasados ​​ eran omnívoros sexuales no es más crítico hacia la monogamia que argumentar que nuestros antepasados eran omnívoros dietéticos, como crítica al vegetarianismo.

Uno puede elegir ser vegetariano, pero de ahí a pensar que solo por tomar esa decisión el tocino de repente dejará de oler bien.

¿Sí?

Esa es mi idea.


(Risas)
Demoró un minuto en precipitar,

¿no?

Ahora, además de ser un gran genio, un hombre maravilloso, un marido maravilloso, un padre maravilloso, Charles Darwin también fue un mojigato victoriano de clase mundial.

¿De acuerdo?

Estaba perplejo por la inflamación sexual de ciertos primates, incluyendo chimpancés y bonobos, porque esta inflamación sexual tiende a provocar a muchos machos para aparearse con las hembras.

No podía entender por qué la hembra había desarrollado esta cosa si se suponía que deberían formar su vínculo de pareja,

¿no?

Las chimpancés y bonobos, Darwin no sabía esto, pero las chimpancés y bonobos se aparean de una a cuatro veces por hora con hasta una docena de machos por día cuando están en celo.

Curiosamente, las chimpancés tienen inflamación sexual durante el 40 %, más o menos, de su ciclo menstrual, las bonobo el 90 %, y los humanos son la única especie del planeta en la que la hembra está disponible para el sexo durante todo el ciclo menstrual.

Esté menstruando, esté post-menopáusica, o ya esté embarazada.

Esto es muy raro en los mamíferos.

Por eso es un aspecto muy interesante de la sexualidad humana.

Ahora, Darwin ignoró las reflexiones de la inflamación sexual de su época, como suelen hacer los científicos a veces.

Hablamos de la competencia del esperma.

El humano medio eyacula 300 millones de espermatozoides, por lo que ya es un entorno competitivo.

La pregunta es si este esperma compite contra el esperma de otros hombres o solo consigo mismo.

Hay mucho para hablar sobre este gráfico.

Quiero que presten atención de inmediato a la nota musical que está sobre la hembra de chimpancé y la de humano.

Indica la vocalización copulativa de la hembra.

Miren los números.

El humano medio tiene sexo unas 1000 veces por nacimiento.

Si ese número le parece alto a alguno, le aseguro que le parece bajo a otros en la sala.

Compartimos esa proporción con chimpancés y bonobos.

No lo compartimos con los otros 3 simios: el gorila, el orangután y el gibón, que son mamíferos más típicos, y tienen sexo solo una docena de veces por nacimiento.

Los humanos y los bonobos son los únicos animales que tienen sexo cara a cara cuando ambos están vivos.


(Risas)
Y verán que tanto humanos, chimpancés y bonobos tienen testículos externos, que en nuestro libro equivalen a un refrigerador especial que tenemos en el garaje solo para la cerveza.

Si son ese tipo de gente que tiene cerveza en el garaje esperan que haya fiestas en cualquier momento, y tienen que estar preparados.

Eso son los testículos externos.

Mantienen frío el esperma para que uno pueda eyacular con frecuencia.

Lo siento.

Es verdad.

El ser humano, a algunos les encantará escuchar esto, tiene el pene más grande y grueso de los primates.

Esta evidencia va más allá de la anatomía.

Llega también a la antropología.

Hay registros históricos llenos de relatos de personas de todo el mundo cuyas prácticas sexuales resultarían imposibles según los supuestos de la evolución sexual humana.

Estas son las mujeres mosuo del sudoeste de China.

En su sociedad, todos, hombres y mujeres, son completamente autónomos en lo sexual.

No hay vergüenza asociada con el comportamiento sexual.

Las mujeres tienen cientos de compañeros.

No importa.

A nadie le importa.

Nadie chismea.

No es un problema.

Cuando la mujer queda embarazada, el niño es cuidado por ella, sus hermanas y sus hermanos.

El padre biológico no es un tema importante.

En el otro lado del planeta, en el Amazonas, tenemos muchas tribus que practican lo que los antropólogos llaman paternidad divisible.

Estas personas realmente creen…

y no tienen ningún contacto entre ellos, ninguna lengua ni nada en común, por eso no es una idea propagada, es una idea surgida en todo el mundo…

creen que un feto es producto literalmente del semen acumulado.

Así, una mujer que quiere tener un hijo inteligente, divertido y fuerte se asegura de tener mucho sexo con el tipo inteligente, con el divertido y con el fuerte, para reunir la esencia de cada uno de estos hombres en el bebé, y luego, cuando nace el bebé, vendrán estos hombres diferentes y reconocerán su paternidad.

La paternidad es una especie de esfuerzo de equipo en esta sociedad.

Hay todo tipo de ejemplos como este que enumeramos en el libro.

Ahora,

¿por qué importa esto?

Edward Wilson dice que tenemos que entender que la sexualidad humana primero es un dispositivo de unión y, solo en segundo lugar, procreación.

Pienso que es verdad.

Importa porque nuestra sexualidad evolucionada está en conflicto directo con muchos aspectos del mundo moderno.

Las contradicciones entre lo que nos dicen, lo que debemos sentir y lo que realmente sentimos generan un enorme sufrimiento innecesario.

Espero que una comprensión más precisa y actualizada de la sexualidad humana nos lleve a tener una mayor tolerancia con nosotros mismos, unos con otros, mayor respeto por las relaciones no convencionales como el matrimonio entre personas del mismo sexo o las uniones poliamorosas, y que finalmente descartemos la idea de que los hombres tienen el derecho innato e instintivo a vigilar y controlar el comportamiento sexual de las mujeres.


(Aplausos)
Gracias.

Y veremos que no solo las personas gay tienen que declarar su homosexualidad.

Todos tenemos cosas para reconocer,

¿no?

Y cuando reconozcamos esas cosas, reconoceremos que nuestra lucha no es con los demás, nuestra lucha es contra un anticuado sentido victoriano de la sexualidad humana que amalgama el deseo con los derechos de propiedad, y genera vergüenza y confusión en lugar de comprensión y empatía.

Es hora de ir más allá de Marte y Venus, porque la verdad es que los hombres son de África y las mujeres son de África.

Gracias.


(Aplausos)
Chris Anderson: Gracias.

Christopher Ryan: Gracias.

CA: Una pregunta.

Es muy desconcertante, tratar de usar argumentos de la historia de la evolución para transformar eso en los deberes de hoy.

Alguien podría dar una charla que diga mírennos, tenemos estos dientes muy afilados, músculos y un cerebro realmente bueno para arrojar armas, y si analizamos muchas sociedades del mundo, veremos tasas muy altas de violencia.

La no violencia es una elección, como ser vegetarianos, pero no es lo que somos.

¿Cómo se diferencia eso de la charla que diste?

CR: Bueno, en primer lugar, la evidencia de altos niveles de violencia en la prehistoria es muy discutible.

Pero es solo un ejemplo.

Ciertamente, ya sabes, mucha gente me dice que solo porque vivimos de cierta manera en el pasado no significa que deberíamos vivir de ese modo, y concuerdo con eso.

Todos tenemos que responder al mundo moderno.

Pero el cuerpo sigue sus propias trayectorias evolutivas.

Uno podría vivir a McDonald’s y batidos pero el cuerpo se rebelará contra eso.

Tenemos apetitos.

Creo que fue Schopenhauer quien dijo que una persona puede hacer lo que quiere pero no querer lo que quiere.

Por eso me opongo a la vergüenza asociada a los deseos.

Es la idea de que si amas a tu esposo o esposa pero sientes atracción hacia otra persona, hay algo malo en ti, algo anda mal en tu matrimonio, hay algo malo en tu pareja.

Creo que muchas familias se fracturan por expectativas poco realistas que se basan en esta falsa visión de la sexualidad humana.

Eso es lo que estoy tratando de abordar.

CA: Gracias.

Comunicaste potentemente.

Muchas gracias.

CR: Gracias, Chris.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/christopher_ryan_are_we_designed_to_be_sexual_omnivores/

 

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